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la ROTONDA

15M

 

La rotonda despierta de un largo letargo para apoyar al movimiento 15M y el resurgir de la conciencia crítica ciudadana.

Aplaudimos los valores que el movimiento transmite y que son fundamentales en su operación:

respeto

no tener logos, banderas o signos políticos

diálogo real

colaboración

responsabilidad

civismo

no tener cabecillas, ni quererlos

comunicarse por medios alternativos ya sea boca a boca, por internet, etc.

estar abierto a todos

recuperar el entusiasmo de aquellos que lo habían perdido

PONER EN EL PUNTO DE MIRA A LOS EMPRESARIOS Y BANQUEROS ENRIQUECIDOS CON LA CRISIS

HACER TAMBALEARSE A LOS POLÍTICOS

PONER MÁS EN EVIDENCIA LA BESTIAL MANIPULACIÓN DE LOS MEDIOS

 

Sigamos el hilo de Egipto y Siria, de Islandia. Ahora España.

Sigamos contagiando a nuestros vecinos europeos.

Sigamos porque mientras esto dure aquí, seguirá bombeando fuerza al mundo entero y será más difícil de parar.

¿es terrorista?

michel onfray

Una visión atea y materialista del mundo.

Un intelectual de moda en Francia.

el roto

el roto

 ecuación de la memoria

Hay un vínculo secreto entre la lentitud y la memoria, entre la velocidad y el olvido. Evoquemos una situación de lo más trivial: un hombre camina por la calle. De pronto, quiere recordar algo, pero el recuerdo se le escapa. En ese momento, mecánicamente, afloja el paso. Por el contrario, alguien que intenta olvidar un incidente penoso que acaba de ocurrirle acelera el paso sin darse cuenta, como si quisiera alejarse rápido de lo que, en el tiempo, se encuentra aún demasiado cercano para él.
En la matemática existencial, esta experiencia adquiere la forma de dos ecuaciones elementales: el grado de lentitud es directamente proporcional a la intensidad de la memoria; el grado de velocidad es directamente proporcional a la intensidad del olvido (Kundera, la lentitud).

El que lea lo siguiente sin antes leerse las intrucciones para escapar de la macdonalización del arte lee en vano.

Estoy de acuerdo en que a veces hay que romper los esquemas, pero hay veces en que se rompen por romper o se rompen porque es moda hacerlo.
La cosa funciona así hoy día: uno rompe los esquemas: o lo triunfa o no lo triunfa: si lo triunfa salen 100 más haciendo lo mismo hasta que su ruptura deje de ser una falla en el valle de la medianía: si no lo triunfa quedará ahí o será redescubierto más adelante con desiguales resultados.
A mi gusto la cosa está en romper los esquemas con plena conciencia de ello y de su intención, o sea, con fundamento, ¿o tendrían acaso valor las vanguardias sin una explicación? No lo tendrían, por eso todas las vanguardias estaban ataviadas con sus respectivos manifiestos_intrucciones de uso_comprensión.

Los cracks más cracks del arte siempre han roto, pero han roto con sentido, por la necesidad interna que su arte les requería, no lo hicieron gratuitamente.
Aunque he de reconocer que cada vez voy buscando más la perplejidad, el desconcierto y la incomodidad de la que habla Alan Pauls, siempre gozaré más con el rebosamiento de contenido en el que algunos consiguen situarnos; esa sensación de ¡cómo coño ha conseguido este tío/a clavarlo de esa manera, hacer algo tan perfectito! Eso... esa puede ser la mejor sensación que uno puede tener en interacción con un constructo artístico.

LA LENTITUD

A veces se impresiona uno de lo provechoso y estimulante que puede resultar no salir un sábado por la noche y no ver la televisión: es casi mágico. Las diez de la mañana se reciben un domingo con cierta desconfianza fisiológica, ya que normalmente el cambio de horizontal continuo a vertical suele realizarse en sentido inverso. Pero con todo y con eso, fresco como una lechuga, bañador de flores y chancletas, me bajo a comprar el pan, tabaco y el inevitable periódico del dominguero de ley. No podía imaginarme que los papeles que cobijaba bajo el brazo encerraran hoy frases de tan sencilla sabiduría, que es la más válida de todas.

En el suplemento de los domingos del Diario de Sevilla le han hecho sendas entrevistas a un psiquiatra enamorado de la literatura llamado Jaime Rodríguez Sacristán y a un economista del capital que saca dinero con sus libros haciendo críticas al sistema; se llama Fernando Trías de Bes y ahora publica un libro, El vendedor de tiempo.

Pues bien, me ha sorprendido muy gratamente que tanto la temática, como los titulares de ambos textos se centraran en un ilustrado y justificado elogio de la lentitud o de la serenidad ,como Sacristán prefiere mentar esta actitud vital en honor a los filósofos estoicos. No hablamos pues de la poca cantidad de metros recorridos en un espacio de tiempo, sino más bien de una forma de "estar en el mundo" que rechaza las prisas infundadas y la sensación de falta de tiempo con la que constantemente convivimos la mayoría de los occidentales.

No se trata, dice Sacristán, de trabajar poco o mucho. La lentitud es una actitud personal de compromiso. El que se compromete no se cruza de brazos. Cuando hablamos de lentitud, parafraseando a Carl Honoré, tenemos que dejar claro que no es sinónimo de no trabajar, de no hacer, de no implicarse o no interesarse. Más bien al contrario. Se trata de ser dueños de nuestro tiempo y no caer en una nueva esclavitud: que el tiempo sea nuestro dueño. Contra la tiranía del tiempo al que nos sometemos los que vivimos en occidente escribe precisamente Trías de Bes en su libro, en el que propone una reflexión para que las personas se den cuenta de la situación y hacer una revolución silenciosa.

Trías alude al miedo como generador de esta nuestra prisa occidental generadora de estrés: uno se da prisa cuando cree que se va perder algo. Normalmente ese tipo de actitudes provienen del miedo. Miedo a quedarte atrás. Vivimos convencidos de que hay que imprimirle velocidad a todo. Esto nos lleva a caer en la paradoja de la buena vida (Lee Burns): la sociedad te pide que trabajes más para ahorrar más, para dedicar más dinero al ocio. Pero, con tanto trabajo, no tienes tiempo para el ocio. Las referencias a Momo de Michael Ende son inevitables. Los "hombres grises" nos intentar birlar nuestro tiempo sea como sea para poder sobrevivir ellos mismos del mismo modo que la excesiva ambición nos lleva a vender nuestro tiempo en forma de trabajo para que este sistema económico global y contradictorio pueda perdurar.

Momo, simbólica reunión de sanas costumbres, puede ser vista como una de las personajes representantes de esta forma de vivir que empieza a ser ya una alternativa. Momo lleva a cabo esa revolución silenciosa de la que habla Trías de Bes; silenciosa porque no se ve y no se predica, porque, como dice Sacristán, tiene que ver con la cualidad y la calidad de los actos de la persona, no con un slogan que pueda cantarse o seguirse. De ahí el peligro de que esta actitud se convierta en moda (movimiento slow) y sea absorbida por la prisa, por el marketing, como hace Trías de Bes con su libro, sea la suya la intención que sea...

Una de las imágenes que más me cautivan en mis delirios es la de muchos tanques abandonados, sobre los que crecen las hierbas, anidan los pájaros y se columpian los niños...
Mordillo lo comparte...

¡Salvemos la Filosofía!

¡Salvemos la Filosofía!

Desde nuestro pequeño y cuasi abandonado espacio en la red hemos apoyado e intentado ejercer siempre un tipo de pensamiento crítico respecto a la información que recibimos de los grades medios de comunicación. La red viene siendo un medio que ha permitido la interconexión de diferentes puntos de vista que coinciden o no en su manera de ver los hechos, permitiendo evitar la tendencia a la homogeneidad en la información. Es por eso que hoy queremos sostener esta iniciativa por la no "eliminación progresiva" de la Filosofía de la enseñanza en España, dado que entendemos que ésta es quizás la disciplina que más contribuye a forjar el pensamiento individual de cada persona; cuánto más lo hará en el caso de los jóvenes bachilleres.
¡Atrevámonos a pensar!

posmodernismo en la red

Kundera, Lypovetsky, Bukowski o Lyotard son algunos de los nombres presentes o latentes en el sentir común de estos blogs que propongo para echarles un vistazo y regocijarse uno un poco en la recalcitrante auto-intasisfacción o rebeldía metafísica de estos blogueros que son auténticos estandartes del estar-ahí filosófico más allá de la época de los metarrelatos.
Ahí van los enlaces: Tan lejos, tan cerca*. Este blog tiene también un enlace muy posmodern y de nombre provocativo, por motivo del cual llegó a salir en la tele y todo...
Por otro lado están los pensamientos despeinados de un rebelde metafísico que hace unas recomendaciones literarias muy interesantes. Cuando, en un mismo texto, citó los laberintos borgianos y criticó con cariñosa complicidad la cripticidad de Derrida, he de reconocer que me ganó.

*Nota: si os sale un blog de color naranja al pinchar iros a los enlaces del mismo y clickear en "tan lejos tan cerca", que es uno de los blogs a los que me refería.

Dialogus singularis per noctem ebriam quatoris amicos participantum DE CANIBUS

Unos de los diarios más imparciales del panorama español, el ABC, dedicó hace unos días su portada al problema de la violencia generada por los llamados grupos de "canis". No sabemos si con motivo de esto especialmente, pero sí debido a la incipiente notoriedad del tema y el reflejo que se le está dando en los medios de comunicación, azuzados por el dulce amargor de los jugos de cebada en tiradores alfalfeños, surgió esta conversación...

G: Hay que ver lo chungo que se está poniendo también el ambiente en la alameda con los jodíos canis estos que andan buscando bulla por ahí.
C: Bueno, por la alameda y por todos lados. Están ya en todos sitios.
A: Es que dondequiera que haya un ambientillo chulo donde la gente se vaya a beber están ya ahí los grupillos de canis.
G: A mí me paso hace poco que estaba yo to tranquilita tomándome un ron cerca del ñam-ñam, cuando de repente algo pasó por el lado derecho de mi cara moviéndome el pelo y vino a tirar mi cubata al suelo de un chocazo. Me quedé to pillá, flipando y pensando que si la botella llega a pasar un poco más a mi izquierda me parte la cabeza y me tienen que llevar a un hospital.
A: ¡Qué fuerte!
C: ¡Tiene cojones!
R: ¡Hay que ver!
G: Bueno, pero es que hace poco vi a uno que al que le había pasado justo eso y se lo tuvieron que llevar al hospital sangrando escandalósamente por toda la cabeza, cubierta también la cara de sangre. Y lo peor es que ni siquiera se sabe porqué lo hacen. Es que no tiene sentido en absoluto.
C: Es que están aburridos y no saben lo que hacer.
G: Sí, y es que son niños que lo tienen todo, a los que no les falta de nada y tienen padres que los quieren, les dan de comer y dinero para que se compren lo que le haga falta o sus caprichos: móviles a la última, moto, etc.
R: Es verdad. Y además tienen muy malos modos y son muy chulos en su hablar. Una vez en un concierto estaba yo allí con unos colegas poniéndo música y me llega un niñatillo cani y me dice que si tenía algo de Prodigy. Yo le dije que eso no se podía tocar con esos instrumentos, y el me respondió en una ofensiva duda que si "¿no tenía ni puta idea de eso?". Yo le volví a recalcar que no es que no tuviera ni puta idea sino que no tenía los instrumentos adecuaos para tocar algo de Prodigy.
El niño iba en plan chulo y no tenía modales ningunos. ¡Qué se creía! ¿Pero si yo Prodigy lo escuchaba cuando tú todavía estabas jugando a las chapas!
A: Pero bueno quillo, a mí me llega un chaval en ese plan y yo no me lo tomo de manera ofensiva. Yo entiendo que esa es su manera de hablar y que de buen rollo se acercó a ti para ver si podías poner algo de la música que a él y a sus colegas le gustaba...
R: No quillo, yo sé cuando alguien me está hablando en plan chulo y cuando no.
C: Ese niño era un chulo.
A: Bueno, si tú lo viste así que eres el que estaba allí, pues vale. Pero a mí me parece que de todos modos no hay que meter en el mismo saco a los violentos y a todos los jóvenes que visten de una manera determinada y tienen unos modos determinados. Para mí esa es su manera de hablar y tanto ellos como nosotros tenemos que saber interpretarla en un diálogo generacional que es más delicado cuanto más distan entre sí las edades de los interlocutores...

En fin, el diálogo se extendió un poco más sobre este tema y otros subtemas, como la estética cani, más casos de violencia motivadas por los "canis", la situación social de los canis, los motivos que empujan a los canis a actuar de esa manera (no encontramos ninguno), la inseguridad que motivan con su violencia, canis y drogas, incomprendidos o mimados tiranos, la actual ley del menor... El tema me parece tela de jugoso y me gustaría más que nunca escuchar opiniones...

los "canis"...
¿jóvenes incomprendidos o dementes consentidos?

próximamente en LaRotonda...

Historia de la cocacola...

Hacía tiempo que tenía ganas de encontrar algo como esto. Por supuesto no la he leído entera, pero con sólo echarle un ojito satisface uno mucho su curiosidad. Además me parece que en el futuro tendremos inevitablemente que conocer la historia de este tipo de empresas; así que mejor tener una visión de ellas que incluya todos los tipos de "empresas" que estas multinacionales llevan a cabo...

"hippisme" sevillano

Como dijo sabiamente alhua, la reina de los clips, "un mes de revolución ya es suficiente". Es una mágica frase que deshace el inesperado encantamiento del silencio bloggero; silencio del que no sabemos si volverán la esstupenda y el ganso, que nos han dejado dos bellos huecos vacíos en la parte más digital de nuestro corazón...
Además, las nuevas tecnologías no siempre están cuando se necesitan, esto es, los cacharros se estropean, son caprichosos y, algunos, viejos ya, te piden pausas de un mes entero hasta que vuelven a arrastrarse con fuerza renovada ¡Son como personas!
Mientras recuperamos el hálito de la parpadeante pantalla, me permito hacer una recomendación para comenzar el año (un mes más tarde) sabiendo un poco más de historia, de historia de lo alternativo, de lo alternativo aquí en Sevilla y alrededores en los últimos 30 años o así. Pásense pues por la exposición Vivir en Sevilla. Así comprenderemos mejor algunas cosas y personas que nos rodean...

la pereza como acto revolucionario

Por fin, despúes de mucho tiempo, alguien se atreve a reivindicar de nuevo la flojera como un condimento positivo y necesario de nuestras vidas, como un acto consciente y razonado que nos ayuda a sobrellevar la rutina cotidiana, en este caso del trabajo. En el siglo XIX ya lo hizo Paul Lafargue con su Nuestro derecho a la pereza y ahora Corinne Maire, en Buenos días, pereza, hace una apología del trabajador vago y nos lo muestra como un ejemplo para combatir a las grandes empresas.
Pero no se contenta con la mera alabanza, sino que nos da una serie de estrategias para sobrevivir en el trabajo. En el primer capítulo nos dice: Este libro os ayudará a utilizar en vuestro provecho la empresa que os emplea, a diferencia de lo ocurría hasta ahora, que era ella la que se aprovechaba de vosotros. Os explicará por qué trabajar lo menos posible redunda en vuestro interés y cómo se puede minar el sistema desde el interior sin que se note.
Según Maire la única meta de los trabajadores es cobrar a fin de mes, ya no se sienten identificados con su trabajo debido a su organización absurda, que ha vaciado de contenido su concepción y ha cavado con ello su propia tumba. Al trabajador asalariado sólo le queda "convertirse en un discreto inútil, que no quiere cargos de responsabilidad y que reconoce a los suyos (por detalles en la ropa, por cierto sentido del humor) entre los otros empleados".
El libro lo ha triunfado en Francia y a la Maire no tardarán en echarla de su curro en la Électricité de France, por floja seguramente, jeje. Yo creo que ese libro no expresa más que un hecho que se da hoy día, dándole unas bases argumentales que hacen consistente esa actitud en el orden de lo razonable. Por ello, le dedico este post a mis colegas clin e incongruente, que siempre desaprobaron mi teoría de la flojera como acto subversivo. Ahora tengo más argumentos a mi favor...jeje. Va por ustedes!

La información de este post está sacada de un artículo de Elsa Fernández Santos, publicado en El País, el 23 de noviembre de este año.

haz el amor y no la guerra...

... famoso logo que puede transformarse a su vez en un razonamiento lógico que da toda la razón al imperativo, demostrándo así que uno de los grandes deseos de la humanidad es totalmente correcto en términos lógicos: "el que hace el amor no hace la guerra". Partiendo de este principio y de otros supuestos psicoanalíticos el humorista Aaron McGruder propone lo siguiente: buscar un novio para Condolezza Rice es la mejor manera de salvar el mundo...
Y todo el mundo se pregunta ¿cómo estaría el mundo si Bush amase realmente a alguien y estuviera bien folladito? ¿Bastará con eso o este tío no tiene solución?

Para leer más sobre el asunto: Iñigo Sáenz, "Colin Powell y los periodistas"

La huída hacia lo auténtico

Viene pasando últimamente que nos invaden las empresas grandes por todas partes, en todos los sectores de venta posibles, imaginables y por imaginar e inventar (ya hemos visto la fábula del vendedor y el alce...). Pongamos el caso de los bares, en el que vemos como las grandes compañías se hace con los mejores emplazamientos de tal manera que no puedes no verlas y te resulta veinte veces más fácil recaer en una de sus sucursales que en cualquier bar de un empresario independiente. Ese es su poder.
Ante esta realidad he notado, ahora con agrado por su generalización, que los jóvenes, agobiados por la monocromaticidad de la elección ante la que nos vemos imbuídos, hemos adquirido (la capacidad de), aprendido (a) y emprendido (una) huída hacia lo auténtico, una búsqueda de lo complicado, de lo que no se nos da fácilmente, de lo que hay que descubrir, en vez de tomar lo que nos rodea de manera evidente.
Al principio tenía cierto recelo de los que buscaban lo auténtico, y lo sigo teniendo ante quien lo muestra con palabras y no con actitudes. Pero me rindo ante la omnipresente prostitución de todo lo que se puede querer y abogo por el mal menor que esta nueva venta del pudor supone si realmente, generalizándose, sirve para luchar contra contra el monocromatismo que "el fin de la historia" nos pinta.
No obstante, sigo pensando que decir "lo auténtico" desautentifica. Lo auténtico es frágil, innombrable y parece que si lo pronuncias se rompe o solidifica, convirtiéndose en un ladrillo más del edificio monocolor predominante.
Lo auténtico no se dice, ni se proclama y, sobre todo, no se reconoce a sí mismo como tal; si lo hiciera no podría serlo, es, sencillamente, contradictorio. Eso lo conserva de nosotros los buscadores, siempre intacto, como una idea hacia la que se tiende pero no se agarra, sólo se disfruta en momentos fugaces...

san sátiro 2004

En un pequeño bar de la calle lumbreras han tenido la gran idea de celebrar un concurso de narraciones breves con motivo del mes de noviembre, mes de los santos, transformado desde esta peculiar visión esperpéntica de espejo cóncavo a lo luces de bohemia en el mes de san sátiro. El tema de este año es el sexto mandamiento ("no cometeras actos impuros" o no "follarás con morbo"). Este miércoles, mientras todos ven a la selección en el tele, se leerán los relatos a partir de las 22 30 o así.
La calle lumbreras da a la alameda, el bar es el segundo en la acera derecha y es todo de madera...

fábula del vendedor y el alce

Había una vez un vendedor que era conocido por su capacidad para venderle cualquier cosa a cualquiera. Una vez le vendió un cepillo de dientes a un dentista, otra un pan a un panadero, y otra vez le endosó una caja de manzanas a un frutero. Entonces, un día le dijeron sus amigos, "eres un buen vendedor, pero no serás un verdadero crack de los negocios hasta que no seas capaz de venderle a un alce una máscara de gas". Entonces se fue el vendedor hacia el norte y recorrió largos caminos hasta llegar a un bosque en el que sólo vivían alces. "Buenos días", le dijo al primer alce que se encontró, "creo que usted necesita una máscara de gas", a lo que el alce respondió, ¿Para qué voy a necesitar yo una máscara de gas con lo limpio que está el aire por aquí?"; "Todo el mundo tiene hoy día una máscara de gas", continuó el vendedor. "Lo siento, insistió el alce, pero yo no la necesito". "Ya verá como necesita una".
Poco tiempo despúes comenzó el vendedor a construir una fábrica en medio del bosque en el que sólo vivían alces. "¿Te has vuelto loco?", le avisaron sus amigos. "No, sólo quiero venderle al alce una máscara de gas".
Cuando la fábrica estuvo terminada empezaron a emerger tantos gases tóxicos por sus chimeneas que el alce fue a ver al vendedor y le dijo, "Ahora sí que necesito una máscara de gas". "Eso mismo pensé yo", dijo el vendedor, y al tiempo que le vendía presuroso la máscara de gas soltó graciosillo, "¡Calidad garantizada!, "Los otros alces, dijo el alce, también necesitan ahora máscaras de gas, ¿tienes más? (los alces no conocían la forma de cortesía "usted"). "Habéis tenido suerte, dijo el vendedor, tengo muchas más". Y antes de irse le dijo el alce al vendedor, "por cierto ¿qué se fabrica en tu fábrica?". "Máscaras de gas", respondió el vendedor.

Franz Hohler

Evolución de la enseñanza en España

Es mí segundo "plagio" en diez días, pero al fin y al cabo, como decía Borges: "es más importante releer que leer", y Montaigne: "todo es un refrito" (más o menos). Bueno, pinchad aquí y veréis los negros auspicios de Bambolia para el futuro...

Addenda No sé de dónde habrá sacado Bambolia el texto del campesino pero el pasado sábado 23 un periodista del Diario de Sevilla lo plagiaba también..