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holberth

¿El mal es necesario?

¿El mal es necesario?

De ahí los gritos de los políticos, de ahí las numerosas calamidades publicas de todas las clases imaginables, calamidades falsas, inventadas, exageradas y el ciego aturdimiento que nos lleva a darles crédito. Estos jóvenes quieren que les vanga de fuera, o fuera se les ponga visible, no la felicidad, sino la desgracia, y su imaginación se esfuerza en hacer de ella un monstruo para ponerse enseguida a lidiar con él. Si estos seres ansiosos de miserias se sintiesen con fuerza para hacer bien, en sí mismos y por sí mismos, sabrían tambien fabricarse miserias propias y personales. Sus sensaciones serían más delicadas y sus alegrías sonarían como bien concretada música, mientras ahora llenan el mundo con sus gritos de aflicción y a veces lo llenan, por lo mismo, de sus sentimientos de aflicción. No saben qué hacer de sí mismos y por eso escriben en la pared las miserias de los demás. Siempre necesitan de los demás. ¡Y otros de otros diferentes! ¡Dispensad, amigos, yo me he atrevido a escribir en la pared mi dicha!

Nietzsche

Un Grito De Angustia Y Un Canto De Alabanza

UN GRITO DE ANGUSTIA Y UN CANTO DE ALABANZA

Era la semana Santa de 1963. La procesión del viernes santo se realizó en horas de la tarde como es costumbre y acudió gran cantidad de habitantes del barrio Obrero y sus alrededores. Roberto participaba activamente de los eventos católicos realizados en la semana Santa, pues su devoción hacia el Sagrado Corazón de Jesús era grande y su incansable búsqueda de paz espiritual lo mantenían muy devoto a las enseñanzas de la iglesia. El sudor espeso corría por su frente, la temperatura oscilaba entre los 33 y 35 grados centígrados en la pesada hora de las tres de la tarde. Miraba a la derecha a su amigo de toda la vida, Félix, quien a pesar de sufrir una fuerte gripa durante los últimos días no faltó a la tradición anual de cargar con una de las pesadas imágenes de la procesión. Roberto, Félix, Eusebio y Casiano eran amigos de barrio de toda la vida, y entre los cuatro llevaban la imagen a cuestas de la vírgen María llorando por el sufrimiento de su hijo.

Aunque la cita con Dios no podía faltar en la vida diaria de Roberto, él se daba momentos con sus amigos para tomarse unas cervezas en la taberna que manejaba su suegra, Maria Luisa, quien le reprochaba las borracheras y el vicio del cigarrillo. No le gustaba que su yerno fuera como aquellos hombres a los que ella solía sacar a golpes por no pagarle o por formar problemas con otros clientes. Pero Roberto no era problemático, su popularidad en el barrio Obrero era tal que no contaba con enemigos, popularidad que se debía en gran medida a que era hijo de la Luisa y Humberto, personajes muy reconocidos y respetados del Obrero. Los sábados en la noche eran de total ocio. La taberna era muy concurrida por los hombres del barrio que encontraban en el juego de sapo y en el licor una buena motivación de diversión con los vecinos. A medida que transcurrían los años, Roberto se fue alejando de aquel mundo de las tabernas, del licor, pero le fue muy difícil dejar el cigarrillo. El cuarteto de los amigos se fue desintegrando poco a poco, ya Félix se había ido del barrio con su familia, Eusebio tuvo enredos con varias mujeres y terminó casado con una con la cual tuvo una hija y Casiano continuaba su vida en el barrio Obrero como la había llevado hasta el momento, viviendo en la casa materna y saltando de cantina en cantina.

Era el año de 1972. Un día, Roberto comenzó a sufrir de los nervios y esto le trajo muchos problemas en su trabajo y en su hogar. Se alteraba por cualquier ruido o irregularidad que pudiera observar, era incontrolable, sudaba frío y temblaba. Los médicos no daban con el chiste, algunos recomendaron algunas píldoras que no tuvieron efecto alguno en la salud de Roberto. Su desesperación fue tal que escuchó los consejos de su suegra Maria Luisa, quien le dijo que fueran donde un señor llamado Paco, el cual gozaba de gran fama gracias a sus dictámenes exactos sobre enfermedades extrañas en las personas y estudio de casos paranormales.

Don Paco observaba al hombre inseguro que se encontraba delante de él y que buscaba una respuesta y sobre todo una solución a su problema de nervios. Roberto lo miraba con sus grandes ojos claros, muy expectante. Paco inclinó su vista hacia el suelo y le dijo con voz suave que tenía una “entidad” en su cuerpo que le causaba las dolencias inexplicables y habría que sacarla; en otras palabras, le exigió hacerse una limpieza espiritual. Desconcertado, Roberto se dirigió a su casa sin tener mucha confianza en aquel médico recomendado por Maria Luisa, pero ésta le insistía a su yerno que continuara con el tratamiento propuesto por el señor Paco. Los riegos, las oraciones, los sahumerios, las fragancias de rosas y los mensajes de los espíritus dados por los “medium” eran algunas de las características del Espiritismo, una ciencia o creencia en la cual Roberto empezaba a sumergirse de lleno. Atrás quedaron los largos sermones recibidos en las iglesias, la práctica del que “Peca y Reza, empata”, muy propia del catolicismo, las duras jornadas cargando yesos en las semanas Santas y todas las costumbres que había recibido de la religión católica durante toda su vida.

Don Gerardo era un hombre de rasgos indígenas, quien lucía siempre con un peinado estilo Gardel y un inexplicable brillo en su cabello a toda hora. Lo tomó de las manos diciéndole: -Que el espíritu Santo descienda sobre tí. Luego rezó el Salmo 23 y en las aguas del río Pance le regó agua de hierbas con un platón por todo su cuerpo. –Que así sea hermano, que así sea. Exclamó Roberto. El grupo de espiritistas era relativamente amplio: Doña Carmen era la líder del conjunto, la guía de los demás miembros. Don Gerardo, Marino Escobar y Maria Luisa se convirtieron en las otras figuras representativas de aquella saga que se formó a principios de los años setenta.

Fue Maria Luisa quien arrastró a toda su familia (su esposo, sus cuatro hijas con sus respectivos esposos e hijos) a una nueva forma de ver la religión, la historia, la vida y obra de Jesucristo. Marlene era la menor de sus hijas, aún no se había casado pero estaba pronta a hacerlo, aunque ya tenía un hijo quien nació de pies y parido con la ayuda de la legendaria “Carmen”. Una vez se encontraban Marlene y doña Carmen en el templo espiritual de la casa de Maria Luisa, y la maestra le aconsejó a su alumna que se casara antes del 10 de diciembre, pues algo terrible iba a suceder. Marlene siguió su consejo y se casó el 1 de diciembre de 1979. Diez días después, murió William a causa de un derrame cerebral, el hijo mayor de Roberto. La familia recibió un golpe fatal que los sumió en la tristeza absoluta, pues aquel joven talentoso era motivo de orgullo y esperanza no solo de sus padres, sino de su abuela y la familia en general.

El templo espiritual de Maria Luisa no era el único al cual acudían frecuentemente a hacer oración, pedir por la humanidad, dar gracias y recibir espíritus quienes traían consigo sus mensajes. Existía el templo de Marino Escobar, quizas el más acogedor de todos, con imágenes, cuadros y flores adornando el lugar divino. También existía el templo de Tulia, una mujer indígena que vivía en las laderas de Cali, más exactamente en el sector alto del barrio Nápoles. El templo de don Gerardo estaba ubicado en el corregimiento de Montebello. Tras la muerte de doña Carmen, fue don Gerardo quien tomó el lugar del líder, compartiendo un poco el liderazgo con Marino Escobar. Roberto no tomaba partido de lleno en las reuniones espiritistas pero acudía juiciosamente a las citas celebradas por el grupo, principalmente los días 27 de cada mes.

Fueron 23 años en los cuales la familia estubo ligada a las creencias del espiritismo. Las hijas de Maria Luisa se volvieron expertas en recibir espíritus; los bautizos espiritistas de los nuevos miembros nacidos en la familia eran sagrados; los tratamientos médicos espirituales y las oraciones no faltaban por parte de Gerardo y Marino Escobar. La lectura detenida de las sagradas escrituras, entre otras actividades, estuvieron arraigadas a Roberto por todos esos años. Todo terminó en Julio de 1995 con la muerte de Maria Luisa, quien falleció a la edad de 83 años. Marino Escobar era cada vez más vehemente en la decoración de los templos espirituales y en rendirle culto a las imágenes de los santos, tarea con la cual Gerardo no estaba de acuerdo y por lo cual tuvieron muchos choques. Cada vez más, Marino Escobar tomaba el camino que Roberto había dejado hace muchos años: la adoración de ídolos, prohibida en las sagradas escrituras y la rezandería muy propia de los católicos radicales. Roberto y la familia en general se fueron alejando de las enseñanzas del espiritismo, pues ya no contaban con la líder innata de su sangre que los había inducido a esta ciencia mística y exotérica. Gerardo y Tulia continuaron con sus respectivos templos realizando prácticas espiritistas y llevando la enseñanza de los seres del más allá. Fue cuando Marlene y la esposa de Roberto, María Dora, decidieron acabar con el templo espiritista de la casa de su mamá ya fallecida. Por lo tanto, así terminó esta saga.

Roberto sufrió una penosa enfermedad a mediados del año 1996 que lo dejo paralítico del lado izquierdo, algo que la medicina moderna denomina como trombosis. Desde aquellos días su estado de ánimo parecía una bomba de tiempo, pues por cualquier situacion se irritaba y causaba problemas. No soportaba a su esposa ni a su hijo Gilberth que, aunque casado, seguía viviendo con sus padres. Parecía haber perdido la fé en el Señor. Las enseñanzas del espiritismo de nada le servían, hacían parte de un pasado y su presente era como un infierno viviente. Tras esta situación desagradable, decidió un buen día, motivado por una cuñada, asisitir a la iglesia Bautista. Se trataba de los famosos Cristianos, quienes alegran a las personas con sus canciones y sus oraciones preciosas y muy conmovedoras que ayudan a un ser humano a sobreponerse de los problemas. Roberto asistía con mucha devocion a la iglesia Bautista y junto a él, llevaba a su esposa Maria Dora a los caminos que conducen al cielo.

Con su bastón y mucha dificultad para caminar, se impulsaba por los senderos de la iglesia Bautista de Efeso. Era un nuevo horizonte en la búsqueda de la felicidad en la vida de Roberto. Si algo lo caracterizaba era su incesante inquietud por descubrir la verdad de los mensajes de Jesucristo y de Dios, que aunque están escritos, muy pocas personas los comprenden, y de los pocos que los comprenden, muy pocos los siguen. Rosmira era una cuñada de Roberto, fue ella quien lo impulsó a él y a su esposa a seguir los ideales de la iglesia Bautista. Gracias a Rosmira, Roberto y María Dora cantaban en las mañanas hermosas canciones dedicadas a “nuestro Señor Jesucristo”. Roberto dejó de asistir a cualquier tipo de reunion social o fiesta familiar, pues su nueva condición de hombre devoto a las enseñanzas de las escrituras se lo impedían. Aún así, fue María Dora quien siguió más de cerca las enseñanzas de los pastores de la iglesia Bautista. Acudía con un grupo de amigas del barrio con frecuencia a una de las iglesias que profetizan la cristiandad, o se reunían y actualmente se reúnen en una de las casas de las miembros del grupo.

A pesar de la devoción de su esposa, Roberto seguía su rumbo religioso sin estar seguro de la verdad y de lo que verdaderamente podría traerle la paz a su vida eterna. Fue en el año 2000 cuando unos familiares lejanos de Roberto fueron a visitarlo a su casa, hablaron de sus vidas y de los problemas que nunca faltan. Se trata de un grupo de personas que hace muchos años pertenecen a la iglesia Pentecostal, caracterizada por darle poco crédito a la virgen María. Roberto siempre ha sido un hombre muy entregado a los temas que involucren a Dios, y fue esta la oportunidad para encontrar la respuesta a aquello que buscaba desde su terible enfermedad. No entendía por qué el destino lo castigaba con semejante dureza si siempre fue un hombre bueno que entregó su vida a su familia, a las enseñanzas de las sagradas escrituras y a la oración.

“Dios sabe lo que tiene para nosotros. El castiga a las personas para que la gente crea. No existe un futuro fuera de su rango, de su divinidad y su grandeza. Dios lo es todo. Es nuestro señor. Nada escapa a su poder y estamos sometidos a su voluntad, por eso debemos arrepentirnos de nuestros pecados ante él, no ante un sacerdoe, él es el único que tiene la facultad de perdonarnos y darnos la vida eterna. Debemos entregarnos por completo al Señor y olvidarnos totalmente de las tentaciones terrenales”.

-Si Roberto, pero por qué dejó de ir a la iglesia Bautista junto con doña María Dora.
-Es que la iglesia Pentecostal me queda más cerca, además el pastor me recoje en carro.

Dios, universo y creación

DIOS, UNIVERSO Y CREACION

Hay algo misterioso y solitario
Que fue antes que el cielo y que la tierra.
Es inmutable e inaprensible, es la unidad y el vacío.
Recorre un circulo eternamente y es inagotable,
Por lo que se le puede llamar La Madre De Todas Las Cosas.
Yo no se su nombre, Pero hago un esfuerzo y le llamo TAO.

LAO TSE

Desde niño siempre he sido muy curioso y poseedor de una imaginación que me permite dar cabida a cualquier idea por extraordinaria, descabellada, imposible e irrealizable que parezca. Mis cuestionamientos sobre la verdad de la vida, de Dios, la creación y la existencia del universo no son propiamente míos, pues en algun momento de la vida cualquier persona se los puede plantear. Sin embargo, por más racionamientos que se hagan sobre estos temas siempre se concluye con la incertidumbre de que nunca podremos conocer la verdad absoluta y estaremos sometidos eternamente a vivir con simples conjeturas que no nos llevan a descubrir la verdad sobre Dios y el universo.

El ser humano, con su capacidad de inventiva, ha desarrollado a travéz de la historia ideas bellísimas y muy elaboradas sobre la creación de las cosas y el origen del universo. Las civilizaciones más antiguas manifestadas, llegadas o aparecidas en la tierra, han dejado rastros de ideas extraordinariamente bellas que son estudiadas por arqueólogos e investigadores. Aun así, estos estudios no nos llevan a un conocimiento de la verdad, sino que su propósito es descubrir rasgos culturales de aquellas civilizaciones antiquísimas, como la India, China, Egipto y Mesopotamia.

En el hemisferio occidental las concepciones sobre Dios, el universo y la creación han sido impuestas por la tradición judeo-cristiana desde hace cientos de años. Se trata de una institución que ha gobernado el mundo, ha impuesto una doctrina de la moral, se involucra en asuntos políticos y de orden social, ha manejado las mentes de la humanidad y conlleva las riendas de los conceptos sobre Dios, el universo y la creación. Efectivamente, me refiero a la Iglesia Católica.

ROL EN LA HISTORIA

Sería una injusticia cuestionar a la iglesia actual por sus hechos perversos pero no se pueden ignorar estos actos de barbarie que marcan su historia. Las guerras provocadas por los líderes del Catolicismo son innumerables, los incentivos a las personas para que maten a los enemigos de su religión es una forma perversa de patrocinar el genocidio. La época más recordada y conocida marcada por estos asesinatos selectivos es aquella en que se dio la Inquisición, impulsada por el Papa Lucio lll (... Para abolir la depravación de las diversas herejías que en los tiempos presentes han comenzado a pulular en diversas partes del mundo, debe encenderse el vigor eclesiástico, a fin de que -ayudado por la potencia de la fuerza imperial- no sólo la insolencia de los herejes sea aplastada en sus mismos conatos de falsedad, sino también para que la verdad de la católica simplicidad que resplandece en la Santa Iglesia, aparezca limpia de toda contaminación de los falsos dogmas...). Esta etapa sangrienta de la historia, no fue provocada solamente por los líderes de la iglesia sino que muchos príncipes de diversas partes del mundo los apoyaron. Desde aquella época ya era evidente el estrecho vínculo que ha tenido la iglesia con los dueños del poder político. La historia de la conquista del Nuevo Mundo es el paradigma del cinismo de las católicas majestades de Castilla y Portugal gracias a la Bula Inter Coetera por la que el papa Alejandro Borja les repartió el continente como si se tratase de animales salvajes.

El avance de la ciencia también ha sido entorpecido en gran medida por la acción de altos jerárcas de la iglesia. Recordemos las persecuciones a grandes científicos y filósofos del siglo de la ilustración, o para hablar de casos más recientes, la oposición que el Vaticano ejerce sobre los métodos de planificación. Otro tema que se menciona mucho en la actualidad es el de la medicina regenerativa que, segun la iglesia, no necesita clonación humana. Se apoyan en investigaciones hechas por el catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid, César Nombela, quien asegura estar convencido de que la medicina regenerativa no precisa de la clonación llamada terapéutica sino de la reprogramación de las células del propio cuerpo (www.iglesia.org).

PERDIDA DE CREDIBILIDAD

En la actualidad es notable la falta de devoción a la iglesia que se tenía anteriormente. La decerción de la religión católica es un tema que preocupa a los sacerdotes y obispos. Las personas se están adheriendo a otra religiones más ortodoxas que el catolicismo, como el cristianismo, los evangélicos, testigos de jehová, etc. Sin embargo, son todas muy comunes ya que llevan la lectura de los cuatro evangelios como los textos claves de sus ideales. La iglesia sigue interviniendo en temas sociales y políticos pero ya no tiene la fuerza de años anteriores.

Aunque en muchos países del mundo la población se mata por temas religiosos, este no es el caso de Latinoamérica. Confieso que a veces tengo que pellizcarme para convencerme de que no estoy soñando. Abro los periódicos, enciendo la televisión y la radio y me quedo atónito ante las matanzas que se producen en nombre de la divinidad en los más diversos lugares del mundo. Para el caso de occidente, muchos se matan y no entienden ni por qué, pues la interpretación que se le ha dado a la lectura de los evangelios por parte de las religiones cristianas es muy difusa y aun no tenemos un conocimiento certero de la verdad. Temas como el nacimiento de Jesus, su vida en la adolescencia, vida publica, muerte y resurrección son muy cuestionables de mi parte. Siento que ha predominado una venda en nuestros ojos impuesta por los líderes religiosos a través de la historia. Por eso, mi desición de tratar el tema de dios, el universo y la creación desde otra perspectiva completamente diferente a la de occidente. Las ideas que expondré y sustentaré no son para creer en ellas, son para considerarlas y valorarlas como lo que son: extraordinariamente bellas.

El TAO EN COLOMBIA

Lao-tsé es uno de los grandes místicos en la historia de la humanidad. Segun el libro del Tao-Te-King, se cuenta que un día, una anciana llamada Nu-Yu habiendo alcanzado la edad de 171 años, se sentó a reposar bajo la sombra de un ciruelo a contemplar el sol. El espíritu del sol adquirió la forma de un huevo de cinco colores que después se hizo aun más pequeño saltando del disco solar a la boca de la doncella que lo tragó. Inmediatamente después un orificio se abrió en su costado izquierdo y, a través de él, la virgen se alivió de un embarazo de 72 años, dando luz a Lao-tsé.

La leyenda cuenta que Lao-Tsé nació siendo anciano. Se tienen muy pocos documentos sobre su existencia, pero se sabe que estubo en la India y Nepal predicando su filosofía. Es Lao-tsé el padre del Taoísmo, pero no del taoísmo que conocí, ya que este es una mezcla de Gnosis, exoterismo, taoísmo chino y cristianismo. Hace un tiempo, cuando tenía 13 años de edad, tuve la oportunidad de conocer un hombre negro de aspecto vigoroso, vegetariano y que se hacía llamar Uchamaguí. Se trata de un hombre vinculado a la secta del Tao en Colombia ubicada en algun lugar en las montañas de Santander. Su historia es la de un hombre bohemio y fornicario que se la pasaba en bares con prostitutas, pero un día su vida dió un giro de 180 grados y terminó convirtiéndose en maestro del Taoísmo. No fue de la noche a la mañana, tuvo que hacer un sacrificio enorme de muchos años para lograrlo, pero no voy a profundizar en su vida personal, solo diré que hizo parte de un monasterio Taoísta llamado Geoacuarius que se encuentra en algun lugar de la selva del pacífico Vallecaucano.

El Tao en Colombia, y en el mundo, es liderado por Kelium-Zeus, un hombre que vive en el monasterio llamado La ciudad del Sol, ubicado en Santander. No lo conocí personalmente pero si en fotografías. También tiene un aspecto corpulento como todos los hombres que practican el Tao. Segun los Taoistas, Kelium-Zeus es la reencarnación de Juan El Bautista. El segundo al mando es el maestro Samael Aum-Beor, gnóstico y escritor que murió hace varios años pero que reencarnó en el cuerpo de un hombre de 20 años de edad en nuestro tiempo.

DISCIPLINA DEL TAOISMO

El universo fue creado tal y cual como se narra en el libro del génesis de la biblia. Para Lao-tsé, el Tao fue antes que todo, incluso que Dios, pero fue este quien creó el universo. Los taoístas en Colombia dicen que Dios es el ser supremo, el rey del cosmos que tuvo el poder de crearlo y puede destruirlo, creó la materia y a la raza humana, su poder es extraordinario y el Taoísmo nos enseña el camino que debemos tomar para igualar su poder. Es una facultad que poseemos todos los seres humanos, ya que fuimos creados a su imagen y semejanza. Somos dioses, sólo que no sabemos manifestar nuestro poder. Lao-tsé dice en el libro del Tao-Te-King: la razón de que el hombre no pueda fundirse en el Tao, es que su mente está perturbada por los deseos y las pasiones. Deje el hombre que la mente se aquiete como el agua inmóvil de un lago y, afirmándose en la pureza, hallará la tranquilidad. Quien se afirma en la pureza y la calma, abre las puertas al Tao que, gradualmente, se manifiesta en él. Al fin se hace poseedor del Tao y en esa forma adquiere la inmortalidad.

No solamente es necesario seguir los consejos de Lao-tsé para fundirse en el tao, sino que es necesario un proceso mucho más complejo y que exije una voluntad infinita. La voluntad de nuestro espíritu se refleja en nuestro cuerpo físico. Cuando se tiene un cuerpo fuerte y vigoroso, quiere decir que se tiene voluntad. Es, pues, un requisito indispensable una rutina fuerte y exigente de ejercicio físico para alcanzar la transmutación, fundirse en el Tao, o la mutación, como la llaman los taoístas. De esto hablaré un poco más adelante. Los ejercicios deben realizarse antes de la salida del sol y deben ofrendarse al maestro Kelium-Zeus, además deben estar acompañados por una sección de meditación y canto de mantras.

El taoísmo no es admisible para todo el mundo, ya que hace falta despojarse de todas las pasiones terrenas creadas por Satán para alcanzar un estado de pureza del alma. Desde los orígenes de la humanidad en mesopotamia, el diablo ha tentado al ser humano haciendolo caer en el pecado que le impide alcanzar la evolución espiritual. Segun el maestro Uchamaguí, todos aquellos profetas cuyas historias se narran en la biblia eran seres transmutantes, como también los sabios de la antigua grecia, los Mayas, los egipcios que construyeron las majestuosas pirámides y, por supuesto, jesucristo.

LA VIDA DE JESUCRISTO

Jesus no nació por obra y gracia del espíritu Santo, fue producto de una relación sexual normal entre María y José que eran seres mutantes, o transmutantes. El maestro Uchamaguí dice que cunado una pareja alcanza la mutación es imposible concebir hijos, entonces hace falta un proceso de meditación muy elevado en el que se pide a los maestros espirituales que permitan el acceso de un sólo espermatozoide en el óvulo de la mujer para que sea fecundado. Un ser que nace en estas condiciones posee facultades extraordinarias que un humano comun no tiene, pues su proceso de alcanzar un estado de divinidad e inmortalidad está avanzado gracias a sus progenitores. Jesus era un ser humano comun y corriente, no era el hijo de Dios como lo afirman la biblia y la iglesia católica, sino que se convirtió en un Dios aquí en la tierra.

Anteriormente mencionaba la falta de información sobre la vida de Jesucristo en su adolescencia. La biblia no menciona nada al respecto, excepto una pequeña pincelada de Lucas en el Cap 2:52. Y Jesus crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. Los taoístas afirman que jesus, al cumplir sus catorce años, se separó de sus padres y empezó a recorrer el mundo. A los catorce porque es esta la edad en que el hombre empieza a producir semen y ya es apto para comenzar el proceso de la mutación. El maestro Uchamaguí habla de una ausencia de Jesus de 16 años del lado de sus padres, en los cuales recorrió muchos países obteniendo sabiduría: conoció la filosofía del Tao en la China, estuvo en la India y en Nepal, aprendió en Grecia sobre la mitología griega y estuvo en Egipto aprendiendo de los seres espaciales que construyeron las pirámides. Incluso estuvo en Centroamérica y en el templo del sol del Peru. Pero, ¿Cómo llegó Jesus a América? Pues no estamos hablando de un ser que necesitara un barco parta cruzar los mares, sino de un Dios que podía viajar en cuerpo astral, como lo llaman los místicos y exotéricos, que es la facultad de desaparecer el cuerpo y transportarlo a cualquier lugar del universo a la velocidad de la Luz.

Jesus debió tener una vida muy agitada, incluso antes de llegar al medio oriente a sus 30 años. Es inconcebible para mí que un Dios se halla pasado toda su vida de carpintero en su casa y que todo lo que decía era simple inspiración divina. Esta idea se remonta a los tiempos de los Homéricos en Grecia que creían que sus pensamientos era inspiración de los dioses ya que ellos no tenían un conocimiento de la subjetividad. Jesus aprendió mucho en sus viajes alrededor del mundo, pero su principal logro fue alcanzar la transmutación, o mutación, que es el estado que nos lleva por el camino de convertirnos en Dioses.

LA TRANSMUTACION

Es el proceso de purificación del cuerpo y del espíritu que nos acerca a la divinidad, al poder absoluto. Los exotéricos, basados en teorías antiguas de pueblos indues, hablan de que los seres humanos contamos con siete fuentes de energía cósmica denominados Chakras, que están ubicados de la siguiente manera: El primero, se encuentra en el área de los genitales; el segundo, junto al ombligo; el tercero está en la mitad de la columna vertebral; el cuarto se situa en el corazón; el quinto, en el punto en que se unen la columna vertebral y el cerebro; el sexto está ubicado justo en la corona de la cabeza y el séptimo, en la frente.

La transmutación consiste en transportar la energía sexual desde el primer Chakra hasta el séptimo. Cuando el ser humano logra hacer este traspaso se convierte en un ser mutante. Jesus alcanzó su estado máximo en el momento que fue bautizado por Juan el Bautista, entonces caminó sobre las aguas y el espíritu santo descendió en forma de Paloma. Esto es una metáfora, pues fue el espíritu de Dios quien descendió y entró en su cuerpo. Pero ¿Cómo se logra la transmutación? Como dije anteriormente, es algo supremamente dificil que exije un grado altísimo de voluntad. Lo primero que se debe hacer es tener clara la actitud de Lao-tsé: representar un retorno a la naturaleza; su camino no es el camino del hombre sino el camino del cielo, el camino de la gran naturaleza materna en la que el ser humano tiene que sumergirse de nuevo para encontrar la paz en el caos originado por la cultura. Por eso, es muy complicado que una persona que habite en una ciudad logre fundirse en el Tao y alcanzar la mutación.

El maestro Uchamaguí piensa que es mucho más sencillo lograr la transmutación cuando se vive en el campo, pues se es más facil apartarse de las obras de Satán que inundan la civilización, o sea, las pasiones terrenales. Cuando se ha logrado un hábito de meditación, de pureza espiritual y de disciplina de ejercicios, entonces se está preparado para transmutar la energía sexual a la cabeza. El acto clave que transporta la energía sexual al cerebro y que engrandece el espíritu no lo podré mencionar, pues el maestro Uchamaguí no me lo autorizó.

EL ACTO SEXUAL EN UN SER TRANSMUTANTE

Las personas que alcanzan la transmutación no realizan el acto sexual buscando el placer carnal, sino el incremento de su propia energía. Cuando se es mutante, es imposible llegar a un orgasmo y por eso la energía sexual nunca se derrama, tanto en el hombre como en la mujer. Es posible mantener un coito que dure entre dos o tres horas, o el tiempo que uno quiera o crea necesario, para luego, transmutar toda esa energía sexual que está en el cuerpo. Para alcanzar ese estado de potencia sexual se debe mantener una abstinencia mientras se logra convertir en un ser mutante, o transmutante. Este proceso puede durar muchos meses, incluso varios años.

En el templo del Sol de Santander viven muchas parejas, pero ninguna tiene hijos. Algunas sólo tienen uno. Dicen que no necesitan métodos de planificación, pues con la transmutación se les impide reproducirse. El maestro Uchamaguí vive con su esposa, la maestra Add, hace diez años y no tienen niños. Ellos lograron la transmutación hace muchos años, además de llevar una rutina inrrompible de ejercicios, una alimentación completamente natural y una vida alejada totalmente de los placeres que brinda el mundo civilizado. No ven televisión, no escuchan radio, no van a fiestas ni a reuniones sociales excepto las reuniones de los taoístas en Cali, no compran ropa con estampados, no ven ningun deporte, en fin, se sumergieron en la gran naturaleza materna como lo aconseja Lao-tsé.

El maestro Uchamaguí comenta también los peligros de la transmutación: es posible que en vez de volverses más casto, se termine por convertirse en un ser más fornicario, pues se tiene la posibilidad de tener relaciones sexuales con una potencia infinita. O lo que es peor, si alguien se entera de cómo convertirse en un ser mutante y no lo hace, tendrá que lidiar con un karma muy pesado y su vida se convertirá en un infierno. Por eso no se le debe decir a todo el mundo como volverse casto. Para los taoístas, ser casto es no derramar la energía sexual, o sea que ellos pueden tener relaciones sexuales y ser castos. Y fornicar no es tener sexo con muchas personas, sino el simple hecho de derramar el semen o la energía sexual. Si se derrama energía sexual en una masturbación, se está fornicando. Si se derrama la energía sexual con un sueño erótico, se está fornicando.

TRANSMUTACION EN JESUCRISTO

Jesucristo fue un hombre casto, jamás derramo una sola gota de su energía sexual. Sino hubiera sido imposible que se convirtiera en un Dios. Pero ¿Con quién se hizo transmutante? Para lograr la transmutación es necesario tener relaciones sexuales con alguna pareja. El maestro Uchamaguí menciona el caso de Rasputín, el cura maldito de Rusia. Segun el maestro, Rasputín era un sacerdote que tenía relaciones con muchas mujeres y a todas las complacía gracias a su calidad de transmutante. Pero el maestro es excéptico en el caso de Jesucristo y le cuesta creer que necesitara de una mujer para realizar su transmutación sexual. Algunos maestros Taoístas piensan que Jesus fue pareja de María Magdalena y que entre los dos transmutaban y tenían relaciones sexuales. La Magdalena, efectivamente, se acostaba con muchos hombres, pero su calidad de mutante le aseguraba su castidad y su pureza espiritual. Sin embargo, el maestro Uchamaguí tiene otra teoría al respecto:

Nuestra alma no tiene sexo, es hombre y mujer a la vez. Sino, nuestro género sería el mismo en todas nuestras reencarnaciones, pero éste siempre está cambiando. Jesucristo consiguió mutar sus energías sexuales sin tener relaciones con ninguna mujer. Lo hacía por medio de su propia alma, mutando su energía en una relación espiritual. No necesitaba tener una relación física para conseguirlo. Nosotros, en calidad de humanos, necesitamos de la materia para hacer nuestras mutaciones, pero Jesucristo, habiéndose convertido en un Dios, está mucho más allá de lo material y de la tercera dimensión.

Creo que la posición del maestro Uchamaguí puede ser la más acertada con respecto a la forma como Jesucristo transmutaba, pues es escandaloso imaginarse a Dios hecho hombre teniendo relaciones sexuales con una prostituta, así no estén derramando su energía sexual. Los místicos y los Gnósticos coinciden en la idea de doble género sexual en el alma, y el maestro Uchamaguí se apoya en esta teoría para exponer su tesis.

CONCLUSIONES

El taoísmo no es una religión, es una ciencia, un estilo de vida. Es muy interesante como una filosofía china antigua ha sido fusionada con teorías místicas y creencias occidentales para formar lo que se conoce actualmente como el Taoísmo. Con este ensayo no pretendo argumentar o apoyar muchas de las ideas que se plantea esta ciencia, sino que mi motivación por escribir este texto fue presentar otros conceptos que se tienen con respecto a Dios, el universo y la creación. Mi experiencia personal con el Taoísmo es de gran importancia, ya que me sirve como una fuente muy cercana para lograr lo que pretendía con este escrito. Las teorías sobre la transmutación siempre me serán de mucho interés, ya que me relacioné con muchas personas que me aseguraban haberlo conseguido. No tenían razón para mentirle a un niño de 13 años, tal vez querían que yo me involucrara en el Tao, pues siempre estuve abierto a sus ideas.

El tener una mente abierta y haber sido parte de las teorías Taoístas no me implicaron una aceptación total de sus ideas. La verdad es que no cuentan con argumentos realmente fuertes para convencer a muchas personas, ellos se basan simplemente en sus razonamientos y en lecturas bíblicas interpretadas a su manera. Así como la iglesia católica, e incluso la misma ciencia, los Taoístas no logran resolver las preguntas que me planteo sobre Dios, el universo y la creación, y solo nos llevan por una serie de teorías que pueden ser fácilmente refutadas y no logran convencer sobre la veracidad de sus afirmaciones. Sin embargo, considero valiosos los planteamientos taoístas, no pensando en que puedan ser ciertos, sino que nos muestran otra mirada muy distinta a la que tradicionalmente utilizamos para pensar a Dios y el universo.

No quisiera que aquel que lea este texto piense que estoy loco, yo solo me basé en las tesis de los Taoístas para exponer un tema que me interesa e inquieta. Aun así, el sentimiento de no estar cerca de la verdad y de gran incertidumbre continua. Puede ser que sean preguntas sin respuesta, que nunca logremos conocer lo que sucedió realmente con la vida de Jesucristo, que nunca tengamos una teoría suficientemente fuerte sobre la creación del universo y que nunca tengamos una certeza absoluta sobre la existencia de un Dios. A pesar de lo disparatadas que puedan sonar las afirmaciones del maestro Uchamaguí y de los Taoístas en general, hay ideas muy interesantes que no se deben de ignorar, ideas que el ser humano tarde o temprano tendrá que empezar a comprender para alcanzar un estado de paz y tranquilidad interior. Aquel que tenga oídos, oiga.

El Epitafio

El Epitafio


Eran ya las once de la mañana y Segismundo, de 33 años de edad, apenas se levantaba después de un insomnio que no lo dejó dormir hasta altas horas de la madrugada. Sin embargo, había aprovechado este tiempo para acumular en su libreta de puntos cada uno de los detalles de sus buenas obras y malas realizadas en el día. Su apestosa habitación era un lugar impenetrable para cualquier ser humano. No solamente estaba llena de obstáculos regados por el piso, como almohadas, zapatos, medias viejas con olor a pecueca, sino que estaba totalmente asegurada con tres candados de tres libras cada uno, además de cinco chapas que se exparcían a lo largo de la puerta y dos pasadores. Era un cuarto de más o menos 4X4 metros de longitud, sin ventanas y cuyas paredes estaban humedas y su color azul celeste se empezaba a descarachar, dejando a la vista extraños mapas de color gris. El lugar predilecto para el ritual nocturno de Segismundo, alejado del mundo, donde empezaba un extraordinario conteo de infinidad de puntos, numeros enteros, positivos y negativos, los cuales se obtenían según sus acciones diarias consideradas para él como benéficas o corruptas.

Después de todas las operaciones correspondientes realizadas en la noche de insomnio, Segismundo obtuvo como resultado gran cantidad de puntos positivos. Tal vez el haber ayudado a una anciana a cruzar la calle y haber limpiado la mierda de un perro frente a una iglesia lo habría beneficiado enormemente. Ahora, sentado frente a su mamá en la mesa de comedor, tenía la cantidad suficiente de puntos positivos para tratarla de una manera infame, como ella se lo merecía. Sobre la mesa, doña Ercilda sirvió una changua que sería el desayuno de su hijo, pero éste tuvo la repentina reacción de arrojársela en la cara y gritarle que no soportaba la Changua. –Afortunadamente no estaba caliente-. Doña Ercilda sólo pudo expresar disculpas a su hijo, pues ella no lo conocía muy bien, ya que éste vivió toda la vida con sus abuelos que hace poco habían fallecido en extrañas circunstancias en esa misma casa.

Segismundo tomó unos cuantos pesos que tenía en la billetera y se anotó 32 puntos negativos por arrojarle la changua a su mamá. Aun tenía varios puntos positivos que podría gastar en una acción malévola. No obstante, su gran interés era recolectar cientos de puntos positivos, los que más le fueran posibles, pues necesitaba muchos para hacerle la vida imposible a la pobre Ercilda. Al salir a la calle, Segismundo se dirigió a la cafetería más cercana para desayunar. Si con el estómago lleno era un ogro, cuando tenía hambre era peor que el diablo. No era conveniente para él sentirse con hambre, pues esto lo impulsaba a cometer actos descabellados y despreciables lo cual lo llenaba de puntos negativos.

Era muy natural en los domingos encontrarse borrachos deambulando por las calles del barrio Pergámino, que se distinguía por ser un lugar donde abundaban las cantinas, las prostitutas catanas, los indigentes y los ladrones. Era un barrio muy hostíl, cuyas casas conservaban un aspecto colonial, de ventanas pequeñas y balcones pequeños; con paredes hechas de barro y arcilla, pintadas con cal, generalmente blanca o azul; sus techos se componian de innumerables tejas de barro que se levantaban de forma triangular; calles agrietadas y viejas y un ambiente pesado que obligaba a sus habitantes a refugiarse en sus moradas. Segismundo tuvo la desgracia de criarse en dicho barrio, crecer en aquella casa vieja junto a sus dos abuelos que le inculcaron ideas absurdas como “el que reza y peca, empata” o “no hables nunca con extraños”, además de una sobreprotección exajerada que lo convirtieron en un imbécil, incompetente e inepto.

Se encontró en el medio día de aquel domingo a un borracho, recostado junto a una vieja pared a punto de vomitar y caer sobre el desgastado andén. Inmediatamente lo vió, a Segismundo se le ocurrió la idea de aprovecharse del pobre ebrio. La acción no se hizo esperar: lo arrojó al suelo, le pegó unas cuantas patadas y le quitó la ropa dejandolo completamente desnudo, despaturrado en el piso sin posibilidad de defensa, con mirada fija hacia el ardiente sol y lágrimas en los ojos. La risa por parte del maniático fue incontrolable, con esta acción perdería aproximadamente 23 puntos pero habrían valido la pena. Ahora si podría ir a desayunar tranquilamente y con satisfacción.

En la noche, Segismundo, alejado del mundo, se encontraba encerrado en su cuarto. No soportaba ver a su mamá y mientras ésta permanecía en casa, él se resguardaba para no verla. Escuchó que cerraron la puerta, seguramente Ercilda se había marchado a su trabajo a reunirse con otras prostitutas catanas en una de las cantinas del barrio, con hombres ebrios y repugnantes que buscaban la compañía de mujeres con iguales características a cambio de unos pocos pesos. Quizás esta era la razón por la cual Segismundo detestaba a su madre. No concebía que ella fuera una de esas mujeres de las que él se aprovechaba, acostándose con ellas y no pagándoles, obteniendo como resultado una buena golpiza y unos cuantos aruñetazos, incluso a veces hasta pinchazos con navajas.

Aprovechando la soledad de la noche, comenzó a realizar el conteo en su libreta la cual se llamaba El Epitafio. Todas las acciones realizadas en el día eran registradas con características detalladas y con un puntaje determinado. Los pensamientos obcenos sobre mujeres, el regar las plantas de la casa, sacar dinero del bolso de Ercilda, rezar un padrenuestro, todo llevaba un puntaje determinado. Al terminar las operaciones correpondientes, observó como resultado 68 puntos positivos. Segismundo se sentía aburrido y pensó que no estaría mal utilizar esos 68 puntos en las calles de la cálida ciudad. No tuvo que caminar mucho para llegar a la taberna de Jonás, donde Segismundo ya era reconocido por los clientes de ese sitio. Se sentó solo en una mesa y se tomó una botella de aguardiente, observando el comportamiento de las personas y cantando las canciones de Darío Gómez, El Charrito y otros ídolos del pueblo ebrio. Las copas fueron pasando y la segunda botella se fue vaciando, ya se empezaba a sentir ebrio, con la sensación necesaria de poder para hacer algo loco.

Se levantó de la mesa, se dirigió donde una pareja que se encontraba en un rincón y estaba en pleno romance y con mucho cinismo le pidió al hombre que le permitiera tocar un seno de su novia. De inmediato el hombre se levantó de la mesa y se formó una gran trifulca. El estado de embriaguéz ponía a Segismundo en una notable desventaja. Aquel hombre lo sarandeaba y lo golpeaba como a una marioneta de trapo pero él sólo se burlaba de la calvicie de su rival. Unos hombres que se encontraban en la taberna intervinieron en la riña y llevaron a Segismundo a la casa, luego buscaron a Ercilda para contarle el acontecimiento. El dolor de cabeza, la resequedad en la boca y los ojos moreteados fueron el resultado de la noche.

Segismundo hubiera preferido cualquier castigo, soportado el peor de los guayabos o tener que tolerar las atenciones de su mamá, pero no la pérdida de su Epitafio. Al enterarse de que lo había perdido en la riña de la noche anterior, la locura en su estado mental fue total. De inmediato se encerró en su habitación negándose por completo al más mínimo contacto con el mundo exterior. Su estado de ezquisofrenia fue aumentando conforme pasaban los días. No recibía comida, solo observaba las paredes de su habitación prestando mucha atención a cualquier irregularidad. El Epitafio era todo en su vida, sin él no podía vivir, era su guía, aquel que le indicaba como debía ser su comportamiento. Ya no tendría un equilibrio en sus acciones, pues no recordaba los datos que la libreta poseía.

Los recuerdos de su abuelita aparecían esporádicamente. Todas esas arrugas, los pocos dientes que poseía en su boca, el escaso cabello blanco, la arrugada mano entregándole una libreta llamada Epitafio cuando él solo tenía diez años y una voz ronca y temblorosa que le decía que ese era el objeto más importante en su vida, el cual lo guiaría por los caminos de la justicia y lo mantendría siempre en paz con Dios y con el Demonio: “el que peca y reza, empata. Nunca olvides eso hijo mio”. Era una tortura para Segismundo pensar que ya no tenía su guía, y el temor de ir a parar al infierno o peor aun, al cielo, lo transtornaba enormemente. Ercilda golpeaba constantemente la puerta de la habitación con mucha fuerza pero su hijo se negaba a abrirle. Acurrucado en una esquina del cuarto con una sabana en su cabeza, le gritaba que no hablaría con una prostituta porque eso le quitaría puntos. Los días pasaban y Segismundo no abría la puerta de su habitación, todos los candados y los pasadores estaban puestos para evitar cualquier posibilidad de que Ercilda entrara. Su aspecto empezaba a ser horrible, el no alimentarse y dormir poco comenzaban a hacer estragos en su apariencia física.

Una noche, un pequeño zumbido entorpecía su sueño e inevitablemente lanzó un manotaso para alejar al insecto. Recordó que tal vez habría lastimado al zancudo y de inmediato encendió la luz de la habitación. Su horror fue infinito al encontrar una mancha de sangre en su mano que le decía que le había quitado la vida. Su desesperación fue tal, que comenzó a darse contra las paredes y a maldecir su suerte. “No quiero ir al infierno, no quiero ir al infierno”. Gritaba con deseperación. Luego se arrodilló y empezó a orarle a Dios que le perdonara por asesinar al zancudo. Pensó que con esto no era suficiente y vio la necesidad de salir del cuarto para enmendar el daño. Al otro día, aprovechó la soledad en la casa a esa hora de la madrugada y muy silenciosamente abrió la puerta de su cuarto. Sólo se escuchaba el murmullo característico en las noches del barrio Pergámino que era la musica lejana de las cantinas. Abrió la nevera y se comió todo el queso, además se llevó unas provisiones para su cuarto.

Ercilda escuchó unos ruidos extraños en la cocina y se levantó para enterarse de lo que sucedía. Segismundo se disponia a darle de comer al gato cuando vio a su mamá en frente de él. De inmediato cayó exitado de rodillas haciendo cruces con sus dedos como si estuviera viendo al diablo. Ercilda trató de asercársele pero su hijo huyó despavorido rumbo a su cuarto a encerrarse para evitar cualquier contacto con su madre. Rápidamente aseguró la puerta, se arrojó a la cama y se puso una almohada sobre su cabeza para no escuchar la voz de Ercilda.

El comportamiento de Segismundo ya era muy preocupante para su mamá, quien buscó la ayuda de un siquiatra. Tuvo que pedir el favor a unos vecinos que derrumbaran la puerta para poder llevarlo a un manicomio. Internarlo era una gran solución, pero los vecinos de Ercilda no pudieron tumbar la puerta. Segismundo estaba muy atento a lo que sucedía y pensó que lo mejor era irse de aquel lugar, pues tarde o temprano lo sacarían de ahí. Ese fue el destino de Segismundo, alejado del mundo. Dejó aquella casa vieja para optar por la calle como su nuevo hogar. Allí, rodeado de indigentes consumidores de alucinógenos y porquerias en los basureros, comprendió que ya no necesitaría El Epitafio para vivir, pues en este lugar se vivia en el cielo y en el infierno al mismo tiempo.

¿Qué significa vivir?

Vivir significa rechazar de contínuo algo que quiere morir. Vivir significa ser cruel e implacable con todo lo que en nosotros y fuera de nosotros se debilita y envejece. Vivir significa no tener compasión de los agonizantes, los desgraciados y los viejos. Vivir significa ser asesino incesantemente.

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