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¡Qué irracional eres!

El libro "que necesitaba"

El libro "que necesitaba"

Se trata de "la esperanza de Pandora", de Bruno Latour. Nada como pensar y hablar, inventar, lo que hace Latour, de forma muy realista en este libro y en este mundo donde la complejidad de la interpenetración entre "política", ciencia, tecnología, etc, es aparentemente inabordable.

Algo que os puede guiar -de forma muy muy escasa- sobre sociología de la ciencia es esto que conté aquí, al menos tiene unas cuantas referencias bibliográficas encontrables.

Nueva campaña mediática brutal: el Sida "azote de la humanidad", "el mayor problema de la humanidad". ¡Falso! "¿La paz es la guerra, el hambre es el SIDA, la libertad es la esclavitud?"

Nueva campaña mediática brutal: el Sida "azote de la humanidad", "el mayor problema de la humanidad". ¡Falso! "¿La paz es la guerra, el hambre es el SIDA, la libertad es la esclavitud?"

Una vez más no temeremos en dejar nuestra "imagen" por los suelos. Y nunca nos cansaremos de repetirlo. No sólo ni el terrorismo ni el Sida son los mayores problemas de la humanidad, sino que el Sida es además "una enorme equivocación".

La señora de la foto es Eleni Papadopoulos, una científica que ha sacrificado su "imagen" y en cierto modo imagino que su carrera profesional -junto con muchos otros científicos ([1], [2] ), que, por supuesto, "no están locos". Duesberg, Giraldo, Papadopoulos, y mucha gente seria y responsable no ha dejado nunca de defender la duda, la verdad, en torno al sida. Para ello existen o deberían existir los médicos y los científicos, para velar realmente por la salud y porque el proceso de la ciencia, un "proceso-verdad", no pare, no se estanque en el mero "mercadeo". Como dice Latour hace unos años en su "la esperanza de Pandora": hay que discernir al menos entre dos usos o significados de "ciencia".

Y esto está llegando a extremos absurdos.

Los medios de comunicación nunca tienen suficiente en esta campaña de "terror". Antes de que se destape el escándalo-Sida y/o quede en un segundo plano por el "descubrimiento" de una "vacuna", los medios de comunicación, "acosados" por las campañas que llegan de la OMS y las farmacéuticas no paran de asustar.

La campaña se recrudece. Se habla de una absurda y desoladora extensión de la epidemia, ahora les toca ¡a los niños de Asia!; también.

Imaginen que para prevenir el cáncer se les receta quimioterapia. Pues bien, eso es lo que ocurre en el caso del Sida, en todo el mundo, "occidental" y no-occidental.

Por otra parte hoy -también en un medio de comunicación español- la famosa señora Victoria Abril (actriz española) ha mostrado su contacto con la realidad africana y ha comentado cómo los niños que "institucionalmente" tienen allí "el Sida", "se negativizan" (!) tras estar comiendo unos meses, dejan de dar positivo (si es que les hacen algún test, ¡que no es el caso!) en las "pruebas del Sida".

También hace poco pudimos leer en la acp que los "Médicos sin fronteras" suelen administrar los medicamentos antirretrovirales ("quimioterapia" antisida) como método preventivo (!).

Toda esta acumulación de despropósitos, que podría ayudar a la hora de cierto "escandalizarnos", esto es, para si acaso escandalizar a la opinión pública "contra" las multinacionales y ayudar a crear un necesario y efectivo contrapoder global contra sus desmanes que afectan incluso a la ciencia, todo ello puede que sea seguramente "administrado" por el propio "capital". Si pueden seguir matando y cobrando dinero por ello lo harán: "limpiar" África y Asia de -literalmente- hambrientos y encima cobrar por ello para que se "suiciden" con sus medicamentos (que podrán llegar a ser más o menos genéricos pero siempre lucrativos) es algo que no deben estar dispuestos a perder así como así. Por los dos motivos: lucro y eliminación de la "humanidad sobrante", algo que quizá no ha hecho más que empezar. Aunque si se tercia y como dije, dirán que han descubierto una magnífica "vacuna" a una enfermedad absurda y los mandamases de turno quedarán impunes y en sus puestos, como casi siempre.

Vivimos un evento análogo al genocidio nazi, aunque en este caso ciertamente globalizado y más sutil: nadie quiere mirar esta "realidad genocida".

¡No a la estupidez que no distingue entre ciencia y lo demás! ¡No a las aplicaciones técnicas sometidas sólo a las necesidades del lucro y competición del capital!

¡La ciencia no es la técnica!

¡Paren el mundo!

Enlaces en castellano:

-rebatiendo un artículo "oficialista", por Jesús García Blanca.

-VIH/SIDA.
Claves para un replanteamiento global.

Mis últimos "diarios" en librexpresion

Soy "ivn" en ese blog de blogs, y he puesto estas cosas últimamente:

Sobre "racismo" y Zizek

Sobre un libro de Santiago Alba Rico.

Algo sobre Popper.

Sobre un libro de Gil Calvo.

Etc.

En otro sitio: Sobre "El frágil absoluto" de Slavoj Zizek

"El sublime objeto de la ideología"

He tenido un encuentro con un libro de los del "primer Zizek". "El sublime objeto de la ideología". Me gusta demasiado.



Zizek lleva decenas y decenas de años escribiendo libros, muchas veces parece que se repite demasiado. He leído varios de sus libros, como he podido, pero al dar con este de "El sublime..." me he dado cuenta de que no está de más empezar por él si se puede (lo he sacado de una biblioteca, pero no creo que esté en casi ninguna biblioteca, aunque parece que esté aún en Dios, osea, perdón, en "el mercado").



Estos eslovenos usan elementos de por ejemplo Hegel o Lacan -dos filósofos ya muertos y con muy muy mala fama en ciertos círculos (en otros no, ya que vivimos una época en la que quizás felizmente no se acabaron las ideologías y los dogmatismos)-, o la escuela de Frankfurt... etc, para "combatir", teóricamente, la ideología que nos presenta una supuesta e ilógica época posideológica que quieren hacernos creer que vivimos. Y parece mentira pero me da a mí que algo sí que "consiguen" estos eslovenos, que no hablan por hablar o resucitan por resucitar a muertos inservibles.



¿Cómo inventó Marx el síntoma?: I



Estos "herejes" de Zizek y compañía dicen que es Marx el que inventa eso del "síntoma". Así que aquellos "procederes" de aquellos "anticristos" llamados Freud y Marx algo tendrían que tener en común. Se trata de que trabajan sorteando una "trampilla": el buscar "contenidos ocultos" (esa es la trampa).



La mercancía y el sueño despliegan ya no un contenido oculto, sino una "forma". Esto es: es absurdo buscar como locos sólo "contenidos ocultos", secretitos objetivos. El truco está en preguntarse el "por qué" de esa forma en la que se manifiestan ambas cosas, por ejemplo los contenidos de los sueños.



En el caso de los sueños el "deseo" que en cierto modo se dice "nos constituye" se manifiesta como algo no simbolizable más que -"indirectamente"- mediante lo que Freud llamó "proceso primario". Esto es, mediante un proceso de "forma-ción", articulación. El problema no es "el fondo", lo oculto, sino la forma.



Fijarse entonces en lo que se requeriría:



  1. decimos que el sueño tiene que ser algo "significativo", querer "decir algo". Necesitamos romper la apariencia de "puro azar".
  2. pero ¡nos tenemos que quitar de la cabeza el "buscar el significado"!


Esto es, tenemos que centrarnos en "el trabajo del sueño", que es donde se manifiesta el inconsciente, inconsciente que maneja realmente pensamientos corrientes, conscientes, perfectamente "normales", que como decíamos: "está afuera".



A mí me pasó una vez de forma muy muy consciente, escuchando música, y verdaderamente no sé cómo no he buscado que me pase más veces así de "bien". En aquel caso, "el inconsciente" ligó las características de la música a contenidos conscientes normalísimos de la vida diaria, como por ejemplo bajar escalones, etc. Pero hubo una especie de sensación "plena", proporcionada por el mero hecho de conectarse dos cosas muy diferentes: el transcurrir de la forma musical, variada, que se está oyendo, y uno o varios sucesos disjuntos, perfectamente representados aunque quizá no muy complicados, pero eso sí, de la realidad. Cuando la ilusión "termina" uno casi se ve obligado a decir: ¡he descubierto algo! Y quizá de lo que hemos sido testigos es de algo así como de una especie de "acto puro de significación", no ligado a ningún mundo, fuera de toda posibilidad, de todo "mundo de realidad" posible.



Pues bien, resulta que Marx hace lo mismo que Freud al intentar buscar "el secreto de la 'forma-mercancía' ".



  1. Igual que antes, el valor de una mercancía, o del trabajo... no puede ser que dependa sólo del puro azar. Tiene que "haber algo más".
  2. Pero no nos podríamos quedar meramente con el significado, el contenido oculto, eso es la "economía política clásica", y Marx pretende ir más allá, precisamente alertando a esta que tras sus científicas explicaciones se haya algo misterioso: la forma misma.


Sí, lo sé, no hemos avanzado nada, menos si no sabemos o recordamos todo sobre Marx, vale.



Además, uno puede encontrarse en internet con textos como este:
"Que los conceptos abstractos puros no tienen precisamente el pensar como autor (Urheber) sino que vienen de alguna manera de "fuera", es el tema repetitivo (durchgaengiges Leitthema) de la historia de la filosofía occidental:..."



Página aquélla, por cierto, extrañamente traducida del alemán por unos colectivos de pacientes muy impacientes; os reiréis quizá al gustar de conocer esas rarezas y locuras si la visitáis, aunque desafortunadamente no están del todo "locos", pero sí son, como digo, extraordinariamente impacientes.



Esos textos, siguiendo donde estábamos, pueden hacer dudar de nuestra tarea. Ahora bien, recordad no sólo que Zizek lleva a cabo una especie de filosofía pop, que "ejemplifica "lo abstracto" con la vida diaria", con el cine, etc, sino que además estamos hablando de lo en común de dos autores, Marx y Freud, que nos siguen importando en tanto que sus "palabras": inconsciente, "ideal del yo", forma-mercancía, plusvalía... "nos rodean" y a veces materialmente nos agobian, y podemos seguir usando -antes aprendiendo- esos conceptos para aclarar algunos temas: nadie inventa desde la nada y la comunicación humana, cuando hay, se hace por ahora mediante "palabras" (hasta que inventemos la transmatemática, que en eso estamos y todo llegará ;) ).



Sigamos aún así complicando más la cosa.



Ahora se nos aparece un nombre inquietante y relativamente "desconocido": Alfred Sohn-Rethel.


Zizek dice de él que es el que desplegó más profundamente el "alcance universal" de la "forma" en el caso de Marx, esto es, de la forma-mercancía, vamos, lo que acabamos de presentar, meramente presentar. Este Sohn-Rethel es compañero de viaje de la escuela de Frankfurt, osea, amigo de gente como Adorno, Horkheimer...



Este señor se aventura nada más y nada menos que a decir algo así: la forma-mercancía es, como abstracción objetivada en la realidad vivida y experimentada, la que da pie al "sujeto trascendental" kantiano. Este sujeto, digamos que es algo que conceptualiza estupendamente cómo es posible que alguien pueda hacer "ciencia". Esto es, tenemos que la abstracción objetiva, la funcionalidad objetiva de lo social en la realidad, generaría esa subjetividad científica capaz de "captar la naturaleza". Entonces, ese pensamiento capaz de decirse a sí mismo que "conoce-objetivamente-con-validez-universal" nos vendría prefigurado nada más y nada menos que en nuestra sociedad de cada día, y sería por tanto condición para que haya podido existir. Existe entonces, una especie de "causalidad" entre los aspectos más abstractos de la mercancía que darían la condición de posibilidad de la ciencia y de toda la crítica kantiana, la tan venerada e insoslayable labor crítica de Kant, con sus categorías del pensamiento como marco a priori.



Nuestro tiempo sigue siendo "enemigo" de estas críticas simplemente "complejizantes", de este tipo de uniones "holistas" tan sorprendentes, pero dice Zizek que Sohn-Rethel consigue todo ello tras minuciosos análisis. Habrá entonces que leerlo. Desde luego tenemos claro que en filosofía si a algo se aprende quien algo aprende en bachillerato, por ejemplo, es a todo menos a criticar, y mucho menos a criticar la crítica, la ciencia.



Este pdf
es un resumen en francés del libro de Sohn-Rethel que comenta Zizek.



Haciendo otro "excurso"...: no sé si habéis sentido alguna vez esa "abstracción". Yo la vinculo con la horrible sensación, el "mal cuerpo", tan común, que te deja el hecho de que a uno le paguen seres conocidos/amados (como alumnos, etc)... la mercancía, tratar el trabajo del otro, osea, directamente al otro como mercancía, inscribirlo en ese flujo universal y homogéneo... es una abstracción pura y dura, y eso lo queramos o no: "no es de este mundo". Para bien o para mal. Para algo más que para hacer dinero o cambiar las políticas existirán los bancos, algunos tan inhumanos como el Banco Mundial, pero bueno.



De todas maneras, hemos metido mucha "paja" antes de una observación fundamental: el dinero es antes que la ciencia de la que hablamos, es muy anterior en el tiempo. "Lo cuantitativo", tiene entonces un gran "trabajo hecho" mediante ese simple "dinero", y a la hora de poder hablar más tarde de ciencia cuantitativa o de mecánica clásica de las partículas en espacios meramente geométricos, "abstractos". Aparte, Sohn-Rethel no se contenta con meter aquí a la física y a las matemáticas, también arremete con la filosofía de la razón pura.



Así que tenemos una abstracción real, demasiado real, y además ya la tenemos liada: el inconsciente está afuera, tiene que ver con lo real no simbolizable, ay ay ay... todo tiene mucho que ver. Nos quemamos. Y eso dice Zizek. "la 'abstracción real' es el inconsciente del sujeto trascendental, el soporte del conocimiento científico objetivo universal". ¿Para qué puede servir esto? Leamos todo el libro a ver qué sacamos en claro, quizás se nos olvide esta pregunta y simplemente quedemos cautivados por la fuerza de los conceptos que intenta divulgar Zizek, o quizás no.



Recordemos que hay "real" y hay "realidad". Esa "abstracción real" no es "realidad", no se encuentra en las propiedades de las mercancías, es nuestra subjetividad la que impepinablemente hace que allí "se encuentre"; y no sólo eso, ese real "espectral" es por decirlo así, la sustancia más íntima de lo social. Está "implícita" en el intercambio de mercancías. Las mercancías por tanto... ¡cobran vida! Ellas creen que son indestructibles, incorruptibles en tanto portadoras de un valor que lo es a lo largo de toda la eternidad, y lo creen nada más y nada menos que A TRAVÉS DE NOSOTROS. Los objetos creen, hemos trasladado las creencias hacia los objetos, nosotros "ya no creemos", se dice, "vivimos en una sociedad 'posideológica', nos reímos interior o exteriormente de "nuestros" ideales -y por supuesto también de los de nuestros "seudo-amos", claro... Toy story no es -por cierto- una mala película para empezar a pensar "en psicoanálisis", a la vista de esta vida recobrada por las mercancías/juguetes ;)... ¿todos estos guionistas están haciendo un guiño a la teoría marxiana?



Buzz Lightyear cree que tiene que salvar a su planeta de un malvado, pero de repente... se da cuenta de que "es sólo una mercancía en el mundo de los humanos"... y lógicamente se conforma con estar viva en tal mundo, por supuesto, pues como vemos, ¡los juguetes sí que están "vivos"!, creen a través de nosotros... Quizá haya entonces algo ultrarRradicalmenteChupiSubversivo en esta película: vale, asumido que las mercancías están vivas... ¡juguemos con ellas! Esto es: ¡locura total para destrozar su monolítica creencia! ¡hagámosles creer otra cosa a las mercancías! ¡soñemos cosas más divertidas que una mera eternidad del valor a través de ellas!



Bueno, aparte de los desvaríes acabados de realizar por mi persona con el fin de desentumeceros un poco, este tema de la "política radical" es uno de los puntos claves del comienzo del magnífico libro de Zizek: cómo hablar de "democracia radical" y de política "en serio", cuando sabemos que hay demasiada y a la vez insuficiente "razón" en la cínica crítica de la ideología liberal: "cualquier intento de actualizar "utopías" te lleva al peor totalitarismo". Pues es que da la casualidad que la ideología liberal es, como bien dice el nombre, otra ideología, - de la que por cierto ya vemos o sufrimos sus tics totalitarios. Todo lo que se justifique con las palabras de "ciencia", "objetividad"... no es menos merecedor de nuestras sospechas que lo que lo haga con las palabras "rabanitos" o "cocción", pues la -mi propia- observación siguiente demuestra en qué clase de ridículo estamos, la puse de carrerilla, mirad: "la ciencia (y la cocina) no son conocimientos y procederes absolutos que hayan llegado ya a una perfección superior en la que poder verter todas nuestras vaguerías y/o afanes de protagonismo". ¿Os dáis cuenta? Me he metido yo solito en la trampa, suele pasar, caer en las técnicas que quieres denunciar o criticar: he exigido perfección, he dado siquiera pie a ese "concepto", a la "pureza", a la "razón" aislada de todo contenido social... así que como véis, el pedir de algo que sea así y que nos digiera en sus fauces sociales en tanto tal superioridad científica es el síntoma de que vivimos encerrados en una especie de "círculo ideológico". Por todo ello seguimos requiriendo pensar, como siempre lo han requerido y lo requieren hasta los propios científicos en las épocas de crisis o de creación: pensar la forma de esas ideologías posideológicas. Pensar cómo son siempre -por supuesto- "ideológicas". Se nos dice que se ha acabado la era de la historia, de la ideología, etc... ¿Por qué? ¿Cuál es la trampa ideológica aquí?



Veamos, la abstracción real no es realidad, pero tampoco es pensamiento a secas. Es algo así como que el pensamiento se encuentra con lo que lo articula afuera, ahí afuera. Eso además sería una sucinta definición de "inconsciente": "la forma del pensamiento externa al propio pensamiento, Otra Escena externa al pensamiento con la cual la forma de éste ya se ve articulada de antemano" (pág. 44). Es esa realidad formal externa a la que nos referimos si decimos "orden simbólico", orden que media, complementa, altera, la relación entre los hechos externos y lo interno subjetivo. Althusser rechazó el concepto de "abstracción real", Sohn-Rethel critica eso de Althusser, ya que como véis quizá necesitemos meter algo más entre "objeto real" y "conocimiento". Y hemos visto qué: un orden formal prácticamente inasible, espectral, el del inconsciente/orden-simbólico, el de la forma-mercancía... ¿Se ve? ¿Se ve qué increíble escándalo supone decir a "toda la reflexión filosófica" que su "realidad" también está afuera y de una forma básica, esto es, se encuentra "controlada" por algo que no controla?



Así que llegamos a una especie de apoteosis aclaradora: En palabras de Sohn-Rethel: "Así pues, cuando hablamos del carácter abstracto del intercambio hemos de tener cuidado de no aplicar el término a la conciencia de los agentes del intercambio. A ellos se supone que les ocupa el uso de las mercancías que ven, pero les ocupa sólo en la imaginación. Es la acción del intercambio y sólo ella la que es abstracta... el carácter abstracto de tal acción no se puede constatar cuando ésta sucede porque la conciencia de sus agentes está entrando en relación con el negocio que éstos hacen y con la apariencia empírica de las cosas que pertenecen al uso de los mismos. Se podría decir que el carácter abstracto de su acción está más allá y sus actores no pueden darse cuenta de aquél porque su conciencia se interpone en el camino. Si el carácter abstracto les capturara la mente, la acción dejaría de ser intercambio y no surgiría la abstracción.". Y ahora viene lo bueno: resulta que al tener que rechazar esa dimensión universal y socio-sintética en el acto de intercambio, cuando compramos, nos sentimos individuos atomizados en el mercado, con intereses propios, haciendo negocios, aislados... Así que reprimimos una dimensión social de nuestros actos, por necesidad. Y dice Zizek a través de Sohn: "esta dimensión social reprimida de su acto emerge por consiguiente en forma de su contrario, como Razón universal dirigida a la observación de la naturaleza". Así que tenemos un no-conocimiento que es esencial para conformar la realidad, realidad que se vería tocada si llegáramos a "saber demasiado".



Y he aquí entonces la dimensión fundamental de lo "ideológico" que por fuerza nos ha de servir para analizar nuestras ideologías en la era posideológica que pretenden hacernos vivir: las ideologías no son sólo "falsas conciencias", ilusiones sobre la realidad, ¡es la propia realidad la que es ideológica! Ideológico sería nuestro ser social, nosotros en tanto que "somos" gracias a estar soportados por una "falsa conciencia". Y esta es también la dimensión del síntoma: "una formación cuya consistencia implica un cierto no-conocimiento por parte del sujeto": sólo viviremos repetidamente síntomas en la medida en que no interpretemos, en que la lógica no sea accesible, se escape. Si ocurre lo contrario adiós síntoma, adiós "mundo".



Así que nos las vemos ya con el síntoma, el síntoma social y marxiano. Fue Lacan al parecer el que dijo que Marx inventó el síntoma. Fijarse muy bien, el síntoma es esencial, es algo constitutivo. De él depende la consistencia de la realidad.



Esperemos que con los siguientes resúmenes vayamos conectando cosas, va a ser difícil pues el mismo Zizek no pretende hacer "manuales", no se trata de eso.

"

Una pequeña y simpática demostración de que tod@s somos racistas.

  • En este breve "texto", con la ayuda de un libro* de Zizek y alguna digresión propia adornaremos una demostración final -encontrable en ese mismo libro de Zizek- de que todos somos racistas.



Se supone que el surgimiento del "mundo moderno" socava la idea tradicional de la tragedia, el "hado mítico que rige el destino humano".



Me pregunto, así, para empezar: ¿serviría de algo hablar someramente qué es lo que tiene que ver "el sentido", ese "sentido de la vida", con esto que comenta Zizek que supuestamente queda socavado?



Es de suponer que como "seres humanos finitos" siempre tenemos un componente de imaginación/poesía/mito, por llamarlo así. Dicen incluso que eso es algo "a explotar", a lo largo de toda la vida, para todo tipo de tareas, incluso para las científicas. Conozco un libro muy bonito que habla sobre esa desatención hacia ese "invariante". Habla de que debemos cuidar en cierto modo de ese aspecto, atenderlo más, a propósito de por ejemplo los niños. No se debe luchar "artificialmente" tanto -cuando se modela esa "materia prima" que constituyen "los niños"- para llevarles rápida y/o violentamente a los aspectos "anti-imaginativos" que necesariamente conlleva nuestra cultura totalmente volcada en lo escrito, en la cual, las técnicas de lo que llaman la "oralidad", la poesía, esas "mnemotecnias" y esas sutiles técnicas, repeticiones, etc, usadas por ejemplo por Homero, no tienen importancia alguna. Y ya se suele decir: "todo está escrito en los libros". Los cuerpos, osea, también "los cerebros", son, "obviamente", secundarios.



Lo que es con respecto a mi experiencia, por ejemplo, tengo la sensación de haber aprendido básicamente a olvidar, a no aprehender ninguna herramienta para usar, bien sea con las manos, con la cabeza, para pensar o analizar... nada (de hecho los exámenes y los apuntes y demás elementos creo recordar que la moda era tirarlos o quemarlos; los exámenes de hecho es así, seguro, son aquello con lo que consigues tu entrada en el cielo escrito del buen -mal- curriculum y sabemos que desaparece automáticamente en las fauces del Gran-Otro-que-no-existe, de lo administrativo de tu colegio, y de hecho lo recordamos, no sé si os acordáis, y parece haberse vivido, en la infancia, como una especie de tabú.).



El psicoanálisis es como una especie de intento de tratar "científicamente" una cierta "matriz humana" que es compartida, osea, con la que también "juegan" las prácticas "mágicas", "shamánicas", de las tribus y de las culturas donde tales cosas existen. Ese puede ser uno de los motivos para que "caiga" tan mal y para que de hecho a menudo él mismo no quiera otra cosa que "caer mal" a lo meramente "académico" (como por otra parte creo que dicen que pasa o pasaba muchísimo con el marxismo).



¿Los mitos podríamos decir que nos representan "círculos", vidas "predestinadas" a una cierta fatalidad (Edipo...), la lógica del destino, una solución ejemplar y formal a todo "problema"?



(Digamos eso entonces, y quien quiera y cuando quiera que diga lo que quiera -por favor- sobre esa simplificación.)



Zizek aparte comenta cosas muy curiosas.



Dice que la lección de Adorno y Horkheimer en "Dialéctica de la Ilustración" es que la misma ilustración ya es mítica, ya que su propio gesto fundador repite la operación del mito".



Y bueno, está claro que en esa simplificación que he hecho arriba sobre el mito -apropiarse, proporcionar soluciones/esquema para todo... ese proporcionar cierta "tranquilidad" apabullante...-... ahí es fácil ver el gesto de la ilustración, ese quietismo de dejar hacer a la razón.



La ilustración por tanto comenzaría a poner de su parte alguna especie de "mito", y ello, sin "darse mucha cuenta", claro. Y realmente, el "mito" en sí, dice Zizek, aparecería más tarde, en la sociedad postindustrial... ¿y de cuál creéis que habla Zizek, qué mito propone como ese mito intrínseco al gesto ilustrado?: el posmodernismo.



Para quizá empezar a enterarnos de algo digamos que Zizek habla de que el gesto moderno por excelencia es el de ver algún detalle cotidiano, o una vida normal, como reflejo de algo mítico/a, como un mito vaya. Como contrapartida a ello tendríamos el gesto posmoderno que vería lo mítico como simples detalles superfluos, banales, cotidianos, sin importancia.



Ahora veamos una curiosa descripción que hace Zizek en otra parte del libro* que quizá nos ayude a empezar a vislumbrar cómo funciona el mito del posmodernismo en relación al racismo.



Cerca del año 2000 hubo una entrevista en la televisión austríaca que Zizek debió ver por televisión. Los participantes: un albanés, un serbio y un pacifista austríaco. Quizá conozcáis ya las posturas de los dos primeros, que manejan los "mitos étnicos".



Los serbios dicen que tienen derecho a Kosovo puesto que esta tierra es la "madre" de Serbia. Los kosovares dicen que han sido oprimidos durante décadas y que ya van teniendo derecho a su "entidad política soberana". Quizá podríamos caricaturizar a ambos contendientes imaginando a nuestro Arzallus frente a un Mayor Oreja (perdonad por sacarlos a colación, a esas dos personas, ambas desde luego tan comprometidas con lo que es la verdadera política y con los pobres y desheredados de la tierra). Ahora bien, el pacifista intentaba hacer de conciliador: "no se maten, hagan lo que hagan y piensen lo que piensen, lo mejor es siempre resistirse a la tentación, terrible, del odio y la venganza". Zizek dice que en ese momento, que cuando el pacifista dijo eso, los dos opositores no "alternativos", los "oficiales" "poderosos" se miraron con un gesto solidario de perplejidad compartida, como diciendo "¿De qué estará hablando este idiota? ¿Comprende algo?"



Sorprendentemente aquí, añade Zizek, y ya sí que cito del todo literalmente: "En este cruce fugaz de miradas, atisbo un vislumbre de esperanza: si el serbio y el albanés, en lugar de luchar entre sí, hubieran sido capaces de unir sus fuerzas y poner fuera de combate al estúpido pacifista, todavía hubiera habido alguna esperanza para Yugoslavia."



Ahora se "disculpará", osea, dirá que no le vayamos a entender mal...



Antes de oir su disculpa retrocedamos hacia nuestras horrendas simplificaciones anteriores.



El serbio y el albanés poderosos definitivamente "son posmodernos". Osea, saben que "los mitos ejemplifican cosas de la vida diaria", son "basurillas" de la humanidad con las que apañárselas para montarse la vida, cosas, partidos, etc. Ellos, ambos dos, ejemplifican nuestra postindustrial llegada, definitiva llegada, a la supuesta verdad que prefiguró aquél "pre-mito" de la ilustración: el posmodernismo como mito, como estructura, explicación. ¿Qué es el pacifista? El pacifista no aclara este punto, el pacifista cree ¡en los mitos premodernos! No entiende verdaderamente nada del "posmodernismo", no sabe literalmente con qué, con quién está hablando. No sabe en qué mundo vive.



Ahora la disculpa de Zizek.



Y es que es verdad, es duro pegarle una leche a un pacifista bienintencionado, que no tiene poder, no es "oficial", vamos, que no se debe, no es precisamente lo "políticamente correcto". Sin embargo, la perplejidad posmoderna cínica ante lo que el pacifista decía, ante esa palpable ignorancia mostrada, existe porque dicho alternativo se toma en demasiado en serio la parafernalia nacionalista de que si las pasiones de la ancestralidad, etc... sin tener en absoluto en cuenta el que todas esas cosas a los serbios y los albaneses, lejos de capturarles, "les sirven". Ahora, dice Zizek: "lo que resultaba falso en el pacifista, no era su pacifismo como tal, sino su concepción despolitizada y racista de que la causa última de la guerra posyugoslava era la intolerancia étnica y la reaparición de los viejos odios étnicos". Osea, nada de hablar de capitalismo, nada de economía, aceptar la ficción basada en lo ancestral que parece ser un mero recurso ideológico a manipular por esos cínicos posmodernos que se valdrían de un mito estructural mucho más profundo.



Zizek, no contento con esta provocación va a más y nos lanza la siguiente "bofetada". Dice que si nos sentimos heridos por lo que acabamos de leer es porque directamente somos racistas, y que en eso consiste lo más esencial del racismo: la apolítica de la ancestralidad, la activación de los mitos premodernos como sustrato donde jugar a jueguecitos, por ejemplo en la televisión al juego de las alternativas políticas: izquierda/derecha-malamalísima... etc.



*Textos y materiales sacados de "Quién dijo totalitarismo?: Cinco intervenciones sobre el (mal)uso de una noción". Editorial Pretextos. Slavoj Zizek."

Experimento translúcido

Ejecuta, por favor, las siguientes operations:

1. Ve a www.google.es
2. En el apartado para escribir que mágicamente te aparecerá en dicha página teclea 'ladrones' (sin las comillas)
3. Ahora mira hacia abajo de dicho texto: verás dos botones, uno pone "Búsqueda en Google" y otro "Voy a Tener Suerte". Bien, dale a "Voy a Tener Suerte".
4. Observa qué página más apropiada para la palabra elegida 'ladrones'.

Como ves, ocurre que ese botón de "Voy a tener Suerte" te lleva directamente a una web, la que google tenga más asociada al término que has puesto. No es baladí, hay muchos tipos de ladrones en el mundo pero la página que te saldrá se refiere a unos que son bastante prototípicos, muy pillos. Te la recomiendo. Bueno, mejor te recomiendo esta

"Mar adentro", o cómo "mata" el "exceso" de fantasía.

La fantasía es quizá la verdadera protagonista de la película "Mar adentro". Ramón, es una persona tetrapléjica, con plenas facultades mentales y casi todas sus necesidades básicas cubiertas, pero sin prácticamente posibilidad de una vida en la "realidad", donde poder contrarrestar las sofocantes fantasías que siempre tenemos, sexuales, o incluso las de la muerte, una pulsión de suicidio, podríamos decir, que sabe que no puede ser satisfecha.

Así que esta película es un drama muy entretenido (la gente sale llorando del cine pese a que la película también hace reír en muchos momentos), que quizá pudiéramos decir "universal", donde se resalta -con efectos especiales y música- "el poder que ejercen las fantasías, el poder que nos impulsa a escenificar fantasías" (este entrecomillado y los demás son de este texto de Slavoj Zizek:
http://altediciones.com/brumaria70.htm).

Se puede decir que lo importante no es que soñemos con hacer el amor para cumplir un deseo instatisfecho, sino que pasaríamos -en la "realidad"- a hacer el amor, al "acto", más bien para "huir y ahogar el exceso del sueño, que de lo contrario nos aplastaría". Así, realmente aplastado, vemos al protagonista de esta película en varias ocasiones, que sólo puede tener fantasías, y se ve obligado a confrontar diariamente, sin ningún asidero en la realidad, todos los "horrores" de esos "inframundos fantasmáticos".

El texto de Zizek nos sugiere además el pensar de qué maneras la virtualización que conlleva nuestra era en ciernes, más cibernética, suspendería este "esquema clásico": fantasías que debemos "evitar" para que no nos "coman", que evitaríamos "pasando al acto", en "la realidad".

Ahora las fantasías "subjetivas" se materializan, se hacen objetivas en la pantalla del ordenador y a veces sustituyen el "pasaje al acto", en una especie de inversión que para mucha gente pudiera resultar sofocante. Ponen sobre el tapete el problema de esa confrontación de la fantasía que Ramón no podía llevar a cabo en la realidad: con el sexo virtual problematizaríamos directamente este asunto, pues estaríamos haciendo continuas "performances" que nos obligan a mirar de frente dichas fantasías, ya que no tenemos una "realidad real" para evitarlas, suspenderlas... Tendríamos sólo la "realidad virtual", una especie de pantalla que nos devuelve nuestros "horrores" y a veces diciéndonos -demasiado violenta o "solitariamente"-: "¿ves?, no era eso".

Esta poesía de Ramón la podéis encontrar en internet.

Mar adentro,
mar adentro.

Y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo.

Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno
y en una metamorfosis
mi cuerpo no es ya mi cuerpo,
es como penetrar al centro del universo.

El abrazo más pueril
y el más puro de los besos
hasta vernos reducidos
en un único deseo.

Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo, sin palabras
'más adentro', 'más adentro'
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.

Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto,
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.

Pisha X y libertad de expresión...

Dicen que San google ha eliminado páginas de pisha x, que tratan humorísticamente un tema serio y nada paranoico: las farmacéuticas y lo desmandadas que están por culpa del espíritu capitalista tan de moda y que sigue y sigue corrompiendo a su paso. Enlace
http://www.almas.tv/edicion3/pishax/tercerafarma.html.

Ya tratamos en este blog de estos temas así que sin más me despido esperando que no os ríais mucho con pisha x, que la cosa no es de cachondeo. Pero es recomendable su lectura.