Blogia

¿ P-K-2 ?

Gay hijo de Dios

Gay hijo de Dios

Gay hijo de Dios
por Yonatello

"Vean que amor singular nos ha dado el padre que no solamente nos ha llamado hijos de Dios, sino que lo somos"(1 Juan.1:17). Las Sagradas Escrituras, con las cuales en tantas ocasiones -a nosotros los Gay- nos han tildado de pecadores, aberrados, condenados, sodomitas y para de contar...
Dichas escrituras nos nombran hijos de Dios, y recuerda "ustedes llaman Padre al que no hace diferencia entre las personas"(1Pedro.1:17).
Dios es nuestro Padre, debemos tenerlo muy presente frente a nuestra tendencia sexual, dejando de lado los mitos, perjuicios, tradiciones y criterios religiosos, que hoy por hoy, buscan separarnos de esta gran verdad:
Como Gay soy hijo de Dios.
Hijo de un Dios, que no se hace ajeno de la realidad que en ocasiones nos toca vivir por ser Gays: la soledad, las carencias afectivas, la falta de aceptación personal, la baja autoestima, los conflictos familiares, el rechazo y desplazamiento de la sociedad, la falta de oportunidades frente al grupo heterosexual lleno de paradigmas, normas, leyes, prejuicios, y fundamentos (los cuales ni ellos mismos soportan) que nos esclavizan e impiden realizarnos como hijos de Dios, por encima de una tendencia sexual, opacando la grandeza que posemos.
Entonces como hijos de Dios, hemos de tender hacia él viviendo como tales buscando tener, en primer lugar, una experiencia personal con Dios nuestro padre que nos acepta tal como somos, que no se avergüenza de nosotros; en segundo lugar, palpando la liberación y redención de nuestro cuerpo dada en Cristo Jesús, quien cargó con nuestras faltas; y en tercer lugar, asumiendo nuestra condición sexual bajo las normas del amor y respeto a la dignidad de hijos de Dios que poseemos, guiados por el Espíritu Santo comunicado a los creyentes.
Para comunicarte con el autor de este artículo:
yonatello@hotmail.com

Carta de un Hijo a sus Padres

Carta de un Hijo a sus Padres

Carta de un Hijo a sus Padres
Por Unser Kind fällt aus der Rolle.

¡Queridos padres!

Saben que no me gusta discutir con ustedes, y que los desentendimientos entre nosotros también para mí son desgastantes y muchas veces dolorosos. Me cuesta mucho hablar con ustedes acerca de mí en forma tranquila y sensata. Por eso prefiero escribir. Es mi deseo que nos conozcamos mejor, porque yo soy su hijo y existe una unión entre nosotros, aunque en el momento les resulte difícil porque soy homosexual.

Sé que desean que funde una familia y les dé nietos, y que llegue a ser una persona decente y respetada. Las cosas serían mucho más fáciles para todos nosotros si no fuese homosexual, pero lo soy. No sería bueno para mí, y me deprimiría y enfermaría, si debiera vivir de modo distinto al que estoy viviendo. Por favor no traten de persuadirme a tener sentimientos que no tengo. Tampoco traten de que yo elimine sentimientos que poseo y que son buenos y honestos.

No puedo prometerles nietos, tampoco las personas heterosexuales desean, a veces, tener hijos o no pueden tenerlos. Pero podría encontrar a una persona que sea tan buena, respetable, honesta, digna de confianza y tierna que me permita convivir en una unión que también ustedes podrían respetar, porque es humana y honorable. No me perderían, sino, al contrario, podrían integrar otro miembro a la familia al que, tal vez, lleguen a querer. Confíen en que siempre respetaré los valores que ustedes me han transmitido.

Soy homosexual. Acéptenlo, acéptenme como soy. Déjenme mi sexualidad, mis sentimientos, mi amor. Temo que podrían quererme menos, se podrían apartar de mí, me podrían expulsar, porque yo deseo vivir de acuerdo a mis sentimientos. No me entiendan mal, porque no los quiero presionar al imponerles algo que todavía no están en condiciones de aceptar. Solamente les pido no cerrar los ojos y escucharme. Tenemos tiempo de aproximarnos mutuamente. Deseo que nos entendamos mejor y no nos lastimemos inútilmente.

Puedo imaginarme que el tema de la homosexualidad, ahora que ustedes y nuestra familia están confrontados con él, tal vez los haga sentir muy molestos, porque les causa miedo y se sienten inseguros con él.

Veo la suciedad y el sensacionalismo en los diarios y otros medios, escucho los rumores y la charlatanería de los vecinos. Las personas saben muy poco sobre la homosexualidad, a pesar de que ya existen algunos libros que dan información objetiva y adecuada. Ustedes deberían escuchar a personas especializadas y buscar contacto con homosexuales o personas que aceptan sin problemas a otras que son distintas.

Si hay conocidos que me menosprecian secretamente, aunque no haya hecho nada malo, si no se toman el trabajo de comprender, si olvidan todo lo que había y hay de bueno en mí, entonces no pertenecen al grupo de personas que deseo que sean mis amigos. Sentiría una gran desilusión si el miedo que ustedes puedan sentir ante habladurías fuera mayor que el amor hacia mí.

Para mí la sexualidad es un campo en el que todos deberían tener su libertad personal. Yo me la tomaré, aunque por ello experimente el rechazo o aún el desprecio de algunos. Esto me lo debo a mí mismo, y, después de todo, hay unas cuantas personas que me aprecian como soy, y por lo que soy.

Ustedes no deben buscar causas por las que justamente su hijo resultó ser homosexual. Nadie tiene la idea de pensar en su necesidad de sueño o sus comidas preferidas. Pienso que aceptamos lo que nos parece normal, y nos hacemos problemas solamente por aquello en nosotros que resulta desagradable no tanto a nosotros mismos, sino a los demás. Yo mismo no sufro al ser homosexual. Es mi oportunidad de amar y ser feliz. Pero me dificultan mi vida las otras personas que se sienten molestas innecesariamente.

No me cuelgo voluntariamente un cartel al cuello y tampoco hiero por gusto no más la sensibilidad de otras personas, pero no veo nada malo en intercambiar miradas enamoradas y sensuales o de pasear por el parque, o también tenerse de la mano o darse un beso. Incluso todos hacen esto especialmente para la alegría de los espectadores. "Qué linda pareja" dice la gente. Pero al fin y al cabo siempre es lindo cuando las personas se aman, se desean y expresan esto también en palabras y gestos.

Me haría muy feliz si ustedes, mis padres, me apoyaran y ayudaran a fortalecer mi autoestima. Los pequeños pinchazos de la vida diaria me llegarían o lastimarían menos.

Naturalmente no puedo pedir nada de ustedes, así como ustedes tampoco de mí, puesto que cada uno tiene su vida propia por la que es responsable y que solamente él mismo puede vivir. Ustedes me han dado la vida y me han criado. Fue una época en que yo dependía en todo sentido de ustedes. Ustedes han cumplido en forma maravillosa la responsabilidad que habían asumido luego de engendrarme. Por esto les estoy muy agradecido. Ahora llega el tiempo en que comienza mi vida propia, independiente, controlada por mí mismo. Me gustaría hacerlos participar de ella. Pero si no debo dudar de vuestro interés y vuestro amor, entonces tampoco deben poner condiciones que yo no puedo cumplir sin mutilarme. Yo tendría que abandonarlos o morir. No me quiten la vida que algún día me han regalado, ni el derecho a la autodeterminación. No deseo ser desagradecido, y creo que no lo soy.

Cuando yo nací ustedes alentaron determinadas ilusiones sobre mi persona. Deben tener en cuenta que esto no fue ni es justo, porque ustedes no me podían preguntar si yo deseaba cumplir con sus ilusiones, e incluso si estaba en condiciones de hacerlo. Y yo tampoco podía contestarles. Debe ser un gran desengaño para ustedes si les quito una ilusión. Conozco el dolor por ilusiones que mueren, pero también sé qué liberador y reconfortante es cuando son reemplazadas por sueños realizables. Ustedes y yo podríamos soñar y realizar juntos uno de estos sueños, del mejor modo que podamos. ¿No les parece?

No han hecho nada mal, ni son culpables de nada, pero tampoco son simplemente víctimas. Si les pudiere reprochar algo, sería, solamente, el hecho de que han seguido la tradición que es obligación de los hijos obedecer a sus padres y cumplir con sus expectativas. Expectativas que a su vez han sido transmitidas por sus propios padres. A través de mi propia experiencia conozco cuán tremendamente difícil resulta interrumpir la eterna cadena, la cadena que consta de preceptos y prohibiciones, de castigos en palabras y golpes, de obligación y obediencia, y del miedo a no ser suficientemente bueno y de perder aquel amor ficticio que solamente aparenta ser un amor, y que evidentemente está atado a la obediencia. Generaciones antes de nosotros han vivido según esta tradición, y seguirán viviendo de este modo generaciones futuras.

A la culpa le corresponde un delito, y al delito una víctima. No me siento dañado ni engañado por mi homosexualidad. En este sentido no tengo motivo para quejarme. También las personas heterosexuales viven desilusiones en sus amores, o provocan incomprensión o rechazo por parte de su entorno debido a su propio carácter.

En mi opinión ustedes me han dado un verdadero ejemplo de relación entre varón y mujer. A pesar de ello, soy homosexual. Mis hermanos no lo son.

No puedo detectar ninguna diferencia entre mí y otros representantes de mi sexo. Con excepción del objeto de mi deseo, tampoco soy atípico en mi comportamiento sexual. No me parece importante diferenciar psicológicamente los modos de pensar femeninos de los masculinos, puesto que no aparecen con tal pureza. Se dice que las mujeres son más sentimentales, sensibles, intuitivas, estables en sus sentimientos, pasivas en sus relaciones. Los hombres representan todo lo contrario. Yo no comparto esta opinión. Todo lo que veo como específicamente femenino o masculino, lo encuentro en mí mismo, en ustedes y en otros, indistintamente en hetero- u homosexuales, y en forma más o menos determinante de acuerdo con su sexo biológico.

Esto es una condición recomendable para que hombres y mujeres puedan entenderse y relacionarse mutuamente. En la medida en que ustedes se esfuercen en detectar y aceptar sus propios componentes correspondientes al otro sexo y sus sentimientos de íntima y cariñosa amistad hacia el propio sexo, ya no se sentirán agredidos por mi sexualidad en su femineidad y masculinidad. Ustedes están bien como son, y yo también.

Seguramente les habrán enseñado que la homosexualidad es un pecado antinatural. Esto no es cierto. Yo vivo de acuerdo con mi naturaleza y no dejo de pertenecer a Dios. No me gusta mucho expresar la siguiente comparación, pero también en el reino animal desde los helmintos hasta las hienas y los gorilas existe la homosexualidad. El concepto de "antinatural" relacionado al comportamiento animal me parece absurdo. Además no es suficiente ver la sexualidad humana solamente en relación a la procreación. También existe para expresar sentimientos que no pueden expresarse solamente en palabras, y sirve al propio placer y a la complacencia del otro. No tiene sentido si hoy en día alguien aplica el argumento medieval de la función procreativa contra la homosexualidad, puesto que mientras tanto la procreación del ser humano ha llegado a ser más bien un factor secundario del placer, y no al revés. Nadie prohibirá seriamente a mujeres y varones heterosexuales estériles el derecho a la sexualidad.

¡Queridos padres! Soy homosexual. Acéptenlo, acéptenme como soy. Déjenme mi sexualidad, mis sentimientos, mi amor. Y vean también todo lo demás en mí, puesto que soy una persona con muchas facetas.

No me entiendan mal: no quiero presionarlos a aceptar algo que todavía no pueden aceptar. Solamente les ruego no cerrar sus ojos y escucharme. Tenemos tiempo para aproximarnos el uno al otro. Deseo que aprendamos a comprendernos mejor y no lastimarnos innecesariamente.

Hay tanto para descubrir mutuamente, para aprender el uno del otro, para experimentar juntos y luego compartir. Soy feliz pensando en una vida cerca de ustedes.

Su Hijo

Traducción del alemán de "Unser Kind fällt aus der Rolle" (Nuestro hijo se aparta de la norma), Bundeszentrale für Gesundheitliche Aufklärung (Centro Nacional de Educación de Salud), 51101 Colonia, Alemania (1994)

Traducción: PFALyG, Padres, Familiares, Amigos de Lesbianas y Gays,
Buenos Aires, Argentina.

Por Unser Kind fällt aus der Rolle -

La crisis de la juventud gay

La crisis de la juventud gay

La crisis de la juventud gay
Por Joselly Castrodad-Sánchez - SentidoG.

La Alta incidencia de suicidios entre los adolescentes gay, lesbianas o que cuestionan su identidad sexual ha llevado a jorge valencia a tomar cartas en el asunto

Durante su adolescencia Jorge Valencia nunca comprendió por qué su mejor amigo, un joven simpático y lleno de energía al que todos admiraban, se consumió en silencio en un estado de depresión que culminó el día en que se quitó la vida. "Es evidente que en su desesperación, nunca se sintió cómodo para hablar con su familia o sus allegados sobre sus problemas y pensó que nadie lo podía ayudar", dice Valencia, quien prefiere no divulgar el nombre de su amigo. "Ojalá él hubiese sabido que la ayuda sí existe".

Como la tragedia del suicidio afecta profundamente no sólo a su víctima, sino a todo el que le rodea, Valencia vivió años de tristeza y frustración por no haber podido ayudar a su amigo. Hasta el día en que este actor de origen mexicano participó en un evento del Proyecto Trevor y decidió poner manos a la obra. Hoy, como director ejecutivo de esta organización sin fines de lucro en Los Ángeles, Valencia y su equipo de especialistas y consejeros se dedican a educar a la comunidad sobre la alarmante incidencia de suicidios entre los jóvenes gay, lesbianas o que cuestionan su orientación e identidad sexual. "Si el suicidio es la tercera causa más común de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años, los casos se triplican entre los adolescentes homosexuales", explica Valencia. "Por eso nuestra labor es tan importante".

Pero la gestión más significativa del Proyecto Trevor reside en la intervención en momentos de crisis que brinda de forma gratuita y totalmente confidencial. Mediante su línea telefónica de apoyo a nivel nacional, 1-866-4-U-TREVOR, todo aquel que busca consuelo, empatía o consejería por estar al borde del suicidio puede encontrar una luz al final del túnel. "No vamos a decirle al joven 'tú eres gay' o que hay algo malo o bueno con su situación", afirma Valencia. "Es normal para un chico tener sentimientos encontrados con respecto a su sexualidad. Lo que queremos es mantenerlos vivos y seguros a toda costa, para que luego puedan identificar a su propia red de apoyo".

Y es que para los adolescentes, en especial para aquellos que se sienten en conflicto con su orientación sexual y al margen de su familia y la sociedad, es crucial contar con alguien de mente abierta que los escuche. Ya sea algún familiar, un amigo, miembro de su iglesia o algún profesional de la salud, es importante que un adolescente en crisis tenga con quien compartir sus dudas y preocupaciones. Sin embargo, según los expertos, el arraigo social a los estereotipos negativos y los rígidos conceptos morales que definen la homosexualidad como algo nocivo o patológico perpetúan el ambiente de hostigamiento y hasta la violencia que sufre frecuentemente la comunidad lésbica, gay, bisexual o transgénero (LGBT, por sus siglas en inglés).

"Hasta en la escuela, los maestros y consejeros muestran resistencia a hablar de la homosexualidad por [un falso] miedo a promoverla", afirma Víctor Martínez, director de prevención y educación de la unidad LGBT de la organización Bienestar Servicios Humanos en el sur de California. "Como si fuera la gripe que se va a contagiar". Como resultado de esta opresión y rechazo surgen los sentimientos de vergüenza y desahucio que le provocan al joven el pensamiento de que no hay otra salida que no sea la muerte.

Entre los adolescentes hispanos, el problema parece agravarse ante el imperante machismo y el conservadurismo religioso que caracteriza a la cultura latinoamericana. "Me infundieron la idea de que ser homosexual era la perversión más baja y el peor de los pecados", recuerda el ecuatoriano Francisco Guayasamín, que ya de adulto ha logrado superar sus sentimientos suicidas. "Mi padre adoptivo decía que prefería un hijo muerto a uno homosexual. Pensé que no tenía futuro y era mejor morir".

Para Juan, un joven de Austin, TX, que prefiere mantenerse en el anonimato ante la imposibilidad de compartir con su familia que es gay, su situación lo ha llevado no sólo a considerar el suicidio, sino a terminar toda relación con sus familiares. "Me perturbaba escuchar el menosprecio que sentían al ver a un personaje gay en la televisión", comenta Juan sobre la falta de modelos positivos de la comunidad gay o lésbica en los medios de comunicación. "¿Cómo iban a reaccionar conmigo? Con la ayuda de mis amigos comprendí que no soy el único que se siente así".

Los expertos también hacen hincapié en que el suicidio no siempre es inmediato. "Algunos jóvenes emprenden comportamientos autodestructivos, como el abuso de las drogas o el sexo sin condón", acota Martínez. "Otros, que son echados de sus casas se van a la calle a prostituirse para sobrevivir. Esta conducta, si bien no es un plan de suicidio, a largo plazo conlleva el mismo resultado".

Afortunadamente, son iniciativas como la del Proyecto Trevor y Bienestar Servicios Humanos las que les tienden una mano amiga a los adolescentes homosexuales más consumidos por el rechazo y la violencia. En el caso de Bienestar, que tiene acceso a recursos en toda la nación, los jóvenes de la comunidad LGBT y aquellos que viven con el virus VIH o SIDA pueden también recibir ayuda y tratamiento. Ya sea mediante sus múltiples grupos de apoyo, servicio de referidos médicos o durante sus eventos culturales, además de ayudar a jóvenes en crisis, Bienestar promueve la aceptación de estos grupos minoritarios en la sociedad en general. "Queremos celebrar la diversidad de la comunidad latina", asegura Martínez. "Y abrir un espacio de aceptación tanto para el joven como para su entorno familiar y social".

El suicidio de adolescentes se puede evitar. "Hay esperanza y gente dispuesta a ayudar", afirma Valencia, "para que el mundo no pierda más personas buenas por la desesperación".
Por Joselly Castrodad-Sánchez - SentidoG -

nullnullnull

NON, JE NE REGRETTE RIEN

NON, JE NE REGRETTE RIEN
Non, rien de rien,
non, je ne regrette rien.
Ni le bien qu'on m'a fait,
ni le mal,
tout ça m'est bien égal.

Non, rien de rien,
non, je ne regrette rien.
C'est payé, balayé, oublié,
Je me fous du passé.

Avec mes souvenirs
j'ai allumé le feu;
Mes chagrins, mes plaisirs,
je n'ai plus besoin d'eux.
Balayé les amours,
avec leur trémolos,
balayé pour toujours,
je repars a zéro.

Non, rien de rien,
non, je ne regrette rien.
Ni le bien qu'on m'a fait,
ni le mal,
tout ça m'est bien égal.
Non, rien de rien,
non, je ne regrette rien;
Car ma vie, car mes joies,
aujourd'hui ça commence avec toi.

(Charles Dumont/Michel Vaucaire)

--------------------------------------------------------------------------------

NO, NO ME ARREPIENTO DE NADA
(Non, je ne regrette rien)
No, nada de nada,
no me arrepiento de nada.
Ni el bien que me han hecho,
ni el mal,
todo eso me da igual.

No, nada de nada,
no me arrepiento de nada.
Está pagado, barrido, olvidado,
no me importa nada el pasado.

Con mis recuerdos
enciendo el fuego,
Mis penas, mis placeres,
ya no los necesito más.
Barridos los amores,
con sus trémolos,
barridos para siempre,
vuelvo a comenzar desde cero.

No, nada de nada,
no me arrepiento de nada.
Ni el bien que me han hecho,
ni el mal,
todo eso me da igual.

No, nada de nada,
no me arrepiento de nada.
Pues mi vida, mis alegrías,
hoy comienzan contigo.

(Música: Charles Dumont/ Letra: Michel Vaucaire)

El perigranaje del apóstata Cómo renunciar a la Iglesia Católica

El perigranaje del apóstata Cómo renunciar a la Iglesia Católica

El perigranaje del apóstata Cómo renunciar a la Iglesia Católica
Por Beatriz Osa
En teoría, quienes forman parte de una asociación lo hacen de forma personal, consciente y libremente; de igual forma abandonan sus “filas”.

La Iglesia Católica es una asociación privada y, como tal, debería regirse por dicha normativa. En cambio, desde su posición sui géneris en el marco estatal, establece la apostasía como único medio reconocido para “darse de baja” y confirmar así el rechazo total a la fe cristiana recibida en el bautismo.

COGAM entregó 1.200 firmas el pasado 8 de julio, ahora sólo queda esperar... o iniciar un largo camino de demandas jurídicas.

Gays y lesbianas perjudican seriamente al tejido social, afirma el Vaticano

Gays y lesbianas perjudican seriamente al tejido social, afirma el Vaticano
31 Julio, 2003



El Papa Juan Pablo, en plena reivindicación antigay.

Adolfo Coria

Las uniones entre gays son “nocivas” para la sociedad, los Estados no están capacitados para legislar sobre esta materia ya que está más allá de “los límites de su actividad legítima” y la pretensión de equiparar las parejas de lesbianas y gays con el matrimonio es “infundada” dado el papel que éste último desempeña a nivel social y los distintos “datos biológicos” que configuran a hombres y mujeres. Así de rotundo se muestra el Vaticano en un documento publicado por la Congregación para la Doctrina de la Fe. En el informe se pide a los fieles que se opongan a los matrimonios gays ejerciendo su “derecho de objeción de conciencia”.

”Problema ético-político”

En su comentario a las “Consideraciones sobre los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales”, elaborado por la Congregación, monseñor Angel Rodríguez Luño, un profesor de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, ha afirmado que el objetivo de su artículo es “ilustrar el problema ético-político que las uniones entre gays plantean a los legisladores y gobernantes en diversas partes del mundo”. La petición de “reconocimiento legal” supone reclamar los mismos derechos que se concede a los matrimonios heterosexuales, “lo que no excluye la adopción de hijos”, y viene motivada en ocasiones por cuestiones “prácticas o de orden económico” pero otras veces se fundamenta en “motivos de índole ideológico” más o menos radicales, según la Santa Sede.

Algunos ciudadanos, legisladores y gobernantes consideran “razonable o incluso un deber que la ley tome nota de ciertos fenómenos sociales, con el fin de evitar que ningún ciudadano sea discriminado por su orientación sexual o la libre asunción de formas de vida que no parecen nocivas para terceras personas”. El Vaticano considera justo que se dé la “relevancia jurídica” que corresponda a las relaciones personales “que cada uno establece libremente”, siempre y cuando, como en el caso del matrimonio, se “desempeñe una función esencial y multiforme en pro del bien común” como por ejemplo la “supervivencia de la sociedad” o la “educación y socialización de los hijos”. Sin embargo, las uniones gays no pueden “ser consideradas células fundamentales de la sociedad humana”, y, por tanto “la pretensión de equiparar o asimilar las uniones homosexuales y el matrimonio es manifiestamente infundada”.

Matrimonio= hombre y mujer

“Habiendo admitido que las uniones homosexuales no son idóneas para realizar el papel social que, por la naturaleza misma de las cosas, desempeña la unión matrimonial entre el hombre y la mujer, cabe preguntarse si el Estado tiene espacio para crear legítimamente una o diversas figuras de reconocimiento legal de las uniones gays”, prosigue monseñor Rodríguez en su reflexión, subrayando que “en términos generales el Estado tiene legítima facultad para crear nuevas figuras legales o modificar las ya existentes”.

Sin embargo, el Vaticano subraya que el Estado “superaría los límites de su actividad legítima” si “concediera un reconocimiento legal específico a las uniones homosexuales” dado que existen “abundantes razones de orden ético, biológico y antropológico, social y jurídico” que lo demuestran. Además, el reconocimiento de estas uniones tendría como “consecuencia inevitable” la “redefinición del matrimonio” –entendido como la unión de heterosexuales- que ahora sería considerado “uno de los matrimonios posibles” lo que supondría “un grave detrimento del bien común”. La Iglesia, que califica las uniones entre gays y lesbianas de “forma de vida o de relación humana”, considera que son una “actividad que no representa una contribución significativa y productiva para el desarrollo de la persona y de la sociedad” por lo que no pueden recibir del Estado “un reconocimiento legal específico y cualificado”.

Uniones nocivas

“Sin embargo, existen buenas razones para afirmar que estas uniones son nocivas para el correcto desarrollo de la sociedad humana, sobre todo si aumentara su presencia en el tejido social”, añade al respecto la Congregación para la Doctrina de la Fe en una de sus consideraciones. Este aspecto nocivo de las uniones gays produce “un innegable daño a terceros y a la sociedad en su conjunto”. En este sentido, la Santa Sede opina que el daño a terceros sería aún mayor si se autorizase a las parejas gays la adopción de hijos ya que, “como demuestra la experiencia, la ausencia de la bipolaridad sexual crea obstáculos para el desarrollo normal de los niños”. El Vaticano va incluso más lejos y considera que la adopción supone “de hecho ejercer violencia sobre estos niños” y va en contra de los derechos reconocidos por la Convención Internacional de la ONU sobre los Derechos del Niño.

Por todo ello, el Vaticano cree que “no se puede afirmar que estos y otros daños son justificables porque son necesarios para evitar que la pareja de homosexuales se vea privada de los derechos comunes que tienen como personas y como ciudadanos”, y añde que sería “una gran injusticia” que sacrificaría “el bien común y el derecho de familia” para conseguir algo que “puede y debe ser garantizado por vías que no sean nocivas” para el resto de la sociedad. “Un mal no se elimina con otro mal”, subraya el Vaticano. Por último, y dada la “intención” de Dios cuando creó a hombres y mujeres, el Vaticano pide a sus fieles que “en presencia del reconocimiento legal de las uniones gays, o de la equiparación legal de éstas con el matrimonio con acceso a derechos que son propios sólo de éste último, es un deber el oponerse de forma clara e incisiva”. “Hay que abstenerse de cualquier tipo de cooperación formal con la promulgación o la aplicación de leyes tan gravemente injustas”, y llegado el caso, “en esta materia cada uno puede reivindicar el derecho a la objeción de conciencia”, concluye el documento.

Revelándote a otras personas

Revelándote a otras personas

Algunas personas revelan su orientación sexual públicamente cuando alguien pregunta si son gay. Otros tienen conversaciones por separado con la gente y les dicen: "Hay algo que tengo que contarte."
Si eliges esta última opción, pregúntate a tí mismo: "Quién es la persona con mente más abierta y respetuosa que conozco, y también la menos propensa a ser shockeada, amenazada o asustada?"
Puede ser un amigo o amiga, un pariente o un profesor. Cuentale a esta persona que tienes preguntas respecto a tu orientación sexual, o que estás tratando de definir tu orientación sexual, y te gustaría tener una charla. Dile que acudiste a él porque confías en él.
Si creés que no conocés a nadie con estás características, considerá hablar con algún consejero, terapista o algun gay o lesbiana que conozcas. No es común en Sudamérica, pero sí existen organizaciones gay-heterosexuales en Universidades. Hay grupos de apoyo en las organizaciones gays. Buscá organizaciones o lugares en los que se apoye a gays y lesbianas.
Hay infinidad de lugares por el World Wide Web donde puedes buscar ayuda, incluyendo el de la organización Parents and Friends of Lesbians and Gays y el Human Rights Campaign.

Probando las aguas

Puedes tener una primera idea acerca de como reaccionarán tus amigos o familia a través de las cosas que dicen, o no dicen, cuando surge el tema de la homosexualidad en una conversación. Puedes también tratar de sacar el tema comentando alguna noticia sobre gays -- como el programa de TV Ellen, o los debates sobre derechos de gays y lesbianas en el trabajo.
Si las reacciones de tus padres y amigos son positivas, son mayores las posibilidades de que te acepten rápidamente. Pero ten en cuenta también que para mucha gente es más fácil aceptar la idea de la homosexualidad en abstracto, es muy diferente cuando es "mi hijo" o "mi hija" o aún "mi mejor amigo".
Cuando estés listo para asumirte ante tus amigos, tal vez tengas la suerte de ya contar con un amigo gay o lesbiana. Pero los amigos heterosexuales también pueden ser grandes respaldos. Elige con mucha cautela a quiénes revelarle primero esta parte fundamental de quién eres. Mucha gente homosexual descubre que aquellos amigos que pensaron que serían los menos "cerrados" fueron los primeros en darles la espalda, mientras que aquellos que parecían los "aliados" menos probables resultaron ser grandes apoyos. En el camino tal vez pierdas alguna gente que creías que eran tus amigos. Pero también se aprenden valiosas lecciones acerca del verdadero significado de la amistad.

Como Hacerlo

Cuando comiences a revelar tu orientación sexual a personas que no son gay, tus experiencias van a ser diversas. A veces la experiencia seráa buena, otras veces no. A veces la relación de amistad continuará; a veces la relación terminará.
Estas sugerencias pueden ayudarte a llevar a cabo el proceso de "coming out":

(1) Debes estar claro sobre tus propios sentimientos en torno a ser gay. Si estás lidiando con sentmientos de culpabilidad o depresión, trata de conseguir ayuda antes de hablar con tus padres o con otra gente que no es gay. Si te sientes cómodo con tu sexualidad, aquellos en quien confíes se darán cuenta y eso les ayudará a aceptar lo que les estás diciendo.

(2) Es importante escoger una oportunidad óptima. Ten en mente la salud, el humor, las prioridades y los problemas de las personas con quien vas a hablar. Si alguien está teniendo sus propias dificultades -- personales, financieramos, amorosas -- puede que no esté receptivo a escuchar lo que estás diciendo.

(3) Nunca te reveles durante una discusión. Nunca uses la revelación como un arma. Nunca intentes que tu padre/madre se sienta culpable de haber causado tu orientación sexual: él o ella no tuvieron nada que ver.

(4) Cuando hables con tus padres o tu familia, trata de aclarar primero que los quieres igual que siempre, antes de hacer tu anuncio.

(5) Debes estar preparado: tu anuncio puede causar sorpresa, coraje, malestar o confusión al principio. Trata de no reaccionar defensivamente o con coraje. Trata de permitir que las otras personas sean honestas sobre como se sienten, aún cuando esos sentimientos iniciales sean negativos. Recuerda que la reacción inicial no necesariamente va a ser la reacción permanente. Eventualmente el individuo que ha refleccionado y lidiado con su homofobia puede llegar a ser de mas apoyo que aquella persona que te da apoyo superficial por ser liberal.

(6) Enfatiza que todavía eres la misma persona. Eras gay ayer y lo serás mañana. Si eras responsable y cariñoso ayer, vas a ser responsable y cariñoso mañana.

(7) Mantén abiertas las lineas de comunicación con las personas con quien hables -- aún si sus reacciones son negativas. Contesta sus preguntas y recuerda que probablemente están en el proceso de de reexaminar los mitos y estereotipos sobre los homosexuales que han aprendido de nuestra cultura.

(8) Debes estar seguro de que estás bien informado sobre la homosexualidad. Lée algunos libros sobre el tema y compartelos con las personas a quien revelas tu orientación sexual. (La librería Lambda Rising en Washington DC tiene una amplia selección y hacen ventas por correo. Llama al 1-800-621-6969 o al 1-202-462-6969 y pide que te envíen un catálogo.)

(9) Invita a tus familiares y amigos a conocer a tus amistades gay.

(10) Recuerda que a muchos de nosotros nos tomó mucho tiempo aceptar nuestra orientación sexual y aún mas tiempo decidir revelárselo a otras personas. Cuando hables con tus familiares o amigos, debes estar preparado a permitirles el tiempo que necesitan para ajustarse y entender esta nueva información sobre tí. Ni esperes ni demandes aceptación inmediata. El proceso envuelve un dialogo a largo plazo.

(11) Si alguna de las personas con quien hablas te rechaza, no pierdas de vista tu propio valío. Recuerda que el revelar tu orientación sexual fue un regalo en que compartiste algo muy importante de tu vida. Si eres rechazado, reconsidera la relación. ¿Cuán importante es un a relación que se tiene que llevar a cabo con deshonestidad y a escondidas? ¿Esta persona era de veras tu amigo o amigo de la persona que se imaginaba que eras? Recuerda tambien que perder un amigo no es el fin del mundo. La decisión de revelar to orientación sexual se debe hacer concautela, pero la integridad y el respeto propio son muy importantes a la larga..

(12) Recuerda que la decisión de hacer la revelación es tuya. No dejes que nadie te trate de convencer o te presione a que reveles tu orientación sexual hasta que tú no estés listo para hacerlo. La decisión de cuando, donde, como y a quien vas a hacer la revelación es tuya solamente. .

(13) Trata de que tus familiares y amigos cercanos no se enteren por terceras personas, como vecinos o los medios noticiosos. Trata de informarselo personalmente.

(14) Si vas a hablar con miembros de tu familia, averigua si hay algún capítulo local de la organización Parents and Friends of Gays (PFLAG). Puedes escribir a la oficina nacional Box 27605, Washington, DC 20038-0243, o llamar por teléfono al (202) 638-4200. O presentale a tus padres a los padres de amigos tuyos que son gay y que han sido aceptados positivamente.

(15) No dejes que nada ni nadie te presione a revelarte hasta que estes preparado para hacerlo.

Revelar nuestra orientación sexual es una de las cosas mas difíciles que hacemos en nuestras vidas. No tiene un resultado positivo todo el tiempo, pero casi todas las veces es una experiencia liberadora.

La homofobia

La homofobia

¿A qué le tenemos tanto miedo?

Este material está dedicado a la memoria de Bobby Griffith

--------------------------------------------------------------------------------

"El conocimiento — esto es, la educación en su sentido verdadero — es nuestra mejor protección contra el prejuicio que no razona y el miedo que produce pánico, ya sea que éstos nazcan de algún interés especial, de minorías restrictivas o de lÌderes aterrados."
— Franklin D. Roosevelt

Introducción

Las fobias son miedos irracionales que pueden afectar de varias maneras a gente perfectamente saludable. Hay a quienes les aterra entrar en un elevador, y quienes sudan frÌo con sólo pensar en abordar un avión. Cualquier fobia puede ser debilitante.

La homofobia es un miedo intenso y sin razón a los homosexuales, y
constituye una tragedia doble. Aquellos de nosotros que tememos u odiamos a los homosexuales solemos pensar que no conocemos a ninguno, aún cuando puede haber cierto número de personas con quienes socializamos, trabajamos o tal vez hasta convivimos, que son gays o lesbianas. Al mismo tiempo, muchos homosexuales se pasan la vida escondidos "en el closet", temiendo que la homofobia destruya sus relaciones familiares, su amor propio o hasta
sus mismas vidas.

Por desgracia, la gente homofóbica se la pasa perpetuando ciegamente ideas falsas sobre los homosexuales que pueden llegar a ser muy hirientes. Algunos pueden necesitar ayuda profesional para quitarse el miedo a los homosexuales, asÌ como algunos la necesitan para curarse el miedo a las alturas o a los elevadores, pero para casi todos nosotros basta el deseo de examinar nuestros miedos para aliviarlos. El miedo nace de los mitos y de la ignorancia al tema, y se les puede perder el miedo a los homosexuales si comenzamos a entender los mitos que rodean a la homosexualidad.

MITO: No es "normal" ser homosexual
o tener sentimientos homosexuales.

HECHOS: Las muy conocidas investigaciones del doctor Alfred C. Kinsey, que se hicieron desde los años treinta hasta los años cincuenta, mostraron que cerca de un 10% de la humanidad es principalmente homosexual.(1) El porcentaje de la población que es gay o lesbiana parece ser consistente sin importar el perÌodo histórico o la cúltura bajo estudio. La única diferencia es el grado de aceptación hacia la homosexualidad que demuestra cada sociedad.

Es interesante notar que también cerca de un 10% de la población humana es zurda. Hace doscientos años esto era considerado como
la marca de la brujería, un signo de perversión. La fobia hacia la brujería fué tan fuerte que se llegó a torturar y hasta a matar gente por el simple hecho de ser zurda. Tales actos pueden sonarnos hoy increÌbles, pero la sociedad puede llegar a ser muy cruel cuando tiene miedo. Seguramente en el futuro se recordará con asombro como los gays fueron sometidos a actos similares de desprecio.

Cada uno de nosotros tiene su propio modo instintivo de identificación sexual. Muy pocos tenemos sentimientos totalmente homosexuales o heterosexuales durante toda nuestra vida.(2) Un gran porcentaje de los heterosexuales han sentido atracción hacia miembros de su mismo sexo alguna vez en su vida.

Se ha encontrado que la sexualidad humana no es como dos caras opuestas, la heterosexual y la homosexual, sino, incluye una rica variación de posibilidades. Sin embargo, nuestra cultura desde niños nos ha forzado a pensar que los hombres tienen que actuar de cierto modo, y las mujeres de otro. El hombre que llora en una película triste o la mujer que puede reparar su propio auto frecuentemente es el objeto de crueles burlas.

MITO: La homosexualidad es una enfermedad mental

HECHOS: "La homosexualidad, de por sí, no implica ningún impedimento en el juicio, la estabilidad, la confiabilidad ni las capacidades sociales y vocacionales en general. Es más, urgimos a los profesionales de la salud mental a que tomen la delantera en eliminar el estigma de enfermedad mental que usualmente se asocia con la orientación homosexual. Más aún, apoyamos y urgimos que se rescinda toda legislación que penalice el acto homosexual
entre adultos que lo consientan, en privado".

Esta Resolución fue aprobada en 1973 por la Junta Directiva de la
Asociación Siquiatrica Americana.(3)

La orientación sexual y emocional de cada persona se establece a una edad muy temprana. Casi todos los expertos aseguran que ocurre al nacer; y con certeza antes de los cinco años.(4) La homosexualidad en sí no provoca anormalidades sicológicas. En cambio, el vivir bajo la presión de tener que fingir que no se es homosexual sÌ puede costar mucho en términos de amor propio, y hasta puede causar serios daños sicológicos.

Sin embargo, en muchas sociedades la homosexualidad se considera muy normal. Este era el caso en las antiguas Grecia y Roma y en muchas tribus indÌgenas de América.(5) Más y más sociedades del presente llegan a tener una aptitud aceptante, y va creciendo el número de países que reconocen legalmente las relaciones como el matrimonio y cohabitación homosexual.

MITO: El SIDA (AIDS) es un castigo de Dios a los homosexuales.

HECHOS: Entonces, ¿Es la polio un castigo de Dios a los niños? ¿Es la anemia falciforme Su castigo a los negros? Los varones homosexuales fueron los primeros en contraer la enfermedad en los Estados Unidos, pero ellos no la causaron. Aunque el SIDA se transmitió primero entre heterosexuales en Africa Central, tampoco los africanos lo causaron.(6) El enemigo es la enfermedad, no los enfermos. El SIDA no discrimina. Aquellos que dicen que
el SIDA es un castigo de Dios a los homosexuales se olvidan de mencionar el hecho de que casi no se da entre las lesbianas.

MITO: La homosexualidad es un pecado.

HECHOS: La Biblia contiene seis pasajes que condenan el comportamiento homosexual.(7) La Biblia también contiene numerosos pasajes que condenan el comportamiento heterosexual.(8) Aunque los teólogos y estudiosos aún no estan de acuerdo en cuanto a las interpretaciones bÌblicas, sÌ están de acuerdo en una cosa: Jess no dijo absolutamente nada acerca de la homosexualidad. Entre las cosas que segn la Biblia son "abominables" o "inmundas" están el adulterio, el incesto, y tambien ponerse ropa hecha de más de un tipo de fibra, y comer crustáceos como el camarón y la langosta.(9)

La religión con frecuencia ha sido mal utilizada para justificar el odio y la opresión. Hace menos de medio siglo, los bautistas en los Estados Unidos defendÌan la segregación racial basándose en que estaba permitida en la Biblia.(10) Los primeros cristianos no eran hostiles hacia los homosexuales. La intolerancia empezó sólo después del siglo XII.(11)

Hoy, mucha gente ya no cree que la homosexualidad es una enfermedad o un pecado. Pocos condenarían la heterosexualidad como inmoral, a pesar de la alta incidencia de violaciones, incesto, abuso de niños, adulterio, violencia familiar, promiscuidad y enfermedades venéreas entre los heterosexuales.

Por fin, muchos dentro de las religiones organizadas están comenzando a prestar atención a la homofobia de la iglesia. El Consejo Nacional de Iglesias de Cristo, la Unión de Congregaciones Hebreo-americanas, la Asociación Universalista Unitaria, La Sociedad de Amigos ("cuáqueros") y la Hermandad Universal de Iglesias Comunitarias Metropolitanas apoyan los derechos
civiles para los gays y las lesbianas al igual que para la demás gente.

MITO: A los niños no les afecta la homofobia.

HECHOS: El suicidio se ha convertido en una de las principales causas de muerte entre los jóvenes. Las estadÌsticas indican que la incidencia del abuso de drogas y el suicidio es mucho más alta entre la juventud gay y lesbiana. La opresión social y el miedo al rechazo suelen llevar a la depresión, el abuso de drogas y hasta el suicidio. Casi todos los grupos tradicionales de apoyo al joven (la familia, la iglesia, las escuelas) rechazan, condenan o niegan la existencia de esa juventud gay y lesbiana. Sin un sistema de apoyo, muchos de estos jóvenes se convertirán en víctimas de nuestra sociedad homofóbica.

MITO: Uno mismo escoge ser homosexual o heterosexual.

HECHOS: Cuando nos enamoramos de alguien, bien sea del mismo sexo o del opuesto, es por una combinación de muchos factores. Casi todo el mundo siente que su orientación sexual no es una decisión suya sino un impulso natural. Si usted es heterosexual, ¿recuerda haberlo escogido? Tratar de cambiar este impulso natural de una orientación a otra es por lo general imposible. La alternativa que sÌ tenemos es la de cómo vamos a tratarnos los unos a los otros.

El odio hacia los gays y las lesbianas es obra de humanos, no de Dios. Como casi cualquier otro grupo, la mayorÌa de las mujeres y hombres gay son gente buena, interesados en el futuro de su nación y del mundo. No piden favores especiales; simplemente el respeto y
los derechos que todos debemos disfrutar, sin miedo a los ataques verbales o fÌsicos. Lo que cada persona sÌ elige es cómo nos tratamos los unos a los otros.

MITO: Las causas de la homosexualidad son la mala crianza y/o los problemas familiares.

HECHOS: No hay evidencia concluyente que apunte a una "causa" para la homosexualidad o la heterosexualidad. Los gays igual que los heterosexuales vienen de todos los tipos de familia. Como siempre, el buen padre es aquel que enseña a tener amor a otros y a sÌ mismo, y respeto hacia los demás.

MITO: Los homosexuales no contribuyen en nada a la sociedad.

HECHOS: Hoy en día e históricamente, la gente homosexual y bisexual ha hecho innumerables contribuciones a la sociedad: Platón, Leonardo da Vinci, Julio César, Miguelángel, Federico García Lorca, Walt Whitman, Oscar Wilde, Tchaikovski, Alejandro Magno, Martina Navratilova, Pedro Almodovar, Elton John, k d lang, Truman Capote. Hoy, mucha gente influyente y bien conocida es gay, lesbiana o bisexual, pero casi todos esconden sus vidas privadas (como hizo el actor Rock Hudson). Viven temerosos del odio y la intolerancia que recibirian si alguien asociara la palabra "gay" con sus nombres.

Conclusión

La homofobia es un prejuicio como cualquier otro. Requiere de la ignorancia para promover el temor y el odio hacia los homosexuales. Como individuos, y como sociedad todos resultamos diminuidos cuando alguien ejerce violencia sobre otro.

La educación es una de las mejores armas contra el temor y el odio, asÌ que por favor haga circular este folleto. Con eso, puede ser que ayude a uno de sus amigos, a alguien que usted quiere, incluso puede hasta salvar una vida.

--------------------------------------------------------------------------------

Agradecemos a los padres, a los amigos y a todos aquellos que han hecho posible la edición de este folleto. Producido y distribuido por el "Lesbian and Gay Public Awareness Project" (Proyecto de Concientización Pública Lesbiana y Gay), una organización sin fines lucrativos que trabaja para reducir la homofobia mediante la educación.

Este folleto y nuestros anuncios de conciencia pública tienen
derechos reservados. Cualquier individuo u organización puede reimprimir este folleto con el permiso escrito del Lesbian and Gay Public Awareness Project.

Cualquier contribución para ayudar a sufragar los gastos de producción y distribución de este material es bienvenida. Para más información o permiso para reimprimir este folleto escriba a:
The Awareness Project
P.O. Box 60881
Phoenix, AZ 85082-0881 USA
o llame al (602) 351-3080 para dejar un recado.
© 1995 The Lesbian & Gay Public Awareness Project
All Rights Reserved / Derechos Reservados

Usted mismo puede ayudar. Si usted está convencido de que tenemos la reponsabilidad social de impedir que se siga difundiéndose la homofobia, ayúdenos a luchar por la comprensión y la igualdad de derechos hacia los hombres y mujeres
homosexuales y bisexuales. Algn día, el valor de toda la vida humana será respetada y hará un mundo mejor para todos.

Glosario

bisexual: que tiene atracción sexual hacia cualquier sexo.
fobia: un miedo irracional.
gay: palabra preferida por muchos homosexuales para definirse.
heterosexual: que tiene atracción sexual hacia el sexo opósito.
homofobia: miedo irracional hacia los homosexuales.
homosexual: que tiene atracción sexual hacia su mismo sexo.
lesbiana: mujer homosexual.
orientación sexual: hacia cual (o cuales) sexo(s) cada persona siente atracción sexual.
"The Awareness Project" (El Proyecto de Concientización) lucha en la promoción del entendimiento y para reducir el miedo, prejuicio y
discriminación hacia los gays y lesbianas através de una campaña nacional de educación pública.

Bibliografía

(1) Bell, Alan P., Ph.D., y Weinberg, Martin S., Ph.D., Homosexualities, A Study of Diversity Among Men & Women, (Nueva York, Simon & Schuster, 1978)

(2) Masters, William y Johnson, Virginia, Homosexuality in Perspective, (Boston, Little, Brown, 1979)

(3) Resolución adoptada en 1973 por la American Psychiatric Association Board of Trustees.

(4) Bell, Alan P., Ph.D., Weinberg, Martin S., Ph.D. y Hammersmith, Sue Kiefer, Sexual Preference, It's Development in Men and Women,
(Bloomington, Indiana, University Press, 1981)

(5) Kepner, Jim, Becoming a People, A Four Thousand Year Gay and Lesbian Chronology, (West Hollywood, California, National Gay Archives, 1983)

(6) Liebowitch, Dr. Jacques, A Strange Virus of Unknown Origin,
(Neuva York, Ballentine Books, 1985)

(7) La Santa Biblia, Levíticos 18:22, LevÌtico 20:13, Deutoronomíos 23:17, Primera de Reyes 14:24, Romanos 1:26-27, Coríntios 6:9.

(8) La Santa Biblia, Primera Coríntios 6:9-10, Primera Timoteo 1:10, Levíticos 18:6-20, Levíticos 19:29, Levíticos 20:10-12, Deuteronomíos 5:18, Deuteronomíos 22:22-30.

(9) La Santa Biblia, Levíticos 20:10, Levíticos 11:10-12, Levíticos 18:6-20, Deuteronomíos 22:11.

(10) Falwell, Jerry, Strength for the Journey, An Autobiography,
(Nueva York, Simon & Schuster, 1987)

(11) Boswell, John, Christianity, Social Tolerance, and Homosexuality, Gay People in Western Europe from the Beginning of the Christian Era to the Fourteenth Century, (Chicago y Londres, The University of Chicago Press)null