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El Paraíso de los Anhelos Perdidos

Musa

Mi Musa ha volado
y aún la espero sentado
en la silla de mi jardín

Tus alas se han abierto,
se han desplegado,
y volando te has marchado por fin

Una sonrisa estúpida
sigue dibujada en mis labios
mientras miro al horizonte esperando

Sé que algún día me levantaré
y me marcharé,
de mi jardín,

y aprovecharé
para salir a tu encuentro;
aunque tal vez no vuelva a verte nunca

Tú, mi Musa
has Volado


H.Utopía 14 de Enero 2002

El Paraíso de los Sueños Perdidos

Hay una Tierra en lo más profundo de cada alma, donde guardamos con llave todas las cosas que tememos de nosotros mismos, y que dejamos polvorientas y olvidamos.

Hay un paraíso donde los Sueños son realidad y las Esperanzas se cumplen sólo con desearlo.

Una vez oí a alguien decir que Dios es aquel que convierte sus deseos en realidad.
Tal vez todos tengamos un poco de Dioses.


H.Utopía 11 de Octubre 2003

Un Año

Un Año

Uno de los sueños que tengo es tener un año completo para mí solo. Irme muy lejos, a alguna parte perdida del mundo donde no me conozca nadie y dedicarme a hacer todo lo que quiera.

A veces imagino como sería ese año. En una pequeña casita despertándome con los primeros rayos de la mañana colándose por la ventana y mirando las suaves olas romper contra la arena de la playa. Siempre imagino que pasaría ese año en un lugar a la orilla del mar. Supongo que es una imagen tranquila y placentera, lo que esperaría realmente de ese año.

Me gustaría poder marcharme a algún lugar donde se hablase castellano, pero como he comenzado a descartar sitios por unas razones y otras he llegado a la conclusión de que sería imposible. Al final las mejores opciones sería Irlanda o Escocia. Supongo que sería un año frío, pero igualmente hermoso.

Me gusta pensar y darle vueltas a todo lo que podría ocurrir en ese año, aislado de todo. Me negaría a escribir cartas o a hablar por teléfono. Sencillamente avisaría de que me marchaba y que volvería en un año.

Y luego pienso en los inconvenientes y planeo que como muy pronto ese año será dentro de 5 y tendré que trabajar en cualquier cosa de la que no sepa nada para poder pagar la estancia y que soy muy casero y en seguida sentiría la nostalgia del hogar... Y me da igual, aún fantaseo con mi año. Con mi pequeña casita de sábanas blancas a la orilla del mar y con todo ese tiempo para pensar, escribir y soñar. Con todo lo que podría conocer y crecer en ese año.

Sé que no sería un año en el que hiciera algo fuera de lo común, pero sí sería un año especial, un año completamente mío. Un año en el que cambiaría todo lo que quisiese cambiar y en el que cumpliría un sueño. Sería todo lo que deseo en la vida, en un sólo año.

Azar

Azar

A veces escojo las cosas por azar. Sencillamente lo primero que se me pasa por la cabeza.
Además, tengo la firme creencia de que realmente lo hago por alguna razón, aunque no la sepa. Creo que mi subconsciente escoge esas cosas porque poseen algún significado.

También escogí así el nombre de este blog. Por eso los llamé "El Paraíso de los Anhelos Perdidos". Porque quería que fuese un lugar que albergara todos los deseos que se pierden y se olvidan a lo largo de los años.

Uno de mis deseos perdidos, tal vez par siempre. Es la infancia. No porque crea que ya soy adulto, o si quiera maduro. No que va. Sencillamente porque creo que no la disfruté lo suficiente, o que no me la dejaron disfrutar.

Por eso todavía muchas veces veo el mundo con los ojos de un niño. Y eso es lo que voy a mostraros. Un mundo de sueños, de cuentos, de ilusiones, de hadas...

Un pequeño Paraíso en los lindes de la Tormenta que es hoy el mundo

Un pequeño lugar en el que guarecerse y recordar los deseos perdidos

Me Voy

No, no. No es que deje esto y ya está. No.

Es que me voy.

Si quieres puedes seguirme.

Es por aquí

Cambios

Ultimamente tengo muy poco que contar, pero creo que voy a hacer algunos cambios por aquí.

Igual muchos más de los esperados.

Buenas Noches Madrid

Tarja


El concierto fue fantástico. Al menos Nightwish estuvieron fantásticos. Sonata Artica se cayeron del cartel en el último minuto. Lo que provocó una de las situaciones más absurdas que he visto en mi vida. Y no me refiero a cuando el hombre que picaba las entradas nos dijo que habían sido sustituidos por "el Fary" (horror horror), sino cuando subieron a tres tíos del público a tocar la guitarra para hacer el rato. Sólo les faltó decir: "¿Hay algún músico en la sala?".
Yo iba a ver a Nightwish, pero me dio bastante pena. Sobre todo por la gente que había pagado por ver a Sonata Artica, muchos de los cuales no se lo tomaron nada bien.
Eché de menos: Over The Hills and Far Away y Walking in the Air, que son de mis favoritas. Aunque me sorprendí al encontrarme con Ever Dream, Bless the Child y en parte con Ghost Love Score. Que aunque en parte era de esperar que tocasen no estaba yo seguro de que al final fueran a hacerlo.
Me tiré medio concierto echando fotos (la mayoría no mucho más que montones de manos) e hice varios vídeos (quería subir alguno, pero no hay forma). La pena es que aunque los vídeos son muy bueno no tienen sonido porque la cámara digital de mi hermana no capta sonido. Algo que no descubrí hasta al Sábado al ir a verlos.

En cuanto al resto de cosas, no hice mucho más. Andés, Bardo y Yo nos dedicamos luego a enredar y salimos bastante apretados para volvernos en autobús. De hecho no sé ni como llegamos a conseguir billetes siendo puente y comprándolos media hora antes.
La anécdota. Que no conocimos a nadie en el concierto, pero 10 minutos antes de subir al autobús unas chicas nos preguntaron que si habíamos ido y las enseñamos las fotos. Ellas no pudieron ir. ¡Qué cosas!

Nightwsih

Víspera de Concierto

Entrada


Mañana según salga de clase tendré que subir al colegio corriendo a dejar todo e ir al rencuentro de Andrés y de Fran (al cual para no confundir con elotroFran llamaré Bardo, apelativo que por alguna razón le aplicamos de forma habitual). Supongo que la ideaserá ir de tiendas y trastrear toda la tarde y luego recoger a Nando cuando salga de clase para ir directamente al concierto.
Sinceramenteno cuento con ir a clase el Viernes. Llegaremos a las mil. Al final el concierto es en La Cubierta, y además no voy a dejar a estos dos solos y colgados. O sea, que supongo que nos dedicaremos a trastear otro buen rato por la mañana y luego volvernos sobre la hora de comer para casa.

Prometo hacer fotos del concierto (si se puede de alguna forma) y colgarlas aquí.
Hasta entonces. Un saludo.

Fanlist

Llevo varios días sin escribir y sinceramente no sabía sobre qué hablar. Esta mañana, entre imprimir unos apuntes y pelearme con el PC, me he dedicado a buscar fanlist y afiliarme a algunas. La verdad es que he encontrado cosas para todos los gustos; incluso fanlist de cosas que nunca imaginé que podrían hacerse, como fanlist de los diferentes colores.
Por ahora me he afiliado a una de Alanis Morissette y a otra de Nightwish, los enlaces están más abajo. Quiero ver si doy con alguna lista (activa) de alguna película de las que más me gusta o algún otro grupo. Supongo que la lista irá creciendo a lo largo de hoy, y luego de forma progresiva (o no) a partir de ahí en adelante.

Un Saludo. Héctor

¿Crees en la Magia?

Magia


Es posible que de verdad exista la magia, que exista algo dentro de nosotros mismos que rebasa las barreras de toda aquella realidad que conocemos. Es posible que haya algo oculto que no nos atrevemos a averiguar. Es posible que el poder de la sangre sea cierto.
Quiero creer que existe algo más allá de lo que vemos. Que se me concentro lo suficiente y ahondo en mi interior seré capaz de todo aquello que desee. Quiero creer que cada instante que vivo está lleno de Magia.
No quiero soñar con dioses caídos y seres fantásticos. No quiero temer a los fantasmas y evitar su llamada. No quiero cerrar mis ojos y no creer en nada.
Deseo ser capaz de encontrarla. De asumir una verdad oculta tras todo aquello que vemos, y tomar parte en ella.

Vosotros ¿de verdad creéis en la Magia?

¿Creéis que hay que dejar el pan junto a la puerta todas las noches? ¿O que hay que quemar aquello que anheláis en la noches de Luna Nueva? ¿Qué ellos aún esperan y os guardan? ¿Qué la Magia aguarda escondida donde nunca nos atreveríamos a buscarla? ¿Que de verdad podemos ver mucho más allá a través de los espejos? ¿Y que existe un destino que podemos cambiar y del que continuamente nos avisan?
Creed, pues sólo a aquel que cree se le descubren los secretos. Creed dejando que vuestro corazón se acompase con el ritmo de ese mundo que se escapa a nuestra mirada. Creed evitando así el tedio y el horror de un mundo gris y tormentoso. Pero creed tanto en lo hermoso como en aquello oculto por las tinieblas. Creed en las dos caras de aquello que no podéis mirar.

Y sobre todo, creed que todo es posible. Creed que dentro de todos vosotros hay algo de magia. Creed cuando miréis de cara a la tormenta. Cuando os sacuda el polvo. Cuando entreguéis la llama de la vela a la Luna Vieja. Cuando os dejéis llevar por el viento. Creed que podéis lograr todo aquello que deseéis. Porque la Magia existe dentro de todos nosotros.

Relatos, Microrrelatos y Autoanálisis

Aunque llevo una temporada bastante plagada de ideas, me cuesta bastante ponerme a escribir con fluidez y facilidad, aún más si hablamos en términos de cosas largas y continuadas. Parece que ahora estoy más centrado en escribir relatos cortos y micrerrelatos (algo que al parecer se me da de maravilla, más que nada porque no hay que darle muchas vueltas a las tramas). Ahora mi empeño es dedicarme a los personajes secundarios y las tramas escondidas de las historias más largas. Personalmente me encanta crear un mundo donde el protagonismo se diluya y no nos abrumemos con una sola historia, sino que tengamos la sensación de una auténtica realidad de la que somos espectadores (e incluso partícipes). Por eso voy a dedicarme a las tramas menores e independientes que nada tienen que ver con lo más importante de la historia, pero que hacen avanzar a los diferentes personajes. Aunque, claro está, que tal vez muchas de esas "pequeñas historias" germinen (o ya lo hayan hecho en mi cabeza) en auténticas tramas de incuestionable vitalidad para la historia general.

Narradora


Según pienso todo esto, suelo hacer un autoanálisis de todo este tinglado. Y la primera vez que lo hice (y según ahondo más ello la sensación se incrementa) me sorprendí enormemente.

Normalmente las historias suelen ser autobiográficas,o al menos en parte lo son,pero dado que yo no suelo ser lo más normal del mundo (ni aunque me lo proponga) tiendo a romper algunas cosas que parecerían seguras en cualquier otro que escribiese una historia. Para empezar, a diferencia de lo que pueda parecer no soy un protagonista, algo que tengo ya asumido desde hace siglos, sino un secundario de lo más importante.
Tengo claro que a quien más me parezco es a Magdalena, ella sin duda es el personaje que más se ha empapado de mi forma de ser y de sentir. También al ser el que transmite directamente mis palabras, es sin duda la que mejor expresa lo que necesito decir. Si fuese uno de todos los personajes sería ella,porque no podría ser de otra forma.
Ariadna es mi cara más trágica, más dolorosa. Tal vez, y aunque suene horrible o duro al decirlo, es también mi parte más libre. Ariadna ha perdido todas sus ataduras, es la que más ha sufrido, pero también posee mi cara más madura y más independiente. También lleva la marca de mi nolstalgia casi permanente. Suele echar la vista atrás, pero es libre, a su pesar.
Por el contrario Eliseo carece de rumbo, en ese sentido me identifico muchísimo con él, de hecho es fácil ver que no posee una personalidad definida. La verdad es que se parece mucho a mío en ello. Él tiene la oportunidad ante él, pero la mira con miedo. Yo también he actuado así muchas veces. A mí nunca se me ha presentado la posibilidad (o la maldición) de comenzar desde cero de nuevo, pero supongo que también estaría perdido. De cierta forma Eliseo es parte de lo que yo querría llegar a ser, es una visión en parte realista de a lo que podría aspirar. En sin duda la imagen más imaginaria de mi ser, lo que no soy, pero tal vez pueda llegar a ser
Rolando es un personaje sobre el que me resulta muy fácil escribir. Es mi parte más absurda y descarada, pero a la vez tiene un lado triste y pesadumbroso. Es capaz derelajar hasta la situación más duray tensa. Y además tiene un defecto y una cualidad que me ha determinado durante años, pero que no voy a revelaros.
Y por último él. Si Magdalena soy yo, él, su amor perdido, es todo lo que yo siempre he soñado con ser, pero que sé que nunca alcanzaré. Es todo en lo que deseo convertirme, es mi más alto yo, sin defectos, sin taras; pero a la vez imposible. Tal vez por eso lo haya perdido. Tal vez por eso cayó. Porque nunca podré reconciliar del todo lo que soy con lo que quiero ser.

Una vez un amigo me dijo, que había oído decir, que la mayor mentira del cine es la de El Mago de Oz: "No hay nada como el hogar", porque vienes de un lugar en blanco y negro donde tu tía quiere matar a tu perro. Y en cambio has estado en Oz, donde has conocido gente maravillosa y has descubierto que todo lo que querías ser ya lo eras.

A las Orillas de la Laguna Estigia

Cuando todo fue cayendo en el Olvido, las viejas restricciones se rompieron. Y muchos de los viejos dioses perdieron todo su poder. Fue entonces cuando Eurídice caminó de nuevo el camino de vuelta a casa, deseosa de encontrar a Orfeo al otro lado del umbral. Soñando que la habría esperado durante todo este tiempo
En el infierno el tiempo se diluía de una forma extraña. Tan pronto tu vida parecía sumamente lejana y olvidada, como parecía que nunca habías nacido, y tu vida no era más que un recuerdo por venir. Aquello provocaba un dolor angustioso y extraño. Una sensación de irrealidad imposible, que se agolpaba sobre las dudas de no saber nunca a ciencia cierta si todo había sido real.
Cuando los dioses cayeron, Eurídice escapó del infierno. Soñó con volver a ver la luz del Sol, con escapar de aquel tormento. Soñó con que Orfeo la seguiría amando por siempre...
...Pero Orfeo había muerto.

Vagó durante años, tal vez siglos, a lo ancho y largo del mundo. Buscándole. Como el recuerdo de una vieja leyenda que ya nadie recordaba. Era el símbolo del amor trágico, y aún muerta, no se disipó del todo como el resto. Finalmente el dolor fue demasiado grande como para seguir viva y decició marcharse.
Y desde entonces vagó a medio camino entre los vivos y los muertos. En las orillas de una inmensa Laguna Estigia. Sin cruzar nunca a ninguno de ambos lados.

Una Gota de Lluvia

Una gota de agua fría cae en tu nariz y te hace sentir vivo. Se cuela de forma inexplicable por tu gorro, casi gélida y helada, como sólo las gotas de lluvia pueden serlo.
Los días de lluvia la gente camina más deprisa, los saludos son más efímeros. Y entras en el Metro encontrándote un calor inesperado, que te hace bajarte la cremallera del abrigo para que no te ases de calor. En el vagón te sientas junto a un hombre, que no para de mirarte extrañado de reojo, mientras descubres a un grupo de chicas cantando la canción de Fragel Rock, que terminan ligando con un chico cuando una de ellas menciona que estaba enamorada de uno de Los Mosqueperros y él comienza a cantar aquella vieja sintonía. Cuando bajas y sales, lo haces entre sonrisas de recuerdo, y en la boca de la calle dos chinos tratan de venderte tres paraguas a muy buen precio.
Caminas durante de horas, buscando algo que de antemano sabías que no ibas a encontrar, porque te has convencido de que nadie trabaja los días de lluvia. Porque en los días de lluvia el tiempo se detiene, como siempre que no le miras Caminas, jugando dentro del bolsillo, con esa vuelta que te dan al comprar aquel recado que no querías ir a buscar. Mientras parado esperas en un paso de cebra de la Gran Vía, cantas en tu mente la, de un tiempo a esta parte, para tí única banda sonora posible para los días de lluvia, alguna balada triste de un disco cualquiera de Tori Amos. Pero luego te olvidas y la única música es la de las tiendas junto a las que pasas y el sonido de la calle.
Y al final vuelves con alguna compra inesperada en un vagón acompañado por la que sería la banda sonora de un Monmartre desafinado. Y al reentrar en casa todo continúa igual, porque, por mucho que lo parezca, nada cambia en los días de lluvia.

Ojos Verdes

Me atravesaba con sus ojos verdes. Sus jadeos se acompasaban lentamente con el ritmo de nuestros cuerpos. Su cuerpo brillaba envuelto por una fina capa de sudor frío, a través de cada uno de sus poros exudaba un olor penetrante que me seducía lentamente. Poco a poco nos fuimos hundiendo en un orgasmo conjunto, silencioso y romántico. Fuimos penetando cada uno en el alma del otro. Ella me atravesaba con sus ojos verdes.
Su cuerpo era delicado y suave. El fino vello de todo él se erizó en aquel momento. Entonces jadeó de nuevo y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Yo también jadeé. Y ambos llegamos al clímax en aquel momento. Y por un leve instante veló sus ojos verdes.
Tras aquello soñé con ella toda la noche.

Hoy no había nadie en mi cama y estaba desnudo y frío. Ella nunca durmió conmigo, ella nunca se desnudó para mí. He dormido solo y todo ha sido un sueño. Pero desearía que hubiera estado junto a mí, atravesándome con sus ojos verdes. Y dejándome amarla como sólo yo podría haberla amado.

A medias

Tengo a medio escribir varias historias. Entre ellas una que me parece particularmente interesante. He decidido dedicarme a los pequeños detalles. En este relato en concreto se han mezclado varios elementos:

- Un detalle que me llevaba rondando siglos. Alguien cuyo aliento siempre huela a café (en el relato al menos siempre huele así los Lunes por la mañana)
- Un título que se me ocurrió expontáneamente: El Fotógrafo de Sueños (muchas veces se me ocurren título de forma repentina y sé que he de escribir algo con ese título, a veces es más difícil, a veces más fácil)
- Otro detalle, alguien con una mirada especial. Como la de un niño.
- Y la obsesión por hacer más reales a los personajes, por hacerlos más humanos, y por hacerlos a todos fácilmente reconocibles a golpe de vagos detalles.

Todo esto debe de ser influencia de la lectura solapada y simultánea del Tercer Volumen de los Cuentos de Andersen y de Humo y Espejos de Neil Gaiman. Eso junto con el hecho de que ultimamente parece que tengo montones de fogonazos creativos (que parecen quedarse en poco más que eso) por todas partes. Pero parece que ahora estoy consiguiendo asentar un poco las bases de esta idea y aunque costándome bastante estoy consiguiendo escribirlo. Aún así, me queda por darle muchas vueltas a todo.
Y os cuento todo esto como si fuera algo realmente especial, porque lo noto en parte. No se parece demasiado al resto de ideas y cosas que he escrito, está más a medio camino de lo real y lo irreal que el resto, pero desde una perspectiva más adulta y matizada. Y eso me gusta, porque es lo que necesito ensayar para "Un Cuento de Hadas". Del cual por cierto hay una nueva parte colgada desde el Martes, siento haber tardado tanto en el subirla.

Infierno

Hay una recuerdo que muchas veces se agolpa triste en mi cabeza. Estoy en la cocina junto a mi madre y la hago una pregunta:

- Mamá ¿crees que voy a ir al Infierno? - Y rompo a llorar.

Ahora cuando lo recuerdo no sé que pensar. Pero sí sé que entonces me dolió de verdad. Que la pregunté convencido, como si de verdad creyese que me merecía tal castigo, o como si estuviese seguro de que sería allí donde terminaría tras morir. Ahora sencillamente, no sé que pensar.

El Hogar Caído

Entre viaje y viaje, Iris se tomó un descanso. Se escapó de sus labores y viajó al lugar donde comenzó todo. Mucho tiempo antes.
Ahora no era más que una cima yerma y fría. Ante los ojos mortales todo parecía igual que había parecido entonces, Las puertas al reino oculto de los dioses continuaban cerradas, pero ante Iris todo aquel lugar era un páramo desolado, la ruina de todo un mundo venido a menos.
Bajo ella estaban las nubes acuosas y blanquecinas, borrando de los ojos mortales aquel mundo desconocido, el paraíso anhelado por héroes de siglos y siglos. Iris lloró ante aquella visión. Ante aquel paraje vacío y neblinoso. Sintió como el olvido de los hombres había comenzado a borrarlo de su creencia y de su memoria entre aquella niebla espesa. Y su corazón se encongió. Que ella hubiese sido arrojada a la nada, al vacío y a la muerte eterna, era una idea insoportable. Pero que el propio hogar de los dioses hubiese sido olvidado la resultaba grotesco y horrible. La causaba un dolor insoportable que acuchillaba su alma. Trató de explorar aquel lugar con la esperanza de encontrar algún vestigio de su antigua vida, de los viejos tiempos, pero el dolor y la aprensión era tan grande que no fue capaz de buscar entre las columnas caídas y las montañas de polvo.
Si alguien más hubiera visto aquella cima yerma y vacía, no hubiera reconocido más que una acrópolis en ruinas envuelta en una densa niebla, en una bruma palpable y agobiante. Pero para un dios aquella visión representaba mucho más de lo que parecía a simple vista. Para Iris era un hogar derruido y olvidado. Un retorno negado. Un exilio sin fin.

La Chica del Metro II

Antes de empezar a escribir esto he revisado el archivo y he descubierto que ya hubo otra chica del metro, pero ésta es una completamente diferente.

Ayer, cuando cogí el metro en Santo Domingo, ella estaba esperando en el andén. Yo me senté en el banco y la miré, al principio de forma efímera y casi espontánea e inocente. Era algo más que yo, y por su cara parecía tener 15 o 16 años, era rubia y muy guapa. Ella no reparó en mí. Y yo me dediqué a mis pensamientos mientras esperábamos al siguiente tren.
Ambos subimos en el mismo vagón de forma casual. Ya había cruzado la mirada un par de veces cuando me acerqué al borde del andén. Nos sentamos cada uno en un lado del vagón. Ella en el centro y yo en el final. La gente comezó a subir y bajar según las paradas pasaban. Y cruzamos la mirada varias veces. A veces ella me pillaba mirándola, y otras veces era yo el que la descubría observándome. Yo trataba de recorrer todo el vagón con la mirada, como siempre hago, pero de alguna forma ella me llamaba.
Al final, cuando mi parada se acercaba me levanté y me acerqué a la puerta. Ella se levantó instantes después. Cuando cogí el manillar para abrir la puerta me miró con un gesto que no supe si era deseo o paranoia.
Cuando el vagón paró y abrí la puerta se marchó rápidamente y transbordó. Yo me ´fuí de allí.
Ahora pienso, con dudas, que tal vez no fuera deseo ni paranoia, sino despecho por haber cogido aquella manilla y no su mano tendida sobre la puerta.

Nightwish

Nightwish


Esta tarde he comprado las entradas para el concierto del día 4. Va a ser mi primer concierto y la verdad es que estoy ilusionado. Más cuando me habían dicho que me diese prisa que igual ya no quedaban.

La verdad es que entre ir a por las entradas y volver (y hacer algo de tiempo a ver si una amigo, que no sabíamos si iba a venir o no, me llamaba) no he hecho mucho más en toda la tarde. A ver si mañana hago más cosas de provecho, porque al paso que voy no me pongo a dedicarme a los estudios hasta Navidades.

Antes de cenar he vuelto a hablar con Andrés (mi hermano) para ver como lo vamos a arreglar para que él pueda venir al concierto sin problemas y sin que nuestros padres se mosqueen. Aún hay que terminar de arreglarlo, pero parece que se quedará a dormir en el Colegio sin problema. Al menos a Nacho parece no importarle. Y sino siempre podría quedarse en el psio de alguno de los otros que vienen.

Tragedia

La mujer lloraba consumida por las lágrimas en el centro del escenario. Sentía un placer doloroso en aquel momento. Se dejaba llevar por toda la angustia de aquella otra mujer que lo había perdido todo. Y más ahora, tras tanto tiempo sintiendo como ella, aprendiendo a ser esa mujer que en un principio la había sido tan ajena.
Desde las dobleces de los telones ella la miraba. Sentía como aquella tragedia que consumía a la mujer del centro del escenario la penetraba y la cargaba de vida. Todas y cada una de aquellas lágrimas se hundían en su alma. Bebía de aquellas tragedias y se fortalecía con todo aquello. Amaba todas las historias con finales tristes.
Cuando finalmente la mujer cayó al suelo y se dejó morir dibujó una media sonrisa en su rostro, se giró y caminó entre los bastidores hasta dar con la puerta de atrás del escenario.
Fuera nevaba, y se abrochó el abrigo para protegerse de aquel frío punzante de Nueva York. Aquella historia de lágrimas y muertes se fue fundiendo con el resto de historias pasadas en lo más profundo de su alma. Antiguamente habría disfrutado con la sensación de triunfo de la actriz, pero ahora las cosas ya no funcionaban como antes, y muy seguramente dentro de poco aquella chica no sería más que una cara y mucho marketing. Sin duda, para ella aquél era el fin más triste de todos. También estaba llegando el tiempo en que ella encontraría el final de su historia, al igual que el resto de sus hermanas, al igual que todos.