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El Cafelito

Mi querido niñito:

Ya sé que eres un machote. Cuando te vi en la ecografía sentí tantas cosas, desde un amor infinito hasta unas ganas irremediables de que llegue el mes de mayo y poder tenerte entre mis brazos. Estoy tan orgullosa de tenerte.

Cierro los ojos e imagino tu carita, como será tu sonrisa, tu piel...aún quedan muchos meses de espera y yo ya estoy ansiosa por abrazarte. Te imagino con los ojos de tu papá, con su honestidad, y su simpatía...Te veo con un pelo lleno de caracolillos, rubios quizás, como yo. Sé que serás un niño feliz o por lo menos, tu papá y yo haremos todo cuanto esté en nuestra mano para que así sea. Te veo primero como un bebé adorable, gordito...y después como un niño travieso, con mirada pícara, sé a ciencia cierta que serás después un hombre excelente.

Ya estoy orgullosa de ti y aún no te conozco. A veces me invade un miedo atroz de que algo pueda pasarte, y toco mi barriga y rezo porque nunca nada malo te pase. Ojalá pudiera protegerte siempre, mantenerte siempre como ahora, conmigo, sano y salvo. El día que nazcas lo harás en un mundo que a veces no es bueno, ni es fácil, ni llevadero, quizás muchas veces en tu vida, sufras..y yo ya tiemblo por ello. Me gustaría poder acurrucarte siempre y protegerte...para que nunca nada, jamás, te haga daño.

Sé que el día que te vea me enamoraré de ti para siempre y a pesar de que en un principio quería que fueses una niña, ahora,mi niñito, eres toda mi vida.

Algún día leerás todo esto que te escribo, porque te lo guardaré. Será mi regalo de bienvenida. Aunque mi mayor regalo eres tú y el orgullo que me invade de ser tu mamá. Poque eres una parte de mi y de tu papá, el hombre más bueno y maravilloso del mundo.

Te queremos Ignacio. Y te esperamos...día a día..soñándote!

Tu mamá

 

Querido Bebé:

Querido bebé:

 

 

Siempre he soñado contigo. Siempre he pensado como me sentiría el día que me enterara de que estás dentro de mi…y todo lo que esperara o deseara se queda corto con lo que en realidad siento en estos momentos por ti. Es tan…indescriptible.

 

El día que supe de tu existencia fue el día más feliz de mi vida. Hacía días que intuía que ya estabas ahí y efectivamente así fue. Recuerdo mis nervios, como me temblaba la mano al hacerme la prueba y la espera… hasta ver la deseada segunda raya. Recuerdo que lloré y pensé en la cara que pondría tu papá cuando le diera la noticia. Los dos, con nuestro amor hemos hecho algo hermoso, te hemos creado y ambos estamos ansiosos porque llegue el día en que por fin podamos ver tu carita. Recuerdo perfectamente cuando vino a decirme si realmente era cierto al ver tu primer chupete en la mesa. Quería que fuera una sorpresa. Mantendré siempre en el recuerdo su cara y el abrazo que vino después…

 

Desde ese 2 de septiembre te sueño cada día. Toco mi barriga a cada instante y me cuesta creer que verdaderamente estés ahí dentro, ya con tus doce semanas y entero formado. Aún no sabemos si eres niño o niña y estamos deseando saberlo. Hace poco me dijo tu papá que como que no había escrito sobre a ti aquí, en El Cafelito. Esta es mi primera carta para ti. Para decirte que ya te quiero con toda mi alma, que te espero día a día y que te adoro, mi bebé.

Energía positiva

El domingo fue genial. Fue uno de esos días...felices. Considerando que ya el frío empieza a irse de una vez por todas, que  el sol parece que calienta y que los días son cada vez más largos..si, el domingo fue un día genial porque estábamos todos, o casi todos. Barbacoa en casa de papá. La nota de humor la puso como siempre David, con sus historias de sus clientas viejas y ratas...después mi padre con Luna, que aunque diga que no se le ve el plumero desde lejos..será porque ella es wapisima y le sonríe cada vez que lo ve. Y luego vino la conversación con manicura en la cocina. "Soy un iman que atrae toda la energía positiva del universo..." la conversación con Vir y Venus, amabas enloquecidas con el libro de El Secreto. no sé si lo habéis leído pero dicen que te cambia la vida. Desde ese día hablo sola en el coche, diciéndome a mi misma elogios positivos. Hoy va a ser un gran día, que bueno es mi trabajo, me encanta, soy guapísima, tengo un cuerpazo...según ellas le funciona y la vida es mucho mejor. Si mi marido lee estó dirá que otra vez estamos con las sandeces.. pero yo creo que hay que creer en la cosas luchar por ellas, matarte para conseguirlas y sobre todo, ser positiva. A mi el positivismo me estaba empezando a abandonar. A veces los días son todos iguales y empiezas la semana con la típica frase: Ufff, lunes! y al pensar en la semana que te espera empiezas el día ya cansada. Eso cambió este lunes. Abrí los ojos y pensé, tal y como dice la canción de Chambao, Hoy va a ser un gran día! Por qué no?

Porque siempre estás

Hoy me he despertado pensando en ti. Hay días que me pasa. Me viene tu imagen a la cabeza y no me abandona en todo el día. Hay momentos en los que recordarte me pone triste y momentos en los que como hoy, una sonrisa ilumina mi cara. No siempre pensar en ti es algo triste. Aunque hoy, trece años después sigo echándote de menos, a veces, desesperadamente.

 

Si pudiera pedir aunque sólo fuera por un instante verte de nuevo...sólo necesitaría cinco minutos, aunque por dentro deseara toda la eternidad. Cinco minutos. El tiempo de darte un abrazo. De esos que sólo tú sabías dar. Y respirarte por un instante. Tu olor. Puedo recordar perfectamente tu olor de cada mañana. Tu risa, dispersada por toda la casa. Puedo recordar tu timbre de voz y tus ojos tras tus gafas. Puedo recordar la suavidad de tu pelo y tu mirada enamorada.

 

Hoy he sonreído al pensar en ti. Hay personas fuertes y otras fortísimas. Tú perteneces al segundo grupo. Hemos conseguido llegar hasta aquí sin ti, no sé como, pero lo hemos logrado. No sin recordarte con desesperación. No es nada fácil vivir sin ti.

 

Pero hace poco medité acerca de algo y es que siempre, desde que te fuiste, he pensado en lo injusta que es la vida porque yo estaba aquí sin ti. Pero, ¿qué hay de ti?. Eres tú la que te fuiste, la vida fue injusta contigo, no conmigo. Porque tu te fuiste demasiado pronto.

 

Hoy no voy a escribir sobre ti de manera triste, aunque a veces, escribir algunas líneas sea el único bálsamo para calmarme. Mañana bautizamos a tu nieta. Es taaan guapa. Te encantaría verla sonreír. Es ya la sexta de tus nietos. Y ya debes saber que el séptimo viene en camino. Quizás yo te de un octavo...

 

He sentido hoy la imperiosa necesidad de escribir sobre ti. Hoy que ha salido el sol, hoy que me siento con fuerzas y feliz. He sentido la necesidad de guiñarte un ojo y decirte que sigo luchando, intentando sobrevivir sin ti. La verdad es que todos hemos sido muy valientes, empezando por ti.

 

Quiero que sepas algo, aunque sé que tú puedes sentirlo, allá donde estés. Que no te olvidamos. Ninguno. Que sigues estando aquí, en el día a día, en el recuerdo, en nuestra vida cotidiana. Estás en nuestras risas y en nuestras lágrimas, estás aunque no podamos verte. Sigues aquí, sonriendo...Yo lo sé.

Nostalgia

Cargó la última maleta y cerró la puerta del coche. Se quedó un rato ahí abajo, en la cuesta del garaje y miró hacia arriba, su ventana estaba iluminada pero ya no quedaba nada de ella allí, tan sólo sus recuerdos, los momentos vividos, las risas, las lágrimas...ni siquiera estaba ya su adorada cama, donde tantas veces había dormido, donde tantas veces había soñado. Cerró los ojos y sintió nostalgia, una nostalgia atroz que se quedó un buen rato atascada en la garganta. Estaba feliz por dentro, radiante por la nueva vida que recién empezaba pero no podía evitar sentir ese escalofrío de nostalgia. Se iba, ya nunca volvería a entrar en esa casa de la misma manera. La casa que tanto había añorado en sus años de estudiante...cuando llegar a casa por vacaciones era el mejor de los placeres. Cerró los ojos por un instante y se permitió recordar...

 

Estaba allí, en esa misma cuesta, con un Volkswagen Polo aparcado, se escuchaba la música de dentro a todo volumen y a dos adolescentes cantar a voz en grito, después de una noche loca...Su flaca. Echaría de menos sus sandwiches hechos a la ligera al medio día, cuando querían llegar pronto a la playa de Bahía para coger hamacas..cuando las había...Se vio en la cocina, a las tantas de la madrugada, con su hermana y sus primas asaltando la nevera después de una marcha. Se vio en su baño, a ratos peleándose con su hermana, antes de salir...por la ropa, por el secador..o por cualquier tontería. También echaría de menos esas riñas. Se vio en la piscina, nadando cuando ya se iba el sol, en un día largo de verano, roja por el sol del día y con los nervios a flor de piel porque era viernes...Cerró los ojos y se permitió recordar soñando...en tantas conversaciones en aquella cama, con la luz de la lamparita tintineando y con el Chiiiist de su hermana de fondo. Se vio durmiendo con su enana, fiel heredera de su cama, cuando se le pegaba por la noche. Y volvió a aquella mañana de finales de junio, cuando el sol de verano entraba por su ventana y ella, rodeada de maletas sonreía por dentro, nerviosa, porque por fin había terminado su carrera y volvía a casa...

 

Ahora se iba. Y ya nada volvería a ser como antes...pero sólo soñó por un rato y volvió a la realidad. A su también adorado presente, porque otra casa la esperaba. Donde estaba él. Su amor. Y donde algún día formaría una familia. Entonces sonrió, porque esa casa, esos recuerdos, formarían siempre parte de ella.

Búsqueda

Te busqué por todas partes,

En mi felicidad, en mis sentimientos,

Te busqué en mi locura, en mi tristeza, te busqué incluso cuando era absurdo buscarte.

 

Te busqué en lugares ocultos,

Miraba caras y caras y no hallaba ninguna respuesta.

 

Tenía tantas ganas de encontrarte.

 

Te busqué en el pasado, en mi presente, te busqué cuando era más feliz que nunca...

Cuando mi alma estaba tranquila, relajada...un día dejé de buscarte a cada paso.

 

Dejé de mirar en cada rincón, dejé de querer encontrarte y me dediqué a mi.

 

A mi felicidad, a mis propios deseos, dejé volar mi imaginación hasta lograr lo que siempre había deseado, eso que alguna vez en la vida buscamos desesperadamente. Quizás lo tenía justo delante de mi, incapaz de verlo...

 

Te buscaba ahí arriba, y aquí abajo...hasta que un día irremediablemente largo, mis ojos creyeron vislumbrarte, en un rincón, ajeno a mi búsqueda. En ese instante dejé de respirar, de sentir, se paralizó cada sentimiento que ahogaba mi cuerpo. Y todo cambió.

 

Ahora te busco de otra manera, cada mañana. En una risa, en un despertar, debajo de una manta. Te busco en sueños y en la realidad, sabiendo que estás ahí con tan solo alargar un brazo.

 

Ahora te busco y te veo...por fin te veo. En mi propio reflejo, e incluso a veces, te encuentro dentro de mi...expectante.

 

Ya he dejado de buscar porque siempre ha estado ahí. Delante de mi.

 

Tus ojos. Tu sonrisa. Mi búsqueda.

Un cafelito navideño

Me encanta esta epoca del año. Hace unos días decoramos por primera vez nuestra casa por navidad...nuestro abeto en la entrada, los adornos de la chimena, de la puerta o de la barandilla de la escalera. La sorpresa de los pascueros plantados en el jardín y los villancicos grabados por mi padre. Me encanta esta época del año. El olor a chimena, el centro comercial, los villancicos sonando por las calles del casco antiguo y las luces navideñas. Mañana es Nochebuena y seremos 30 en casa de papá. Estaremos todos. Me encanta llegar a casa y ver todos los coches en la puerta y la cara de mis sobrinos cuando mañana Papa Noel toque a la puerta. Sus caras espectantes y sus ojos brillantes de emoción.

El olor del cordero de Papá en el horno mientras suena noche de paz instrumental. El jaleo, las compras de última hora, los regalos apilados debajo de la mesa de la entrada. La familia...es sin duda una de las mejores épocas del año. A pesar de que mi madre se fue en Navidad, no es para nosotros una época triste, hemos conseguido hacer de ella una época alegre y familiar.

Desde el Cafelito, Feliz Navidad.

 

Aquel Niño

Estamos sentados en unos escalones de un frio portal, con nuestros ojos de niños expectantes, ilusionados, ambos con idénticas trencas de color azul. Es Navidad y ambos compartimos las mismas ilusiones y esperamos ansiosos oir la voz del abuelo por el porterillo, cuando la oímos y nos dice que ya podemos subir, nuestros ojos verdes, igualitos, de abren de emoción y luchamos por ver quien llega primero, tirándonos de los gorros de los abrigos...Recuerdo al niño que había en ti. Aquel que decían que si era mi mellizo. Llegaste tres meses después que yo. Te recuerdo con tus rizos, tus gafas de Snoopy, incluso nuestra época de aparato. Eras un niño divertido, de esos que te hacen reir a carcajadas. A veces no me gustabas, cuando me obligabas, durante la época que pasaba en tu casa de Nervión a ver a ese Lucky Loo o jugar al castillo de Hyman. Yo prefería jugar a las muñecas, pero eras mi primo, uno de mis héroes. Tampoco me gustabas cuando me decías que eras mayor que yo, porque yo me adelanté y tu naciste en marzo. Recuerdo como la abuela nos decía que éramos primos, que nunca lo olvidáramos y a veces, ya un poco más mayores no le hacía gracia que durmiéramos juntos, en el sofá cama del cuarto de la Virgen. Donde pasábamos horas en las mecedoras y jugando a los profesores. Recuerdo cuando ella se asomaba al balcón y veía como cruzábamos la calle, haciendo carreras para ver quien llegaba antes a Antojos. Eras un niño divertido. Recuerdo nuestras noches en vela, yo durmiendo en la cama nido de tu dormitorio, cuando tu me hablabas sin parar y yo me quedaba dormida oyéndote. Ahora ya no me hablas así. Has dejado de luchar. Quizás es cierto lo que dice la gente, que simplemente no te apetece luchar, que no te esfuerzas demasiado. No sé que será, pero me gustaría ver, de vez en cuando a ese niño de ojos vivos, que competía conmigo por tonterías, que me hacía rabiar hasta las lágrimas pero que luego me protegía y presumía de prima ante sus amigos. Echo de menos a ese niño. El que se tiraba horas en el baño y no me dejaba entrar, aquel que me persuadía para hacer rabiar al abuelo, escondíendole sus cruzadas y sus sopas de letra. El que me obligaba a escupir desde el balcón del segundo piso de los Remedios, y luego nos escondíamos, muertos de risa, mientras los peatones miraban hacia arriba, uno incluso llamó a la abuela y ella nos regañaba enfadada...

Creo que te quedaste suspendido en el tiempo. No pudiste superar que los tres se fueran de golpe. De que no nos dieran tiempo a hacernos a la idea. Primero mi madre, luego el abuelo y más tarde la abuela. Nuestra abuela Pilar, recuerdo cuando ambos decíamos que no podíamos imaginar nuestra vida sin ella...Y un día nos dejó, riéndose, tan divertida como siempre. Creo que te quedaste suspendido en el tiempo. Que aún estas alli, en esa casa de nuestra infancia, cuando ambos, con sendos baberos iguales, luchábamos por ver quien se comía antes la sopa, o cuando la abuela nos decía que éramos los niños de Petit suit. Te has quedado ahí, esperando su regreso. Has dejado de luchar, de interesarte. ¿Donde te has ido?. Quiero ver a ese primo adolescente, con el que me bebía las copas riéndome sin parar, aquel al que le encantaba llevarme en su coche para que viera que conocías todos los rincones de tu amada Sevilla. Quiero ver de nuevo aquellos ojos, que me miraban tras un capirote en el Puente de Triana, delante de su adorada Virgen. Aquel niño que luchaba siempre por superarme. Ahora has tirado la toalla y me has dejado sola. Y ¿sabes que? te echo de menos y lo peor de todo es que ya no sé como tratarte porque a veces siento, que a este niño mayor no lo conozco, no es el de antes. Quiero que luches y que tengas de nuevo ilusión por vivir. Que vuelvas a ser ese niño divertido, feliz, y de ojos expectantes, atento a la vida...Debes luchar por querer volver. Te estaré esperando.

Cambio de estación

Hay olores que te transportan. A lugares, a momentos, a sentir sensaciones pasadas, recuerdos. Como el olor de la mandarina, que siempre me recuerda al invierno, al frío...como el olor de los puestos de castañas en la calle, cuando lo ves ahí, en su lugar de siempre sientes que ya estamos en otoño. Dicen que el olor es capaz de recordarse toda la vida y que incluso cuando pasan los años, si de repente hueles algo que te es familiar eres capaz de asociarlo inmediatamente con una imagen. Es lo que los expertos en publicidad llaman Aromarketing.

Es curioso, pero es cierto, es como el olor del chocalate Nestlè, siempre me recordará a la casa de mis abuelos. Si cierro los ojos soy capaz de recordar cada detalle. Como el olor de la chimenea, del café o de las tostadas recién hechas. Me recuerdan a las mañanas de los sábados, a los días libres, al descanso. El olor a leña me recuerda a la casa de mis tios, donde siempre hay una chimena y una buena comida esperándote en invierno. Es curioso el poder de los sentidos.

Yo aún puedo recordar perfectamente el olor de mi madre. Al perfume de rosas. O el olor de mis hermanos cuando eran bebés o el olor de mi amor, cuando alquien pasa por mi lado, de repente es como si hubiera sido él el que hubiera pasado por mi lado. Siendo tan sólo el olor de un perfume.

Esta tarde acabo de ver el primer anuncio de Navidad. Adelantando las estaciones del año cuando hace tan sólo un segundo estábamos en verano. La verdad es que siempre he dicho que me encanta el verano, mucho más que el invierno pero después de tantos meses de calor echo de menos la manta en el sofá, nuestro edredón de plumas, suave y calentito. Me encanta habalr en la calle y ver como sale vao de nuestras palabras. Un buen café rodeada de amigas, una tarde de invierno o pasear con el olor a lluvia.

Parece que sí, que el otoño ha llegado...

A mi Jelen

Dicen que hay gente que nace estrella...y ella lo es. Mi cafelito de hoy es para ella, por ser mi mejor amiga, por estar siempre ahí, porque juntas las horas pasan y las conversaciones son inagotables. Porque a pesar de todo, el optimismo es su norte y siempre tiene una sonrisa dibujada en la cara.

La conocí hace...cuanto tiempo, éramos tan sólo dos adolescentes que estudiaban ansiosas una carrera, que sabían que habían llegado hasta allí guiadas por una vocación imparable. El periodismo unió sus vidas para siempre. Recuerdo tantas y tantas anecdotas en aquel piso de Villa...en clase, yo cogiendo apuntes y tu escuchando. La multitud de trabajos hechos a última hora, a contrareloj. Cuántas risas y agobios en las salas de edición, en ese pequeño zulo, robando imágenes de Antena 3. O preparando aquella famosa redacción del Arbol y las Nueces, cuando a las 5 de la mañana del día anterior de la entrega ni siquiera sabíamos de que iba el libro. O nuestras exposiciones en clase, como las odiábamos...Cuando me recogías en Alfredo y a veces, a media mañana nos escapábamos a desayunar a la cafetería del A, o a la Sociedad o a las Escaleras del C a tomar el sol...Las tardes de Radio con Juanjo, lo que nos reíamos escribiendo en la agenda, con los comentarios de María y mirando ese gran reloj de la pared donde la aguja se quedaba parada sin avanzar y la tarde se hacía interminable. La de veces que me explicabas los temas, con tus originales ejemplos. Y nuestras siestas!! en esa cama de 80 con el ventilador a punto de rebentar. O nuestro gran viaje a Cuba, cuando nos hicieron esas trenzas...nuestros mojitos en Varadero y nuestra firma en la pared de la Bodeguita del Medio.

Podría seguir horas escribiendo tantos y tantos momentos...cómo nuestra etapa en Sevilla. Tocando a puertas y empapelando las paredes con nuestro CV. En mi piso de Triana o aquella semana de guía turística por Jerez...

Ahora ha pasado el tiempo y seguimos estando aqui, las eternas amigas del alma. Seguimos estando ahí, compartiendo grandes momentos juntas, como el día de mi boda..y tantos que quedan por llegar, que aún te queda ser madrina...y a mi verte llegar al altar...jejejeje.

Gracias gorda, porque este fin de semana juntas hemos arreglado el mundo. Gracias por tus consejos, por tu optimismo y simplemente por ser como eres. Una gran amiga.

Te shero mor.

 

Un nuevo comienzo

Se levantó temprano y se detuvo a abrir los ojos lentamente, despacio, saboreando cada segundo del día que le esperaba...se permitió estar unos segundos en la cama, con los ojos abiertos y el corazón latiéndole desesperado en el pecho...Había llegado el gran día. Su día.

Salió de la cama y aún no había salido el sol. Fue andando hasta el cuarto vecino. Su cuarto. Donde había vivido tantos y tantos momentos, su refugio, su rincón favorito, su paraíso propio y privilegiado. Se detuvo en el umbral varios minutos y miró soñolienta lo que había sido su pequeño mundo. Las paredes estaban vacías, ya no había cortinas, ni cuadros, ni fotos que recogieran recuerdos. Le decía adiós a toda una vida, para comenzar una historia diferente, llena de experiencias por descubrir. Se sentó en la cama y miró su traje de novia, perfectamente colgado del dosel de su preciosa cama, una cama que dejaría de ser suya ese mismo día. Para pasar a su niña perfecta. Miró detenidamente el velo, los zapatos, la cruz de su bisabuela que ella llevaría orgullosa. Miró la liga con un lacito azul, regalo de sus primas y que marcaría el comienzo de una nueva vida para todas ellas. Se detuvo a mirar cada volante y a admirar el traje de sus sueños. Allí estaba, el comienzo de una nueva vida. Una vida con el mejor hombre del mundo. Su hombre. Su amor. Su otra mitad. Sonrió nerviosa para sus adentros y se tumbó en un lado de la cama, con mucho cuidado para no arrugar nada. Y se permitió recordar, saborear lo que había sido su vida y lo que estaba a punto de suceder. Aquel era el día de su boda. Su 13 de septiembre. Su nuevo sendero en el camino.

Pensó en la de veces que había soñado con ese día. Recordó tantas y tantas noches tumbada en su cama, con la luz tenue de la lamparita iluminando las hojas de una libreta, donde ella escribía desesperada sus historias de amor, primero, historias de niña, más tarde las de una jovencita enloquecida y por fin, varias historias de adulta...Aún conserva todas las libretas que han marcado su vida, su historia.

Recordó cuántas veces había imaginado al hombre de su vida. Cómo sería, donde viviría, cuáles eran sus sueños. Hoy ese hombre le esperaría al pie del pasillo, y era mejor, mejor de lo que ella había imaginado. Respiró profundamente y miró a su alrededor, nerviosa y ligeramente preocupada porque todo saliera perfecto.

Esa mañana pasó como un suspiro y de repente se vio en el coche. Rodeada de volantes de sueños, sintiéndose bien, segura y bella como nunca. Su padre le abrió la puerta despacio y le ofreció su mano una vez más, la mano que era su salvación, la mano que le había guiado durante 27 años. Ahora se la sujetaba una vez más, seguro, orgulloso, mirándole fijamente y diciéndole que estaba preciosa. El corazón le latía con fuerza pero de repente ya no estaba nerviosa sino tranquila. Se detuvo unos segundos ante la puerta, mirando el pasillo, repleto de personas que significaban algo en sus vidas. Anduvo despacio, saborenado el momento, llenando sus pulmones con su alegría...y entonces lo vio. Allí estaba, con sus ojos color de avellana y su mirada profunda, sonriéndole, con los ojos ligeramente brillantes, tan guapo, tan apuesto, tan orgulloso. Allí estaba él. Su nuevo camino, su nuevo destino, su amor. Le dio su mano, sabiendo que comenzaban una nueva vida, donde superarían juntos todas las dificultades de la vida. Compartiendo alegrías y luchando contra la vida. Pero lo superarían. Nada podrá derrotarlos. Poruqe están juntos, de la mano. Para siempre. 

De Regreso

Cómo empezar a escribir tantas y tantas historias que me han ocurrido desde que cerré el cafelito ese mayo del año 2006. Han cambiado tantas cosas...Hoy he decidido retomar este rincón de mi vida, porque sé que hay personas que aún leen el cafelito, de vez en cuando, cuando se acuerdan. Siguen estando aquí, tantas memorias, tantos recuerdos.

"La noche que te encontré" fue mi último artículo y la primera vez que escribí sobre Nacho, hoy, mi marido, el amor de mi vida.

Sí, ahora soy una mujer casada, ni siquiera aún he hecho un mes, el día 13 de septiembre de 2008 fue el gran día, un día que he de reescribir para que tantos recuerdos no se desvanezcan porque aún hoy, recién llegada de mi Luna de Miel, los recuerdos de ese día se agolpan en mi cabeza, haciéndome sonreír a cada instante.

Todo comenzó con la llegada con mis amigas de Madrid, nuestra gran comidita el día de antes, con los nervios a flor de piel. La noche de antes, sin apenas poder dormir, con mi traje de novia colgado del dosel de mi cama, el traje de mis sueños.

La hora de vestirme de novia siempre permanecerá en mi recuerdo...con aquellos problemillas que tuvo el vestido pero aún así todo quedó perfecto. La salida de mi casa del brazo de mi padre y la entrada a la Iglesia...qué decir de ese momento? cuando vi a mi futuro marido en el altar, esperandome...esa mirada permanecerá siempre en mi recuerdo y en mi corazón.

Luego todo forma parte de un ir y venir de imágenes, la celebración en Villa Tiberio, todo lo que nos reímos, cuando abrazadas las cinco lloramos por nuestros años en Villa y porque aún hoy, esa amistad sigle latente, tan fuerte como el primer días. Todo el mundo que quería estaba allí, bueno, no todos, otro observaban desde arriba.

Recordaré siempre ese "Is raining Man" subidas al escenario, con esa pedazo de cantante, que fue el broche de oro del día. Así como el momento de bailar "nuestra canción" con mi amor o ese "Ya te encontré" con mi Flaca. Las sevillanas en el césped...el momento del baño...el baile final. Podría continuar durante horas escribiendo sobre el día de mi boda porque fue, sin duda, el mejor día de mi vida.

La salida en el Mercedes de Ina, con Nacho conduciendo y yo de copiloto, con todo el traje de novia...toda una postal de felicidad.

Y ahora estoy quí, De regreso, intentando reorganizar mi vida, mi nueva cas ay mi nuevo hogar. Hoy regreso a muchas vidas, incluída a este rincón El Cafelito, que hoy retomo. Bienvenidos de nuevo. 

 

La noche que te encontré

Aquella noche yo llevaba un vestido blanco. Zapatos rojos. Como Makvala predijo en su sueño. Era una noche de finales del mes de abril, yo volvia de un evento y llegué a Suite una de las primeras. Allí estaban todos. Era el cumpleaños de Loli la noche que te conocí. Jamás se me pasó por la cabeza que aquella noche sin premeditar, aquella noche en la que yo estaba rodeada de gente mayor, aquella noche en la que yo bostezaba y pensaba irme temprano a la cama, aquella noche en la que yo iba a huir, sigilosa, sin que nadie me viera. Esa noche apareciste. La luz era difusa en la discoteca, todo estaba un poco borroso, pero allí estabas, hablandome por primera vez. He de decir que aquella noche no pensé que hoy, tres meses después podría decir sin vergüenza ni miedo, feliz como nunca, que por fin te he encontrado. El hombre que tantas veces soñé, aquel que ya pensaba que nunca encontraría.

Siempre estuviste cerca. Tu padre y el mío íntimos amigos y nosotros jamás coincidimos. Pero aquella noche el destino quiso unirnos y desde entonces hemos sido incapaces de separarnos. Yo ya me he convertido en una adicta a ti. 
Jamás pensé que querer a alguien sería tan sencillo, tan fácil, tan natural. Llegué a pensar que este sentimiento de dicha, capaz de ahogarme a cada paso, no existía o que definitivamente no estaba hecho para mi, porque por más vueltas que daba no lograba encontrarte. Ahora por fin estás aquí, no te has ido, sigues cerca, atento, inigualable...No te voy a poner nombre aquí. Porque esta no es mi vida real. Tú formas parte de la verdadera, en la que me despierto todos los días regalándote una sonrisa y tu a mi un beso. Esas noches que tan solo nos pertenecen a nosotros, y a nadie más. Han pasado sólo tres meses desde aquella noche, desde ese encuentro que Makvala predijo...desde aquella noche en la que yo dejé de ser una sola persona para convertirme en tú cómplice...sólo para ti.

Regresando...

Es curioso como pueden olvidarse algunas cosas. Yo llevo tiempo olvidándome de tomar café. Quizás por mi trabajo, quizás porque paso escribiendo demasiado tiempo, quizás porque ahora mi vida ha cambiado, quizás porque ya no me siento una única persona...

Ahora todo es diferente, ahora todo es mejor. Pero de vez en cuando entro en este rincón que una vez fue mi vida y hoy me he sorprendido mientras leía. He sido una simple observadora de mi vida, leyendo algunos capítulos, de momentos y de situaciones que alguna vez me hicieron reir e incluso, llorar. He leído como la que estaba leyendo un libro, como si la protagonista no fuera yo, como si esos sentimientos de los que hablo nunca me hubieran pertenecido y he pensado, ya es hora de regresar...Y aquí estoy. Un poco más mayor. Un poco más sabia, pero a veces también un poco ingenua.
Ahora voy a seguir leyendo esos retazos de vida que una vez dejé plasmados aquí, aquellos días, no tan lejanos, en lo que yo adoraba tomar café...
Un beso para todos los que alguna vez habéis formado parte de esto...

La botella de diciembre...

Los que me leéis a menudo, sabéis que un día yo creé el tema “En una botella...”. En dichas botellas de vidrio yo metería buenos recuerdos, cada vez que estos acudieran a mi mente. Bien, pues el mes de diciembre no forma parte de mis archivos pasados en el Cafelito y por lo tanto se merece una gran botella de cristal, porque queridos amigos, diciembre de 2005 ha sido para mi un mes especial.

  Mi botella contendría: “ En primer lugar, aquella tarde en la clínica, cuando todo quedó resuelto, como un malentendido, el día en que por fin volví a respirar...El día 10 de diciembre, dos días antes de cumplir mis 25 años, en mi casa tuvo lugar una fiesta. Una fiesta estilo árabe que reunió a mis mejores amigos y que se convirtió en una de las mejores noches de mi vida. Metería el Cuz Cuz de Zora, el cuadro de girasol regalo de mis primas, el ver a mi Flaca de nuevo, metería la tarde en que decoramos el sótano y el momento en que encendí las 500 velas con mi Jelen.

En mi botella de diciembre metería también mi viaje a la Riviera Maya con mi familia. 16 personas en total. Metería el día 26 a las seis de la mañana, cuando todos nos encaminamos hacia el aeropuerto de Málaga, soñolientos y con ojos brillantes y expectantes de emoción. Metería el Hotel Bahía Príncipe Akumal, con sus piscinas, sus playas y sus animadores. La tarde en que mi maleta llegó a la recepción, dos días después de estar extraviada. Metería Chichén Itzá, el antiguo poblado maya que visitamos y los 90 escalones que subí de aquella pirámide. Dentro de mi botella estaría la tarde en Xcaret, cuando con mi sobrino Keanu en brazos él se reía mientras yo le decía Mimimimi...Sólo él sabe por qué le hacía tanta gracia, metería sus carcajadas, y el verlo colorado por el sol y con arena en los pies. Metería la tarde en que todos aprendimos a bailar merengue y el día en que mi hermana Piluca probó el tequila. Metería la noche en la Hacienda Doña Isabel, el día de fin de año y la marcha de mi hermana, mis cuñadas y yo. Metería el momento en que volvíamos a la habitación y yo me coloqué el gorro de explorador del chico que conducía el trenecito mientras Virginia tocaba el pito..Metería el chiringuito de los columpios de madera y el Daikiri de Fresa. Metería el día 31 a las 5 de la tarde, cuando en España tomabais las uvas y nosotros brindábamos con tequila...Metería todo el país de México en mi botella, su gente, sus costumbres, su comida y su hospitalidad.

Y como no, metería mi vuelta a España, el día de Reyes y uno más, por la cosa de que fueron especiales...

Demasiado tarde...

“...Seguramente él pudiera haberle ofrecido mucho más, le podría haber dado más cariño y más amor del que le dio, pero sin saber por qué, no lo hizo. Simplemente dejó pasar el tiempo, los momentos y no iba a los lugares donde pudiera estar ella. En silencio sabía que quizás estuviera cometiendo una equivocación pero jamás hizo nada para remediarlo. Siempre la miró con ojos distintos, desde el principio, desde los comienzos de sus vidas, pero él siempre bajaba la mirada por el simple hecho de ser ella. Así pasó el tiempo y con él, ellos dejaron de ser niños para convertirse en personas adultas.

Una noche, se dieron mucho más de lo que hubieran imaginado, simplemente se dejaron llevar por un sentimiento que quizás antes ya estaba allí o quizás no, eso nunca lo sabrán. El caso es que ocurrió algo entre ellos, sin que lo esperaran, cambiando por completo sus esquemas, poniendo patas arriba sus vidas. Después de aquello ya nada volvería a ser como antes.

  Quizás él podría haber dado mucho más de lo que dio y quizás ella también hubiera podido hacer algo más de lo que hizo, pero no lo hicieron. Pasó el tiempo y se hicieron más adultos de lo que eran, ambos continuaron sus vidas, sus historias, sus amores y sus pasiones. Quizás en su interior a veces recordaban aquella noche, como algo lejano que ocurrió sin pensarlo, sin esperarlo, fue real y la vez incierto, porque quizás ninguno sabía lo que hacía...  Ahora ya es tarde, el tiempo transcurrió deprisa y las arrugas en sus rostros les devuelven a la realidad de sus vidas cada día..” 

Es curioso como cometemos errores en la vida, como vemos pasar ante nuestros ojos a personas especiales y las dejamos pasar, las dejamos ir como si no nos importaran más de lo necesario y quizás, sólo quizás, en un futuro nos arrepentiremos pero entonces nos damos cuenta de que ya es demasiado tarde y que ya nada tiene remedio. Alguien me dijo una vez que debía vivir la vida al máximo, sin dejar nada por hacer en el camino, sin arrepentirme de mis actos, actuar como me dictara el corazón en cada momento, no dejar nada por hacer y siempre agotar todas las vías posibles. Hasta ahora le he hecho caso y parece que sus consejos han dado el resultado esperado. Desde entonces no dejo nada en el camino, puede que quizás me arrepienta...pero sólo de lo que no he hecho...y funciona. Creedme que funciona.

Desprendiéndome...

Desprendiéndome...

Que maravilloso es desprenderse de cosas. Cosas que antes te agobiaban y no te dejaban respirar. Yo me he liberado de unas pocas y me encanta el sentimiento que eso me produce. No hay nada mejor que liberar los sentimientos, dejar de sentirlos cuando te hacen daño y empezar a vivirlos cuando te apetezca.

  Nadie debe decidir por ti, tú lo haces porque quieres, porque sinceramente te apetece, eres capaz de liberarte de ellos sin reproche, sin miedo, afrontando lo que haces porque lo haces porque quieres. 

Yo me he liberado de algo muy importante, no hace falta que lo arrancara como había pretendido hacer muchas veces, el sentimiento se fue solo, cuando me quise dar cuenta ya no estaba y ya no me hacía daño. Ahora me siento libre, libre y feliz porque ya nada me ahoga. 

Es como si un día hubiera abierto mi ventana y hubiera gritado fuerte, liberándome de todo lo que antes me hacía infeliz, sacando de mi alma cada mal sentimiento y liberando a mi mente de cada pensamiento incierto...Se acabaron los malos presagios. Ahora voy a levantar la cabeza, muy alto, para no perderme nada, ya sea bueno o malo, no importa...

  Este es mi propósito de año nuevo, que aunque tarde, tenía que decíroslo. Siento haber estado ausente pero durante todo este tiempo he estado ausente de muchas cosas y me he reencontrado con otras. El Cafelito entra en el 2006...

¿Cómo eres?

Hoy alguien me preguntó eso en sueños, ¿qué cómo soy?, pues...soy de muchas maneras. Si tuviera que describirme a mi misma diría que soy una incondicional de mi familia, una adicta más bien. Adoro los sábados porque es el día que nos reunimos todos en casa de papá. Tengo siete hermanos. Soy a veces un poco insegura y creo que no voy a lograrlo...aunque luego siempre lo consigo, me encanta ver que eso ocurre. También soy a veces un poco cabezota, hay quien dice que soy mandoncilla, si ellos lo dicen.. ; ).

Adoro a mis amigas y me encanta estar con ellas, aunque mi hermano diga que es infantil, me encantan las horas de botellón con ellas, porque es donde más hablamos, bueno, y todas las tardes de cafelitos...habla que te habla. También soy charlatana.

Me encanta leer, si un libro me atrapa desaparezco hasta que lo termino. Y escribir. Un secreto es que hay días que no puedo acostarme si no escribo alguna cosa, aunque sean dos líneas. Adoro escribir y he convertido ese vicio en mi vida y en mi trabajo.

Soy risueña, me encanta reír a carcajadas, a veces también discuto e impongo mi criterio por encima de todo, eso a veces me trae problemas. Pero soy de las que pide perdón. Soy muy hermana con los dos pequeños de la familia. Me encanta llevarlos al cine, a la bolera y ver como mi hermano de seis años me gana. Con mi hermana Camila tengo algo especial, es mi amuleto. Tengo cuatro sobrinos maravillosos. Hay quien dice que se me ve el plumero con Davichi.

Me encanta el Café, que duda cabe, y las infusiones, soy una adicta a la manzanilla. Tengo 34 primos hermanos y seis primas especiales, no podría vivir sin ellas. Tengo un perro que se llama Kamut y mi casa se llama Nana. Adoro el mar y tomar el sol, sobre todo en la playa de Bahía. Me encanta el café con hielo en las tardes de verano, después de haber pasado todo el día al sol. Esos son momentos favoritos. Me encanta Benabola, sobre todo con mi flaca.

Tengo la suerte de poder decir que me gusta mi trabajo. Trabajo en una revista social. Siempre quise ser periodista, jamás dudé de mi vocación, ahora he descubierto que tipo de periodismo me hace feliz, por fin lo he encontrado.

Soy enamoradiza por naturaleza aunque aún mi hombre no ha aparecido ante mi. Me encanta que me abracen, es más, si tengo que elegir prefiero que me abracen a que me besen. Me encanta que me hagan cosquillas. He tenido aparato y soy un poco vaga para el deporte.

Pero sobre todo, tengo una graaaan familia a la que adoro. Y amigas...puedo decir que soy feliz y..eso es lo único que importa.

Incertidumbre

No me gusta la incertidumbre. Es más, creo que no hay sentimiento en el mundo peor que ese, bueno, después del odio y la envidia. Después de esos dos sentimientos va la incertidumbre. Hoy habita en cada parte de mi ser y no puedo borrarla. Lo intento pero es inútil.

Puede haber algo peor que la incertidumbre? esa sensación de nerviosismo, de ahogo, que se te atraganta en medio del estómago y no te deja respirar. A mi me agota. No sé que me pasa hoy, será que estoy como el día, nublada por dentro y por fuera. Será porque es martes, o porque acaba el mes de noviembre, será porque ayer recibí una llamada que no me hubiera gustado recibir. Estoy preocupada. Estoy nerviosa y mi cabeza da vueltas a mucha velocidad. Que malo es pensar. Imaginar cosas, pensar siempre lo peor, darle vueltas a algo que desconoces, haciendo conjeturas, imaginando el futuro. Todo es por culpa de la incertidumbre.

Hoy estoy un poco rara, por mucho que escribo...y mira que tecleo rápido, para sacarme de dentro este sentimiento de nervios y locura, por más que intento describirme hoy no lo consigo, y las palabras no suavizan mi alma que hoy está hambrienta...

No sé que pasa...me siento extraña y no me gusta. Eso es todo. Fuera incertidumbre...fuera...

A mi Amy

A mi Amy

Este Cafelito estaría totalmente incompleto si no dedico ya un homenaje a ella. A una de las personas más importantes de mi vida. Desde que tengo uso de razón, siempre ha estado ahí, conmigo. Juntas con pañales, juntas dando los primeros pasos, juntas tirándonos de los pelos, juntas jugando, juntas aprendiendo a ser adolescentes y ahora, juntas aprendiendo a ser un poco más adultas.

Si tuviera que señalar a la persona que mejor me conoce por encima de todas las cosas, mi dedo la señalaría sin dudar. Antes de que yo diga nada, antes de que se me escape una lágrima, antes de que yo me ría e incluso antes de ir a contarle algo, ella ya lo sabe. Sabe como voy a reaccionar, sabe lo que pienso y como me siento, tanto que a veces me da incluso miedo. Ella es por encima de todo mi prima y mi amiga del alma. La que me hacía trampas eligiendo los pin y pon, la que me despertaba a media noche para jugar a las profesoras, la que me sigue de casa en casa, la que un día provocó que yo le lanzara un pegamento...Ella es la que me ayudó a superar el gran golpe de mi vida. Con ella compartí mi primer cigarro, mi primera copa, mis primeras experiencias con los chicos; con ella bailé mi primera canción y ella fue la primera que me dio un café con sal después de una noche desastrosa.

Para describir lo buena persona que es, me quedo corta. Es buena, cariñosa, una amiga incondicional, una prima cien por cien, mi confidente, mi hombro, mi teléfono, mi mano amiga, ella es a veces mis propios ojos, la que ven lo que yo no soy capaz de divisar. Mi niña, no puedo más que darte las gracias por estar siempre, siempre ahí.  Por demostrame que por muy lejos que nos hayamos encontrado a veces tú nunca has dejado de estar ahí, dándome la mano en la distancia. Ahora que tengo la suerte de tenerte cerquita vuelvo a ser un poquito más feliz porque con sólo alzar un poquito la voz, tu ya estás a mi lado. Ya te he dicho muchas veces que no soy capaz de imaginar mi vida sin ti, porque eres mi otra mitad y mi otro yo. Muchas gracias amore, por todo, MIL GRACIAS. TK

 

PD: He elgido esa foto, primero porque estamos juntas y segundo, porque es tu ciudad preferida...