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Descubriendo el nuevo mundo

Televisión por cable a golpe de taladro

Esta tecnología se ha encontrado con múltiples inconvenientes en nuestro país. Hoy sigue sobreviviendo a duras, quizás no se han cumplido las expectativas de las empresas que apostaron por ella como una tecnología fuerte, pues tiene en su instalación su peor enemigo. Veamos sus debilidades.

Aún recuerdo hará un par de años el angustioso mes de exámenes en el hastío de junio que me hicieron pasar los operarios de Supercable. Mientras sufría los golpes de las taladradoras desde las ocho de la mañana hasta bien entrada la tarde, mi padre se ilusionaba pensando: “¿cuándo le tocará a mi acera? Sí, al fin podré disfrutar de televisión, Internet y teléfono en una única factura”. Y ese día llegó, por supuesto, pero antes de un metro de la entrada de la casa lo taladros cesaron sus crujidos. Por suerte para mí y con maldiciones a la compañía por parte de los cuatro vecinos que nos quedamos fuera de plano. Las casas no aparecen en el plano, así que no existen. Las llamadas a Supercable fueron constantes, la solución nula.
Para mi padre el fracaso de la televisión por cable en Andalucía se debe a “la inoperancia de la empresa”. Pero ésta es tan sólo su particular visión. Vamos a ver ahora los problemas con los que se ha encontrado el cable en la Comunidad Autónoma Andaluza, problemas que se hacen extensivos a España.

En Andalucía el comercio del cable está dividido en dos manos: un la de Supercable Andalucía –que ha implantado su redes en Sevilla, Córdoba, Jaén, Granada, Málaga y Almería- y la otra la de la compañía ONO –en Huelva y Cádiz-. Al presentar su producto estas compañías cuentan con una serie de ventajas añadidas que no tardan en lucir como:
- la reducción de la saturación del espectro y velocidad de transmisión dada por la fibra óptica, un material mucho más económico que el cobre de la telefonía y que además de no peder información por dispersión de la luz, permite emitir a la vez varias señales diferentes. Ofrece por tanto un ancho de banda muy superior a las líneas telefónicas convencionales.
- La oferta de canales, con programaciones especilizadas (televisión educativa, teletrabajo, cursos a distancia…) y otras a la carta según lo que quiera ver el usuario. La televisión se vuelve interactiva.
- Todos los servicios de comunicación se concentran en un solo enchufe.
- Telefonía fija, etc.

Pero estas ventajas no han conseguido paliar los grandes inconvenientes que se ha encontrado el cable al llegar a una tierra sin la infraestructura necesaria. Este es el principal inconveniente, que ha hecho de la televisión por cable un negocio poco rentable en Andalucía. No obstante, hay otros motivos que han ayudado a mermar el negocio. Unos de carácter empresarial:
- como no hay infraestructuras adecuadas es necesario cablear toda la extensión a la que se quiera dar servicio hasta llegar a las casas de los abonados, así el coste llega a ser muy elevado.
- Al hacerse el coste tan elevado –en la provincia de Sevilla Supercable tenía previsto invertir unos 15.000 millones de pesetas en los primeros cinco años-, las empresas se ven obligadas a fusionarse para poder subsistir en el negocio.
- Existe una escasa cultura de pago en la sociedad actual, acompañada de una excesiva oferta de canales.
- Además se da la competencia de las dos plataformas digitales y de otra tecnología como ADSL, que ofrece precios y prestaciones similares.
- Por último está el retraso en la liberalización de las telecomunicaciones, una característica clave en nuestro país. Hecho que según explicaba hace años José Carlos Serrano, director general de la por entonces recién creada Supercable Andalucía: “ha supuesto la retirada de inversores extranjeros, sobre todo americanos, que entre los años 92 y 95 estaban pendientes de la situación española dispuestos a invertir”.

Otros inconvenientes vienen de la propia tecnología:
- En las redes de cable coaxial, mientras que la velocidad de bajada (hacia el usuario) puede alcanzar 30 mbps, la de subida es mucho menor, alrededor de 1 mbps. Por tanto, las empresas de comunicación no se benefician de esta tecnología.
- Es un solo cable el que transmite los datos de abonado en abonado, repartiendo el ancho de banda entre varios cientos de ellos. Cuando se produce un uso intensivo en el mismo vecindario, la velocidad baja considerablemente, los cables coaxiales reciben interferencias y la transmisión se interrumpe.
- Otra de las posibles desventajas es que la estructura de red local hace mucho más fácil acceder a los otros ordenadores de la red, pudiendo tener un gorrón de tu propio servicio viviendo al lado.

Todo esto hace ver que la Televisión por cable no es tan fiable como en principio se anunciaba. Añadiéndole los gastos que conlleva su instalación, no cabe duda de que no es un negocio rentable.

Claves para no fracasar como creador de una web

A veces al navegar por la Red en busca de una información concreta lo hacemos con total autonomía y fluidez. Otras sin embargo, nos entramos en una maraña de enlaces irreversibles y anticuados, en intensos flash de imágenes que nos confunden y dan una información no deseada. ¿Cómo se puede evitar este mal trago al usuario de nuestra web? Sólo hay que seguir unos cuantos y sencillos pasos, como quedan explícitos en el esquema que sigue.

Lo primero es comprender que la usabilidad es imprescindible para aquél que entra en Internet. Es decir, al usuario de Internet –como no lee sino que escanea en busca de la información que le interesa- hay que prestarle rapidez y facilidad a la hora de realizar su tarea. Hay que anticiparse a sus necesidades, permitirle deshacer las acciones realizadas, hacer una página que le sea accesible y legible. Para cumplir estas tres premisas claves –usabilidad, legibilidad y accesibilidad- nunca hay que olvidar los siguientes principios respecto a la elaboración del texto y al diseño de la página:

TEXTO
En este sentido Jacob Nielsen apuesta por la brevedad de los textos y recomienda utilizar elementos que faciliten el barrido visual de la página web.

1.- Claridad, concisión y sencillez. Gabriel García Márquez no deja duda de este principio: “lo primero al escribir para Internet es saber escribir…” Un periodista sabe que la clave de su lenguaje para llegar hasta el interlocutor es la sencillez de sus palabras, la claridad de su estilo y la concisión de lo que quiere expresar. Así que en la web con más ímpetu debe usarse un lenguaje directo y sencillo, donde prime la voz activa y se huya de todo tiempo subordinado. Sin abusar ni de las mayúsculas ni de las cursivas o negritas, tampoco del subrayado. Sin ni siquiera abusar del texto, pues se puede generar fatiga visual al receptor, que no está acostumbrado a leer en una pantalla de ordenador. Como máximo deben tener unas veinticinco líneas, siendo más profundos que largos.
2.- Uso de la pirámide invertida. Es necesario jerarquizar la información, para ello además de incluir un mapa de navegación hay que hacer uso de la pirámide invertida donde primero se ofrece la información principal para después desgranar en el texto los restantes detalles en orden decreciente de importancia. Así se asegura que el lector en su barrido visual retenga lo más importante de la información, aunque no lea hasta el final del artículo. Además de crear dos niveles de lectura: una rápida y otra en profundidad en la que se hace uso de los enlaces. El lector que quiere profundizar puede hacerlo sin perjuicio de aquél que busca rápidamente la información.
3.- Uso del hipertexto. No se puede olvidar esta posibilidad y fundamental característica que ofrece Internet. Con el hipertexto la pantalla creada será interactiva, algo que no se puede hacer en otros medios de comunicación. En Internet la lectura lineal es sustituida por la secuencial del hipertexto. Ahora es el usuario el que organiza su forma de lectura y busca la documentación que más le interesa dentro de un mismo texto.

DISEÑO

1.- La cabecera. El usuario generalmente mira al centro de la pantalla, así que los elementos importantes deben estar colocados aquí. Es fundamental crear una buena cabecera, donde quede explícito el mapa íntegro de navegación, es decir, la información más útil. No obstante, sólo se colocarán las opciones fundamentales, porque más de cinco elementos ya recargan demasiado la página. Además las opciones deben estar claramente definidas, tanto en su significado como en su representación (el área que se puede pinchar, dónde acaba y dónde empieza el siguiente).
2.- El color y las fuentes. La web es un medio eminentemente visual, así que los problemas más comunes de accesibilidad se relacionan con la vista. Los colores deben causar un contraste fuerte entre el texto y el fondo. Lo más apropiado es un fondo claro sobre un texto oscuro (negro sobre blanco). En cuanto a las fuentes, las más legibles son las sans serif o de palo seco como la Verdana o Arial, siempre que estén entre los 10 y los 14 puntos, pues un tamaño menor es de difícil lectura.
3.- La navegación. Cumple tres propósitos generales, decirle al usuario dónde se encuentra, dónde ha estado y dónde puede ir. El usuario es el que manda en su forma de lectura, por ello hay que ayudarle a desplazarse rápida y eficazmente por la página a través de cuatro opciones: uso de hiperenlaces, barra de navegación en cada página, barra de menú en cada página o mapa del sitio con enlace desde cada página.
El uso de enlaces en fundamental, ya que ayudan al usuario a manejar gran cantidad de información, a que interactúe con la página; además de proporcionarle los medios más rápidos para desplazarse por el documento. No obstante, no se puede exagerar y llenar una página de enlaces, sólo se utilizan cuando se va a dar una información complementaria (documentación relacionada con el tema principal, selección de trabajos de investigación relacionados con el tema, opiniones a debatir, informes y cartas de los lectores, etc.)
4.- Actualización continua. Para que lo enlaces tengan algún sentido hay que actualizarlos de manera continua. No se puede ofrecer al usuario una información caduca que lo induzca a error y le haga abandonar la página para siempre, en busca de otro sitio más fiable. Internet da la posibilidad de que se oferte una información continua, no hay que desaprovechar tal ventaja.
5.- Longitud de la página. Como ya se ha indicado hay que jerarquizar la información y fragmentarla para no cansar al lector. Si la página es corta se hará uso de los enlaces para que el receptor siga indagando, se incluirán botones y mapas sensibles, gráficos… siempre que complementen la información. Si la página por el contrario es larga se colocarán iconos o enlaces de navegación en la parte superior o inferior para navegar por la propia página.

Estos son los ocho puntos clave a seguir en la elaboración de una página web para no errar en el intento. Para ver los fallos más comunes de los sitios web se puede visitar la página adecuada pinchando aquí.

Un sí a pagar por informarse en la red

Dar el sí cuando exista un verdadero concepto de Periódico Digital y se haga tangible.

Nadie dubita en la parada del autobús si cuando éste llegue debe pagar o no el billete por usar su servicio para desplazarse. Tampoco surge la problemática al echar gasolina, comprar en un supermercado o inc1uso al aparcar en un parking. Desde luego ninguno increpa al quiosquero al llevarse el periódico diario. Entonces, ¿qué pasa con la información que nos suministra Internet?

Bueno parece que hemos entrado en un terreno farragoso. En Internet no se concibe otra que la cultura de "todo gratis", pero igual pasaba en televisión y los canales por cable son hoy una realidad que muchos aprecian y pagan de su propio bolsillo. El periodismo en Internet es un concepto demasiado joven que tiene que evolucionar, y nadie puede negar con rotundidad que la cultura de “todo gratis” no pueda caer por su propio peso en pocos años. Haciendo historia de la breve evolución del periodismo digital se dice que nació con el Chicago Tribune en 1992, año en el que decide copiar su contenido en la red. Desde entonces ésta ha sido la tónica en el resto de países: desde los diarios hasta los semanarios, desde los periódicos nacionales a los regionales, como símbolo de modernidad y prestigio. Después esa simple copia de la noticias de la edición impresa, se transformó en la incorporación de las noticias en la red al mismo tiempo de su llegada a la redacción. El concepto cambia y con él se lleva a los lectores de los diarios impresos, ya que de forma gratuita se puede acceder a la misma información. Surge una problemática que hoy continúa:

¿cómo financiar el periódico digital? ¿Internet como medio debe seguir criterios gratuitos –como la radio-,de pago –como la prensa tradicional escrita- o mezclar fórmulas gratuitas con contenidos extras que se pagan -como las plataformas de la televisión actual-? ¿Qué contenidos cobrar y cuáles no?

Las soluciones a la que los diarios digitales han llegado en nuestro país son muy variadas: La Razón Digital intentó en principio financiarse por vías diferentes al cobro al lector como ingresos por publicidad, subvención de grupos de presión financieros, de partidos, etc. El Mundo reserva para sus suscriptores contenidos con valor añadido como reportajes de investigación, artículos de opinión y su hemeroteca. La Vanguardia ofrece toda su información de forma gratuita, exige tan sólo la inscripción del lector en el periódico para obtener sus datos personales. El País, sin embargo, es el primer periódico que obliga al pago de una suscripción para permitir la lectura de sus páginas.
Como se observa hay para todos los gustos. La solución más acertada pueden corroborarla los datos estadísticos sobre audiencia de los diferentes medios, pero no es lo que ahora me interesa. El periodista José Manuel Gimeno en uno de sus artículos afirma que lo que le da valor a un periódico no son los resultados empresariales, sino su influencia en la opinión publica. A éste respecto añade que si al lector de un diario digital se le ponen cortapisas –como el cobro de los contenidos- éste buscará la información que le interesa por otros medios, quizás se vaya a la competencia, entonces el medio que cobra por sus servicios está perdiendo poder y reforzando la competencia.

Razón quizás no le falta, pero yo quiero ir más allá. Quiero imaginar el futuro de la red, un futuro en el que los periódicos digitales homogenizan su fórmula para librar una competencia igualitaria. Un futuro en el que realmente se pueda afirmar que estamos dando un servicio de información digital. Un futuro en que el periódico digital no tenga nada que ver con el periódico impreso, en el que se haya convertido en un medio alternativo y complementario para el lector. Un futuro en el que el periodismo aproveche todas las herramientas que ofrece Internet: enlaces más allá de los imprescindibles, que lleven al lector incluso a la hemeroteca para indagar sobre cada protagonista y profundizar en la realidad que se presenta. Estar en un continuo proceso de actualización de las páginas del diario. Hacer uso creativo, útil y noticiable de la multimedia con fotografías, imágenes en movimiento y sonidos para oír en vez de leer una entrevista, para ver el juego o los goles de un partido de fútbol tras la lectura de una crónica. Hacer posible que el lector comente las noticias e interactúe con el medio.

Es entonces cuando abogo por un periódico digital de pago, un pago siempre razonable y a más bajo precio que los diarios impresos, ya que hay que tener en cuenta que la empresa se ahorra la impresión y la distribución. Incluso con ésta suscripción el lector no tendría que soportar los módulos de publicidad que sumergen la información en la prensa impresa.

Periódico Cibernético

Infórmate en directo con un solo click

Cuando te plantean bautizar o renombrar el periódico cibernético para un trabajo de clase lo consideras una tarea sino sencilla cuanto menos rápida, comparado con otros comentarios de extensa documentación previa. Luego ves que no sólo tienes que indagar sobre el tema en la opinión de otros, sino que también tienes que encontrar tu opinión propia, responsable e imaginativa.

Tras una semana pensando en un nombre he llegado a una conclusión creo que acertada desde mi punto de vista: el periódico cibernético no puede dejar de denominarse periódico cibernético.

Cuando se trata de denominar cualquier fenómeno hay que atender al hablante, a los usos cotidianos y más extendidos. Puede que hace años por periódico sólo se entendiera la información diaria distribuida desde los quioscos en soporte papel. Pero a lo largo de los años la palabra ha ido evolucionando y adaptándose a la propia realidad: el vocablo 'periódico' no sólo nos trae a la mente la información diaria del papel prensa, sino también la información continua obtenida desde el ciberespacio.
Después tenemos el apellido ‘cibernético’, entonces hay que atender a un criterio de unidad de la lengua española. El vocablo más apropiado se suele considerar el de más habla o uso por parte de la población, y resulta que el término cibernético ha sido acogido por cerca de 400 millones de hispanohablantes; mientras que por ejemplo el término digital tan sólo es acuñado por los 40 millones de habitantes del Estado Español. Además acudamos a la definición de ‘cibernética’:

Ciencia o disciplina que estudia los mecanismos automáticos de comunicación y de control o técnica de funcionamiento de las conexiones de los seres vivos y de las máquinas autogobernadas, acepción femenina procedente del griego kybernetike (arte de pilotar o navegar).

Si los hablantes tienen en su uso cotidiano el vocablo ‘Periódico Cibernético’ para denominar la información continua –donde textos y fotografías se mezclan con sonido e imagen en movimiento- que llega de emisor a receptor desde la pantalla del ordenador a través de la red, y en el que se puede interactuar desde el hipertexto, ¿por qué buscar un nombre y después normalizar su uso si hay otro uso que ya está normalizado por el hablante, que es el que tiene la última palabra en la evolución del lenguaje?

¡Cuéntame lo importante que no tengo tiempo!

¡Cuéntame lo importante que no tengo tiempo!

En la inercia de la abundante información que hoy ofrecen los medios, el receptor engulle a golpe de vista, quizás se interese por algo e indague en el texto y busque otras informaciones. Lo principal es estar informado al instante. La Red lo sabe y por ello oferta el multitexto haciéndose imprescindible el uso de la pirámide invertida.

El receptor puede informarse de la actualidad desde el flash de las alarmas en el móvil hasta los hiperenlaces del diario digital, con los que la lectura lineal es sustituida por la secuencial del hipertexto. Ahora es el usuario el que organiza su forma de lectura y busca la documentación que más le interesa dentro de un mismo texto.

Theodor H. Nelson: "Con hipertexto, me refiero a una escritura no secuencial, a un texto que bifurca, que permite que el lector elija y que se lea mejor en una pantalla interactiva. De acuerdo con la noción popular, se trata de una serie de bloques de texto conectados entre sí por nexos, que forman diferentes itinerarios para el usuario".

Con el hipertexto parece que la estructura informativa en la Red se hace más compleja, sin embargo la forma redaccional de pirámide invertida –tomada de la prensa en papel y que parte de la información principal para después desgranar en el texto los restantes detalles en orden decreciente de importancia- es la más adecuada para la Red por un simple hecho: los usuarios no leen, ojean velozmente en busca de la información que les interesa. Y es que la atención en una pantalla durante largos periodos de tiempo es difícil para el ojo humano, tanto porque estamos más acostumbrados a leer en papel como porque aún muchos perciben el ordenador como una herramienta de trabajo.
Para Jacob Nielsen la pirámide invertida asegura que el lector retenga la más importante de la información, aunque no llegue a leer hasta el final del artículo. Eduardo Manchón añade que además con esta forma de redacción aquél que desee profundizar puede seguir leyendo sin perjuicio del usuario que busca rápidamente la información.
Lo que está claro es que la pirámide invertida al partir del enunciado fundamental y exponerlo después en el desarrollo del texto, huye de toda tensión narrativa que sí buscan otras estructuras (INTRODUCCIÓN-DESARROLLO-DESENLACE o la DESCRIPCIÓN DE CASOS QUE DESMUESTRAN UNA TEORÍA). Estás estructuras pueden enganchar al usuario e impacientarlo en busca de respuestas, pero no satisfacen su necesidad inmediata de información del entorno. Sin embargo, la pirámide invertida permite varias lecturas según el interés del usuario: una rápida y otra en profundidad haciendo uso de los enlaces; además de que hace posible la multitextualidad porque al decrecer la información del primer al último párrafo el periodista puede utilizar un mismo texto editado para una página del periódico digital como para una alarma del móvil, con sólo cortar el primer párrafo y sin perder información relevante.

No obstante, no todo son alabanzas a la citada pirámide. En contra de lo hasta aquí dicho Ramón Salaverría insiste en que hay que buscar una nueva forma de redacción para la Red: “no podemos repetir viejos formatos como la PIRÁMIDE INVERTIDA, que nació en un contexto muy distinto. Nada tienen que ver el viejo telégrafo y la linotipia, con las modernas redes interactivas y las plataformas multimedia. Se arriesgan nada menos que a perder definitivamente a su futuro público, formado por los jóvenes de hoy, acostumbrados al lenguaje audiovisual y a los contenidos lúdicos e interactivos”.

Salaverría acierta al decir que ese nuevo lenguaje para los cibermedios debe tener en cuenta los tres nuevos ingredientes del periodismo: multimedialidad, hipertextualidad e interactividad. Pero no es muy intuitivo al afirmar que la pirámide invertida prescinde de la clave del periodismo digital: el hipertexto, con el que la Red puede librarse de la redundancia y la previsibilidad que impone la pirámide. Destaca que no hay lugar a la intriga, sin atender quizás a la necesidad de los usuarios. Sin atender a la diferenciación de usuarios de lectura rápida y lectura profunda; a ambos se puede complacer a través de una redacción decreciente como la de la pirámide invertida, que en ningún momento deja de lado como principal característica en el mundo digital el hipertexto. Además de no hacer al periodista trabajar tres veces para mandar una misma información a los diferentes medios y formatos con los que trabaja.

Como colofón, la pirámide invertida se ha adaptado al mundo digital rejuveneciendo y reinventando sus nuevos usos.

160 caracteres de chispeante actualidad descalabrada

El teléfono móvil ha dejado de ser un instrumento de llamadas unipersonal para introducirse en el mundo de la información como un soporte más -aunque con perjuicio del profesional-. Lo ha hecho a través del desarrollo tecnológico que alza su cima en la tercera generación de móviles: UMTS.

En nuestro país el 92 por ciento de los jóvenes posee un teléfono móvil –su edad está comprendida entre los 14 y las 24 años-. Éstos, y los más mayores, cuando van a comprar un móvil ya no preguntan: ¿tiene una buena cobertura? Esta característica es esencial del producto, una característica intrínseca por la que nadie se preocupa. Ahora la pregunta es otra: ¿qué posibilidades o prestaciones me ofrece este móvil? Esta pregunta es más acertada, porque la dependienta tiene un gran catálogo de servicios novedosos memorizados de cada modelo para ofrecer al público: acceso a Internet a gran velocidad, videollamada, acceso directo a la televisión desde el móvil, juegos interactivos entre usuarios, también puede bajar música de Internet y se puede escuchar con la calidad de un reproductor MP3, e incluso algunos son capaces de transcribir en texto un mensaje oral, al menos éste es el objetivo de la sociedad surcoreana Samsung Electronics. Podemos afirmar que con todas estas posibilidades, desde el pequeño bolsillo del pantalón, podemos introducirnos en un mundo nuevo en lo que se refiere a la recepción de información y la transmisión de imágenes.

Se puede incluso afirmar que nos encontramos ante una revolución para los medios de comunicación, puesto que un móvil permite mandar información en tiempo real. Cada persona con su propio móvil se convierte en una potencial fuente de información, y no digamos las posibilidades que se abren para el periodista. Si ocurre cualquier accidente o hecho insólito, desde el propio móvil se puede construir una noticia con texto e imágenes y mandarla al medio en el momento que está ocurriendo y en el lugar en el que sucede. La inmediatez de la información es el rasgo más característico.
Incluso este blog se puede modificar y actualizar en tiempo real desde un móvil con tecnología UMTS y GPRS.

Del uso periodístico de los móviles no cabe duda, lo podemos ejemplificar con diversos medios impresos que se sirven de él para captar la audiencia más joven y mantener a la especializada informada al instante. El grupo de comunicación Recoletos es la empresa pionera de este servicio con su diario deportivo MARCA. Este diario en marzo de 2003 llegó a un acuerdo con Telefónica Móviles España para ofrecer un nuevo servicio de información y publicidad a través del móvil, una información que complementa las noticias publicadas en sus páginas. Los servicios son: alertas sobre la quiniela, los resultados de los diferentes equipos, los números premiados de la Once, la Bonoloto, la Primitiva... sonidos históricos y goles, fotos y portadas para recordar a un aficionado férreo. De la información deportiva Recoletos se pasa al envío diario de información bursátil sobre el valor del Mercado Continuo o sobre un índice realizadas por Expansión TV. Lo hace a través de videoresúmenes de tres minutos desde los cuales el usuario que invierte en bolsa está informado al instante de la apertura y cierre de los mercados españoles; servicio imprescindible para una buena gestión.
Otro ejemplo es La Vanguardia, en este caso la información que se ofrece es la actualidad de última hora del mundo y de nuestro país. Esta información llega a través del móvil del usuario que la solicite, bien como un mensaje con texto o bien como un mensaje con texto e imágenes.

Con toda esta amalgama de servicios se puede percibir una doble finalidad del teléfono móvil desde el mundo de la información: en manos del periodista es una herramienta de precisión informativa, y en manos de los usuarios se convierte en selector de contenidos especializados. Esta doble finalidad fue la conclusión a la que se llegó en el V Congreso de Periodismo Digital celebrado en España. En él también se hizo ver que en los medios de comunicación online el rigor periodístico y la mala información van unidos. ¿Qué calidad podemos esperar en 160 caracteres?
Las cotas de rapidez, eficacia y veracidad medran la calidad del trabajo periodístico, que se convierte a través de un móvil en un mero flash que no deja cabida a la reflexión o interpretación de los hechos. ¿Está la sociedad más informada? Creo que no.

¿Tienes enchufe?

Para muchos tener un enchufe es una jugosa salida laboral, pero no todos pueden gozar de un amigo con contactos. Sin embargo, todos contamos con el enchufe de la tostadora que usamos cada mañana, con el de la radio para oír el programa de tertulias, etc. Este es el enchufe del que se sirve la tecnología PLC para que cada hogar tenga acceso a Internet desde cualquier habitación.

Power Line Comunication o PLC son siglas que en principio no parecen decir mucho, pero es una tecnología innovadora por la que se pueden usar los servicios de telecomunicaciones de la banda ancha a través de la red eléctrica. Es una alternativa a la línea telefónica de ADSL. A través del enchufe y de esta innovación la red eléctrica se convierte en una auténtica red de información. Y si hay dos o más ordenadores en casa se puede crear una red de área local sin el engorro de ir saltado los cables por los pasillos o de quedarte estático en una habitación con un portátil, ahora su nombre le es merecido. La instalación es muy sencilla y no hacen falta conocimientos técnicos: se conecta una unidad al ordenador principal y al enchufe eléctrico y la otra al segundo ordenador y a la red eléctrica; lo cual es muy útil para cualquier empresa de comunicación. Es una instalación que deja de lado el martillo y el trompo para servirse de la infraestructura existente, por lo que su expansión será mayor que la de otra tecnología.

La otra ventaja con mayúsculas es la velocidad –se iguala a la velocidad de la luz - ya que puede llegar a ofrecer 10Mb, mientras que el límite de ADSL es de 2Mb. Además es un acceso simétrico, es decir, que tiene la misma velocidad tanto para la entrada como para la salida de datos. Esto sería muy útil en un gabinete de comunicación, por ejemplo. Estas dos características favorecen el desarrollo de la sociedad de la información ya que aumenta la velocidad de penetración de la banda ancha en España, favoreciendo a la vez la competencia.
Para terminar de glorificar esta nueva técnica se puede destacar su zona de cobertura, ya que tiene un alcance mundial (el 95 por ciento de la población disfruta de electricidad). Ahora bien no todo van a ser ventajas, las quejas más serias se derivan del colectivo de radioaficionados, ¿por qué? La respuesta es el ruido electromagnético y la contaminación de la banda de onda corta que produce el PLC. En las primeras pruebas de campo realizadas en España, se ha concluido que la utilización de determinadas frecuencias ocasiona interferencias con algunos servicios preexistentes como las emisoras de radioaficionados o la transmisión de la radio FM.

Ahora más o menos se ha construido una idea de lo que significan las siglas PLC. Pero, ¿es una realidad o un proyecto de futuro?
Está implantado en USA, Alemania, Gran Bretaña y Francia. ¿Qué pasa con España? Se están dando pasos sosegados pero firmes en su fin, aunque se demoran más de lo esperado. En octubre de 2003, tres empresas –Endesa, Iberdrola y unión FENOSA- logran la licencia C1 de la Comisión del Mercado de la Telecomunicaciones. Sólo las dos primeras han iniciado una tímida explotación comercial.
Endesa a través de su filial Auna después de haber iniciado sus experiencias piloto en Sevilla, Barcelona y Zaragoza, se ha lanzado al mercado en ésta última ciudad y ha empezado ahora a comercializar sus servicios en Barcelona. Iberdrola a través de Neo-Sky es la empresa pionera en España en lo que se refiere a la implantación de PLC. Cuenta con varias zonas de comunicaciones en Madrid y Valencia, y tiene acuerdos para instalar redes en Murcia y Burgos. Unión Fenosa está en pausa técnica aunque ya ha realizado pruebas en Alcalá de Henares, Madrid y Guadalajara.

Pronto los eslóganes publicitarios dirán: ¡ENCHÚFATE! Pero ahora mismo la red eléctrica como red de información es un sueño que se toca tan sólo en determinados barrios de concretas provincias como las mencionadas más arriba.

Para no parar de crecer

La Televisión Digital Terrestre dejará en el olvido la Televisión analógica, como ya hiciera el color con el cine en blanco y negro.

Hace un mes escaso los editoriales de los diarios de referencia se posicionaban ante el llamado 'apagón analógico' adelantado dos años por el Gobierno, tras la aprobación de un Proyecto de Ley en el que se especifica que las cadenas de televisión deben realizar sus emisiones en digital ya en el año 2010. Entonces muchos nos agarramos el bolsillo pensando: “un gasto innecesario más, yo ya veo bien la televisión”.

Pero, ¿qué ofrece la Televisión Digital Terrestre? El cambio más patente es que se va a ampliar la oferta de canales, así que cada ciudadano podrá recibir 22 canales –cuatro autonómicos, cuatro locales y catorce estatales-; lo más interesante es que esta televisión es completamente gratis a diferencia de la digital por satélite. Asimismo mejora la calidad de la imagen y el sonido, cesan las interferencias, etc. Pero las ventajas van más allá porque la televisión será capaz de crecer igual que lo hace un ordenador. El usuario puede elegir la programación e interactuar almacenando fotografías y vídeos que puede grabar sin necesidad de cintas, pausando la televisión en directo, viendo dos canales al mismo tiempo e incluso revisando su correo electrónico y sus cotizaciones de bolsa. Y esto acompañado de una imagen y un sonido de cine, con una resolución mayor que incrementa el realismo.

Hasta ahora todo parece agradar, pero el usuario no parar de meditar: "¿hay que cambiar la antigua televisión? ¿Cuánto va a suponer para mi bolsillo?". En principio no habría que cambiar el televisor, sólo comprar un descodificador que permita la recepción, cuyo precio ronda los 100 euros. Esto sería suficiente para las viviendas unifamiliares cuyas antenas hayan sido instaladas antes de 1990, las anteriores sí tendrían que adaptarse. Si la antena es comunitaria, además del descodificador hay que colocar en la antena un amplificador para cada edificio, su precio está entre los 50 y 60 euros.

La modificación de las antenas es un mínimo inconveniente ante las múltiples posibilidades de interacción que muestra la TDT. Todo parece indicar que se impondrá en el tiempo estipulado, algo que no debe sorprender porque hay que recordar que su implantación forma parte de un proceso que se inició hacia 1998. En este año se aprobó un Real Decreto por el que se decía sí al Plan Tecnológico Nacional de la TDT. En 2002 Net TV y Veo TV obtuvieron las licencias de emisión, una emisión real pero invisible para la mayoría porque no hay una oferta amplia de receptores preparados para recibir la señal. Este es el mismo motivo que hace que La Primera, La 2, Antena 3, Telecinco y Canal+ -que emiten en digital desde abril de 2002- ofrezcan los mismos contenidos que en la televisión analógica. No hay una demanda fuerte. La habrá cuando la oferta se adapte y la ley lo imponga con el apagón de la televisión tradicional. Los empresarios lo piden a gritos, sólo hay que escuchar la opinión de Paolo Vasile y Maurizio Carlotti, consejeros delegados de Telecinco y Antena 3, respectivamente: “Estamos preparados para avanzar en el proyecto digital y esperamos un paso adelante por parte de la Administración (…) Si se hace una apuesta de todos los que estamos en el mercado, los que quieren entrar y la Administración, en dos o tres años la televisión digital podría estar implantada en la mitad de los hogares”.

Reporteros en cada barrio

Hace cinco años Jesús Canga Larequi, doctor en Ciencias de la Información, afirmaba que son los profesionales los que deben dotar de contenido todo 'sitio' en la red que tenga carácter periodístico; como única forma de garantizar la calidad, objetividad, veracidad y credibilidad de la información. Frente a esta concepción, hace unos días el escritor y periodista Javier Candeira alababa los weblogs como una nueva forma de comunicación, pues con ellos el ciudadano reproduce las informaciones de su entorno, se convierte en una voz más que contribuye a la democratización de la sociedad mediática.

La tendencia que se ha ido acentuando es esta última, la participación del público en la elaboración de la información frente a los grandes grupos mediáticos, con el objetivo de reforzar la democracia a través de una información independiente, fidedigna, precisa y relevante. Así lo confirman experiencias como el correo electrónico, los foros, los chat y medios con amplia audiencia como: Periodista Digital; el diario 20 minutos en el que destaca su sección local ‘Los lectores informan’ con pequeñas noticias de barrio facilitadas por ellos y en algunos casos complementadas por el periodista; el recién nacido diario Qué, elaborado por los propios lectores que pueden crear su blog e informar de los acontecimientos que le interesan; y la Enciclopedia Wikipedia, elaborada por los propios usuarios quienes modifican sus artículos y cuya importancia radica en que es utilizada por los propios medios como fuente de información.

La máxima expresión del periodismo participativo son los weblogs o bitácoras, que potencian la relación entre la prensa y el ciudadano, sirven incluso de observatorio de los propios medios, y contribuyen a la formación de un ciudadano más crítico y demandante de una información de calidad. Es el único medio que permite hacer una comunicación totalmente horizontal y sin límites. Su punto negro es así mismo su rasgo más laureado: todos pueden publicar, esto puede llevar a la aparición de mensajes inadecuados o hirientes pero no catapulta de ninguna forma su fin último: que haya más voces que las del poder que maneja los medios.

El periodista multiplicado por siete en la era digital

En la actualidad el profesional de la información no puede hacer oídos sordos a las nuevas tecnologías. Y es que el periodismo de las rotativas a dado paso al periodismo multimedia. Los grandes medios poseen diarios, emisoras de radio, canales de televisión y ediciones electrónicas en Internet. Ante este panorama, parece imprescindible que el periodista maneje el tratamiento de la noticia en los diferentes formatos que corresponden a cada medio; para poder considerarse así un buen comunicador de la era digital.

La tecnología aplicada a los medios de comunicación tiene dos claros objetivos: por un lado mejorar los medios tradicionales de forma que aumente la calidad de la información y mejoren los procesos de edición, recogida, almacenamiento y distribución; y por otra parte, crear nuevos medios de comunicación, donde primen conceptos como la instantaneidad e interactividad. ¿Cómo repercute esto en los protagonistas mediáticos?

Del lado de las empresas los beneficios se vislumbran en primer plano, y es que gracias a la técnica pueden distribuir sus servicios de manera uniforme, utilizando una infraestructura común. Igualmente mantienen la misma plantilla de trabajadores pero ofrecen más noticias, con múltiples soportes, en mayor número de medios, a más personas, en un espacio infinito donde se personalizan los contenidos y se fragmentan y cualifican los públicos. Además, las empresas mediáticas invirtiendo en tecnologías contrarrestan la competencia al ofrecer unos servicios de mayor calidad.

Del lado de los profesionales de la información, las ventajas no están tan claras. Miguel Ángel Castañeda, director del Diario Montañés de Santander, señala que el periodista en vez de hacer varias noticias para un mismo medio, hace una sola para diversos medios en diferentes formatos, lo que puede acarrear la pérdida del sentido crítico o de ese ‘buen olfato’ característico de la profesión. Es un periodista todoterreno que en palabras de Jesús Canga Larequi trabaja más cobrando lo mismo, comparte la información diciendo adiós a las exclusivas y que se aleja de las noticias en profundidad por falta de tiempo. Aunque junto a las tecnologías el profesional desarrolla su creatividad y difunde sus informaciones a más medios con mayor cobertura. Es un periodista hábil e interactivo, con un amplio conocimiento en informática que deja el mundo de la especialización para insertarse en el mundo global.