Llegó la hora
Después de quince días llorando por las esquinas, ha llegado la hora. Si, ¡Me piro de vacaciones otra vez!.... Esta vez son 15 diitas.
Entre llanto y llanto, me he pasado alguna tarde comprando los útiles necesarios para aprovechar estos días y me he dado cuenta de como pasa el tiempo y de como cambian las cosas.
Antes básicamente solo era necesario una toalla, un bañador más o menos moderno, algo de ropa para salir por las noches que tuviera un cierto efecto a la hora de llamar la atención a las niñas y sobre todo, ese cargamento de condones que casi siempre se volvía de vuelta a Madrid casi como había salido.
Antes llegaba al destino, me cambiaba (look bermudas), me quitaba el reloj (único accesorio corporal que siempre he llevado) y salía por la puerta. Puerta que cruzaba escasísimas veces a lo largo del verano.
Voy a hacer un inciso para recordar a lo cuentamecomopasó (o mejor... a lo "Aquellos maravillosos años") aquellos veranos que se me vienen un poco a la cabeza.... Bueno...no....en otro post....sigo.
Antes un 70% del volumen de la maleta lo ocupaban los apuntes del instituto o la facultad y que nunca llagaban a salir de allí.
Antes después de un mes o dos fuera de Madrid, al final (salvo raras excepciones siempre con alguna chica de por medio) tenías ganas de volver para ver a los colegas y contar lo que habías hecho, lo que te habías "comido" o depende de a quien, lo que la habías echado de menos (que golfo...).
Ahora, en fin.... Ahora el coche va cargado hasta arriba.....nos confunden con africanos del norte o subsaharianos (no quiero poner nada que a alguien le pudiera parecer peyorativo). De ropa para salir por las noches me olvido...ahora es ropa para salir en general....salir al súper, salir a tomar una horchata, salir a casa de los colegas a hacer una barbacoa.... Lo de los condones....cuando pienso en lo de los condones me dan ganas de llorar.
Ahora se mantiene lo de cruzar la puerta en escasísimas ocasiones, pero en sentido contrario.
Ahora el 99% del equipaje total lo ocupan los trastos anexos a las nenas y tan solo un 1% al mío (básicamente bañador, unos cayumbos, unos vaqueros y una camiseta....más no cabe).
Ahora no echas a nadie de menos en Madrid, ni allí, ni en ningún lado. La sola idea de volver provoca en ti una depresión de magnitud 7,6 en la escala de Ritcher de las depresiones. Ya te quedan pocos colegas y los que te quedan le importa un güevo lo que has hecho éste verano, además, probablemente te tocará aguantar la sesión de fotos y videos de lo que han hecho los demás...(viaje por los mares del sur en un crucero de lujo XXL con camarote chapado en oro de 50 quilates) lo que hará que sufras una réplica de tu terremoto-depresión de nivel 8,9 en la susodicha escala de terremoto-depresiones al comprobar que lo más excitante que has hecho tu ha sido aventurarte nadando hasta la boya que delimita la zona náutica...
En fin. Volviendo al tema que nos ocupa. Que he hecho acopio de unos cuantos libros para sumergirme en otros mundos y olvidarme de este tan cutre en el que vivimos algunos. Me voy a empapar de edades secretas y sabanas santas.
Besos a todos y todas. Lloraremos juntos a la vuelta.
