De los origenes del "underground"
El cine independiente argentino comenzó sus experimentos a fines de los años 60 y principios de los 70. Los films, no tuvieron éxito comercial ni aceptación masiva.
Estos nuevos experimentos visuales estuvieron a cargo del Grupo de lo 5, Integrado por Alberto Fischerman, Ricardo Becher, Raúl De la Torre, Néstor Paternostro y Juan José Stagnaro.
Las primeras experiencias cinematográficas de este tipo fueron breves, durante mucho tiempo pareció no tener consecuencias. En realidad, la segunda mitad de los 70 estuvo dominada por el silencio que la dictadura impuso sobre cualquier experimentación en beneficio de un cine escapista o propagandista, mientras que el cine de los 80 fue convencional. Orientado a olvidar el pasado conflictivo, sin ninguna orientación reflexiva.
En cambio, la década del 90 transmite en sus films un aire renovado que no sería igual sin los antecedentes del cine Underground.
Este nuevo cine, que representa a la modernidad, que antes podía considerarse vanguardista y bohemia, se convertiría ahora en cine Underground . Se enfrentó a los modos de producción industrial y a los circuitos comerciales de exhibición.
Andrea Cremonini
Andrea Cremonini
En el año 1968 aparece The Players vs. Ángeles Caídos dirigida por Fischerman. Esta obra, se convierte en el punto de referencia para los nuevos directores. Abrió la puerta a la edad contemporánea a través del cine, dejando que entre un renovado aire de propuestas estéticas.
Cuando hablamos de sus directores, hablamos simplemente de un grupo de artistas con ciertas preferencias cinematográficas comunes, que poseen una misma actitud sobre la realización de películas y una misma concepción acerca de los vínculos entre arte y política. Aquí la ficción intenta recuperar un proceso para explicarlo, descubrir su verdadera estructura y ensayar sobre él. El film se ha convertido en un lugar de reflexión y crítica cuenta la Licenciada en Cine Luciana Cremonini para Pigmentos.
En consecuencia, muchas veces los films sufrieron censura por su carácter revolucionario, en términos ideológicos. Se trataba de un cine político y crítico pero en abierta discrepancia con los films supuestamente de denuncia que circulaban por los caminos comerciales convencionales, e incluso con el cine militante. Aquí la ficción es presentada como un verdadero discurso crítico sobre lo real.
El hoy llamado nuevo cine argentino ha reivindicado y reformulado muchas de las características de ese cine independiente. Así, comentó Luciana Cremonini ...contamos con películas, que se han realizado en esta última década, que plantean un comienzo en la relación de las imágenes con lo real: Fuego Gris (Pablo César, 1992), Picado Fino (Esteban Sapir, 1996), Pizza, Birra y Faso (Adrián Caetano y Bruno Stagnaro, 1997), Rapado (Martín Rejtman, 1992) y Silvia Prieto (Rejtman, 1998), Bolivia (Adrián Caetano,2000), Sábado (Juan Villegas, 2001), La Ciénaga (Lucrecia Martel, 2001) y Tan De Repente (Diego Lerman, 2002) son films que forman parte de este nuevo cine.
Divisamos films producidos por fuera de los cánones industriales, con estrategias heredadas del cortometraje, rodados por los directores en fines de semana y ratos libres junto a equipos técnicos y actores no profesionales. Sin embrago, tienen cada vez mayor trascendencia y van dejando huellas que significan el gran avance de un nuevo género cinematográfico.