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Azul...

Frankenstein

Qué facil es perderlo todo. Incluso el corazon, porque ahora ya no lo tengo. Me lo acaban de arrancar. Asi, como suena. Arrancado, extraido, desgarrado de mi cuerpo partiendolo todo a su paso: piel, sangre, costillas, musculos... Con un poco de suerte y mucho tiempo, quiza pueda recoser mi cuerpo con hilo y aguja, heridas sobre heridas que aun supuran, que aun duelen... Golpe tras golpe, dolor tras dolor acumulado, desgarro tras desgarro, ya casi no me queda piel si no jirones, colgajos que quiza con el tiempo puedan volver a formar un tejido definido.
Pero, bien pensado, esto tiene una ventaja: solo dos muertes podrian hacerme mas daño que esta. Y aun asi es probable que no me dañaran, porque ya no siento latidos, ni ritmo. Sólo siento un trozo metalico de plata que ocupa el lugar que antes tenia. Plata y cuerdas es lo que tengo ahora por corazón, y suturare mi piel con este amasijo dentro, a la espera de que un dia comience a bombear vida en mi cuerpo.

Mi vida se hunde

Mi vida se hunde. Todo se hunde, se deshace, se muere... Nada queda, nada vive, nada me hace feliz... Lo que tengo no lo quiero y quiero lo que no tengo... Todo se rompe... A veces me da la impresion de que no me queda nada por lo que pelear y en cuando abro la boca, me la cierran con mas cosas de las que hacerme cargo... Ya no puedo mas. Necesito escapar, irme, vivir... Aqui me ahogo. Me ahogan... Me gustaria tener alas... para poder volar... Estoy tan sola... tan sola... Me siento tan poco apoyada... tan poco querida... Y ahora los pedazos de mi vida que quedaban en pie se resquebrajan como hielo azul del glaciar donde estoy enterrada en vida.