Blogia

Diáspora

TARDÍO RECONOCIMIENTO

TARDÍO RECONOCIMIENTO

Sesenta años son muchos años, demasiado tiempo, pero por fin los republicanos que ayudaron en la liberación de París a las órdenes del general Lecrec han recibido el reconocimiento por parte de las autoridades francesas en el 60º aniversario de la liberación de París.

Por fin aquellos hombres que dedicaron su vida a la lucha contra el fascismo han recibido el homenaje que merecían. Como tropas de élite de “la nueve”, bajo el mando de Leclerc iniciaron su andadura en Camerún y en Chad, y en el 42 y 43 combatieron en Libia y Túnez. Y depués de París, Metz y Estrasburgo. Tras notables triunfos la división de Lecrec encabezó las fuerzas francesas que participaron en el desembarco de Normandía. Pero el mérito por el cuál han sido reconocidos, fue por ser los primeros en entrar en París. La compañía de élite “la nueve”, encuadrada dentro de la II división blindada formada principalmente por españoles republicanos, ondeando la bandera republicana fueron los primeros en entrar. El miedo a que París corriese la misma suerte que Varsovia -se sabía que Hitler había ordenado su destrucción- provocó la insurrección popular, que fue declarada el 18 de agosto, y aceleró la marcha de los hombres de Leclerc en auxilio de la resistencia interior parisina.

Mención especial también a otros republicanos que participaron en la resistencia francesa, los encuadrados en la Organización Militar Española (OME), y luego en la Agrupación Guerrillera Española (AGE) que colaboraron en los combates callejeros de la insurrección popular.

Comunistas, anarquistas, socialistas, etc. Pero todos tenían algo en común, habían luchado en la guerra civil española y habían decidido continuar su lucha contra el fascismo allí donde fuese. Y sus vidas nunca fueron un camino de rosas, abocados a la fatalidad continuaron luchando por sus ideales. Obligados a exiliarse, algunos pasaron por campos de castigo en África o en el sur de la Francia de Vichy, vieron como después de tanta sangre derramada sus esperanzas morían con la segunda guerra mundial, cuando una vez terminada los aliados mostraron muy poco interés en destronar a Franco. Y así pasaron los supervivientes el resto de sus días, la mayoría en Francia, olvidados por las autoridades francesas y marginados.

El reconocimiento francés llega demasiado tarde, pero por lo menos, por fin ha llegado. Pero sin duda, han escrito una página de la historia de la lucha contra el fascismo que quedará grabada en el corazón de muchos antifascistas.