Seco como el polvo.

Así se ha quedado mi cerebro después de unos días de calor asfixiante, viento de poniente, poca agua para regar, y demasiado caliente, y un montón de problemas en mi ordenador que me ha costado mucho tiempo ir descubriendo, que no solucionando.
Pero dicen los viejos que todo tiene remedio, excepto la muerte, y he renacido del polvo, aunque quizá un poco tocada, para empezar esta experiencia que espero sea larga, fructífera, agradable, enriquecedora...
Si alguien me encuentra y me lee, un saludo. Si sólo me encuentro yo, me doy por saludada igualmente. Prometo que volveré.