Blogia

ocelopan

Donde se relata el inicio de un blog

Sucede que no hace mucho, me topé en el periódico con una nueva ola de litaratura de aficionados que se publica diariamente y a todas horas por Internet. Lo único que se necesita es tener a la mano una computadora y conexión a la web. Siempre he sido una persona que gusta de escribir lo que piensa, pero pocas veces se decide a publicarlo. Anduve rondando por varios blogs en diversos sitios y decidí que, de animarme a escribir uno, lo haría en esta dirección de Blogia, pues, en primer lugar, es un blog en español, mi lengua natal. Si bien he estudiado el inglés por más de quince años de mi vida y es una lengua que me encanta, el español es parte más importante de lo que soy, así que escribiré así. También tomé la valerosa decisión (o temerosa, según el punto de vista) de no avisarle a nadie de la existencia de este blog. Preferiría que me leyeran por gusto y no por compromiso. Además, estoy dispuesto a relatar y a confesar aspectos importantes de mi vida, que no me atrevería a decírselos a las personas que conozco. Tal vez ese anonimato sea parte del buen éxito que han tenido este tipo de sitios que te permiten tener momentos de reflexión y saber que en algún punto de este mundo existe algo tuyo, grabado e inscrito, que tal vez perdure más de lo que uno cree, en los corazones de los lectores, o simplemente en la memoria a corto plazo de los metiches. También, por esta razón, trataré de permanecer en anonimato. Trataré que los nombres que aparezcan aquí, sean inventados. Todo lo demás, trataré de contarlo lo más fielmente posible a mis experiencias cotidianas.
Pasaré, pues, a presentarme. Soy un joven de veinte años de edad, de México D.F. Los aspectos más importantes de mi vida son mi familia, mi novia, la universidad, el cine, la computadora, la lectura, la música (en especial, los soundtracks), y algún programa de televisión. Fuera de eso, mi vida es bastante monótona. Disfruto de una buena película, de la comida preparada con el corazón, de un buen libro, una buena canción y del amor. Vivo enchufado a esta laptop Dell INSPIRON 5100. Es ya parte de mí. Me deprimo al ver algunos golpes en la pantalla y cuando se me va acabando la memoria. Adoro las computadoras, un poco más que al cine y no tanto como a mi novia. Tal vez por eso haya decidido estudiar Ingeniería en Sistemas Computacionales. Nunca fui una persona que dudara mucho a la hora de elegir carrera. Yo supe que iba a esta área desde que curcé la secundaria. Me siento privilegiado de haberme decidido tan rápido y, hoy en día, en el tercer semestre, estoy disfrutando mucho mis clases.
Hablaré ahora de mi novia. Llevo ya tres años, dos meses con ella y no me arrepiento de ningún momento que hayamos pasado juntos. Mentiría si les dijera que no he tenido problemas, pero han sido problemas de los que he aprendido bastante. Dicen que el enamoramiento es un estado bioquímico del cerebro que dura de seis meses a dos años. Después de eso, viene el verdadero amor. Yo sé que la amo con todo mi ser. Aún siento que no es tiempo de comprometerme en matrimonio, pero si lo fuera, no lo dudaría ni un segundo. El mundo da muchas vueltas, pero sé que en este momento podría decir que no tendría problema alguno al pasar el resto de mi vida con ella. Pienso en ella a cada rato, y la mayoría de mis acciones están orientadas a ella. Incluso estudio para sacar una carrera y poder obtener un empleo para juntar un patrimonio y, espero, poder casarme con ella en algunos años.
Soy feliz con mi novia. El único problema es que mi madre no puede entender esa parte. Tal vez sean celos, tal vez sea envidia, tal vez sea sobreprotección, o, incluso, tal vez sea que se asustó de que haya durado tanto tiempo con ella; pero mi madre no puede saber nada de ella sin que con ello terminemos en alguna riña. En lo personal, ya no aguanto ese tipo de cosas. Mi madre ha leído cada carta escrita, escucha mis conversaciones al teléfono, destruye los regalos que me hace, y simplemente me hace la vida difícil. No entiendo... Tal vez en verdad sea muy joven para entender, como dice mi papá, pero lo que sí es seguro es que me duele en lo más profundo de mi corazón que me haga todo ese tipo de cosas. Por suerte, mi padre y mi hermano siempre me han respetado. Tuvieron la dignidad de no entrometerse en esa parte de mi vida y me han apoyado mucho a lo largo de estos últimos tres años.
Soy fan de los musicales, en especial, de El Fantasma de la Ópera. Ahí, en los discos que tengo, me encontré con la voz más increíble sobre la faz de la Tierra: Sarah Brightman. Tengo todos sus discos y en momentos de depresión o de desesperación, simplemente pongo el disco de La Luna y ciero los ojos y todo se acomoda y se me aclara la mente para poder seguir adelante.
Bueno, tal vez haya sido una primera entrada algo extensa. Lo lamento por quienes la hayan sufrido entera. En general, me gusta escribir así. Agradeceré sus comentarios y espero volver a escribir pronto.

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