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Filosofía y Derecho

Teniendo en cuenta lo que se ha desarrollado a lo largo del curso, los invito a formular sus comentarios sobre los aspectos de la filosofía que Uds. van a poder aplicar dentro de su formación jurídica y también como abogados.
Se sugiere que los comentarios estén redactados en forma de argumento

YUYARISUN: Estamos recordando

Una muestra virtual de dibujos, historietas, cantos, poesías realizados por los pueblos andinos que sufireron directamente durante la mayor época de violencia en nuestro país.
YUYARISUN
Si la visitan y desean hacer un comentario, indicar qué dibujo, qué historieta, qué canto, etc. específico están comentando.

Conceptos de Estado de Derecho

Los conceptos de Estado de Derecho que se pueden encontrar

¿Qué es la sociedad civil y quiénes la conforman?

Comenzaremos definiéndola como el conjunto de organizaciones diversas que mantienen su independencia del Estado, con lo cual se rescata el concepto residual de que sociedad civil es todo lo que no es el Estado. De la definición anterior se extraen tres características esenciales y una premisa.

A. Su Diversidad
Dentro de la sociedad civil entran todas las organizaciones sociales que pueden surgir alrededor de temas tan diversos como la economía, la cultura, las reivindicaciones sociales, la religión, el deporte, la producción, el conocimiento, etc. La fortaleza de la sociedad civil está en su diversidad; todo intento por homogeneizarla, encasillarla o limitarla, atenta contra su naturaleza.
B. Su independencia del Estado
Una característica esencial de la sociedad civil es su independencia del Estado, lo que no significa su confrontación permanente o su identificación como el enemigo. Simplemente implica que se mueve y se debe mover en el ámbito civil, concebido éste como lo no estatal, en el cual actúa obedeciendo a una lógica que es sustancialmente diferente a la del Estado aunque exista coincidencia en torno a temas, aspiraciones o preocupaciones. La diferencia es similar a la diferencia entre gobernantes y gobernados pero va más allá al referirse a que las personas que ocupan el Estado tienen poder político para tomar decisiones, y las personas que pertenecen a las diferentes organizaciones sociales tienen únicamente el poder de influir en la toma de esas decisiones, poder que hasta ahora ha sido poco ejercido.
C. Su independencia de los Partidos Políticos
Los partidos políticos ocupan una posición intermedia entre el Estado y la sociedad civil; tienen un pie puesto en aquél y otro puesto en ésta; no son parte del Estado pero aspiran a ser parte del mismo, razón por la cual poseen una lógica diferente a la de la sociedad civil y diferente a la de las personas que ocupan el Estado. De ahí que, aunque se identifiquen con la sociedad civil en algunas cuestiones puntuales, se distancian de ella en asuntos que son más fundamentales. Con los partidos políticos, al igual que con el Estado existen posibilidades de coincidencia, asociaciones específicas y trabajo conjunto pero no existe ni puede existir una total identificación.

D. La Ciudadanía como Premisa Básica
La beligerancia de la sociedad civil va de la mano con el proceso de construcción de ciudadanía, concepto que ha sido sustraído del ámbito jurídico y se ha ubicado en el ámbito socio-cultural como conciencia de derechos y obligaciones, y de la responsabilidad para asumirlos y exigir que sean respetados por el Estado, los partidos políticos y las mismas organizaciones de la sociedad civil.
La conciencia ciudadana es la que motiva a la sociedad civil a moverse, a asumir lo público como propio, a exigirle respeto al Estado y a los partidos políticos, a vigilar y controlar el desempeño público y a exigirle cuentas a los funcionarios. Lo anterior se relaciona con la necesidad de realizar cambios culturales sustanciales en todos los ámbitos, particularmente en el político, es decir, la necesidad de cambiar los valores, creencias y actitudes ante lo estatal, ante lo público, ante la relación Estado - sociedad civil y ante la relación Estado - partidos políticos, lo cual supone la erradicación de percepciones ideológicas que los identificaban en el pasado autoritario como enemigos irreconciliables ante lo cual no había siquiera la posibilidad de diálogo.
Vista desde sus características esenciales y desde su premisa fundamental, la sociedad civil debe precisarse en su dimensión real y fáctica, lo que nos lleva a preguntarnos:

¿Quiénes forman parte de la sociedad civil? ¿En donde se encuentra la sociedad civil? Para contestar estas preguntas diremos que la conforman esencialmente tres grandes grupos:

Los Grupos, clases o Sectores Sociales
Aquí entran los llamados viejos y nuevos actores sociales; su distinción cronológica se refiere al momento histórico en que aparecen como actores del escenario público más que al momento en que surgen como grupos, clases o sectores. Los viejos actores, por ejemplo, incluyen a los obreros, empresarios, campesinos, maestros, estudiantes, cooperativistas y pobladores; en cambio, los nuevos actores incluyen a las mujeres, jóvenes, ecologistas, etnias, periodistas, vecinos, tercera edad, amas de casa, familiares de desaparecidos, académicos, deportistas, etc. En este segmento de la sociedad civil entran todos los grupos sociales que se unen de manera coyuntural o permanente para luchar por sus derechos o por los intereses nacionales, siempre y cuando mantengan las características señaladas anteriormente.
Las ONGs.
Aquí se agrupan todas las organizaciones no gubernamentales que trabajan temas tan diversos como los derechos humanos, derechos de grupos vulnerables, cultura política, ciudadanía, crédito agrícola, medicina alternativa, asistencia técnica, capacitación, educación, alfabetización, etc. Estas organizaciones trabajan con asistencia externa e impulsan acciones alternativas, complementarias o sustitutas de la acción estatal, lo que les permite mantener su independencia del Estado.
Las Iglesias
También forman parte de la sociedad civil en todas sus denominaciones. La clasificación anterior es apenas una aproximación a lo que es la sociedad civil porque su diversidad hace que queden por fuera de cualquier listado otras organizaciones cuya actividad se reduce a una comunidad, una colonia o una vecindad. El hecho de agruparlas bajo el concepto de sociedad civil no significa que todas son iguales y que no existen diferencias que las separen; tampoco quiere decir que constituyen el lado bueno de la relación Estado - sociedad civil pues muchos de los vicios que los políticos trasladan al Estado se encuentran también en las diversas organizaciones sociales que la conforman. Se trata, simplemente, de organizaciones que reivindican lo social, exigen la atención del Estado, plantean políticas más equitativas y demandan un comportamiento democrático de los funcionarios públicos y de los partidos políticos.

¿Qué es ser ciudadano?

El ciudadano, en general, es el individuo que participa en la autoridad y en la obediencia pública...En la república perfecta, es el individuo que puede y que quiere libremente obedecer y gobernar alternativamente, conforme a los preceptos de la virtud.
Aristóteles

¿Es la democracia un modelo de organización política aceptable?



1. Evita la tiranía
2. Permite la participación del pueblo
3. Sí, si se sigue las bases en las que se fundamenta la democracia
4. Ayuda a la gente a proteger sus intereses fundamentales
5. Permite a las personas libertad para su propio desarrollo
6. Libertad de expresión sin condiciones

No
1. Porque no hay un buen sistema educativo
2. Poruqe la mayoría de la población no es competente
3. Se lo ha implantado y no ha nacido de la gente
4. No sabemos si los gobernantes elegidos representan el interés del pueblo
5. Fomenta desorden
6. Hau mejores modelos de organización política
7. Distancia a los grupos antagónicos
8. No escoge planes, proyectos, sino personas
9. Una persona sin preparación puede ser gobernante
10. No asegura la igualdad de sus integrantes

Justicia por sus propias manos

El Comercio 15-11-04
El 64% opina que población sí puede tomar justicia por sus propias manos

Mayoría está a favor de que serenos realicen detenciones. El 83% piensa que el Estado debe invertir más en seguridad interna.
Los gritos de la turba se alzaban exigiendo justicia. Cuando la puerta del establecimiento se abrió, la multitud cayó encima de los delincuentes, arrebatándoselos a la policía, golpeándolos hasta hacerlos sangrar. Los asaltantes fueron finalmente trasladados a la comisaría, pero primero tuvieron que pasar por el hospital. Estos hechos, ocurridos la madrugada del 1 de noviembre en Los Olivos, durante un frustrado asalto a una cabina de Internet, se han convertido, para preocupación de las autoridades, en una noticia recurrente en las páginas policiales de los periódicos y parte de la agenda diaria de las comisarías.
La falta de autoridades honestas y capaces, así como la ausencia de leyes adecuadas y de efectivos policiales son la raíz de estos linchamientos populares, según la percepción de la población, recogida en una reciente encuesta de Apoyo. El estudio revela que solo el 33% de los limeños considera que este fenómeno tiene su origen en la falta de respeto a la ley por parte de la población, mientras que la mayoría se inclina por las otras opciones.
Otro dato por tomar en cuenta es el que indica que el 61% de los encuestados opina que, si las autoridades fallan, la población tiene derecho a tomar justicia por sus propias manos, sin llegar a matar. Otro 3% piensa que no importa si se causa la muerte al infractor. Ambos suman 64% a favor de estas formas de justicia. Solo el 35% opina que tal derecho no depende de la voluntad popular.
Los porcentajes a favor de los linchamientos son mayores en los niveles socioeconómicos bajos . Mientras en el nivel E el 55% de entrevistados considera que existen delitos que los justifican, en el A la cifra alcanza solo el 23%. En este último grupo, el 100% consideró que la violación sexual de menores es uno de los delitos que merece este tipo de castigo.

Paloma de Papel

SINOPSIS
¿Quién es este hombre de aspecto desgarbado y solitario que baja hacia el pueblo, atraído por las voces y ruidos de la comunidad? Cuando lo vean, seguramente pocos lo recordarán. Ya es todo un hombre y lleva marcado el rostro con la tinta indeleble del sufrimiento y la injusticia. Sin embargo, en sus ojos apagados vive todavía aquel niño serrano de once años llamado Juan (Antonio Callirgos), hijo de Domitila (Liliana Trujillo) e hijastro del cobarde Fermín (Aristóteles Picho). Su corta vida encontraba reposo en la amistad de Pacho (Ángel Rojas), el hijo del alcalde; Rosita (Anaís Padilla), una pequeña pastora; y el viejo herrero que le enseñaba a batir el hierro y a fabricar aves de papel. ¿Cómo ha llegado entonces a ser quién es? Para eso hay que recordar el día fatídico en que el padre de Pacho es asesinado y Juan descubre que Fermín, su padrastro, es un delator y está implicado en el crimen. Este conocimiento provoca que Fermín entregue a Juan a los terroristas, para asegurar su silencio. Imprevistamente, sin que medie consulta alguna, Juan es obligado a militar en las filas insurgentes, junto a otros niños y adolescentes cautivos como él, a los que se entrena para matar y para tolerar la visión de la muerte sin pestañear. Juan logra huir y se dirije a su pueblo. Su propósito es alertar a los vecinos que es inminente una incursión terrorista. Nadie le cree, pues lo acusan de ser un señuelo. Domitila consigue esconder a Juan, pero pronto es descubierto. Cuando las huestes terroristas llegan al pueblo, preparan un "juicio popu-lar". Pacho y Rosita observan cómo Juan y Domitila son arrastrados hacia la plaza, junto a la autoridad y al padrastro, todos acusados de traición. Desesperados, los pequeños acuden en búsqueda de la ronda campesina (la misma que desoyó la advertencia de Juan) y, en el camino, Pacho cae herido, lo que deriva en una batalla campal de desiguales proporciones: los ronderos (sistema popular de vigilancia) blandiendo trinches, palos y granadas caseras, mientras los terroristas empuñan sus fusiles. La batalla es ganada por los campesinos, pero en la plaza yacen muertos y heridos. Cuando un camión del ejército llega al pueblo, comienza para Juan otra etapa dolorosa de su vida: la estancia en la cárcel. Años después, indultado, Juan regresa al pueblo. Llega en búsqueda de los recuerdos de una infancia que seguramente no fue feliz, pero que tuvo rostros y situaciones que la memoria guarda con devoción.

Dirección y guión: Fabrizio Aguilar.
País: Perú.
Año: 2003.
Duración: 87 min.
Interpretación: Antonio Callirgos (Juan), Eduardo Cesti (Viejo), Aristóteles Picho (Fermín), Liliana Trujillo (Domotila), Sergio Galliani (Wilmer), Melania Urbina (Yeni), Tatiana Astengo (Carmen), Jesús Carbajal (Modesto), Ángel Rojas (Pacho), Anaís Padilla (Rosita).
Producción: Fabrizio Aguilar.
Música: Irene Vivanco.
Fotografía: Micaela Cajahuaringa.
Montaje: Enrique Río.
Dirección artística: Eduardo Camino.
Vestuario: Leslie Hinojosa.
http://www.labutaca.net/films/24/palomadepapel.htm

El Abogado en el siglo XXI

El Abogado del siglo XXI debe tener ciertas cualidades: capacidad negociadora, equidad, ecuanimidad; en consecuencia, los abogados deberán tener conocimientos de mediación, conciliación e incluso ser una especie de psicólogos y sociólogos, todo esto con la finalidad de evitar largos procesos legales que distan completamente de la rapidez y agilidad que demandan, actualmente, las relaciones comerciales y en general, las relaciones jurídicas de la sociedad.
LOS AVANCES CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS, así como las transformaciones sociales, políticas y culturales, fruto del incontenible transcurso del tiempo repercuten en todas las ramas el saber y en fin, sobre la conducta humana. La labor del Abogado no está al margen de éstos cambios, por el contrario, en la actualidad el profesional del derecho se ve obligado a adaptarse a las nuevas exigencias y necesidades que presenta la sociedad. En este contexto, el Abogado del siglo XXI requiere mayor preparación y destrezas, que no se limitan estrictamente a los conocimientos jurídicos sino a disciplinas extrajurídicas, cuyo dominio implica un mejor perfil profesional y en consecuencia, la posibilidad de obtener mejores oportunidades en un entorno profesional tan competitivo.
Tradicionalmente el buen abogado ha sido concebido como aquel que más juicios o contiendas legales gana; sin embargo, ese concepto ha ido evolucionando; y, hoy por hoy es posible afirmar que el profesional del derecho más eficaz es aquel que logra solucionar los conflictos extrajudicialmente, que tiene la facultad de persuadir a las partes para que cedan en sus pretensiones y lograr un acuerdo; para tal efecto, el Abogado del siglo XXI debe tener ciertas cualidades: capacidad negociadora, equidad, ecuanimidad; en consecuencia, los abogados deberán tener conocimientos de mediación, conciliación e incluso ser una especie de psicólogos y sociólogos, todo esto con la finalidad de evitar largos procesos legales que distan completamente de la rapidez y agilidad que demandan, actualmente, las relaciones comerciales y en general, las relaciones jurídicas de la sociedad.
Por otro lado, el gran número de abogados que existe en nuestro país, genera una fuerte competencia, que obliga a los profesionales a especializarse en las diversas ramas que comprende el derecho; las mismas que no se agotan en las materias tradicionales como el derecho laboral o societario, sino que ofrece una amplia gama de alternativas que aumenta en gran medida en base al desarrollo de la ciencia y la tecnología, así, actualmente se escucha hablar de Derecho Informático, Derecho Ambiental, entre otros.
Dentro de las disciplinas extrajurídicas que el abogado debe dominar está la informática, el profesional del presente siglo debe conocer y manejar con solvencia las herramientas y sistemas informáticos, que no sólo facilitan su trabajo y optimizan su tiempo sino que además les permiten mantenerse permanentemente actualizados, como es el caso de la red de Internet, a través de cual se puede acceder a la más vasta información, así como exponer, analizar, discutir, intercambiar distintos puntos de vista sobre temas legales específicos mediante salas o foros virtuales.
El proceso de globalización también trae repercusiones para los profesionales del derecho. En un mundo sin fronteras es imprescindible la utilización de una lengua única que permita facilitar intercambios culturales, económicos, tecnológicos, científicos. Sin lugar a dudas, este idioma es el inglés. La red de internet que en su gran mayoría se encuentra dominada por esta lengua es una muestra de ello y de la necesidad de que los abogados se preparen en el aprendizaje de este idioma o al menos un idioma extranjero.
De lo dicho se desprende que actualmente, la preparación del Abogado debe ser integral e interdisciplinaria, no puede limitarse a la ciencia del derecho, debe comprender conocimientos de informática, idiomas extranjeros, administración de empresas, economía y en fin todas aquellas materias que tiene relación con cada una de las ramas del derecho. La ciencia del derecho está llamada a normar y regular la conducta humana, bajo esta premisa el Abogado debe prepararse para afrontar y adaptarse a los cambios y las nuevas tendencias futuras.
(*) Este artículo fue compilado por Jose Carlos Manrique Lazarte investigando a varios autores, uno de los mas importantes y precisos fue la del abogado Salvadoreno radicado en USA Salvador Jucandella en su obra "El Abogado Transnacional del Siglo XXI".

¿Justicia popular?

El Comercio 10-11-04
De dónde vienen y qué hacer con los linchamientos
Héctor López Martínez Historiador

Con alarmante frecuencia vienen sucediéndose en nuestro país numerosos casos de linchamiento, no solo en lugares apartados sino en diversos asentamientos humanos de la capital.
Las estadísticas nos dicen que se han producido a lo largo del presente año casi dos mil episodios en que turbas enardecidas tomaron justicia por propia mano, dejando a presuntos o reales delincuentes con graves lesiones y habiendo dado muerte a veinte de ellos sin que las autoridades pudieran impedirlo.
La palabra linchar la define el "Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua" como "Ejecutar sin proceso y tumultuariamente a un sospechoso o a un reo". En el "Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico" de J. Corominas y J.A Pascual se afirma que el verbo inglés está en uso desde 1836, pero ya en 1811 se habla de la aplicación de la "ley de Lynch". Añade que historiadores norteamericanos aseguran que se aplicó desde 1776 o 1780. El origen del vocablo no es del todo claro. El DRAE señala que se tomó del apellido de un juez de Virginia, Estados Unidos, que vivió en el siglo XVIII. Esta práctica tenía lugar en el ámbito rural, en pueblos recién formados, en esa frontera que se movía constantemente creando con extraordinaria rapidez nuevas localidades. El fenómeno se dio, sobre todo, en la conquista del Oeste. Sin embargo hay quienes sostienen que fue otro virginiano, Charles Lynch, quien dio origen a la palabra. También solía propiciar la "justicia" sin dilaciones a las que reputaba innecesarias.
Más información se tiene sobre el capitán William Lynch -que sería el tercer personaje de este apellido- que a fines del siglo XVIII, en el condado de Pittsylvania, Virginia, al producirse una ola de crímenes, reunió a sus vecinos, el 22 de setiembre de 1780, y acordaron castigar a los delincuentes, por su propia mano, de acuerdo con el delito u ofensa cometido. El capitán William Lynch se puso a la cabeza de estos "justicieros" y cuando falleció, en 1820, sus conciudadanos escribieron en su lápida: "La virtud fue su verdadera guía".
Muchas veces la masa enardecida, generalmente de muy bajo nivel cultural, decepcionada por la falta de protección que debe proporcionarle el Estado, decide actuar al margen de la ley. Esas personas no entienden por qué alguien, a todas luces culpable, necesita ser procesado con la posibilidad de ser puesto en libertad apenas en unos pocos días o meses. Surge entonces la tentación, que se convierte en realidad, de aplicar inmediato castigo con una crueldad que llega al más feroz salvajismo.
La falta de presencia del Estado, por la carencia de efectivos policiales, la desconfianza en el Poder judicial, las autoridades corruptas -no pocas veces coludidas con los delincuentes- la ausencia de valores que hace posible aflorar pasiones muy difíciles de contener, tienen como resultado estos linchamientos que en pleno siglo XXI nos retrotraen a una etapa primitiva de la historia en que, aplicando la "ley de Lynch", se cometieron atrocidades sin nombre de las cuales fueron víctimas muchas personas inocentes. Todavía en las primeras décadas del siglo XX el Ku-Klux-Klan invocaba esta perversa "ley" contra la gente de color en Estados Unidos. Por la dignidad de nuestro país, el Gobierno, los demás poderes del Estado, todos los ciudadanos, debemos hacer lo posible para que esta salvaje vergüenza no siga repitiéndose una y otra vez. Los peruanos debemos recuperar la fe en la justicia que, por desgracia, está severamente desacreditada.

Democracia Social

Si no hay comida cuando se tiene hambre,
si no hay medicamentos cuando se está enfermo,
si hay ignorancia, y
si no se respetan los derechos elementales de las personas,
la democracia es una cáscara vacía,
aunque los ciudadanos voten y tengan Parlamento.


NELSON MANDELA
Presidente de Sudáfrica
XIV Cumbre de Presidentes Bloque del Mercosur
Ushuaia (Tierra del Fuego) Julio 1998

¿Por qué no practicamos los valores?

El Comercio, 01-11-04
Los peruanos hablan de valores, pero no los practican
León Trahtemberg, Educador
No me sorprende esta contradicción y se observa tanto desde el punto de vista político como educativo. El pueblo elige gobernantes sabiendo que lo que dicen no lo van a cumplir. En la escuela se habla de honestidad, de respeto a la norma, pero padres y maestros tienen actitudes violentas y deshonestas.

¿Hay alguna salida?
Que el pueblo elija gobernantes con calidad ética. Los valores se evidencian a partir de las autoridades que ejercen poder.
¿A quiénes se refiere?
Están el presidente, el congresista, el juez, el alcalde, el policía. En la casa están los padres, como modelos frente a sus hijos.

El mal ejemplo no debe extenderse
Hace falta un cambio en todos los sectores y hasta en algunas autoridades
ÁLVARO GASTAÑADUI RAMÍREZ

Primer acto: El 30 de enero del 2004, a las 9:30 a.m., la policía Elizabeth Tello Yábar hacía su ronda habitual y encontró un auto estacionado sobre la vereda de la primera cuadra de la avenida Miró Quesada, en San Isidro. Cuando estaba poniendo la papeleta, salió el dueño del vehículo, el presidente de la región Lima-Provincias, Miguel Ángel Mufarech, y en forma iracunda empujó a la policía, le arrebató la tarjeta de propiedad del auto y se dio a la fuga raudamente con su chofer.
Segundo acto: A unos cuantos metros de ese lugar se encuentra el Club El Golf de San Isidro y en todo su perímetro está prohibido estacionarse, también hay una zona exclusiva para quienes acostumbran correr por allí e, incluso, está señalizada. Sin embargo, a toda hora hay vehículos -cada uno más moderno y lujoso que el otro- estacionados en ese lugar. No les importa que los deportistas corran por la pista, arriesgándose a ser atropellados.
Tercer acto: Gregorio de la Cruz es un ayacuchano que, después de haber sido ambulante, ahora es chofer de combi. Hasta ahora no ha pagado -y es casi seguro jamás lo hará- los casi 150 mil soles que debe por las más de 300 papeletas de tránsito que le ha impuesto la policía. Así como él, hay miles de choferes que conducen sin respetar la ley y que no escatiman unas monedas para evitar que les impongan una multa.

¿Qué pueden tener en común estos tres hechos, que tienen como protagonistas a personas de diferentes niveles económicos, académicos y que, incluso, han tenido suertes diferentes en la vida? En primer lugar, su falta de respeto a la ley y un desprecio al derecho de sus semejantes; y en segundo lugar, autoridades que les permiten seguir haciendo lo que quieren y que no les importa mucho hacer respetar la ley ni las normas que ellas mismas han dado.

SABEN QUE ESTÁ MAL
Pero la falta de valores que se observa en nuestra ciudad no solo se da en hechos que tienen un gran impacto social; sino también en la vida cotidiana y en los más diversos lugares y escenarios: desde la política hasta los colegios, pasando por supuesto por los negocios.
Y todo esto no es lo más grave. Según la encuesta realizada por la empresa Apoyo, Opinión y Mercado en Lima, los limeños reconocen que deberían asumir una serie de valores en su vida -como respeto a la ley, la puntualidad, la honestidad, la disciplina, etc.- pero, erre con erre, siguen igual.
Además, y ello queda reflejado en el sondeo realizado para el diario El Comercio, los limeños son conscientes de que los valores que necesitan para lograr el desarrollo son precisamente los que menos practican. Incoherencias de la vida: vamos por el camino equivocado; pero, no importa, lo seguimos transitando.
Cuando estuvo en nuestra capital Douglas North, premio Nobel de Economía 1993 por haber establecido la relación que hay entre las actitudes de una sociedad con su nivel de desarrollo, señaló que un país pobre y atrasado que no destierre la corrupción y la deshonestidad jamás podrá salir del subdesarrollo.
Solo queda recoger el guante y asumir, cada uno y en su lugar, el reto de cambiar.

El Comercio, 04-11-04
Para un 91% el Perú es muy corrupto
Según tercer sondeo nacional, la ciudadana percibe que esta plaga crecerá en próximos años
El Perú es un país corrupto. Esta es la amarga conclusión de una tercera encuesta nacional sobre la corrupción elaborada por Apoyo y publicada por Proética. Según este sondeo, un 44% percibe el Perú como un país corrupto, mientras que otro 47% piensa que es un país muy corrupto. Solo el 1% opina que el Perú es nada corrupto.
Por eso este tema comienza a escalar puestos en la lista de los problemas más graves que afectan el Perú. Ahora se encuentra como el tercero , solo detrás del desempleo y la pobreza.
"El 96 % de la población califica la corrupción como problema grave o muy grave. Solo la preceden en la percepción de prioridad el desempleo y la pobreza", detalló Alfredo Torres, director gerente de Apoyo Opinión y Mercado.
Hizo hincapié en el aparente pesimismo que afecta a una amplia mayoría de la población respecto de la posibilidad de superar este lastre, pues el 43% de los encuestados opina que en los próximos cinco años la corrupción en el Perú habrá aumentado, mientras que el 40% piensa que seguirá igual.

ENORME DESAFÍO
A su vez Pepi Patrón, presidenta de Transparencia, hizo notar el sentimiento ciudadano que "los responsables de la lucha contra la corrupción son, a la vez, los más corruptos". Para los encuestados las instituciones llamadas a combatir la corrupción son el Congreso, el Gobierno Central, el Poder Judicial y la policía, considerados, aunque en distinto orden, como los más corruptos en el país.
Torres alertó, por otro lado, que si bien el gobierno de Fujimori sigue siendo visto como el más corrupto en los últimos años, se ha detectado que esta percepción bajó del 49% al 43% entre el 2003 y el 2004. En cambio, la asociación del gobierno de Toledo con la corrupción subió del 20% al 30% en el mismo período.
Frente a las revelaciones de esta tercera encuesta nacional, el presidente del Congreso, Ántero Flores-Aráoz, criticó ayer que el Gobierno hubiera hecho muy poco en materia de la lucha contra la corrupción.

División de poderes en el Estado

El Comercio, 01-11-04
¡Poderes separados sí, pero peleados no!
Enrique Bernales Ballesteros
Jurista

El Juzgado Civil 48 de Lima ha emitido una resolución que no se ajusta al sistema constitucional peruano. Ordena al Congreso abstenerse de continuar con la reforma constitucional del Decreto Ley 20530. El sistema de control constitucional en el Perú no es como en Chile ex ante (ante proyectos legislativos en discusión), sino ex post; es decir, contra la aplicación de normas jurídicas vigentes.
He sostenido en otro artículo que estoy de acuerdo con el cierre de la 20530 y la eliminación de la cédula viva, sin perjuicio de discrepar con el traslado de la teoría de los hechos cumplidos a la Constitución por parecerme algo peligroso y desconfiable. Pero posiciones como la que sustento son contribuciones al debate legislativo. La de la Jueza Rendón es todo lo contrario, pretende cerrarlo. Los jueces no pueden interferir con la actividad legislativa, como tampoco los representantes pueden inmiscuirse en procesos judiciales en curso. Con relación a la independencia de la función parlamentaria, rige el principio constitucional (artículo 93 de la Constitución) que sostiene que los congresistas no están sujetos a mandato imperativo, ninguna resolución judicial puede tener efecto en el proceso de elaboración de leyes. El fallo, además, desconoce los artículos 102 y 206 de la Constitución, en los que se reconoce las atribuciones del Congreso, entre ellas: elaborar las leyes y reformar la Constitución. Una resolución judicial que desconoce las atribuciones constitucionales del Congreso, quiebra el principio de separación de poderes, elemento esencial de una democracia.
La pretensión de detener una reforma constitucional mediante una resolución judicial es una muestra de los graves desencuentros que vienen afectando las relaciones orgánicas entre los poderes del Estado. Un fallo de amparo no es general, sino solo aplicable a los accionantes y para el caso concreto. No puede, por ejemplo, invalidar una norma jurídica, sino impedir que sus efectos afecten los derechos fundamentales de quienes interpusieron la demanda, lo que no es el caso, porque esa norma no existe y lo que está en debate no son derechos fundamentales, que se espera no sean afectados sino derechos adquiridos, que son otra cosa. Así el único efecto posible sería que el Congreso paralice un proceso de elaboración de una norma de carácter general, lo cual es un disparate.
El Poder Judicial no tiene como potestad declarar procedente y fundada una demanda formulada respecto al impacto de una norma que no existe. El control jurisdiccional y la protección de derechos fundamentales, en el caso de aplicación de normas, solo puede proceder respecto a leyes vigentes y no a proyectos de ley. La Ley 23506, de Hábeas Corpus y Amparo no considera ningún supuesto en el que un acto ofensivo al derecho pueda devenir de la aplicación de un proyecto legislativo.
Nadie discute que los fallos de los jueces deben acatarse, pero cuando lo que guía una resolución no es una racionalidad de justicia, tal decisión se convierte en absurda y en peligrosa si es que, como en el caso, se viola el Estado de derecho y la independencia de los poderes del Estado. Pareciera que el Poder Judicial, el Congreso y el Gobierno hubiesen entrado en un juego de yuxtaposiciones, en donde la única que pierde es la democracia. Ojalá gane la cordura y los funcionarios del Estado aprendan cuáles son sus auténticas funciones y cuáles los límites de las mismas.

¿Seguridad Jurídica?

Es urgente emprender la reforma judicial
Raúl Ferrero Costa / Jurista

No puede menos que sorprender la resolución de la jueza Mariela Rendón, quien ha declarado fundada la acción de amparo interpuesta por la Asociación Nacional de Pensionistas (con 86 integrantes) contra la reforma constitucional del Decreto Ley 20530 (o ley de la cédula viva) con el propósito de detener el proceso de enmienda constitucional que ha promovido el Poder Ejecutivo.
La enmienda se sustenta en la pesada carga que representa para el Presupuesto General de la República el tener que destinar el 17% de los egresos para cubrir anualmente las pensiones a su cargo. Si a esto le sumamos el 25% o 30% del servicio de la deuda externa, según el año que tomemos para el cálculo, resulta que casi el 50% del presupuesto nacional tendrá que estar destinado para cubrir ambos egresos.
Lo que no se entiende es cómo una jueza pretende tener competencia para resolver que el Parlamento no cumpla con desempeñar las funciones que le corresponden y así deje de legislar o aprobar normas que reformen la Constitución cuando la misma Carta Política dispone en su artículo 102 que entre las atribuciones del Congreso está justamente la de: "Dar leyes y resoluciones legislativas, así como interpretar, modificar o derogar las existentes".
Claro está que la resolución de la jueza es apelable y, por tanto, no es definitiva. Lo curioso en este caso es que quien deberá apelar es el Parlamento para que así no prospere tamaño despropósito y la resolución sea revisada por la Corte Superior, con la ventaja que representa el que sus salas estén integradas por tres miembros.
Al margen de si la jueza ha cometido o no el delito de prevaricato, que se configura cuando un "juez dicta una resolución contraria al texto expreso y claro de la ley", en el caso bajo comentario se está pretendiendo detener no solo una ley, sino una modificación de la norma constitucional, que es aun de mayor rango.
A este efecto, el texto constitucional faculta expresamente al Congreso a realizarla ya sea "con mayoría absoluta del número legal de sus miembros (61), y ratificada mediante referéndum o mediante dos legislaturas ordinarias sucesivas con una votación favorable, en cada caso superior a los dos tercios del número legal de congresistas (81)".
En los hechos, la resolución de la jueza constituye una intromisión del Poder Judicial sobre el Poder Legislativo tal como lo expresa la declaración emitida por el Congreso de la República.
Como podemos apreciar, los conflictos de competencia entre los poderes del Estado se han puesto de moda y en nada ayudan a la consolidación del sistema democrático, sino por el contrario van minando el auténtico control intrapoderes que debe practicarse entre ellos como sostén del Estado de derecho. Lejos de practicarse ese control de los poderes, lo que estamos viendo es todo lo contrario: interferencias entre ellos que entorpecen el correcto funcionamiento del Estado.
Todo esto nos hace reclamar hoy con insistencia lo necesario y urgente que resulta el emprender la reforma judicial tantas veces mencionada. Hay los trabajos de base realizados por el Acuerdo Nacional para la Justicia y las recomendaciones de la Ceriajus que deberían tomarse en cuenta para que el Congreso asuma el papel que le compete y emprenda de una vez con el cometido de aprobar las normas que están haciendo falta para iniciar la reforma tantas veces reclamada.

La importancia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

http://www.ai-cat.org/educadors/es/historia/dh-citas.html

"Aunque de momento sea una utopía, el avance conseguido en el cincuenta aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos no induce al pesimismo. Pero como dice Havel: la lucha por la libertad del hombre no acaba nunca."
Ernest Udina. La Vanguardia, 14-12-98

"Lo que importa, más allá de las formulaciones de la Declaración, es que constituye un decálogo para cinco mil millones de individuos. Observémosla bajo esta perspectiva: nos daremos cuenta de que --pese a todas las lagunas e insuficiencias-- ha tenido el enorme mérito de constituir uno de los factores de unificación de la humanidad."
Antonio Cassese. Los derechos humanos en el mundo contemporáneo. Ariel. Barcelona, 1991

"Con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, se otorgó a los derechos de los individuos un reconocimiento jurídico internacional. Por primera vez, a los individuos --fuera cual fuese su raza, religión, género, edad o cualquier otra característica-- se les garantizó unos derechos que podían oponer a las leyes estatales injustas o a las costumbres opresivas."
Michael Ignatieff. Los derechos humanos como política e idolatría. Paidós, Barcelona, 2003

"Antes de 1948 sólo los Estados tenían derechos reconocidos internacionalmente. En ese año --una especie de nivel cero-- la Declaración Universal de los Derechos Humanos garantizó estos derechos a los individuos amenazados por Estados o por costumbres opresoras, es decir, por las comunidades."
Thomas W. Laqueur. La imaginación moral y los derechos humanos (dentro de "Los derechos humanos como política e idolatría". Paidós, Barcelona, 2003)

¿Una Declaración revisable?
"...(la DUDH) como Pacto que es, es fruto del diálogo, la cesión y el compromiso. Es, por tanto, además, modificable. Tal vez dentro de unos años estaremos inmersos en un proceso de cambio de alguno de sus enunciados. Tal vez las sociedades nos obliguen a reconsiderar determinados aspectos de su contenido. Tal vez tendremos que añadir algunos artículos (...) Su universalidad, interculturalidad y atemporalidad son discutibles. No están en absoluto garantizadas. Es más: es posible que su revisión permanente sea la mejor garantía de su continuidad (...) Las condiciones del Pacto son mutables, es cierto, pero no su necesidad."
Miquel Osset, Los fundamentos de los derechos humanos desde la filosofía y el derecho. EDAI, 1998.

"Los derechos no son algo que exista ya en la naturaleza y que nosotros nos limitemos a descubrir, como los cromosomas o los continentes. Los derechos los creamos nosotros mediante nuestras convenciones. Por tanto la pregunta relevante no es "¿qué derechos tiene tal criatura?", sino "¿qué derechos queremos que tenga?"
Jesús Mosterin, profesor del CSIC. El País, 29-8-99

"La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un gran documento, pero no inmejorable. Pero es acertado no tocarlo, y en cambio irlo completando con convenciones o pactos. Hay que mejorar las garantías del cumplimiento de los derechos humanos y denunciar las violaciones. Sin la declaración, la humanidad estaría mucho más desamparada."
Joan Gomis, presidente de Justícia i Pau. El País, 10-12-98

¿Una declaración de valores occidentales?
"Los prejuicios intelectuales contra los orígenes occidentales del movimiento de los derechos humanos, han seguido dos grandes corrientes. Una fue la crítica soviética que tildaba de “burguesas” las libertades de Occidente; una crítica que se desvaneció con la desaparición de la URSS. La otra es la tendencia reciente a afirmar que el énfasis individualista de los documentos sobre derechos humanos no permite la expresión de los “valores asiáticos”. Pero se trata de un argumento para justificar a los gobiernos autoritarios en su resistencia a reconocer derechos que desean sus poblaciones."
Gabriel Jackson, El País Semanal, diciembre de 1998

"Por otra parte, ya en 1993, en Viena, hubo una conferencia, con todo un impulso de países orientales y africanos que atacaron la declaración muy violentamente porque era un texto de valores occidentales, y dijeron que no se sentían vinculados (...) China, India, Irán... dicen que están en contra de los valores de occidente disimulados tras el principio de universalidad. Y esta queja quizás aumente, por tanto convendría replantearse todo el tema, no para cambiar derechos, sino para profundizar en ellos."
Antonio Marina. La Vanguardia, 4-12-98

"Es preciso revisar su contenido. Hay valores que no han perdido vigencia: los relativos a la dignidad humana, pero otros no son propiamente universales, están afectados por una determinada interpretación cultural (...) Por ejemplo, los que se refieren a la familia, a la nación, el trabajo, el progreso, etc., se tendrían que reconsiderar bajo una visión auténticamente universalista."
Norbert Bilbeny, profesor de Filosofía Moral de la UB. La Vanguardia, 4-12-98

"Estos derechos (están bien como están) no tienen que ser un lujo de Occidente, se tienen que universalizar. Y practicarse. ¿Una declaración occidentalocéntrica? Pues bienvenido sea el occidentalocentrismo."
Miquel Porta Perales. La Vanguardia, 4-12-98

"Que la Declaración no fuese redactada en Birmania y por el pueblo birmano parece una razón insuficiente para rechazarla. Si se tiene que negar la validez de las ideas y creencias fuera de las fronteras geográficas del lugar de donde proceden, el budismo quedaría confinado al norte de la India, el cristianismo a una estrecha franja del Oriente Medio y el islamismo a Arabia."
Daw Aung San Suu Kyi, opositor birmano en los años 90. Doc. AI: POL 10/01/98/s

"La confección de la Declaración Universal de los Derechos Humanos implicó a personas vinculadas a tradiciones culturales de América del Norte y del Sur, Europa, Asia y África, y tradiciones religiosas como el islam, el judaísmo, el cristianismo occidental y ortodoxo, el hinduismo y otras. Desde los tiempos de la redacción de los primeros documentos, las pruebas a favor de la idea de que muchas culturas pueden coincidir en la defensa de los derechos humanos no han hecho más que aumentar."
Amy Gutmann (introducción a Los derechos humanos como política e idolatría. Paidós, Barcelona, 2003)

"Destacar los orígenes europeos de los derechos no implica respaldar el imperialismo cultural occidental. La prioridad histórica no confiere una superioridad moral. Como señala Jack Donnelly, la función histórica de la Declaración Universal no fue la de universalizar los valores europeos sino, en realidad, poner a algunos de ellos --el racismo, el sexismo y el antisemitismo, por ejemplo-- bajo una prohibición perpetua."
Michael Ignatieff. Los derechos humanos como política e idolatría. Paidós, Barcelona, 2003

Derechos para todos
"La gran revolución política del siglo XXI será, sin ninguna duda, el proyecto de extender de forma efectiva los derechos humanos a todas las personas (...) algo se ha hecho, queda mucho todavía por hacer. Pero si fracasamos, lo que nos espera no es una civilización diferente, sino una barbarie tecnificada, consumista, reforzada por la nefasta superstición que los humanos tenemos que dedicarnos a cultivar nuestras diferencias insolubles y no a proteger institucionalmente nuestra humanidad común."
Fernando Savater, El País Semanal, diciembre de 1998

"El último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo dice que de los 4.400 millones de habitantes del planeta que viven en los países pobres, tres quintas partes no disponen de condiciones higiénicas básicas, la cuarta parte no tiene una vivienda digna y 2.000 millones de personas sufren anemia. (...) mientras que 4.400 millones de personas quieren saber si poder vivir dignamente es un derecho que tiene que garantizar la comunidad internacional o una oportunidad de mercado."
Mariano Aguirre, El País Semanal, diciembre de 1998. Director del Centro de Investigaciones para la Paz

"La pobreza es por ella misma una violación de numerosos derechos humanos básicos."
Mary Robinson, alta comisionada de la ONU para los derechos humanos. El País Semanal, diciembre de 1998


Derechos y deberes
"De todas formas, hoy tenemos que hablar sobretodo de obligaciones humanas, porque nuestro mundo no puede continuar tal como funciona (...) En una familia todos sabemos que además de derechos también tenemos obligaciones, por tanto no es algo complicado de entender."
Jostein Gardner, La Vanguardia, 4-12-98

"El título se tendría que substituir per Declaración Universal de Derechos y Responsabilidades de la Persona."
Adela Cortina, catedrática de ética de la Univ. de Valencia.

"Mi madre, que era ignorante pero tenía un gran sentido común, me enseño que para asegurar los derechos es necesario un acuerdo previo sobre los deberes."
Gandhi, en una carta dirigida en 1947 a la ONU

Derechos y religiones
"(...) Un caso extremo lo representa el manifiesto hecho por la república iraniana, que considera que la Declaración Universal de los Derechos Humanos ilustra una concepción laica de la tradición judeocristiana, que no puede ser aplicada por los musulmanes (...) Esta posición, exceptuando los extremistas islámicos, no es compartida en absoluto por todos los musulmanes. Otras corrientes consideran, al contrario, la absoluta compatibilidad entre los derechos del hombre y el Islam."
Maria Àngels Roque, antropóloga. La Vanguardia, 17-1-95
"De todos modos, esta Declaración tiene algunas limitaciones (...) La mayor de todas es no hacer referencia a Dios como autor de los derechos humanos. Esto es debido probablemente a que surgió como una solución de compromiso entre diversas concepciones de la vida."
Miguel Ángel Monge. Derechos humanos y cristianismo. MC, 1987

"Las Declaraciones estadounidenses invocaron el nombre de Dios; la francesa apeló a la Naturaleza y a la Razón. La Declaración de 1945 no ha podido pedir ayuda ni a éstas ni a Aquél. Y mucho se dolieron de ello algunos delegados de la Asamblea General: el del Líbano propuso que se precisara que la familia "está dotada por el Creador" de derechos inalienables; los representantes de Brasil, Países Bajos y Bélgica propugnaron una referencia al origen divino del hombre: pero la URSS se opuso, y el delegado de la India sostuvo denodadamente que la Declaración debía mantenerse ajena a cualquier posición religiosa o filosófica."
Antonio Cassese. Los derechos humanos en el mundo contemporáneo. Ariel, Barcelona, 1991

"Cuando se estaba redactando la Declaración Universal en 1947, la delegación de Arabia Saudí expresó sus objeciones en particular contra el Artículo 16, que hace referencia al libre consentimiento al matrimonio, y el Artículo 18, referido a la libertad religiosa (...) Usando como pretexto su objeción a los Artículos 16 y 18, la delegación saudí se negó a ratificar la Declaración."
Michael Ignatieff. Los derechos humanos como política e idolatría. Paidós, Barcelona, 2003

"El lenguaje evocador de compromisos con un sistema particular de creencias está ausente de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y ello no ocurrió por error: después de todo, los redactores de este instrumento esperaban asegurar un apoyo universal en un mundo radicalmente dividido por la tradición, la religión y, por encima de todo, la ideología."
Diane F. Orentlicher (dentro de "Los derechos humanos como política e idolatría". Paidós, Barcelona, 2003)

Testimonios de la violencia (extraídos del informe de la CVR)

(Publicado en El Comercio, 23-10-04)

R.P. Moisés Cruz Morales
Sacerdote ayacuchano
"Yo tenía posibilidades de alcanzar niveles más altos en mi carrera, pero mi madre me pidió que fuera allá. Me he quedado al ver tanto sufrimiento, tanto dolor de mi pueblo. He visto a una madre abrazada a su hijo muerto, a quien le cortaron el cuello delante de sus alumnos, en el salón de clases (...). Niñas de doce años, catorce años, las más bonitas, coleccionadas para su diversión. Niñas descuartizadas por Sendero Luminoso y Abimael. Comenzaban cortando las uñitas, la cara, pedacito por pedacito. Así se divertía Sendero Luminoso".

Marcial Capelletti Jáuregui
Hijo de docente asesinado por SL
"Mi padre tenía que tomar un examen final. Entró y encontró en la pizarra y en la pared escrito con pintura roja: 'Muerte a Capelletti'. Pidió a un alumno que borrara la pizarra. En ningún momento mostró temor ni miedo. El alumno borró la pizarra... y dijo: «Bueno, alumnos, el examen consta de cinco preguntas». En lo que está escribiendo la segunda pregunta, empujan la puerta y entra el asesino. Con un tiro certero le da primero en la sien. El segundo le da en el cuello, y el tercero en el hombro. Los asesinos salieron de la universidad caminando".

Geyser Hugo Matta Villacrés
Dirigente estudiantil
"Yo era dirigente estudiantil, presidente del Centro Federado de la Facultad de Biología. Sendero creía que éramos soplones. Un día que me estaba dirigiendo a tomar mis alimentos a la pensión, se acercó la dueña de la pensión y me dice: «¿Sabe qué, joven? No llegue a la pensión, porque lo están esperando. Un hombre ha preguntado por usted y tiene un arma. No se acerque, por favor. Es más, ya no le voy a atender en mi pensión, porque corro... corro peligro. No solo su vida, sino también la mía». Entonces tuve que dejar por un tiempo los estudios".

Juan Guzmán Aparco
Presidente del jne de huamanga
"En 1989, que tenía que presidir el JNE, recibí amenazas de SL. Cuando entregaba las ánforas a los miembros del Ejército, se escucharon dinamitazos en diferentes partes de la ciudad. No podía salir. Tenía la necesidad de saber algo de mi familia. A las diez de la noche me dicen que «en su casa hubo un atentado. Hay dos mujeres muertas». Yo sabía que la única mujer que estaba en mi casa era mi esposa, pero también se encontraba mi hermana. Mi casa la habían dinamitado. Estaba llena de humo. Mis hijos fueron rescatados por los vecinos".

Graciela Gonzales
Viuda de campesino asesinado
"Cuando estaba lavando mi ropa escuché tres disparos. 'Lo han matado', me dijeron. Me caí al suelo. 'Señor por qué me has abandonado', dije. Lo encontré, lo agarré del cabello y lo hice sentar, todavía estaba caliente. Con mi pañuelo viejito le sequé los ojos, le habían disparado en su boca. Le dije: 'Dónde me has dejado, yo estuve entre tus brazos desde los 14 años, ¿ahora quién me va a criar?... ay, Mauro'. De tanto llorar mis ojos ya no pueden ver, así habrá sido mi suerte. A mi esposo no lo olvido, de un buen hombre yo no me puedo olvidar".

Abraham Fernández Farfán
Campesino de Chacca
"En 1984 Chaccas se organiza y se rebela contra Sendero. (...) Aquella vez no teníamos armamentos. Una noche incursiona Sendero y deja una cantidad enorme de muertos, entre varones, mujeres y niños. Un 31 de julio de 1991, murieron 14 personas, entre niños, mujeres y varones, y 198 viviendas quemadas, destruidas. En 1992, en su aniversario, dejaron nueve muertos y siete heridos, más de 100 viviendas quemadas. Y un tractor oruga destruido. En 1993 se llevaron nuestros ganados. Eso es lo que nos ha pasado con el Sendero".

La filosofía y la libertad

El Comercio 20-10-04
Fernando Berckemeyer Olaechea
Analista

La filosofía, que fuera la primera y más importante de las ciencias, sufre en nuestros pragmáticos y veloces tiempos, del desprecio de muchos.
Del desprecio, particularmente, del paradigma del éxito en la época: el hombre práctico, un técnico eficiente que sabe construir un puente, estructurar un préstamo o extirpar un riñón impecablemente , pero que generalmente no tiene la menor idea -ni está interesado en tenerla- de cómo encajar esa parcelita de mundo a la que se ha dedicado -o a él mismo, para tal caso- en el cosmos en el que ambos están ineludiblemente metidos. Gentes que cuando se topan con la filosofía reaccionan casi invariablemente preguntando sarcásticamente: ¿Y eso para qué sirve?
Para no hacer preguntas como esa, le oí contestar alguna vez a Federico Camino. Y es verdad. La filosofía ensancha las fronteras mentales; enseña, con su incesante cuestionar, a buscar fundamentos, a no ser como esos hombres que no indagan respecto a nada pero que están seguros de todo. Enseña, en corto, a no ser necio.
Inapreciable como esta contribución es, la filosofía tiene muchos otros más importantes frutos. De hecho, curiosamente, si lo "práctico" es lo que da resultados que sirven, la filosofía es la más práctica de las ciencias. Basta nombrar uno solo de sus productos para probarlo: la libertad. Me explico.
"El hombre es él y sus circunstancias", resumió, genialmente, Ortega y Gasset. Pues bien, el hombre que no filosofa es solo sus circunstancias. Al no saber por qué son y, en esa medida, qué son, él y las cosas, ese hombre no puede valorarlas ni, por tanto, escoger entre ellas. Es un hombre sin opciones que no tiene más norte que el que le da el cauce que forman las circunstancias desde las internas, como sus instintos o capacidades, hasta las externas, como su situación económica o social en que nació. Fluir por este cauce es su inexorable destino.
El hombre que filosofía, en cambio, es más él que sus circunstancias. Ese hombre que se ha planteado las grandes preguntas -¿qué soy?, ¿por qué soy?, ¿para qué soy?- y que ha tenido así el valor de salir de la caverna (de la comodidad de aceptar todo como nos viene planteado), a la " intemperie" de la duda, como lo exigía Nietzsche, tiene opciones: las cosas significan para él tal o cual cosa a partir de la comprensión que se ha dado del todo y puede, por eso, elegir verdaderamente entre ellas.
Este es un hombre con horizonte, que posee sentidos que lo motivan a empujar sus "circunstancias" en esta o esa dirección. Un hombre que sabe por qué hace lo que hace. Un hombre que piensa, como Sócrates, que "la vida que no se examina no vale la pena de ser vivida". Porque sabe que no es de seres humanos pasar nuestras cortas vidas como el agua pasa por la acequia: totalmente determinada y sin darse cuenta. Un hombre que, en fin, goza cada día del maravilloso don que es esa otra vida: la vida con filosofía, la vida consciente, la vida libre, la vida, en una palabra, humana.

El juez antiaéreo

Gustavo Gorriti
ggorriti@peru21.com

La polémica decisión del juez Eloy Zamalloa, que pone frente a frente al Ejecutivo con el Poder Judicial, es puesta bajo la lupa en este artículo.

En Lima hay alrededor de 40 mil abogados, de los cuales probablemente 30 mil son superfluos. En el Perú, es posible que sean más de 60 mil. De ese hinchado contingente emergen nuestros jueces. Este país tiene aproximadamente mil 700 jueces profesionales y dentro de ese grupo, alrededor de 700 son jueces civiles o mixtos.
Uno de esos 700, el juez Eloy Zamalloa, del Cuarto Juzgado Civil de Arequipa, dispuso -como se sabe- una medida cautelar que ordenó paralizar las operaciones de la aerolínea Lan Perú, que cubre una parte sustantiva del transporte aéreo dentro del país.
Ninguna simpatía me une a Lan Perú (que no sea la de pasajero satisfecho) y menos a más de uno de sus directivos locales. Pero eso no tiene nada que ver con el asunto de fondo, que sí es donde están todas mis simpatías: el derecho de la gente a un transporte aéreo competente y seguro.
El juez Zamalloa solo se diferencia por una cualidad respecto de un porcentaje significativo de sus 700 pares: su condición de destacado miembro del Apra: Zamalloa fue candidato aprista al Congreso el año 2000 con el número 35 y con el número 5 en la lista por Arequipa el 2001. Caretas aseveró también, el pasado mes de julio, que Zamalloa había sido secretario general del Apra en Arequipa en el período 1998-1999.
Pero aparte de seasaps, pañuelos y escopetas de dos cañones, el juez Zamalloa es funcionalmente idéntico a los otros jueces civiles en el Perú. Eso quiere decir que cualquiera de los 700 puede decidir -medida cautelar en ristre- paralizar la actividad portuaria; detener el suministro de electricidad, o de gas; silenciar los teléfonos y hasta imponer quién o qué ataca nuestras neuronas a través de la televisión.
Cualquiera de esos 700 puede en principio (mediante la tinterillada del caso) paralizar los puertos, despoblar los cielos, vaciar las carreteras, oscurecer las ciudades y forzar el retorno del pregón luego de silenciar las frecuencias de radio y hacerles eutanasia a las de televisión.
¿Exagero? Muy poco, a la luz de lo que el juez Zamalloa ha perpetrado, en medio de los cretinos aplausos de quienes supuestamente defienden desde los fueros del fuero hasta la supuesta separación de poderes.
¿Separación de poderes? Ese tipo de decisiones confiere potencialmente un poder mayor a esos jueces -sobre todo en lo negativo, lo limitante- que el que tienen el Poder Ejecutivo y el Legislativo en sus propios ámbitos. El uno y el otro deben actuar dentro de parámetros y protocolos de acción que aquí no existen, salvo el albedrío y la determinación del juez.
'Dura lex, sed lex'. La ley puede ser dura, pero su aplicación no debe ser estúpida. La ley debe estar al servicio de la nación y no la nación al servicio de la tinterillada. Nuestro país precisa un transporte aéreo denso, intenso, múltiple y plural, pues su difícil geografía así lo impone. Pero además necesita un transporte aéreo seguro, confiable y dinámico si aspira a robustecer o siquiera mantener su desarrollo turístico.
Hemos tenido muy buenos indicadores de desarrollo del turismo en el país. Y lo que es ahora promisorio pero todavía incipiente puede crecer exponencialmente, porque pocas naciones tienen lo que la nuestra. Pero se necesita el mínimo de sentido común y de información para saber que el turismo precisa servicios bien eslabonados, predecibles y confiables. Que si los jueces Zamalloa de este mundo prevalecen, entonces el Perú pasará a ser un destino turístico especializado en 'tours' para masoquistas, que sin duda se irán muy satisfechos, pero que, lamento decirlo, solo serían suficientes como para dar empleo a algunas dominatrices, unos pocos jueces y otros tantos abogados de Azángaro.
¿Qué hemos hecho para que el país que ha creado Kuélap, la papa huayro, el tacu tacu y la marinera, produzca también a los jueces Zamalloa y a quienes lo consideran nada menos que un representante de la dignidad del fuero? ¿Hay un problema en la dieta, en la calidad del agua, en las experiencias tempranas? No lo sé y no creo que una conversación con Hugo Sivina, el presidente de la Corte Suprema, me ayude a averiguarlo.
Sivina ha salido a defender a Zamalloa, indicando que su fallo debe ser acatado. Debemos acostumbrarnos a obedecer los mandatos de los jueces, ha dicho. En igual diapasón, el presidente del Congreso, Ántero Flores-Aráoz, salió a decir que debemos dejar que los congresistas decidan lo que al Congreso compete. El uno defiende la vergonzosa decisión de proteger al delincuencial congresista González, y el otro la sospechosa medida cautelar del juez Zamalloa.
¿Se preguntan después el porqué del desprestigio de esos poderes? ¿Se preguntan por qué cuando se perpetra un golpe de Estado, sus autores siempre pueden dar como pretexto la inutilidad o la inmoralidad o la indecencia de esos poderes y encuentran la aprobación y el aplauso de la gente, (sin mencionar la complicidad de muchos de los que ahora proclaman defender el fuero)?
Lo curioso del caso es que casi todos los expertos juristas que han examinado el asunto concluyen en que la base legal de la decisión de Zamalloa es más que endeble, insostenible. En su notable artículo sobre el caso, por ejemplo, el jurista Abraham Siles del Consorcio Justicia Viva ha escrito que: ".surgen dudas y cuestionamientos serios a la actuación del juez Zamalloa. [si se demandaba una] declaración de nulidad de los certificados de explotación y de los permisos de operación otorgados a Lan Perú por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) -esto es, la nulidad de actos administrativos-, debió seguirse, no un proceso civil, sino un proceso contencioso-administrativo". Enrique Bernales también encontró que el fallo es "injustificado y arbitrario". Siles abunda en el diagnóstico de los vicios del fallo de Zamalloa.
El Ejecutivo, que, como se sabe, no atinó a encontrar otra solución que un decreto de urgencia tan cuestionado como el fallo del tremendo juez, ha sido criticado por no acatarlo en todos sus extremos.
No tengo dudas de que, como es su pertinaz costumbre, el Ejecutivo carece de coherencia y previsión. Que tiene un ministro poco competente en el sector, con una burocracia dividida entre quienes están a favor de Aerocontinente y sus reencarnaciones, y a favor de Lan Perú. El sector que tiene como lealtad fundamental al Estado y la sociedad peruanos es, diría yo, una minoría. Por eso lo improvisado y tardío de las reacciones.
Pero eso no le quita responsabilidad al Poder Judicial y a sus dirigentes, empezando por el saliente Hugo Sivina. ¿Qué medidas tienen a la mano para corregir obvios casos de arbitrariedad y abuso de función? ¿Cómo pueden permitir que la función juzgadora se utilice como arma frecuentemente mercenaria en guerras comerciales y que llegue a poner en peligro a servicios públicos esenciales en una nación que no tiene siquiera lo indispensable en ese ámbito? ¿Puede cualquiera de los 700 jueces civiles del la nación paralizar el transporte o la comunicación o la provisión energética del país?
Cuando la ley se divorcia del sentido común, cuando la noción de fuero se feudaliza y cuando el espíritu de la ley (normas que deben organizar en forma coherente y racional la actividad humana, sentando deberes y definiendo derechos en función de la razón y el bien común) degenera en una mazamorra de disposiciones formalistas, contradictorias y divorciadas de su espíritu, entonces el estado de derecho termina convertido en una ópera bufa donde medran los bribones. La historia nos enseña que si el Poder Judicial no se reforma a sí mismo, lo terminan reformando desde fuera, con pésimos resultados. Refórmense, entonces, de una buena vez.

El Comercio 8 de noviembre el 2004:
De jueces, medidas cautelares y aviones
Juan Monroy Gálvez / Jurista

A usted, como casi a todos, le interesa contar con vuelos regulares al interior del país. Sin embargo, este servicio ha estado preñado de sobresaltos sin que se tenga claro qué ocurrió. Un inventario de hechos y datos jurídicos le permitirán tener su propia opinión.
1. El pedido cautelar que inició el alboroto fue rechazado varias veces por jueces de Lima y Callao, en el lapso de cuatro o cinco meses. Esto significa, o que el juez Zamalloa advirtió lo que los otros jueces no apreciaron o, por el contrario, que no reparó en lo que fue obvio para sus colegas. Vaya eligiendo.
2. Una medida cautelar es una decisión judicial urgente y de actuación inmediata, destinada a asegurar el eficaz reconocimiento de un derecho que la duración del proceso podría perjudicar. Ejemplo: discuto con Pedro la propiedad de un terreno inscrito a su nombre, a pesar de que tengo documentos que me acreditan como dueño. Al inicio del proceso, pido al juez que "anote" mi demanda en el registro de propiedad y así, si Pedro vende el terreno, el comprador lo adquiere a sabiendas de que se trata de un bien sometido a litigio; de este modo la propiedad del comprador dependerá de que Pedro me gane el proceso. Si lo pierde, el terreno será mío. Esa "anotación" registral que me permite litigar con tranquilidad es, precisamente, una medida cautelar. Esta se solicita durante el proceso y antes de la sentencia, con lo cual se constata que cuando el juez califica no tiene certeza de quién ganará, solo actúa en base a posibilidades.
3. Un principio enseña que todo lo cautelar es urgente. Siendo así, ¿cómo se explica que una empresa anduviera por distintos jueces durante varios meses, sin que la "inminencia del peligro irreparable" -exigida en la norma que usó el juez Zamalloa- se haya perdido?
4. En la demanda -no en el pedido cautelar- la empresa solicita la nulidad del "certificado de explotación" de Lan Perú (nombre dado a la autorización para realizar vuelos comerciales). Pese a que se trata de un acto "administrativo" -expedido por la Dirección General de aeronáutica Civil-, el pedido de nulidad se formuló en un proceso "civil".
¿Un acto administrativo es impugnable judicialmente en el Perú? Sí, pero solo en un proceso contencioso administrativo o en un constitucional. Por tanto: no es posible pedir la nulidad de un acto administrativo en un proceso civil. Si así fuera, la demanda sería improcedente de plano. ¿Lo descrito debería ser conocido por el juez Zamalloa? Sí y de manera imprescindibles.
5. Admitiendo el absurdo (que en un proceso civil se pueda impugnar un proceso administrativo), veamos un elemento adicional. Una regla procesal básica enseña que en los casos de nulidad de un acto se debe demandar a quien lo expidió. Esto es obvio: si pretendo la nulidad de una compra-venta entre A y B, entonces debo demandar a ambos, si no el proceso será nulo. Ahora bien, ¿en el proceso de Arequipa se demandó a quien expidió el certificado de explotación? No. ¿El principio citado debió ser conocido por el juez Zamalloa?
Sí, es el ABC del proceso civil.
Finalmente, si el juez hubiera conocido ( o no hubiera desconocido que no es lo mismo ni igual en derecho) los datos antes descritos, ¿habría concedido la medida cautelar que ha puesto en vilo al país? No. ¿El Estado se hubiera arriesgado a actuar en los límites del Derecho -impidiendo un desastre en el transporte- expidiendo un discutible decreto de urgencia? No.
La independencia es un rasgo inherente a la calidad del juez, es la sangre en su carne. Pero, junto con la independencia (externa e interna) se encuentra la responsabilidad, de lo contrario el juez se convierte en instrumento de pasiones ajenas, que acaban perjudicando a personas más ajenas aun.

La memoria de los dolientes

El Comercio, 14-10-04
DAVID HIDALGO VEGA

HUANCAVELICA. Hace un par de semanas la región más pobre del Perú fue sede de un encuentro de autoridades y víctimas que intercambiaron experiencias sobre las recomendaciones de la CVR. Lo que sigue es un relato de las inquietudes que dejó
Nadie ha tomado en serio que hace unos días se produjo una reunión de gente olvidada en el lugar más olvidado del país. Llegaron de Ayacucho, Apurímac, Junín, Ica. Llegaron de caseríos y barrios de refugiados, de pueblos arrasados y vueltos a construir. La escena era antigua pero conmovía: quinientas personas confrontadas a un letrero que decía: "Encuentro Regional con la Verdad". Y la verdad que llegó a encerrarse en ese auditorio de un hospital de Huancavelica fue que en el Perú los dolientes se juntan en soledad. El representante oficial del Gobierno ante el encuentro, Jaime Urrutia, iba a descerrajarla sin darse cuenta de que hay palabras de las que ya no se vuelve: "Si un terremoto arrasara en este momento con todo Huancavelica, no pasaría nada. Puede que nadie se enteraría en varios días, porque no es económicamente relevante". El auditorio se pasmó. Si hubiera que hacer un retrato hablado de las sensaciones, alguien pintaría una junta de fantasmas. Huancavelica fue el lugar perfecto para la cita. En los momentos iniciales, una voz se preguntó al micrófono: "¿A ver, quiénes hemos venido?". Desde la platea le confirmaron el registro de franquicias dolorosas: asociaciones de familiares de torturados, asociaciones de familiares de desaparecidos, asociaciones de viudas y huérfanos de la violencia política, asociaciones de presos inocentes, asociaciones de víctimas del terrorismo, asociaciones de desplazados, grupos por la dignidad humana. Unos venían de las regiones de la sierra central y otras de la costa. Había delegaciones de cinco departamentos. Todos estaban allí para inaugurar esta convención de dolientes. Porque eso era: la cumbre de los que reclaman y no son escuchados, la asamblea de los que esperan respuesta a expedientes que nadie lee.
Hay una memoria que acentúa el dramatismo escénico del lugar: fue desde esta región que hace años salió una marcha heroica de pobres a la capital encabezada por un alcalde que luego traicionó a su pueblo; es aquí donde siempre ha sido posible encontrar nuevas escalas de pobreza extrema; tuvo que ser en este lugar que un sacerdote se rebelara contra su jerarquía pasa asumir un cargo público, cansado de tanto olvido. Salvador Espinoza Huaroc, el cura-presidente regional, fue el anfitrión.
Su voluntad va paralela a su conciencia: es la única autoridad que se ha comprado el pleito de reparar a las víctimas de la violencia política. "Nos toca construir un hombre andino lleno de vida -dijo entre palabras de bienvenida-. Si hemos sufrido problemas de sangre, nos toca construir una sociedad de hombres en paz". La reivindicación de los callados tenía que nacer en un páramo.

Antimemoria
En ocasiones como esta es posible saber de qué color tiñe el desdén a la gente. Es decir: por qué Domitila Sánchez Romero tiene la piel de cobre cenizo desde que militares se llevaron a su hijo de su casa; por qué Antenora Gómez mimetiza sus gestos con el negro de sus ropas de luto desde que mataron a su esposo en la calle, desde que un hijo desapareció y el otro escapó de sus torturadores para no volver; por qué Julio Constantino Condori reniega oscuramente de que no lo repongan en el cargo del que fue sacado por una falsa acusación de terrorismo que lo llevó a la cárcel. Lo que los tiene ensombrecidos no es tanto el dolor. Es que nos lo pasemos de largo.
Ni siquiera tiene sentido hablar del miedo a que todo esto se olvide en un futuro cercano, porque el olvido ya está aquí, carcomiéndose de nuevo a esta nación dividida entre los que luchan contra él y los que ya fueron seducidos.
Solo así se explica todo este debate inútil sobre la píldora del día siguiente -superado hace veinte años en el resto del mundo-, cuando todavía deberíamos estar discutiendo sobre cómo recuperarnos de la guerra interna. Solo así es posible que Sendero haya presentado un libro ante un auditorio universitario que acaso no recordaba sus pelotones de aniquilamiento. La voluntad de olvido parece incrustada en nuestros genes. La periodista Rosa María Palacios lo ha dicho más o menos así: "Cada vez que se toca el tema de la CVR (en televisión), el ráting baja". La película "Días de Santiago" -elogiado estreno de estos días- lo pone como frase capital en boca de un ex militar angustiado: "Aquí nadie se va a acordar de nosotros".
Una convención como la de Huancavelica tuvo y tiene un dramatismo adicional: el Encuentro Regional con la Verdad no trajo grandes revelaciones. Estaba planteado como intercambio de experiencias, pero en realidad fue más un debate de voluntades. Salvo los anfitriones, nadie pudo mostrar demasiados adelantos: mientras el alcalde de Pueblo Nuevo de Chincha, Lucio Juárez Ochoa, destacaba su ordenanza que pone a ciertas calles de su pueblo el nombre de víctimas de la violencia, el alcalde de La Merced-Churcampa, Irineo Pacheco, se quejaba de que su pueblo todavía no se ha recuperado de su virtual extinción. Un representante de Huanta, Víctor Cabrera, contó que cada día reciben diez pedidos de ciudadanos que requieren tratamiento médico en Lima. El consejero regional de Junín, Luis Calmell del Solar, llegó a una conclusión lapidaria: "entre el año 80 y el 2004 no hay diferencia para mucha gente, estamos en las mismas".
Tengo la decepcionante certeza de que si el informe de la CVR hablara de campos de concentración nazis y ejecuciones de minorías religiosas balcánicas, tendríamos en rodaje varias películas de Hollywood y más de un libro sobre cualquiera de las matanzas registradas. Si esas páginas hubieran denunciado el arrasamiento de aldeas africanas o asiáticas, habría colas de voluntarios interesados en enrolarse en algún cuerpo de paz. Pero el informe habla de campesinos de los Andes, principalmente. Gente como la que allí, en Huancavelica, parecía encarnar lo que Salomón Lerner denominó "el mandato de los ausentes". Si las frases poderosas lo fueran también en la práctica, algo habríamos avanzado. Pero la realidad es que de todas las normas que rigen en nuestro país, esa es la que se toma por menos vinculante: el mandato de los ausentes es el que no obliga a nadie.

Renaceres
Todo indica que las reparaciones tomarán cuerpo desde abajo, de manera similar a como sucedió con el milagro económico provinciano en la capital. En Lima tenemos imperios nacidos a partir de carretillas. En el Perú ha sido Huancavelica la región más decidida a invertir en mitigar los rastros de la violencia a pesar de su presupuesto exangüe.
"Se han dado una serie de condiciones especiales: un presidente regional que es sacerdote y siempre ha estado en contacto en la problemática social; un gerente regional involucrado en labores comunitarias, un subgerente que trabajó para la Defensoría del Pueblo y la CVR", explica Daniel Zárate, el funcionario encargado de planificar cómo se invertirá el dinero destinado a este fin. Solo el año pasado, la partida fue de 734 mil soles. Para el próximo el monto será redondeado a 750 mil soles. No es mucho, pero supera varias veces lo que se ha hecho en otros antiguos focos de violencia. La Municipalidad de Lima gasta un monto parecido en el rubro de vestuario. Zárate es un médico limeño que llegó a esta ciudad en los años 90. No ha querido salir de allí desde entonces. El programa de reparaciones impulsado por el padre Salvador se basa en su estrategia . El Plan de Desarrollo de Capacidades define desde los argumentos en los que debería fundamentarse la acción de las autoridades para aplicar las recomendaciones hasta los pasos para crear una red básica de apoyo. "En principio hemos concientizado a distintos sectores de Huancavelica sobre la importancia de unirnos en este esfuerzo. El programa no puede ser hecho en el aire", explica Zárate. De ese modo ha comprometido la participación de los principales funcionarios públicos de la región: el director del área de salud, los titulares de los programas sociales, los líderes de organizaciones civiles y, desde luego, la Iglesia. Una concertación de las precariedades ha empezado a moverse en el interior.
La experiencia huancavelicana dejó impresionada a la platea la tarde en que Zárate expuso sus lineamientos ante autoridades y organizaciones de afectados por la violencia. De alguna manera podría tomarse como la punta de lanza de los esfuerzos en todo el país, si no hubiera esa manía de echar tierra a lo que nos parece difícil de resolver. La analogía con el fenómeno de los migrantes en la costa cobra fuerza en este punto: a medio Lima le tomó tiempo comprender que los desposeídos de los años cincuenta y sesenta ya habían pagado el terreno donde dormían y -cuatro décadas después- estaban listos a darse una mejor vida. Fue cuando se inauguraron los centros comerciales de los conos. No es extraño que en esas provincias de donde vinieron surjan las primeras iniciativas reales para movilizarse tras la catarsis de la CVR. El problema es si será suficiente.
"El Gobierno ha dado beneficios a los retornantes, pero qué pasa con nosotros, los que nos quedamos y soportamos todos los días", se quejaba una mujer en medio de las mesas de debate. Nadie pudo darle una respuesta más allá de los gestos solidarios. Habría que entender que no era un reclamo aislado y que mientras la mitad del país ya encarpetó de nuevo el informe de la Comisión de la Verdad tras su primer aniversario, la otra mitad espera. Muchos peruanos han aprendido a vivir con el hecho de que necesitan un cubierto menos en la mesa, a que las semanas terminan en la visita al cementerio o que es imposible borrar la palabra indulto del currículum para pedir trabajo. Pero no olvidan. El encuentro con la verdad en Huancavelica confirma que los olvidados no se olvidan de nada.

Diálogo Socrático

Extraído de la obra Critón (Platón)
Tema: La Mayoría y los expertos

- Sócrates: Mi querido Critón, tu afán ha de ser de mucho valor si lo acompaña algo de rectitud; si no, cuánto mas fuerte sea, tanto más embarazoso (será para mí). Por consiguiente, es necesario que examinemos si debe obrarse así o no. Porque en lo que a mí respecta, no sólo ahora sino siempre he procedido de modo tal que jamás he hecho caso a ninguna otra argumentación que aquella que, al reflexionar, me ha parecido la mejor. Y los argumentos que he sostenido antes no los puedo rechazar ahora porque me haya tocado mejor suerte. Por el contrario, me parecen semejantes, y los sigo respetando y estimando tanto como antes. Has de saber, pues, que si ahora no podemos argumentar mejor, no voy a darte mi consentimiento, ni aunque el poder de la mayoría de la gente nos espante, como a niños, con mas cucos que los que nos presenta ahora, en que descarga sobre nosotros prisión, pena de muerte y confiscaciones.
Ahora bien, ¿cómo examinaremos estas cosas lo mejor posible?. En primer lugar, retomando las palabras que tú decías, respecto a las opiniones de la gente. En esa ocasión, ¿dije bien o no, que debe prestarse atención a unas sí, a otras no?. ¿O acaso hablé bien antes de tener que morir, y ahora descubrimos que hablé en vano, por decir algo, pero que en realidad eran puerilidades y tonterías?. Por mi parte, Critón, deseo que examinemos en común contigo sí, en vista de que estoy en esta situación, algo (de lo dicho anteriormente) ha de parecerme diferente o sí (parece) lo mismo; y si hemos de renunciar a ello o le haremos caso.
Según creo, los entendidos en estas cuestiones han afirmado en alguna ocasión lo que acabo de decir: que, de las opiniones que emiten los hombres, hay que valorar mucho algunas, otras no. Por los dioses, Critón, ¿no te parece bien dicho?. En lo que a ti toca, en la medida de las probabilidades humanas, estás lejos de afrontar la muerte mañana y, por lo tanto, la presente circunstancia no te transtornará el juicio. Examina, entonces, ¿no te parece adecuado que se diga que no debe tenerse en cuenta todas las opiniones de los hombres, sino que algunas sí pero otras no, ni las de todos (los hombres), sino la de algunos sí, las de otros no? ¿Qué dices?. No está bien dicho?
- Critón: Sí, bien dicho.
- Sócrates: En tal caso, son las (opiniones) valiosas las que hay que tener en cuenta, o las que carecen de valor?.
- Critón: Las valiosas.
- Socrátes: Pero valiosas son las (opiniones) de los (hombres) sensatos, mientras que las de los insensatos carecen de valor.
- Critón: por supuesto.
- Sócrates: Veamos ahora el sentido en que se dicen tales cosas. El hombre que practica gimnasia y que se dedica a ello ¿presta atención a cualquier persona que lo elogia, censura y opina (sobre él), o sólo a aquel que sea médico o entrenador?.
- Critón: Sólo a éstos.
- Sócrates: por consiguiente, ha de temer la censura y complacerse con los elogios de esas únicas (personas), y no de los de los demás.
- Critón: Es evidente.
- Socrátes: De este modo, ha de obrar y practicar gimnasia, así como ha de alimentarse y beber únicamente según la opinión del asesor y experto, antes que las de todos los demás.
- Critón: Así es.
- Socrátes: Bien. Pero si desobedece al único (experto), y desestima su opinión, atendiendo, en cambio, a las palabras de la mayoría de la gente que no es experta ¿no ha de sufrir mal alguno?.
Critón: ¡Claro que sí!.
- Sócrates: Y en qué consiste este mal?. ¿A qué afectará en aquel que desobedece?.
- Critón: Al cuerpo, evidentemente; pues eso será lo perjudicado.
- Sócrates: Tienes razón. Y lo mismo con los demás casos, Critón, de modo que no necesitamos enumerarlos todos. Por consiguiente, en lo que concierne a las (cosas) justas e injustas, feas y hermosas, buenas y malas, sobre las que (trata) nuestra actual resolución, ¿debemos atenernos a la opinión de la mayoría de la gente y temerla? ¿O a la del único experto - si lo hay- es que debemos respetar y temer antes que a las de todos los demás?. Alguien a quien, si no dejamos que nos guíe, dañaremos y arruinaremos aquello que se mejora por medio de lo justo, o bien se destruye por medio de lo injusto. ¿No es así?.
- Critón: Creo que sí, Sócrates.
- Sócrates: Ahora bien; si perjudicamos aquello que es mejorado por medio de lo saludable, y lo arruinamos por medio de lo insalubre, por no hacer caso a la opinión de los expertos ¿será posible que vivamos con esto arruinado? O sea, con el cuerpo, ¿no es cierto?
- Critón: sí.
- Sócrates: ¡Y será posible que vivamos sí (arruinamos) aquello que es dañado por lo injusto, y que, en cambio, lo beneficia lo justo? ¿O acaso tendremos por inferior al cuerpo, aquello -sea lo que sea- que, en nosotros concierne a la injusticia y a la justicia?.
- Critón: De ningún modo.
- Sócrates: ¿No es, por el contrario, algo más digno de estima?.
- Critón: Mucho más.
- Sócrates: Pues entonces, mi querido amigo, no debemos preocuparnos de lo que diga la mayoría de la gente, sino sólo de lo que (diga) el experto en cosas justas e injustas, único (capaz de decirnos) la verdad misma. De modo que, en primer lugar, no es correcto lo que propones, que tengamos en cuenta las opiniones de la mayoría de la gente acerca de las cosas justas, bellas, buenas y de sus contrarios. "Pero, por otra parte", alguien podría decir, "la mayoría de la gente es capaz de hacernos perecer".
- Critón: Con toda seguridad que se dirá eso, Sócrates; es muy cierto lo que dices.
- Sócrates: Sin embargo, admirable amigo, el argumento que desarrollamos antes me parece que sigue siendo el mismo.