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microrrelatos

Soledad

¡Te necesito!

El Farol

- A veces te echo de menos.
- ¿Cómo me vas a echar de menos si trabajamos juntos, comemos juntos, dormimos juntos, nos peleamos juntos, hacemos el amor juntos..?
- Es cierto... Te felicito: me has pillado el farol.

Si el hambre llama a tu puerta...

Si llama el hambre a tu puerta no debes abrir.
La realidad duele
Y NUNCA te gustó el dolor

Pero eres...

Franco
Experto
Legal
Inteligente
Cabal
Inconsciente
Sencillo
Inmortal
Moderno
Omnipotente

Y no sientes frío

Preocuparse es un gesto tan irresponsable que
No merece la pena perder el tiempo en
Hacerlo, es más, ¿porqué hacerlo

Si...

N
O

T
E
N
E
M
O
S

F
R
I
O!

Y pierdes la perspectiva de las cosas
Confundes lo que es importante, y
lo que no lo es:
Lo adoras
Te justifica
Nos fundamenta.

Pero sientes que no has hecho lo que debes
Cuando no te queda tiempo para más

Cada reflexión es una montaña que tienes que escalar,
Un oasis en un desierto inane.

La empatía es un regusto que te es ajeno
Una mentira que debes combatir.

¡Toc, toc!

Un día piensas que pueden ser verdad
Y el sufrimiento queda globalizado.
Pero no te queda tiempo:
Lo lamentas
Te limita
Nos mantiene.

Y comprendes, de repente, que todo es inexorable
Que el conformismo es génesis de tu soledad

Que vives en un paraíso cercado
De cuyos privilegios gozas en exclusiva.

Que la mentira vale más que la verdad
Que el desarrollo promueve vendas de ojos

Si el hambre llama a tu puerta no lo abras.
No pierdas tiempo.
El tiempo es oro para tí.
Y a tí SIEMPRE te gustó el oro.

Pero tú y yo somos lo mismo...
¿Comprendes ahora mis lágrimas?

Impertinencia

- ¿Dónde vives?
- ¿Y qué te importa?
- Quiero saber si te tengo lo suficientemente lejos.

El arbol de la Tristeza (En el Asilo, parte III: La Precuela)

Asido a aquel árbol, el perro pudo ver como su ama se alejaba.

En el asilo (parte II)

Asida a aquella silla pudo ver como su hijo se alejaba en compañía de su nuera

En el asilo (parte I)

Asida a aquella silla pudo ver como su hijo se alejaba.

Boda en el paraíso

- ¿Quieres a Eva como tu legítima esposa?
- Sí quiero.
- ¿Y tú, Eva?, ¿quieres a Adán como tu legítimo esposo?
- Depende.

Negrura

Encallar en una ciénaga no es difícil
Lo puede hacer cualquiera, es más, podría hacerlo otra vez, si
Tu me lo pides.

Pero...

No quedan poemas en mi memoria por recitar
Así que ya soy muy viejo para tí, ¡ay!
¿Podré esperarte todo este tiempo?

Siempre acudiste a mis sollozos de compasión como
Si tu pretensión fuera ayudarme y no pudieras y trataras de comprender mi
Quimera
Para compensar...

Lo agradezco
Pero estoy exhausto.

Sobre el tejado

Encima, en el tejado, encontró el sentido de su vida. Abajo, en el asfalto, rodeado de todas aquellas personas curiosas, halló el sentido de su muerte.

Mentiras

- El instinto me dice que nada de lo que me dices es verdad. Nada.
- Pues sepas que tu instinto te miente.

El efecto mariposa (la relatividad de la existencia)

No sabía Juan Borges que aquel segundo de placer extremo sobre ella significaba el comienzo de la muerte de Blas Corso.

Los Verdes

Me das sentido, me complementas. Tu no serías nada sin mí. Lo sabes, ¿verdad? - aquel tipo movió el bigote con claro signo de asentimiento.

Permanecieron callados durante un buen rato. Pudo notar, su calor protector, aquel brazo erguido junto a él; su mirada firme pero cariñosa. Entonces supo que entre ellos había algo más que una amistad complementada.

Fueron la primera pareja de guardias civiles en pasar de las palabras a los hechos.

Heridas de una batalla

Batalleé, aunque no te lo creas.

El tiempo es cruel y trata de convencerme de que
Todo forma parte de un sueño, dice
Que no existí tal y como me recuerdo.

¿Será verdad?

Pero sigo sintiendo náuseas al oler aquella sangre
derramada sobre la ladera inconquistable.

¡Pero sigo oyendo gritos de pánico!, y
un aire envenenado, y
un reverso tenebroso que deja tras de sí:

Ceguera
Apatía
Ostracismo
Silencio

Y todo parecía mentira salvo los gemidos
tu dolor
mi extenuación...

Los llantos apasionados eran de víctimas de las víctimas...
El coraje se hundió en una ciénaga de desconcierto...
Las lágrimas inundaron nuestro universo...

Nosotros éramos menos que nada inmersos en la nada...
Tu angustia era mi angustia: nuestro desdén.
El invierno era más invierno en aquellos tiempos de cólera.

Y el viento siguió soplando...

¡IM
.....PER
..........TI
..............NEN
...................TE!

... hasta hoy

Ahora floto en el país donde las naúseas se convierten en lágrimas
Y todo lo que fui es una duda perpetua.

Banqueros

- ¡Detened al ladrón! - gritó el dueño del banco. Todos los presentes, mirándose los unos a los otros, se echaron a reír; cómplices.

Autopista hacia el cielo

- Busco la autopista hacia el cielo o, en su defecto, el pozo del infierno.
- ¿Has probado suicidarte?
- Sí. Ya lo hice.
- ¡Ah..! Igual que yo.
(...)
- Así que la eternidad es esto, ¿no?

La Confirmación

Cada historia que escribo es mejor que la anterior, lo cual me confirma, del todo punto, como un escritor mediocre en vías de desarrollo.

Ecologismo de postal

- ¡Mira!
- ¿El qué?
- Esa ave yace muerta sobre la marea negra.
- ¡Pobrecita! Apaga la tele que a mi me dan penas esas cosas.

Controversia

- ¡Cuelga el teléfono!
- ¿Por qué iba a hacerlo?
- No quiero seguir hablando contigo.
- ¿Y por qué no cuelgas tú?