Cuando hay voluntad se puede
SerÃa un chiste decir que nuestra provincia pasa por unos de los momentos más crÃticos de su larga historia. La injusticia que se comete con nosotros los que poblamos este cono austral se convierte en majaderÃa de tanto repetir y repetir. Mientras tanto se han ido todas las pesqueras, los inversionistas cuando se les habla de instalar alguna industria se sonrien irónicamente y nos contestan para qué en Natales si la papa está en Porvenir.
La preocupación es evidente y salvo en turismo que está haciendo algunas inversiones, pero con las últimas informaciones, lo está pensando dos veces cuando nos damos por enterado que se aprobaron más construcciones en el Serrano que está separado del parque Torres del Paine, por un estrecho rÃo donde se está ubicando el famoso pueblito más conocido como La Legua regional y que, además, se está llamando a licitación para el estudio camino Rio Serrano-Paso Bellavista, con un monto de 230 millones de peso, el que las autoridades de la región se habÃan comprometido que no se harÃa porque no cabe duda que con el tiempo va a convertirse en la entrada a nuestra provincia, borrando de una plumada nuestro puerto principal.
Es un artero golpe a nuestra credulidad que se ve una vez más pisoteada.
A nuestras peticiones de medidas de excepción para la provincia -la única discriminada de las cuatro que componen la región-, lo único que hemos conseguido es comprar bencina chilena a menos de la mitad de precio en El Turbio, distorsionando todo el sistema por falta de voluntad para solucionar este problema, que trae consigo el mercado negro y otras secuelas y, como un palmazo más y vergüenza ajena, nuestros vecinos de RÃo Turbio y 28 de Noviembre han puesto un servicio de aviones que empieza a operar tres veces por semana (martes, jueves y viernes) a tarifas rebajadas, desde Turbio, Gallegos y Calafate. En lo que ellos llaman área de frontera para los residentes en la cuenca carbonÃfera, tienen un 50% de descuento. El costo del pasaje aéreo a Buenos Aires ida y vuelta es de 250 pesos (55 mil pesos chilenos) con validez de un año.
Seguimos postergados, por falta de voluntad la pregunta es ¿hasta cuándo seguimos engañados como niños chicos?. El paÃs como el oropel está espectacular. Los que estamos mal somos los que vivimos en este pueblo, donde seguimos cortando cintas y entregando medallitas. Se nota la falta de aquellos hombres antigüos donde más que en el papel los acuerdos se sellaban con un apretón de manos...y eso era ley.
Lo demás es cuento viejo.