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El Caldero de la Bruja

TOM Y LA PUBLICIDAD

Sí, hablo de Tom Cruise, que últimamente parece que tenga el don de la ubicuidad. Nada como una campaña de publicidad para encontrarte a un actor de Hollywood hasta en la sopa.
Reconozco que cuando tenía 15 años era una de mis debilidades. De hecho le estaré eternamente agradecida porque gracias a él descubrí la “Fotogramas”. Pero todo tiene un límite y, francamente, la sonrisa "Profidén" de Tom Cruise empieza a producirme pesadillas. Eso por no hablar de la cada vez más cargante manía que le ha dado de unir las promociones de sus películas a la promoción de la cienciología. O, peor aun, de sus relaciones amorosas.
Siempre he pensado que los actores, todos, demostrarían gran sensatez si mantuvieran su vida sentimental, y en general, su vida privada, en secreto. No por una cuestión de intimidad, sino más bien de credibilidad. Por ejemplo, todavía recuerdo la sensación de estafa que me produjo “El primer caballero”, con Richard Gere haciéndose pasar por un caballero cristiano. Cierto que un actor quizá hubiera hecho creíble la escena en la que tiene que pasar la noche rezando. Pero yo no podía evitar pensar que ese tío es budista y que qué narices pintaba rezando padrenuestros.
Y con Tom Cruise cada vez me pasa más. No me resulta creíble. Tanto hacer el tonto por los platós de televisión, pues al final no me meto en la peli y sigo viendo al señor que hace el imbécil en las televisiones de medio planeta. Y, ¡qué narices! el cine está muy caro y no es cuestión de pagar por ver algo que no me va a gustar.
Lo siento por Steven Spielberg, porque el trailer prometía bastante, pero debería haberlo pensado antes de meter a Tom Cruise a hacer promoción. Quizá haya personas a las que les convenza, sin embargo, yo he decidido que prefiero ver “Batman beguins”, que igual es peor, pero al menos no me se han quitado las ganas de verla con una promoción excesiva y majadera.
Y es que es lo que tiene que te enseñen a tener criterio cuando vas al colegio, que luego lo utilizas. Así que, ya puestos, tampoco pienso ir a ver King Kong. No voy a dejar que un solo céntimo de mi dinero vaya a parar a un tipejo que se cree que porque es millonario y famoso puede conducir por carreteras públicas a 300 kilómetros por hora.

¿Y QUÉ HAGO YO CON TODO ESTO?

En mi casa estamos de mudanza. A falta de que se firmen las escrituras de venta de la casa, ya está todo listo. Por suerte el piso nuevo está cerca y podemos ir bajando las cosas poco a poco. Sin embargo, parece que de repente la casa se ha llenado de trastos inútiles.
En principio parece muy fácil, meter todo el contenido de los armarios en cajas. Hasta que una descubre el contenido de los armarios. Y además resulta que es de mis hermanos. Porque, vamos a ver ¿qué hago yo con la colección de muñequitos de plomo de mi hermano el pequeño? ¿O con los apuntes del mayor? Eso por no hablar de la colección de libros escolares de EGB que hay por casa. Tirarlos queda descartado, así que habrá que donarlos a algún sitio, para algo servirán, digo yo.
Y si nos metemos con mis cosas. Bueno. Es algo surrealista. Desde mi colección de tazos hasta los apuntes de la carrera. Hasta he reencontrado la orla. ¡La orla! Parece mentira, con la ilusión que me hizo en su momentos y ahí estaba, olvidada en una estantería y llena de polvo. Más o menos como el título.
Pero si sólo fuera eso. También están los libros, decenas de ellos, las fotos, los adornos, mi colección de "Fotogramas"... Hasta he encontrado el corcho de una botella de cava con una fecha escrita. ¿Para qué narices guardaría yo el corcho de una botella de cava, si además soy abstemia? Y cartas. Resultados de mudanzas anteriores y de tener amigos repartidos por media España.
Ni que decir tiene, también he encontrado mis viejos diarios. Menos mal que los recuerdos ocupan menos lugar que los cuadernos en los que están escritos. Y que el ridículo que produce leer ciertas cosas.
Hay que fastidiarse la de trastos que pueden encontrar cabida en el pequeño espacio de mi habitación. Y lo difícil que es decidir que hacer con todas ellas. Y me pregunto porqué algunos objetos, por inútiles que parezcan siguen produciendo en mí tal efecto que me resisto a tirarlos a la basura y les busco un hueco en las cajas, a la espera de que en la próxima mudanza sea capaz de deshacerme de ellos y de los recuerdos que tan poderosamente invocan. Mientras tanto, me siento como Frodo, incapaz de deshacerme de esa anillo único que son "mis cosas". Pero sin dejar de preguntarme dónde narices va a caber tanto trasto.

YA LO ENTIENDO

Me ha costado, pero al fin he entendido todo el asunto de la manifestación de hoy en defensa de la familia. En realidad es un anuncio de Pepsi Light. Para los que no conozcan el anuncio: una chica pide una Pepsi Light y tras probarla, descubre que está muy buena, así que se pone a hablar, así en plan Vito Corleone: “Te he pedido una Pepsi Light y tú me has puesto otra cosa. Sirviéndome algo distinto a lo que he pedido me estás ofendiendo a mí y a mi familia...”. Lo ideal hubiera sido contratar a Marlón Brando, pero como se murió, pues nada, a la Iglesia católica española. Total, tampoco hay mucha diferencia.
¿Absurdo? Casi tanto como las excusas que se han dado para celebrar la manifestación de hoy.
Al fin y al cabo, no veo yo en que pueda afectar a mi familia, que es la más cercana que tengo, el hecho de tener un matrimonio gay viviendo enfrente de mi casa. Es que por más que le doy vueltas, no lo entiendo. ¿Qué los homosexuales no pueden tener hijos entre sí? ¡Joder y los curas tampoco! Ni las monjas, o los obispos, o los cardenales o los frailes.
¿Qué el ejemplo de unos padres homosexuales puede ser malo para unos niños? Supongo que no tanto como tener un padre maltratador, de esos que tanto ha defendido la iglesia católica durante toda su historia. Eso suponiendo que haya algo de malo en el hecho de que dos personas se quieran y decidan vivir juntas.
Tengo la sensación de que todas esas personas que defienden a la familia tan encarnizadamente se han olvidado de que la familia es el mayor nido de problemas de nuestra sociedad. Maltratos, abusos, conflictos, desavenencias...La lista es larga. Y, por favor, que no me vengan con que la culpa es del divorcio, porque es mentira.
A ver quien es el guapo que conoce una familia en la que no haya hermanos peleados, hijas que no se hablan con sus padres, madres que no se tratan con sus suegras, cuñados que no se pueden ni ver.
Vamos hombre, que dentro de seis meses no habrá revista femenina que junto al catálogo de regalos para estas navidades no traiga un especial sobre como pasar las navidades sin discusiones y con buen rollito delante del pavo y el turrón. Eso por no hablar de todas las personas que están planeando las vacaciones mientras rezan para que cualquier imprevisto les impida reunirse en el pueblo con la familia o que el marido tenga que trabajar o que el campamento de los niños se alargue aunque sólo sea una semana.
Si la iglesia católica está tan preocupada por la familia, ¿por qué no se manifiesta pidiendo mejoras salariales para hombres y mujeres, igualdad de sueldos, conciliación de la vida familiar y laboral, leyes más duras contra los malos tratos, más comedores en los colegios, mejoras en el sistema educativo (y no precisamente aumentando las clases de religión), fin del tráfico de armas...? Pero no, lo único que les preocupa es meterse en la intimidad de la gente y controlarlos en algo tan personal como su sexualidad. Aunque para ello tengan que manipular.
Es vergonzoso que en este país todavía haya gente que se crea que la igualdad de derechos puede conculcar los derecho de otras personas.

SERES

Hace ya mucho tiempo que creo que la pena de muerte no sirve se solución a nada, sin embargo, estos días le dan a una ganas de que se reinstaure. Y aun así, no sería castigo suficiente. No al menos para los delitos de los que hemos tenido conocimiento durante esta semana. Creo que este país no había sufrido una conmoción igual desde el 11 de marzo de 2004. Aunque ahora el horror ha sido muy diferente. Supongo que todos nos hemos preguntado alguna vez si seríamos capaces de matar y en qué circunstancias lo haríamos. Pero abusar de un bebé es algo que supera con creces cualquier tipo de monstruosidad que se le pudiera ocurrir a alguien.
No alcanzo a entender que tipo de ser sobre la tierra es capaz de hacer algo como lo que nos han contado los medios de comunicación a lo largo de estos últimos días. Dudo mucho que ningún animal, ni tan siquiera la peor de las alimañas, sea capaz de algo semejante. Y menos aun con la premeditación con la que al parecer lo han hecho esos monstruos.
No creo que haya en el código penal de ningún país del planeta un castigo que haga justicia al delito cometido por estos infrahumanos ni que dé a la sociedad la tranquilidad de conciencia necesaria para pensar que estamos haciendo lo correcto, que nadie nunca se atreverá a hacer algo semejante.
No tenemos pruebas de la existencia de Dios, pero es evidente que el demonio sí que existe y es aun peor de lo que nos habían contado.

RESPETOS

Reconozco que desde que era pequeña los crucifijos me producen terror. No alcanzo a entender que haya quien decore su casa con la representación de un hombre moribundo colgado de una cruz. No lo entiendo, pero lo respeto. Igual que respeto que haya gente que cuelgue banderas de las ventanas de su casa o que ame a su tierra.
Lo que me parece irrespetable es la discriminación y los malos modos.
Carod-Rovira, de viaje oficial por Oriente Medio, nos ha deleitado estos días con unas salidas de tono más propias de un párvulo que de un diputado en viaje oficial.
No se trata sólo de la burla que ha hecho de un símbolo respetado por miles, o millones, de personas en el mundo. Es que esa burla viene precedida de su enfado porque, según él, no se respeta a la bandera catalana al excluirla de los actos a los que él debía asistir y no fue.
No simpatizo ni con la Iglesia Católica ni con Israel, pero cuando alguien exige que se respeten sus símbolos, lo mínimo que puede hacer es respetar los de los demás, sean cuales sean esos símbolos y las ideologías y creencias a las que representan. A eso se le llama educación. Y Carod-Rovira nos ha demostrado en muchas ocasiones que no sólo carece de ella, sino que no es consciente de que le falta.
No deja de ser un contrasentido que quien se molesta por la presencia de la bandera española utilice un pasaporte español para salir al extranjero.
Claro, que no se puede esperar mucho de quien negocia con asesinos para pedir que, si siguen matando, por lo menos no lo hagan a ciudadanos catalanes.

MONARQUÍA, REPÚBLICA O ALGO

Tras el anuncio del embarazo de Doña Letizia en España se ha vuelto a desatar el debate entre monarquía o república. La verdad es que nunca he entendido ese debate. Al menos no en este país. Es curioso, pero tal y como está la situación me recuerda a aquella fábula de los galgos y los podencos. O a discutir sobre el sexo de los ángeles.
Hay que reconocer que es un poco triste discutir la forma de gobierno de un país que cada día se parece más a una entelequia.
Hace poco más de un año José Luis Rodríguez Zapatero tomaba posesión de la presidencia del Gobierno en un clima de tristeza y desesperanza. Semanas antes se había producido el atentado más terrible de la historia de España causando 191 muertos e interrumpiendo de golpe la campaña electoral. Hasta ese terrible 11 de marzo habían sido muchos los candidatos que nos habían pedido el voto. Como cada cuatro años, el poder se ponía en juego y los ciudadanos teníamos el mando. ¿Y para qué? Para que esos que nos pidieron el voto con tantas ganas pasen olímpicamente de sus obligaciones en el debate más importante del año. ¿Para eso querían el voto? ¿Para poder exhibir su condición de diputados sin pisar por el Congreso? ¿Para eso ha habido tanto muertos y tantas lágrimas?
Eso por no hablar de lo paradójico que resulta que el partido en el Gobierno se someta a los dictados de otros grupos cuya máxima aspiración es tener un DNI en el que no figure la palabra España. Mientras los dos partidos mayoritarios en el Congreso se dedican discutir y a montar broncas, aquellos que reniegan de su condición de españoles se frotan las manos y se prestan a pillar cacho en forma de mayores prerrogativas económicas, que la independencia sin dinero no es tan agradable.
Claro, que poco se puede esperar de un país en el que todos los partidos políticos y medios de comunicación se dedican a hacer publicidad gratis de una banda de asesinos y de los “partidos” que lo apoyan. ¿Por qué nadie le dice al PP que ellos solitos le han hecho la campaña a esos a los que tan empeñados están en ilegalizar? Bueno, quizá han contado con la ayuda de todos los medios de comunicación que se han hecho eco hasta de las veces que sus componentes han ido al servicio en la última campaña.
Vamos, que no entiendo para qué ponerse a decidir entre monarquía o república si a este paso no va a quedar nada que gobernar, con corona o sin ella.
¿Y esta es la España ejemplar que tantas veces nos han vendido, la que pasó de dictadura a democracia gracias al entendimiento entre partidos, la que legalizó la PCE sin que se produjera ningún cataclismo? ¡Ala ya!

¡QUÉÉÉÉÉÉÉÉ!

A ver si lo entiendo, resulta que los artistas españoles, bueno, la SGAE que no es lo mismo, lleva unos cuantos años hablándonos de la cantidad de dinero que pierden con la piratería. Qué si el top manta perjudica a los artistas, que si bajarse copias de internet supone pérdidas de mucho millones, que si la piratería supone la reducción de muchos puestos de trabajo en el ámbito de la música. Y luego se sacan de la manga unos beneficios de más de 300 millones de euros. ¡300! ¿Pero no estaban perdiendo dinero?
Sin embargo, lo gracioso viene cuando explican de donde vienen los beneficios y cuál ha sido el aumento de éstos. Resulta que el aumento de beneficios por el impuesto revolucionario en sistemas de copia privada (cds y dvd regrabables, cintas de video y de casete) asciende al 155% respecto al año anterior. Teniendo en cuenta que los derechos por venta de discos o películas caen un 8,8%, nos queda casi un 150% que no pueden justificar. Es evidente que el dinero que supuestamente perdieron por la piratería no justifica el abusivo canon por copia privada. Y mucho menos esa nueva iniciativa de querer cobrar por conexión a internet. ¿Y qué más? ¿Van a decidirse a cobrar por cantar en la ducha o quizás eso es excesivo?
Lo que más me molesta del canon es que luego, cuando ves una entrevista a algún cantante tienes que oírle hablar de su entrenador privado o conocer su nueva casa, no precisamente de 30 m2, o su ropa de marca. ¿y se puede saber porqué tengo que contribuir yo a pagarle a nadie una casa en Miami o unos vaqueros de Gucci con camiseta y zapatos a juego con mis fotos familiares? ¿O con mis apuntes universitarios? Porque eso es lo que tengo grabado en lo cds de la única tarrina que me he comprado en la vida. Cosas mías. Ni de la SGAE ni del Banco Santander o del BBVA, que parece que se presten los asesores.
Y es que hay que fastidiarse, aquí todo el mundo quejándose por los gastos que conlleva dar servicio a los clientes y luego salen todos contentos en las noticias presumiendo de beneficios millonarios. Al fin y al cabo no creo que sea estrictamente necesario para nadie que Alejandro Sanz tenga una casa en Miami o que Rocío Jurado tenga que seguir sus tratamientos contra el cáncer en Huston, que aquí también hay médicos y casas. Eso por no hablar de los caprichos de otros cantantes que se comportan como si fueran insustituibles y, sobre todo, necesarios.
Deberían aprender de los escritores, que se niegan a que las bibliotecas paguen un canon por derechos de autor que luego recaiga en el lector. Eso es fomentar la lectura y lo demás, cuento.

UN PASO DE TALANTE

Ayer por fin se acabó con una injusticia en este país. A falta de su paso por el Senado, el Congreso de los Diputados aprobó la ley que permitirá, a partir del verano, las bodas entre personas del mismo sexo.
Por supuesto no es una ley que cuente con la aprobación de toda la sociedad. Por desgracia en este mundo sigue habiendo personas e instituciones que consideran que el amor entre dos personas del mismo sexo es una aberración y no algo natural. En estos últimos meses hemos oído voces que hablaban en plan apocalíptico del final de la familia y de ataque a la sociedad. Reconozco que no lo entiendo. No me entra en la cabeza que tiene que ver que dos personas del mismo sexo se casen con el resto de la sociedad y de las familias que la forman. A ver si me explico, para mi una pareja de gays o de lesbianas o de heterosexuales forman una familia. Y no veo la razón por la cual unos puedan hacer la declaración de la renta de forma conjunta y otros no. Igual que tampoco entiendo por qué unos tienen derecho a pensión de viudedad y otro no. ¿Cuál es exactamente la diferencia entre uno y otro? Si alguien es capaz de explicármelo que lo haga, le escucharé encantada.
Mientras tanto, me seguiré alegrando de que en este país hayamos acabado con una injusticia de siglos basada en el absurdo y en unas creencias que no todos compartimos. Como decía el otro día Luis Merlo: “a mismas obligaciones, mismos derechos”. Y quien no esté de acuerdo lo tiene fácil, muy fácil. Le basta con no enamorarse de una persona del mismo sexo y no querer casarse con ella. El resto podrá por fin encontrar acomodo legal para una situación que esperemos que pronto encuentre mayor apoyo social, que ya está bien de ser tan reaccionarios. Ya es hora de empezar a recordar a mucha gente que Europa ya existía antes del nacimiento de Cristo y que para entonces ya había una concepción de familia que también forma parte de nuestra cultura y de nuestra memoria histórica. Europa y sus tradiciones no empiezan con el nacimiento de un niño en un portal, tal y como muchos se empeñan en hacernos creer, la democracia en muy anterior a Cristo y la homosexualidad no se inventó en el siglo XX. Así pues, bienvenido sea este paso adelante hacía la consecución de nuevos derechos y hacia la igualdad de todos los miembros de esta sociedad.

ALGUIEN VENDRÁ QUE BUENO TE HARÁ

Parece que ese es el único refrán que se ha cumplido en la elección del nuevo Papa. Si Juan Pablo II era conservador, Benedicto XVI es ultraconservador. O sea, nada de abortos, ni investigación con células madre, ni divorcios ni por supuesto, preservativos.
Confío en que al menos nos permita tener gatos sin que eso suponga ser quemado por brujería. No olvidemos que el nuevo Papa era el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, o lo que es lo mismo, la Inquisición. Que por cambiar el collar del perro no dejamos de tener perro. Y en este caso perro guardián de la peor especie. Vamos, que si tenían problemas de vocaciones en la Iglesia el cambio de Papa no le va a beneficiar en absoluto. Yo me estoy planteando seriamente lo de darme de baja de lo que no es más que una secta cuyas mentiras se han repetido muchas veces. Demasiadas.
Y sin embargo, había que verlo: toda la plaza de San Pedro llena de gente y todos gritando como posesos al oír el nombre del nuevo Papa. Lo curioso es que yo me he quedado con la sensación de que si allí en lugar de estar Ratzinger hubiera estado, no sé, Figo o Jennifer López o Berlusconi o cualquier otro personaje conocido, los gritos hubieran sido exactamente los mismos. Claro, que precisamente contra ello quiere luchar el nuevo pontífice, con la relativización de la religión. Lo va a tener difícil. No hay que ser un genio para comprender que si empiezas a obligar a los católicos a serlo de verdad y cumpliendo a rajatabla con las normas de la Iglesia no tardarán ni un padrenuestro a pedir a gritos que les desbauticen, que nadie les pidió permiso para meterles en la organización.
Menos mal que el hombre ya es mayor y no creo que tardemos otros 26 años en vivir escenas como las de estas dos últimas semanas. Claro, que igual la próxima, por conocida, no despierta tanta expectación como ésta. Debo reconocer que yo no me imaginaba que la elección de un Papa supondría tener a tantos enviados especiales de todos los medios desplazados a Roma, ni tantas horas de televisión dedicadas a un acontecimiento tan anticuado en sus formas... y en sus fondos.
Y todo para que al final los pronósticos sólo fallaran a la hora de buscar alternativas a Ratzinger. Hay que fastidiarse.
Ahora sólo habrá que ver si los presentadores se acuerden de su nombre y no se pasen los próximos seis meses hablando del Papa Juan P...Benedicto XVI.

CANONES Y MINIPISOS

Pues nada, que ahora la dignidad de las personas tiene mucho que ver con el tamaño de su piso y con los derechos de autor que cobra por sus discos.
En lo que a mí respecta, si hace ocho años cuando empecé la uni me hubieran ofrecido un piso de 30 metros, para mí sola por un módico alquiler, hubiera firmado sin dudarlo. Total, para el tiempo que estuve en casa...Entre las clases, las prácticas, los trabajos en grupo, el salir por ahí, el cine y mi compañera de piso, que era una pesada, estaba más tiempo fuera de casa que dentro. Así que con 30 metros cuadrados para dormir, ducharme, comer algo y volver a dormir un estudiante tiene espacio de sobra. Incluso uno de esos jóvenes explotado en su primer trabajo. Con 14 horas diarias trabajando no creo que necesite mucho espacio en casa.
Además, hay que reconocer que muchos jóvenes de hoy en día viven en mucho menos espacio porque se pasan el día metidos en su habitación, escuchando música o enganchados a internet. Y ahí es donde duele.
Ahora dicen que quieren cobrar un canon por tener banda ancha y paliar el daño a la dignidad de los artistas que supone el pirateo. Es curioso que a nadie se le haya ocurrido buscar soluciones para acabar con el problema base de todo esto: el precio de los cds originales. ¿Por qué no buscan una fórmula para que sean más baratos? Sí claro, si se baja el precio de los cds Alejandro Sanz no podría vivir en Miami y muchos otros cantantes no podrían tener cochazos, ropa de marca, irse de vacaciones al Caribe o ser multimillonarios. Los pobres se tendrían que conformar con pisos de 30 metros cuadrados, como hacemos los demás, que no tenemos dinero para hipotecas de 40 millones. Por eso pirateamos, porque es la única manera de escuchar música y pagar el piso al mismo tiempo.
Claro, que también podríamos ahorrarnos la conexión a internet y usar ese dinero para comprarnos un disco al mes. Y entonces mandaremos a la porra la sociedad de la información, esa que tanto preocupa a nuestros políticos porque nos deja mal en las estadísticas. Yo lo tengo claro, si me cobran un canon por tener conexión a internet, simplemente me consideraré legalmente capacitada para piratear lo que se me ponga en las narices. Al fin y al cabo nos han condenado por un delito que no hemos cometido, pues habrá que cometerlo para no dejar en mal lugar a la justicia. O eso, o arruinar a las empresas que ofrezcan el servicio de conexión a internet con unas bajas del servicio en plan masivo.
Desde luego, no hay nada como políticos buscando soluciones. Siempre se las arreglan para que el más poderoso salga beneficiado y además, el problema quede peor que antes.

SE BUSCA GUIÓN

Se necesita guión para largometraje protagonizado por octogenario y setentón en buenas facultades, a ser posible con relación de amistad entre los personajes. Imprescindible humor e ironía y por supuesto calidad en los diálogos y la trama. Enviar a Los Ángeles a nombre de Paul Newman o a Sundance a nombre de Robert Redford. Urge. Se gratificará con el agradecimiento eterno de los amantes del buen cine y, esperemos, con algún Oscar de interpretación, retrasado, pero desde luego, incontestable.

EL AMIGO DEL LOBO

Hoy se cumplen 25 años del accidente que costó la vida a Félix Rodríguez de la Fuente, el hombre que consiguió enganchar a los españoles a la naturaleza con sus programas sobre la fauna. Nadie como él ha sabido nunca transmitir la pasión por la naturaleza y el amor por los animales. Y hacerlo con éxito de crítica y público. ¿Quién no recuerda una de sus más emblemáticas frases: “ya no se oye el canto del lobo”? Una frase que revela el amor por uno de los animales más perseguidos y odiados de nuestra fauna. Fue Félix Rodríguez de la Fuente quien consiguió salvar a éste y a muchos otros animales al lograr la supresión de las Juntas de Extinción de Animales Dañinos, además de ser el máximo valedor para la creación de refugios naturales para diferentes especies.
Es curioso, pero a día de hoy, haber trabajado con Félix Rodríguez de la Fuente constituye una de las más eficaces formas de conseguir credibilidad y aportar seriedad al trabajo de un naturalista. No quiero decir que las personas que se dedican a la naturaleza carezcan de credibilidad, simplemente, que después de 25 años el “amigo Félix” sigue siendo reconocido como el más importante protector de nuestra fauna.
Además, por supuesto, del autor de los mejores documentales de naturaleza que se han hecho nunca. Unos documentales que si reemitieran, quizá no consiguieran el éxito de antaño, pero seguro que enganchan a más de uno y que contribuyen, como lo hicieron en su momento, a que sepamos mejor donde vivimos y cuales son los otros seres vivos con los que compartimos espacio.
En cualquier caso, recordar que hoy hace 25 años que murió un hombre bueno, que quizá no fue ministro, ni presidente, ni diseñó presupuestos o firmó leyes, pero hizo mucho por nuestro país, salvando una riqueza que de haberse perdido hubiera sido irrecuperable. Eso por no hablar de que quizá sea el único adulto del mundo al que se le ha dedicado una canción infantil que refleja el inmenso cariño que sentían y sienten los niños de entonces, hoy adultos, por “su amigo Félix”.

madrid 11 de marzo

madrid 11 de marzo

¿Ha pasado un año?

ELLOS Y SUS CIRCUNSTANCIAS

La última de Maragall ha sido de juzgado de guardia. Nada como los políticos para convertir los problemas de la sociedad en un chiste sin gracia. Ahora resulta que el Gobierno de Cataluña se siente una mujer maltratada. Será que en vísperas del Día de la Mujer es lo único que le ha venido a la mente para intentar ganarse el beneplácito de la sociedad.¡Cuanta estupidez! Con lo fácil que sería hacerlo si hicieran su trabajo aunque sólo fuera moderadamente bien. Porque lo que es ahora, no llega ni a mediocre, es simplemente malo. Los políticos españoles deben de creer que los ciudadanos que les hemos votado y les pagamos el sueldo somos poco menos que imbéciles y que nos vamos a seguir tragando su incapacidad y su afan de protagonismo hasta que ellos se jubilen. Claro, que si no lo hiciéramos no se darían ni cuenta. De hecho si una epidemia acabara con todos los iudadanos tardarían en darse cuenta el tiempo que tarde en llegarles el sueldo cuando no haya nadie para pagar los impuestos.
Hace casi un año que 192 personas fueran salvajemente asesinadas en el mayor atentado de la historia de España. A lo largo de estos doce meses hemos tenido que ver como los políticos, todos, se erigían en protagonistas de una tragedia de la que no eran sino observadores y, en cierta medida, responsables por no tomar las medidas de seguridad necesarias para evitarlo. Sin embargo, ellos se sienten tan víctimas como los heridos y los familiares de los muertos y han hecho de la comisión de investigación uno de los espectáculos más lamentables de egocentrismo político que se ha visto en este país.
Pero eso sí, de dimitir nada, que esa es una costumbre extranjera. Igual que de arreglar los problemas. A punto de cumplir 50 años TVE tiene una deuda que ya la quisieramos todos para tenerla en el banco, tantos millones de euros que producen vértigo. Eleccioones tras elecciones todos los partidos prometen acabar con ella, pero la deuda no sólo no disminuye sino que aumenta. Reunido el Comité de sabios creado por el gobierno socialista se les ocurre la brillante idea de que paguemos la deuda entre todos. Vale que ellos no hayan cobrado por ese trabajo, pero eso no tiene mérito, ni para recibir un sueldo, ni mucho menos una medalla. Y sin embargo se la han dado. De haberlo sabido hubiera montado en la universidad un grupo de discusión para encontrar la solución a tan grave problema. Por ejemplo, que puesto a pagarla a escote, los afortunados fueran los gestores que la han dirigido desde que se fundó y los políticos que le apoyaban. Creo que sería más justo.
Igual que sería más justo contratar a los presidentes y ministros como "freelance". Si tu plan de viabilidad funciona y se arreglan los problemas de sanidad, fomento, educación, vivienda, seguridad ciudadana, paro...cobras. Si no, pues no. Cosas del mercado laboral. Y por supuesto, si se caen los edificios porque las obras no están bien hechas, dimite todo el mundo. Y cobran las víctimas, no los políticos.
Por cierto, que un 40 % del censo acuda a votar de momento no es un éxito, pero con comportamientos políticos como los actuales va a empezar a serlo, que ya está bien de pitorrearse de los ciudadanos, que no somos idiotas.

OLOR A CHAMUSQUINA

El que desprende el Windsor, por supuesto. Y no porque haya ardido casi hasta los cimientos, sino por las cada vez más misteriosas circunstancias que rodean el incendio: figuras misteriosas, puertas forzadas, butrones...
La verdad es que la cosa se está poniendo más emocionante que una novela de intriga. Vamos, que una no sabe si ver “Motivos personales” o los informativos de las diferentes cadenas para hacer investigaciones de salón en busca de asesinos de ficción o pirómanos reales.
Lo cierto es que la cosa pintaba raro desde el principio. Según publicaba algún periódico el lunes posterior al incendio una de las empresas que tenían su sede en el edificio había hecho copias de sus archivos dos días antes. Para las personas a las que les encantan las intrigas y los misterios ahí ya había algo raro.
Eso por no hablar de la rápida expansión del fuego y del fallo de los sistemas antiincendio. Y ya que aparezcan figuras a las tres y pico de la mañana encendiendo luces mientras el edificio ardía por los cuatro costados unas plantas más arriba. Ahí la cosa se pone realmente interesante, casi de película. No se puede olvidar que el edificio Windsor albergaba a la mayor consultora de España (que por cierto, también tenía sede en las Torres Gemelas, eso ya es ser gafe) y a uno de los despachos de abogados más importantes de España. Vamos, que no creo que entre la documentación perdida lo más importante pueda ser la declaración de la renta de algunas PYMES o el acuerdo de divorcio del vecino del quinto de nadie. De hecho, alguien sugería ayer mismo en Telemadrid que todo este asunto pueda estar relacionado con la posible entre de Sacyr en el BBVA, que se anuló el lunes posterior al incendio. Claro, que eso puede ser hilar demasiado fino.
De momento, hay que reconocer que pocas ocasiones un incendio dio para tanto.
Y es en eso en lo que no dejo de pensar: la de películas que salen de un solo acontecimiento, con tramas totalmente diferentes. Desde la comedia absurda a medio camino entre “Ghost” y “ Un espíritu burlón”, a cuenta del nombrecito del edificio y cierta familia real apellidada de la misma forma, hasta una buena película de intriga económico-mafiosa al estilo de “La caja 507”.
¿No dicen que el cine español está en crisis? Pues que hagan como los estadounidenses y que conviertan un suceso como este en un género cinematográfico. Seguro que alguna peli buena ya sale. Y a medida que se conozcan más datos, pues más pelis.

VAYA TOCHO

Me refiero, como no, a la Constitución Europea. O mejor dicho, al Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, que no sé por qué pero me da a mí que ese matiz es importante y tiene truco. Ya veremos. De momento, con referéndum o sin él los políticos ya la han firmado.
El caso es que esta mañana mi buzón estaba prácticamente invadido por la susodicha Constitución. Pero no la pequeñita esa que repartieron con los periódicos dominicales hace unas semanas, esa no, la que me ha llegado ha sido la de verdad, la que incluye todos los acuerdos. Y así como que no quiere la cosa, resulta que ha pasado de tener 174 páginas a tener más de 400. Lo peor es que llevo semanas intentando cogerle el traquillo a la historia, pero no hay manera. Es un tostón insoportable. Con lo facilita que es de leer nuestra modesta y cortita Consti. Pues ésta no. Que si líos de capitales, que si tantos porcientos del parlamento mas tantos por cientos de la población total, que si estados miembros o terceros estados. Eso por no hablar de los artículos que hacen referencia a apartados de artículos anteriores.
El caso es que quedan cuatro días para el referéndum y yo todavía no sé si el dicho acuerdo es bueno o malo porque no me estoy enterando de nada. 20 años estudiando y leyendo con la tele puesta y ahora resulta que no puedo concentrarme en uno de los libros más cortos que ha caído en mis manos. ¡Si me aburre más que "El Quijote"! Ahora me explico porqué hay tanta gente que pide síes y noes sin habérsela leído. Mira si no le podían haber pedido un poquito de ayuda a Dan Brown o a Pérez Reverte para hacerla más amena. Que la van a empezar a recetar como medicamento contra el insomnio.
A mí desde luego me está traumatizando. Y cuando esta mañana he visto el libro entero. Casi 300 páginas más de golpe. de verdad, ha sido la prueba de que los políticos y los abogados son seres aparte. Su único objetivo es escribir textos incomprensibles para tener que pedirles ayuda cada vez que queramos leerlos, y por supuesto, entenderlos, porque nunca antes estuvieron más lejanas una actividad de la otra.
Y ahora me voy a ver si consigo leerme algún articulito más. No me servirá para descubrir quien es el asesino, pero por lo menos podré fardar de haberme leído la Constitución Europea. Aunque no la entienda.

POBRE HOMBRE

Me refiero, por supuesto, a Juan Pablo II. Es difícil entender algo tan lamentable como las imágenes del Papa del pasado domingo. Reconozco que no tengo especial aprecio por ese hombre, más bien al contrario. Sin embargo, como ser humano, no puedo evitar sentir pena por un anciano de 82 años, enfermo de Parkinson y con secuelas de un atentado y varias operaciones. Y sin embargo, sigue siendo el jefe del Estado más pequeño de la tierra y el líder espiritual de millones de personas en todo el mundo. Un cargo tal vez demasiado grande para un hombre que apenas se puede mover y cuya voz es poco más que un balbuceo.
Es probable que sea él quien se niega a abandonar un cargo para el que todavía se cree capacitado. Pero los miembros de la Curia Vaticana no parecen muy proclives a intentar convencerle de que lo mejor que puede hacer es dimitir y pasar sus últimos años descansando. No porque no sea capaz, simplemente por humanidad. Nadie en su sano juicio permitiría a un ser querido en semejantes condiciones seguir realizando labor alguna. Y el Papa, al fin y al cabo, es un ser humano.
Aunque, después de lo visto el fin de semana pasado, dudo mucho que la gente le tenga tanto aprecio como aparentan. Es increíble el afán de algunos por verle y asegurarse de que estaba vivo. Si tanto le quieren y tan cristianos son, ¿por qué no esperar a que su estado de salud sea la suficientemente bueno como para que salir al exterior no suponga un riesgo para él? ¿O es que no se fían de la curia vaticana cuando de la salud del Papa se trata? Porque si es así, la Iglesia Católica tiene un problema y mantener al Papa en el cargo contra viento y marea (y contra el sentido común) no va a servir para arreglarlo.
En cualquier caso, más les vale hacerse a la idea de que tarde o temprano le llegará su hora. Y yo tengo claro que si se tratara de mi padre o mi abuelo preferiría que fuera más temprano que tarde, aunque sólo sea por no verle sufrir.

YO TAMBIÉN QUIERO UN PLAN

Sí señor, yo también quiero un plan, pero no un plan cualquiera, no, quiero uno como el de Ibarretxe. Ya lo tengo pensado.
Esta noche, cuando estemos cenando les pediré a mis padres que me dejen ser una chica independiente. Pero claro, con condiciones: yo me voy a vivir a Madrid, y en lo que voy buscando curro en algo que me haga sentir verdaderamente realizada, o sea, nada de ser camarera o cajera de supermercado o teleoperadora, no, yo quiero algo más interesante, no sé, reportera de informativos, guionista de “Siete vidas” o de “CQC”, algo así. Bueno, pues mientras me realizo, mis papis se encargan de pagar el piso, la luz, al agua, la comida y la ropa y bueno, algunos gastos extras para mis vicios.
Y por supuesto, los fines de semana los pasaría en casa para que mi mami se encargara de lavarme la ropa y de paso poder arrasar el congelador, que al fin y al cabo dicen que en Madrid la comida es de plástico (algo difícil de entender porque Mercamadrid es uno de los mayores mercados de Europa y posiblemente el mejor surtido de España, pero bueno, son cosas de los pueblos).
Pero a lo que íbamos. Ni que decir tiene que en la tarjeta sanitaria seguiría estando a nombre de mi padre, lo mismo que en el seguro del coche y de la casa, que me sale más barato.
¿A qué es una buena idea? Yo me marcho de casa porque soy especial y diferente y necesito independencia para sentirme realizada, pero mis padres corren con los gastos. Al fin y al cabo, ellos también ganan: más espacio en casa, una hija independiente y un pisito en Madrid, por si les apetece ir un día.
El problema es que a mis padres no creo que les haga ni puñetera gracia, vamos, ni a los míos ni al del noventa y nueve por ciento de los jóvenes. Al fin y al cabo, cuando uno se independiza, o se independiza de verdad o más vale que se quede en casita hasta que pueda pagarse todos sus gastos. O hasta que no necesite el paraguas institucional que le brinda España para seguir asociado a determinados organismos internacionales. Por no hablar de la cantidad de clientes que tienen en nuestro país el BBVA o Eroski o Fagor por nombrar algunas empresas cuyos dueños no creo que simpaticen mucho con el plan. Al fin y al cabo, los españoles hemos demostrado que sabemos dar donde duele cuando algo no nos gusta. Y si no que se lo pregunten a Carod Rovira.
Nota aclaratoria: Aquí la bruja resulta que es de Bilbao.

CLOSER

Rara. Es lo primero que me viene a la mente para calificar la última película de Mike Nichols. La historia de cuatro personajes cuyas vidas y sentimientos se cruzan a través de un montón de situaciones y de elipsis. El espectador se va enterado de la mitad de la historia por lo que van contando los actores en sus conversaciones, casi siempre a dos. En toda la película sólo hay dos escenas en la que coinciden más de dos personajes. Y perdón por la reiteración.
Y precisamente ese es uno de los logros de la película: los diálogos. Unos diálogos que en Hollywood habrán escandalizado a más de uno porque son abiertamente sexuales. Dudo mucho que ningún actor no porno de Estados Unidos haya preguntado alguna vez a su pareja de rodaje si se corrió. Sin embargo en “Cegados por el deseo” parece constituir uno de los ejes del argumento, las relaciones sexuales de sus protagonistas, que conocemos siempre a través de diálogos, de conversaciones intensas e inteligentes, pero increíblemente crudas, en las que las miradas y la expresividad de los actores dicen a veces más que las palabras.
El otro gran logro de la película son las interpretaciones.Y es que los actores están francamente magníficos. Especialmente brillante está Natalie Portman en un papel al que no nos tiene acostumbrados pero que va a abrir los ojos a más de un director sobre la capacidad interpretativa de la ya adulta Reina Amidala y que ya le ha proporcionado una más que merecida candidatura a los Oscar.
Sorprendente Julia Roberts, que sin ayuda de escotes ni minifaldas lleva a cabo el papel más abiertamente sexual de su carrera.
E impecables Clive Owen y Jude Law, enfrentados a dos mujeres que apenas les dan tregua, dan un recital de gestos y emociones.
Una película diferente, que en la crudeza de sus diálogos pueden encontrar la respuesta a la falta de candidaturas a los Oscars, porque aunque la historia no sea nada del otro mundo, está muy lejos de la sensiblería habitual de Hollywood al hablar de amor y, sobre todo, de sexo.

LOS GOYA

Ya sé que la victoria de Aménabar y “Mar adentro” daba para algún titular más ingenioso, pero después del maremoto del sudeste asiático la cosa sería de muy mal gusto.
El caso es que no hay mucho que comentar sobre los Goya. La noche fue de Amenábar y de su equipo. 14 bustos del pintor de Fuendetodos convierten a “Mar adentro” en la película más premiada de la historia del cine español. Y además, en la primera en la que todas las candidaturas de interpretación se convierten en premio. Para los que hayan visto la película las razones de tanto premio son más que evidentes. Para los que no la hayan visto, todavía están a tiempo.
Por lo demás, la gala fue corta, lo que ya es de por sí noticia. Pero es que además resultó divertida, entre otras cosas porque no se pretendió convertirla en una sucesión de chistes sin gracia como suele ser habitual.
Sorprendente resultó la presencia de Montserrat Caballé, que aportó frescura y algunos momentos humorísticos, como ese dúo con Resines cantando “Vamos a la cama”. Aunque le faltó algo de capacidad interpretativa, con continuas referencias a la tarjetita con el guión. Pero la idea no fue del todo mala.
Sin embargo, peor resultó esa mala copia de “Deborah Ombres”, que además de no tener mucha gracia salió en un momento inadecuado: la entrega de los premios a la mejor película europea. Después de la perorata de Resines sobre el tiempo y el hecho de que los que iban a entregar los premios no tenían guión, esa imitación de Raquel Revuelta no pegaba por ningún lado.
Para compensar, alguien tuvo la idea de sacar niños explicando algunas de las profesiones del cine. Fue sin duda lo más divertido de la noche y un toque de originalidad. No en vano, la cantidad de premios que se llevó “Mar adentro” le proporcionó algo de monotonía a la noche.
Entre las cosas que no alcanzo a entender es la masiva presencia de actores televisivos entregando premios. Y lo más chocante de todo, la mayoría procedían de la cantera de la privada: Sergi Mateu, Carmen Machi, Jordi Rebellón, Alicia Borrachero o el propio Resines entre otros. Si tenía algo que ver con los premios de interpretación o no es algo que posiblemente nunca se sepa.
Se agradece, por otra parte, el intento (fallido) de acortar los discursos de agradecimiento de los premiados, pero hay que reconocer que es un poco injusto quitarles la oportunidad de dar rienda suelta a su emoción, que en el caso de Tamar Novas fue de lo más evidente.
En definitiva, una gala entretenida y corta en la que no faltó el contenido político o reivindicativo, aunque más tenue que en ocasiones anteriores.