Blogia

Ideas desde una Caja

QUISIERA OLVIDARTE

QUISIERA OLVIDARTE

Bajo la lona de mi terraza se ha de notar la llegada del sol.
Es temprano, muy temprano; aunque tarde también lo es. Despierto.
Ya es tarde, me has dejado solo aquí. No se porque te has ido.
Ya no hay espejos en que me pueda ver; los espejos solo muestran mi cruel y dura realidad. Mientras afuera la temperatura marca 30 grados y la gente corre intentando esquivar los mandatos de inti sol, la sensación térmica dentro de mi es 0 grados. ¿El motivo?. Aun no lo se, ni lo querré saber.
Todo horizonte se perdió en mi.
No vuelvas, vete. Me has hecho daño.
Grandes heridas marcan la ruta de mi piel; desconocida de otras pieles. Las penas en mi aun resisten al paso del tiempo.
Quisiera creer que todo es un sueño. Tus miradas se cruzan en mi mente, despreciables por defecto, desgarrando todo el dolor que queda en mi.
Casi inidentificable, yo y el mundo que me rodea. Mis miedos le temen a los miedos. Frágil es el tiempo que hemos transcurrido juntos, tanto así como lo es mi alma.
Esa alma que supiste conquistar, logrando victoria y clavando la bandera negra del dolor. Creí y pensé conocerte. La suerte esta echada, tu te la has llevado. Mi destino inventa mil argumentos para poder olvidarte pero aun así no es suficiente.
Contra las cuerdas, mis sueños reciben el golpe fulminante de tu partida; esos “ya no te quiero” derriban lentamente la esencia de mis sueños.

Despierto, miro hacia el costado y ahí estas tu.
Tu eres la luz que por las noches las estrellas iluminas. Tu es mas que dos letras, mas que una palabra.
Tu sos la mujer de mi vida.
¿Alguna vez te dije que te quería?.

(Gonzalo Tanco)

MIGRACION .. VIAJAR PARA MEJORAR?

MIGRACION .. VIAJAR PARA MEJORAR?

MIGRACION INTERNACIONAL


Unas 175 millones de personas viven fuera de su país de origen.
Una cantidad récord de personas están cruzando las fronteras, realizando largos y difíciles viajes en busca de una vida mejor.

La migración internacional afecta a casi todos los países y es un importante tema de debate, en momentos en que muchos gobiernos reciben presiones internas para reducir el ingreso de extranjeros y otros para resolver las causas de la emigración.

Algunas preguntas y respuestas de Diego Melamed (autor de un libro al respecto) hechan luz sobre el tema.

Las razones y situacion del que se va ...

En el fenómeno del actual exilio, básicamente hay tres grupos de emigrantes, los que van a Estados Unidos vía Miami, los que van a España, vía Madrid, y lo que van a países que salen en búsqueda de inmigrantes todos los años, por ejemplo Nueva Zelanda, Canadá o Australia.

En un comienzo, muchos empiezan trabajando en trabajos que no harían acá, o haciendo cosas para las que no se formaron. Muchos de los que se fueron todavía no encontraron ese trabajo al cual aspiraban. Lo que sí pude observar, varios ejecutivos que emigraban buscando trabajo en países cercanos, como Chile o Brasil, ya en su profesión ganan en dólares más de lo que podrían ganar acá.

Hay varios casos donde se sale huyendo del país. Algunos me hacían recordar la imagen de las personas tirándose desde las ventanas de las Torres Gemelas, sabiendo que se dirigían al abismo, pero prefiriéndolo por sobre el calvario que les tocaba vivir aquí. Lo cierto es que hoy en día, la emigración es muy complicada, especialmente en Europa, donde hay una dificultad mayor en conseguir trabajo por la cuestión de la ilegalidad, y en Estados Unidos después del once de septiembre, cuando se endurece un poco la política inmigratoria.

Hay arrepentimientos?

Es interesante comprender que mucha gente que va, siente que ya estaba afuera cuando estaban acá. Claro que señalan que cuando vuelva a haber trabajo, crecimiento, oportunidades alegrías, justicia, es decir el país que ellos querían que sea, no van a dudar en volver. Sucede que al margen de la situación, el vínculo con el país es muy fuerte: en Miami, pude observar el crecimiento de los cibercafés, que están llenos de argentinos que chatean con sus amigos, que leen el diario de Argentina. De hecho, Internet juega un papel importantísimo en la actual emigración, tanto para poder planificarla, por medio de sitios como el de ustedes, o de embajadas que están online, como para poder estar más “cerca” de los que se podía estar años atrás.

====================
Madres y Abuelas... las que quedan

Me decía una psicóloga clínica, quien debió criar sola a cuatro hijos, que desde siempre había tenido un sueño: llegar a los sesenta años, sentarse delante de su vieja máquina de escribir, para poder crear artículos, cuentos y novelas, con el objetivo de leérselos a sus nietos y descansar por fin un poco de la parte laboral.

Siempre pensó que con cuatro hijos tendría tanto trabajo como abuela que no iba a poder con todo: con su trabajo de psicóloga, con su deseo de crecer como escritora y con sus ganas de ayudar en la crianza de los nietos.

“Es una madraza”, solía decir la gente de ella. Sin embargo, no pudo rehacer su vida de pareja, pues los hombres huían ante la idea de vivir y colaborar en la manutención de una familia tan numerosa.

“Los míos, los tuyos y los nuestros” de las películas no podría conformarse en un país latinoamericano, donde el hombre y la mujer -en general- apenas pueden mantener a dos hijos. Por lo cual ella, decidió seguir luchando sola con su familión, y mantener relaciones cama afuera.

No se podía quejar: así como era maternal con sus propios hijos, era muy continente con sus pacientes. Tenía el consultorio lleno, y su vida profesional crecía día a día. También floreció como mujer y como amante. Lograba formar buenas parejas, pero no estables.

Hete aquí que esta mujer tan agradable, tan sociable, y tan afectuosa, se convirtió en una persona pesimista y depresiva cuando tres de sus hijos decidieron emigrar con sus familias, para probar suerte en el extranjero.

Nunca ahorró dinero para este tipo de eventualidades; nunca se imaginó que iba a perder a sus hijos y nietos en apenas seis meses, que fue lo que tardó la debacle de su país.

Las llamadas telefónicas diarias, el INTERNET, la filmadora –que había adosado a la computadora-, eran sólo paliativos que le servían –a veces- para calmar su angustia. Pero otras, cuando veía a sus nietos proyectados en la pantalla de la computadora, esa situación robotizada, la trastornaba mucho mas, y se deprimía profundamente. Añoraba los bracitos y besos de sus nietos, y las largas conversaciones y juegos que solía tener con ellos.

“¿Cuándo nos venís a ver, abuela?”, preguntaban todos al unísono. Y ella disimulaba sus lágrimas y decía “Prontito... prontito...”

Sentía que día a día los perdía cada vez mas. Sus hijos y sus nietos se estaban adaptando a otra cultura. Había dejado de ser el personaje importante en la vida de ellos. Hasta temía que su nietita de dos años en poco tiempo dejara de reconocerla como abuela.

Vivía con su hijo menor, añorando los ruidos de la casa familiar y aunque su pobre hijo le daba todo el amor que podía, invitando amigos a cenar, a compartir un asado los domingos, la soledad la asfixiaba y la angustia era cosa de todos los días.

Estaba muy enojada con el país, con los gobernantes, culpándolos de haber destruido su familia y sus sueños de ingresar a la tercera edad rodeada de nietos y desarrollando una carrera literaria que había quedado encapsulada en su alma durante 40 años, y que en este momento ella necesitaba dar a luz.

Perdía pacientes, porque ya no podía sonreír, y porque ellos tenían cada vez mas impedimentos económicos.

Y esto la angustiaba mas aún, pues no podía juntar los $1500 dólares para visitar a su familia con frecuencia. Se encontraba en una situación de sin salida y sin esperanza. Sabía que no podía emigrar, pues no iba a poder trabajar en otro país con su título. Tendría que revalidarlo, y ese era un esfuerzo muy grande que no estaba dispuesta a hacer a los 60 años. Además de los impedimentos legales propios del país a donde habían emigrado sus hijos.

Tuvo que recurrir a una terapia de apoyo para poder sobrellevar esta situación. Y decidió trabajar con grupos de mujeres que estuvieran pasando lo mismo que ella.

Esto la ayudó mucho, pues siendo solidaria con otras mujeres que transitaban su mismo dolor, pudo sobrellevar la depresión que le produjo la fractura de su hermosa familia por los problemas laborales y económicos de su país.

Comenzó a comprender que lo que veía en la publicidad era verdad (decían los jóvenes: “Millones de puestos lo esperan a través de INTERNET”). Tenía que adaptarse a vivir en un mundo globalizado, a aceptar esta nueva situación, y a no correr tras sus hijos y nietos. Tenía que poder rehacer su propia vida, y este era un aprendizaje nuevo que necesitaba elaborar.

EL GRAN FABULADOR

EL GRAN FABULADOR

Era un perdedor. Hasta los 40 años, con un abuelo banquero que aparentemente habría servido a Hitler, un padre vicepresidente vinculado con aquellos que iban a convertirse en los peores enemigos de su país y del mundo, y un hermano que, como futuro gobernador del Estado decisivo en las elecciones de 2000, iba a colaborar en su victoria a pesar de las sospechas de fraude, no había hecho más que invertir sin suerte. Era un perdedor que, en la década del ochenta, no hallaba consuelo ni en la combinación de botellas cuyas etiquetas coincidían en la letra B: bourbon, beer (cerveza) y B&B.

Decía en defensa propia que no era un alcohólico crónico, sino un bebedor ocasional. Sólo se entonaba, según él, en las fiestas organizadas por la sociedad secreta de la Universidad de Yale, de la cual había sido presidente su padre. Por él renegaba del primer nombre, George; apelaba a la inicial del segundo nombre, Walker, de modo de no ser George II. Y con él, mientras era vicepresidente de Ronald Reagan, había llegado a discutir con un par de copas de más frente a la Casa Blanca, agobiado, quizá, por la sombra de un éxito que, pensaba, jamás iba a igualar.

Lo igualó y lo superó, sin embargo. Desde una fecha clave: el 6 de julio de 1976. Era su cumpleaños y, con amigos, bebió de más. Tanto bebió que a la mañana siguiente no hubo aspirina capaz de aliviarle el terrible dolor de cabeza, resaca de la juerga, excepto el consejo de Laura, su mujer, y de algunos íntimos: que recurriera a la Iglesia Metodista. Vivía en Midland, un pueblo terroso del oeste de Texas. Solía describirse a sí mismo como todo nombre, nada de dinero. No mentía.

Pésimo había sido ese año: su compañía petrolera reportaba pérdidas, mientras caía el precio del barril, y sus cuentas bancarias bramaban deudas de tres millones de dólares. Una firma de Dallas, dedicada al rescate de firmas en bancarrota, acudió, en los ochenta, en su auxilio tanto por el beneficio en sí como por la posibilidad de contar con el hijo del vicepresidente en el directorio. Gracias a ello, Bush compró en medio millón de dólares un equipo de béisbol, los Texas Rangers, y logró venderlo, años después, en 14,9 millones. Logró pasar al frente, en realidad. Y logró desinhibirse frente a un padre dueño de una inmensa fortuna, cuyo horizonte de aciertos parecía interminable.

Le faltaba el premio mayor: la presidencia. Hasta 2000, su vida había estado signada por las comparaciones. De la Segunda Guerra Mundial, papá Bush había retornado como un héroe; de Vietnam, W. no había traído un solo recuerdo por haber permanecido como piloto de reserva en Texas. En los negocios petroleros, papá Bush había amasado sus millones; W. había acumulado sus deudas. En general, papá Bush había alcanzado la cima; W. había cavado un pozo.

Ha llegado tu turno

Pero a medida que uno comenzaba a retirarse de la vida pública, sobre todo después de haber ganado la Guerra del Golfo en 1991 y de haber perdido la reelección frente a Bill Clinton en 1992, el otro iba ocupando espacios en ella. En 1994, con el 53,5 por ciento de los votos, W. ganó la gobernación de Texas. En 1998, con el 68 por ciento de los votos, se convirtió en el primero en ser reelegido en el Estado. En 2000, con menos votos que su rival demócrata, Al Gore, alcanzó en forma dudosa la presidencia. En 2002, con él a la cabeza y los escombros de las Torres Gemelas a sus pies, su partido, el Republicano, conquistó la mayoría de número en ambas cámaras del Capitolio. En 2004, a diferencia de su padre, obtuvo la reelección después de haber liquidado en Irak la cuenta pendiente de su padre con Saddam Hussein.

Papá Bush inculcó a sus hijos, entre los cuales el gobernador Jeb prometía ser el delfín, que iban a heredar un apellido, no los votos. Les transmitió los valores del abuelo Prescott, senador por Connecticut. En especial, la competencia. Frente a la mesa de ping-pong, en familia, las reglas eran claras: no jactarse del adversario, no rendirse, no mostrar dolor, ser honesto y amable, no despreciar a nadie, jugar para ganar y reconocer el mérito ajeno.

En la ceremonia de asunción como gobernador de Texas, en 1995, Bush padre le regaló a Bush hijo un par de gemelos que había recibido de su padre, Prescott, antes de ir a la guerra. Era su posesión más preciada. Creyó Bush hijo que se trataba de una expresión de orgullo. El mensaje era otro: "Ha llegado tu turno".

¿Tu turno o tu desafío? La historia personal y la tradición familiar no justifican el proceder de las personas, pero determinan su carácter. Por su carácter, Bush no era el más indicado para someter a juicio de la comunidad internacional, tan irrelevante para él como para muchos de sus compatriotas, su decisión de ir por Saddam, por más que no tuviera armas de destrucción masiva ni responsabilidad alguna en los atentados del 11 de septiembre de 2001. Por ambos factores, tampoco iba a admitir un solo error de su gobierno durante los debates con el candidato demócrata, John Kerry.

Contra Bush, como tituló su libro el escritor mexicano Carlos Fuentes, sólo acechaba la única oposición seria que tuvo durante la campaña: los muckrakers (removedores de estiércol), como supo definirlos a principios del siglo XX el presidente Theodore Roosevelt, republicano como él, populista como él y, en otro contexto, imperialista como él. Entre ellos, Kitty Kelly, autora de "The Family: The Real History of the Bush Dinasty" (La familia: la verdadera historia de la dinastía Bush), y Michael Moore, con su película "Fahrenheit 9/11".

Cuatro años más

Los Estados Unidos no empiezan ni terminan en Broadway y la Quinta Avenida, ni en Hollywood ni en Miami. Ni una legión de granjeros oligofrénicos y fanáticos religiosos, obsesionados por el destino manifiesto y turbados por los atentados, cree que el hijo pródigo de los padres fundadores sea un gran fabulador, tildado de inescrupuloso, ignorante, inepto y mentiroso. No enloquecieron, digo: más de la mitad condenó su imprevisión en Irak, pero aplaudió su triunfo en Afganistán, y un porcentaje aún mayor aborrece el déficit fiscal acumulado en cuatro años, pero lanzó vítores por las reducciones de impuestos sobre la renta y sobre los dividendos. Optaron, entonces, por el presidente de la guerra en desmedro del senador de la duda.

Los otros, nosotros, no entendemos cómo pudieron respaldarlo, otorgándole armas tan filosas como las mayorías de número del Senado, de la Cámara de Representantes y, con ello, del Tribunal Supremo. Ni Clinton, con su ayuda escasa después de haber sido operado del corazón, pudo quebrar una tendencia alarmante: los demócratas no ganaron en un solo estado sureño. En 2000, temía que ganara Bush: "No es alguien que piensa", esgrimió.

Cuatro años después, un aristócrata de Boston, hijo de un diplomático, educado en un colegio suizo, despertó más entusiasmo en el exterior que en su país. ¿Qué norteamericano urbano o rural del fly-over country (que sólo se ve desde la ventanilla del avión), gente decente, creyente, trabajadora y patriota, siente algún afecto por continentes cuyas propias tropas debieron salvar en más de una ocasión de sus errores o desvíos?

En las ciudades pequeñas de los Estados Unidos, en donde abundan las estaciones de servicio, los templos de creencias varias, los restaurantes de comidas rápidas y los hoteles al paso, nadie invierte más de dos segundos por día, si los invierte, en remorderse la conciencia por la ola antinorteamericana que ha inspirado Bush en el planeta y alrededores. No sintonizan CNN ni leen The New York Times ni entienden eso de los ideólogos neocons fielmente interpretados por el estratego Karl Rove.

Beben cerveza a raudales, desayunan frituras, conducen pickups, ven partidos de béisbol o de fútbol americano y, a diferencia de los liberales de Nueva Inglaterra y de la Costa Oeste que se inclinaron por Kerry, confían en haber invertido con suerte en un gran fabulador al cual, con más de 50 millones de votos en contra, terminaron enviándole el único mensaje, o consuelo, de los 6000 millones que miraron las elecciones por TV: nos metiste en un lío; debes sacarnos de él. Como él mismo hasta los 40 años.

Por JORGE ELIAS

Sobre Periodismo y Linchamientos

Sobre Periodismo y Linchamientos

"Una de las cosas buenas de este tiempo es que si mueres de manera horrible frente a la TV, no habrás muerto en vano, habrás entretenido a muchas personas". Kurt Vonnegut.

No está escrito en ningún manual ni figura en algún tratado de moral o ética, lo cierto es que todo periodista en algún momento de su carrera debe dejar de ser un mero espectador, hacer de lado la llamada imparcialidad y tomar partido, porque de su decisión dependerá tal vez el futuro de una persona, familia o quizás de un país. En diferentes foros de periodismo se ha discutido sobre este tema, incluso, en el Congreso de Corresponsales de Guerra los hombres de prensa reunidos en La Habana, Cuba, se preguntaron en qué momento el comunicador debe abandonar la pluma o la cámara para tomar un fusil y defender al más débil.

Esta meditación surge a raíz de los sucesos en San Juan de Ixtayopan, México, donde tres policías fueron linchados, dos de ellos quemados vivos frente a las cámaras de televisión. Para colmo del horror, hasta fueron entrevistados en medio de su calvario. Esos periodistas describieron con detalle los sucesos y tuvieron tiempo para interrogar a las gentes que eran presa de la llamada histeria colectiva. El informe mostró toda la violencia pero no hubo nadie que dijera una palabra o hiciera algo para salvar a los desgraciados custodios. Al final, cuando esa masa de gente esta tratando de lavar la conciencia con procesiones religiosas masivas, también quedará en la mente de esos hombres y mujeres de prensa sobre lo que debieron o no pudieron hacer esa noche y cómo respondieron a la durísima prueba moral que la profesión y la vida les daba.

Una prueba similar llegó un día para esta periodista cuando trabajaba para la televisión peruana. Era casi medio día cuando sonó el biper y alguien al otro lado dijo: "Apúrate, tenemos al Búfalo Pacheco y lo vamos a linchar en la ladrillera de Huaicán de Cineguilla". El joven camarógrafo estaba emocionado "por la tremenda primicia" que lograríamos y preparaba lo mejor de su equipo mientras nos dirigíamos al lugar señalado. Se trataba del famoso Búfalo Pacheco, un antiguo miembro de las fuerzas de choque del Partido Aprista Peruano, el terror de los estudiantes de izquierda en sus años mozos cuando arremetía a cadenazos por los pasillos de la Universidad San Marcos. Era sabido que había vivido siempre en una vorágine de violencia, denuncias, juicios y hasta narcotráfico. Hacía una semana, este hombre, dirigiendo a un grupo de ex presidiarios había protagonizado un desalojo a sangre y fuego, quemando casuchas, apaleando a hombres y mujeres. Cuando esta periodista recorrió el lugar los desalojados lloraban buscando a sus hijos, y hasta mostraron los cartuchos de rifle disparados, pero la policía que participó en el operativo, dijo que no había cuerpos.

Admito que ese día casi no podía ocultar mi desprecio por el Búfalo Pacheco. Ante cámaras le pregunté sobre su apelativo, su dinero mal habido y poco faltó para desearle públicamente las peores maldiciones cuando dijo que "estaba con la ley".

Pensaba en todo lo despreciable que era el hombre, cuando llegamos a Huaicán. Abrieron un gran portón y cuando nos dejaron pasar a la ladrillera, recibí una de las impresiones más grandes de mi vida. Nunca podré decir cuántas personas eran, pero eran cientos y cientos, armados de piedras y palos. El camarógrafo comenzó a sudar copiosamente y, personalmente, hasta hoy la piel se me eriza al recordar los gritos y esas caras de odio. Nos condujeron durante un largo largo trecho, sorteando montículos de barro y acumulaciones de ladrillo, hasta una casucha donde tenían al Búfalo Pacheco y uno de sus lúmpenes que había participado en el desalojo. Éste estaba lleno de heridas y lloraba cuando los sacaron, pero el Búfalo, al que tenían en calzoncillos, hundió la barriga cuando se dio cuenta que lo filmaban. Con un profundo desprecio, dijo a los presentes "indios de mierda", entonces, alguien le lanzó una piedra y la sangre saltó de la ceja reventada.

Es muy difícil de explicar pero ese momento comprendí que allí acababa la noticia y que la vida humana era superior a todo.

No sé cómo pero me vi diciendo, "Alto, alto señores", y le ordené al camarógrafo que apague la cámara, así lo hizo y la puso al suelo.

"No me haré cómplice de esto, piensen, ¿qué ganan con la muerte de este individuo? Ustedes son pobres pero no asesinos, no se ensucien con su sangre, lo único que lograrán es que la policía venga, los reprima y encarcele". Esperé sudando la reacción y alguien al fondo dijo, "lo que pasa es que la Peláez ya se vendió". Pero inmediatamente les dije que en mi tierra, a ese tipo de desgraciados los humillaban pintándolos y dejándolos desnudos en la Plaza Mayor. No pronuncié una palabra más y nos sentamos a un lado.

Entonces, en medio del silencio, metieron nuevamente a los detenidos a la casucha.

No sé si los periodistas mexicanos tuvieron una oportunidad para salvar a los policías, ni sé cómo se dieron los hechos, pero hasta hoy no estoy segura si llegué a los corazones de aquellas personas desposeídas o el decidir que no filmaríamos el linchamiento hizo que le perdonaran la vida.

El camarógrafo tuvo de todas maneras las imágenes del Búfalo Pacheco cuando lo pasearon pintado y después cuando lo entregaron al fiscal. También filmó la llegada de cientos de escuadrones antimotines y mercenarios contratados por los propietarios de esa zona, pero que tuvieron que marcharse. En el canal, cuando el director del noticiero discutía conmigo sobre "la imparcialidad del periodista", el camarógrafo confesó, para deleite de mi jefe, que nunca había apagado la cámara por si "nos sucedía algo".

Unos meses más adelante supe que un comando de Sendero Luminoso había interceptado al Búfalo Pacheco y luego de un juicio "popular", había dinamitado su camioneta con él dentro. Esa vez, gracias a Dios, nadie llamó.
(de Vicky Pelaez desde Mexico, autorizada su publicación en esta bitácora)

De sueños y realidades

De sueños y realidades

Un cruel trueno quiebra el cielo en mil pedazos mientras la lluvia lo calma apaciblemente. Blanco, dócil e inofensivo; duerme acurrucado en sus sabanas grises, tenebrosas al igual que la indecisión.
Todo parecía formar parte de otra dimensión y así lo era. Lo han llevado hacia otro mundo. Aquí nadie sabia que eran los colores; el único color existente era el negro; tras este todo se veía igual.
Inexistentes los prejuicios y los trastornos.
Todo el mundo era analfabeto, nadie sabia decir te odio y esto si era considerado una mala palabra. De pobres estaba inundado el sistema; pobres de odio y de indiferencia:
Raros movimientos han ejercido sobre el niño; ha despertado su cuerpo sin razón.
Mira hacia los costados y se ha dado cuenta de que su sueño no ha sido mas que parte de la realidad que nunca jamás pudo descubrir.
(Gonzalo Tanco)

MACONDO EXISTE

MACONDO EXISTE

Macondo se levanta y abre sus ojos hacia un nuevo amanecer. Sus calles llenas de polvo apenas dejan ver las historias de tiempos pasados que se sienten con sólo poner un pie sobre ellas.

Aunque en Macondo algunos sean de tierras lejanas, todos se dejarán hechizar por la belleza de sus campos, montañas, valles y playas

Con él se despiertan también los recuerdos del ayer, las batallas perdidas y las ilusiones que se ven escapar de las manos de muchos de sus habitantes.

Aún así, aunque la tristeza se note en la mirada, su gente nunca se ha rendido en el primer intento, nunca han dejado de dar hasta el último esfuerzo, hasta la última gota de sudor.

En este lugar nadie se queda olvidado. Ni los muertos, ni los vecinos, ni tampoco los extranjeros, porque aunque en Macondo algunos sean de tierras lejanas, todos se dejarán hechizar por la belleza de sus campos, montañas, valles y playas. El calor humano que se vive aquí es tan grande, que aún siendo un desconocido y estando en el pueblo más insignificante, todos se sienten en casa.

Aunque a veces el desempleo y la pobreza nos atropellen de mil maneras y las oportunidades de subir de estrato sean casi imposibles... En Macondo siempre hay un nuevo motivo para levantarse cada día.

Aquí, hemos aprendido a no tenerlo todo, porque al final nunca se ha tenido nada, a trabajar duro por eso, porque tanto aquí, como en muchos lugares del sur, las cosas nunca caen del cielo.


Es triste cuando lo veo ser el protagonista en una noticia de drogas, o en una crisis de violencia por parte de grupos organizados que decidieron tener como opción de vida, las armas

También hemos aprendido que muchas veces las mejores cosas de la vida son invisibles a los ojos, por eso será que no compro el bronceado perfecto en el supermercado y prefiero sentir y disfrutar la caricia suave de los rayos del sol.

Es triste cuando lo veo ser el protagonista en una noticia de drogas, o en una crisis de violencia por parte de grupos organizados que decidieron tener como opción de vida, las armas.

Y es aún más triste dejarse llevar por la primera impresión de las cosas, y no por lo que realmente son.

Todos estos detalles describen un lugar que casi nadie quiere visitar por miedo a ser raptado. Este es el lugar donde nací. Un "Macondo", un lugar imaginario, que se lleva por dentro como la tristeza o como la felicidad... y que te recuerda a cada instante de donde vienes y para donde vas.

Mi Macondo, es Colombia.

NADA HAY MAS PODEROSO....

NADA HAY MAS PODEROSO....

Horas frente a una pantalla de un ordenador, intercambio de ideas con cuatro a seis desconocidos que dejan de serlo promedialmente cada dia, intercambio de información, tanto escrita como hablada en forma simultanea, transmisión de imagenes varias, desde fotos a diseños artisticos...
Ese es el entorno de cualquier persona mayor de 17 años en cualquier ciudad de cualquier pais que se encuentre en el tercio superior de la escala de desarrollo.
Este ser humano, esté previamente capacitado o no, manejará información politica, social, económica, geografica, deportiva y hasta cientifica en una sola semana que es diez veces más de la accedida por su padre en una decada. Absorverá solo un porcentaje muy pequeño de esa información pero quedarán huellas... métodos de análisis de cada texto al que accede que le iran formando como una analista rápido y selectivo de lo escrito.
El usuario informático promedio esta acostumbrado a buscar rápidamente sitios web relacionados con determinadas ideas o conceptos concretos, separando noticias de analisis monográficos, chismes de datos biograficos y llegando a conclusiones sobre temas controversiales.
Se impacientará cuando la navegación es lenta o el servicio no es adecuado, solicitará que su equipo tenga una cámara que funcione, que el sonido sea el adecuado y el nivel del computador no baje de determinado piso aceptable. Será capaz de sostener de tres a cinco conversaciones simultaneas con diversos interlocutores que pueden ser un pariente, un jefe , un desconocido, un lazo afectivo o sexual y hasta en ruedas de conversaciones multiples.
No imaginará la posibilidad de que se le retacee algun acceso a una página web o tenga vedada alguna información adyacente a lo que busca.
Tendrá serias dificultades para escribir en forma manuscrita, pero habra digitado y leido en un mes más que sus padres en la cuarta parte de su vida.
Sera portador de un número creciente de faltas de ortografía pero estará al tanto de modismos de mas de 8 países como mínimo, pudiendose comunicar en lenguaje llano con un habitante de cualquiera de ellos.

Más libertad, mayor información, flexibilidad cultural y juicios más equilibrados entre una cosmovisión social y apreciaciones morales son las caracteristicas de la nueva generación que ya puebla nuestras casas, empresas, instituciones culturales y religiosas.....
Lejos quedarán las visiones estrictas, monocromáticas, derivadas de preceptos morales incambiados e incambiables, aceptaciones pasivas de verdades reveladas por medios de comunicación moncordes.
Los sueños de estos seres serán mas exigentes en lo cotidiano.. calidad de vida ya!
serán mas realistas en largo plazo ...realización laboral, casa propia, viajes... nada de reyes del mundo o ser el emperador de una industria....
Politicamente ...pragmatismo puro. No habrá colores decisivos y decidiendo.... el que mejor trabaja se queda, el otro se va.... o mejor dicho, quien mejor me hizo vivir tiene mi voto....Los partidos duran lo que dura un buena gestión ... Nacen y mueren conglomerados o coaliciones políticas en la medida de sus fracasos.. casi siempre económicos..

El mundo esta cambiando...
No se trata de una nueva forma de pensar, se trata de una nueva forma de ser.....
Me recuerda un pensamiento que lei hace tiempo, no sé donde y no sé de quien...

NADA HAY MAS PODEROSO ... QUE UNA IDEA A LA CUAL LE HA LLEGADO LA HORA..

El lenguaje de greda

¿Escucharon (vieron) ustedes cómo usan el lenguaje la gente del sudeste de Bolivia? La ascendencia peninsular se manifiesta en que no se habla solamente con la boca; se usa todo el cuerpo.


¡Qué alegría del conversador cuando está con las manos vacías para poder dar rienda suelta a las mejores expresiones corporales que acompañan sus alegatos! Y como casi siempre las tienen vacías (la crisis afecta tanto, dicen), es todo cuanto puede derrochar.

Las famosas malas palabras pierden su carácter peyorativo y en un vuelco incomprensible e inesperado de sus significados, que sólo la costumbre vuelve amables, se las escucha como una muestra de cariño y casi de cumplido.

La gente del campo que habita el piedemonte fresquito con el que la llanura chaqueña se une a la serranía del Aguaragüe, casi sobre la frontera argentina, hace del lenguaje no sólo la gala de los días festivos sino que refuerzan lo que le es propio, reconociéndose en la palmada, en el estirón cariñoso del pelo, en el gesto de la cara de la muchacha con la cabeza inclinada, los ojos abiertos mirando hacia otro lado y los labios apretados y ocultos o en la posición de vocal "u", para defenderse de las insinuaciones amorosas de algún chaqueño entrador.

La risa, por demás mucho contenida, que se desborda a borbotones, es señal para que el picaflor se anote un punto.

A contrapelo de la opinión de los academicistas, este barro siempre fresco que es nuestro castellano y mestizo hablar, nos defiende de la desaparición

Las familias que se encuentran en el mercado o al salir de misa, cumplen el rito afectivo de los saludos con apretones de manos, ¿Qué tal? ¿Qué tiempo no? y los últimos acontecimientos.

Sin embargo, la seguridad de pertenecer a un grupo, el sentimiento de bregar juntos en la cotidianeidad dura y la aceptación de una tácita alianza, se muestran más nítidamente cuando se festeja a los niños pequeñitos agachándose y apretándoles cariñosamente la pequeña nariz y diciéndoles con voz fingida de guagua, lentamente y con tierna reconvención: ¡Calaco mielda! o ¡Calaco la puuuta!.

A contrapelo de la opinión de los academicistas, este barro siempre fresco que es nuestro castellano y mestizo hablar, nos defiende de la desaparición
null