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aremiscien

9 meses

Hace 9 meses que no madrugo.
Hace 9 meses que duermo como mínimo 8 horas.
Hace 9 meses que desayuno sin prisas ni ansiedades
Hace 9 meses que como a las 14 y bien y no a las 16 y cualquier cosa.
Hace 9 meses que ceno a las 21, poco y bueno.
Hace 9 meses que no me desespero el viernes porque tengo que trabajar el sábado.
Hace 9 meses que el domingo me da lo mismo que mañana sea lunes.
Hace 9 meses que no asisto a ningún curso de formación
Hace 9 meses que no tengo más objetivo que recuperar la calma y centrarme.
Hace 9 meses que no me altero por nada ni por nadie salvo por Hook, mi gato que se me come los lápices.
Hace 9 meses que no le tengo que explicar nada a nadie.
Hace 9 meses que no tengo que leer obligatoriamente nada.
Me pregunto que es lo que voy a "parir".

No es fácil

Habiendo crecido bajo la máxima de aprovechar el tiempo,hay que aprovechar el tiempo...
No es fácil aprovechar el tiempo. Apenas ahora empiezo a disfrutar de la inactividad, pasividad absoluta, de una manera casi lúdica. Podría hacer infinidad de cosas pero no tengo ganas de hacer ninguna. Ni me entretengo demasiado en pensar en ello.

Vivo como Hook, el cachorro de gato que me regalaron. Duermo entre ocho y nueve horas ( es un verdadero placer ),
desayuno, paseo, "navego", dibujo pero poco, voy algún día a la playa. El resto del tiempo me parezco bastante a un geranio. Sí intento buscar motivaciones para salir de esta pasiva complacencia. Aunque no tengo ningún interés en volver a vivir contra el reloj.

La máxima responsabilidad social que tengo en estos momentos es la de ocuparme de bajar la basura. En cuanto a mi mismo, sólo la de asearme y comer. Ecolicuá que dijo un pato.

Estoy confuso

Estoy confuso respecto de mi futuro.
No sé si hacerme un lifting y matricularme en C.O.U para empezar de nuevo o cambiar de sexo y tirarle los tejos a Jesulín o a su padre para salir en la tele.

Trabajar no es rentable

Trabajar no es rentable

A corto plazo, trabajar es inevitable. Pero a largo plazo, tal y como están las cosas no es rentable.
Encima el psiquiatra por segunda vez ( la anterior fue en 1991 ) me recomienda que no ejerza cargos de responsabilidad ni presión.... ...pero si hoy tienes presión hasta sirviendo hamburguesas....
El caso es que hago cuentas, estudios sobre rendimiento, costes, actuales SIN TRABAJAR....
Gano un 40% menos que antes, ( ahora no cobro horas extras obligatorias, incentivos, etc ) subsistiendo con lo mínimo llego a fin de mes y : SIN TRABAJAR !!!
Casi jamás he estado, por suerte, enfermo ni de baja laboral.
Ahora me explico que la gente "pacte", despidos para acogerse al paro.
No sé, por momentos me parece, que en mis 28 años laborales, estos últimos he estado haciendo, en parte, el tonto.
Ese empeño mío enfermizo de trabajar lo más posible y bien, ha sido un error.

Telebasura

Buscando información sobre lo mío, ayer leí que el exceso de información de toda índole ( laboral, social, cultural, social) produce stress. Decían en la empresa que trabajaba ( que no "mi empresa") que la informatización de la misma
había reducido el papelamen en un 30 por ciento. Lo que agilizaba la gestión.
Es cierto. Ha reducido el 30% de escritos que nadie se leía. Con lo cual tengo el mismo trabajo que antes. Con el agravante de que lo que me tengo que leer no tarda tres días en llegar. Me llega poco después de su redacción original.
Sí, es cierto. La información, el exceso de información, causa stress.
Antes, las instrucciones, cuando llegaban las esperabas porque algún compañero de otra delegación las había recibido antes que yo.
Las estadísticas, los seguimientos de producción, objetivos.... ...llegaban, digamos en junio, y sobre el primer trimestre del año. Ahora te llegan el día 6 y sobre el mes anterior. Si consigues el 80% del objetivo marcado, te felicitan. Pero el mes siguiente te recuerdan que el pasado te kedaste en el 80. Lo que el mes anterior es un éxito el mes siguiente es un fracaso.
Y claro hay que implicarse porque, cada vez más, las retribuciones, el sueldo, van en función de lo "conseguido".
Luego además tienes que mantener tu vida personal y familiar. Ante la falta de tiempo a diario empleas los sábados en el supermercado, la casa, la familia....
La telebasura es una evasión como otra cualquiera. De todas ellas la más cómoda. No hay que moverse ni tienes que pensar.Los documentales de cocodrilos y otros bichos ya los he visto todos y "Redes" lo emiten muy tarde.

Así fue

Así fue

Todo empezó cuando la empresa para la que trabajo, tras un cambio de dirección y gestión, decidió implicarme en la evolución del negocio. A mí y a todos los que desempeñábamos un cargo de nivel medio para arriba.
No me lo creí pero me lo tomé como parte de mi trabajo el hacer que me lo creía e incluso les vendía la moto a mis subordinados. Algo así como el cura protagonita de Pio Baroja en "Cómo se escribe una novela¨".

No es de extrañar este comportamiento en mi persona. En la mili aprendí morse y bien.
En mis dos empleos anteriores también tuve la suerte de que me "encargaran de algo".
Tengo una mente ¿enfermiza? que lo que no hay más remedio que hacer, hacerlo cuanto antes y los mejor posible.
Parece que tengo habilidades, que no inteligencia a destacar, para transmitir/convencer a otros. Con el ejemplo sobre todo. Una manía como otra cualquiera

Bien, pues tras una batería de ejercicios espirituales de empresa, de carácter trimestral durante dos años y medio... ...me regalaron y me hicieron leer "Quién se ha comido mi queso".
Así fue....

...Si, así fue

...poco después empezaron a marcarme "objetivos" a conseguir. Todos los días me encontraba el buzón de correo con no menos de 6 mensajes más los que llegarían a lo largo de la mañana. Mensajes impartiendo instrucciones, informando de rendimientos, etc... ..el teléfono empezó a sonar con mas frecuencia. Cuando no me llamaba un jefe me llamaban dos.
Mis jornadas laborales se fueron alargando, despacio, poco a poco.
De pronto no teníamos "usuarios". Los "usuarios" a partir de entonces se convintieron en "clientes"... ...un horror.
Se amontonaban papeles encima de la mesa, cursos por correo, reuniones cometarros,objetivos, estadísticas...
Mis comidas empezaron a ser irregulares, rápidas e insanas.
Todo ello unido a que siempre he dormido poco, invadió mi vida personal sin darme cuenta. Cuando me reunía con mis amigos casi únicamente les hablaba de trabajo.
Empecé a sentir pinchazos en el pecho puntualmente. Al poco llegó la ansiedad.
Algunos los más próximos, me advertían -nene, tú no estás bien-. Yo lo achacaba al trabajo.

Me levantaba por la mañana y alargaba el café antes de salir a trabajar. Fumo un cigarro y me voy, me decía a mi mismo. Y después encendía otro y lo mismo. Hasta que un día desperté y tras la ducha me sentí como un niño que no quiere ir al colegio por miedo a un examen. La angustia era atenazante, me faltaba el aire... ...y no fui. Ni al dia siguiente, ni al otro.

Quién se ha comido mi queso? No tengo ni idea. Pero ahora sé que no me gusta el queso.