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NECESITO PERDERME

Pero hay saber elegir

"Pero hay que saber elegir.

¿Cuántas veces hemos confundido

la bravura con las ganas de morir?

La histeria no es la historia ni un

revolucionario es un enamorado

de la muerte.

La muerte, que un par de veces me

tomó y me soltó, a menudo me llama

todavía y yo la mando a la puta madre

que la parió."



Eduardo Galeano

Una Noche más.

Sueño con "LA" mujer, que entre páginas arrugadas, haga despertar esa ternura que sé tener por algún lado escondido, que mis plantas de los pies no duelan al caminar tanto, que cuando me levante de esa cama de dos metros que mi ex y yo compartíamos y que ahora prefeíría de de 90 para no notar tanta ausencia. Me emborracho cuando puedo, pues hasta ese placer me acota el tiempo. Las responsabilidades las inventaron para tocarme los huevos, y llego a casa y sigue todo igual, una silla vacia, una cama enorme, la nevera a medio llenar, una bañera demasiado enorme para mi solo, mucho correo al lado del micro de bancos y mas bancos.
¿Donde está la ilusión?
Nada... una pastillita y a dormir.

Ultimátum

Me senté en el borde de algún lado sin darme cuenta. No sé si era un precipicio o un puerto. Perdí el oeste, no encontraba el norte. Me mantuve firme unos meses con las piernas colgando, sentado al borde del agua salada. Hasta que hace un par de días escuche un rumor inaudible y las gaviotas me gritaban tal que chirríos de portones. No entendí nada, por desazón miré a un lado. Recordé aquel instante casi un año atrás. Un buen hombre me vendió un barquito protegido por una botella. Lucía el sol, y mirándole, me pregunté si sería capaz de lanzar la botella al mar y ver cómo se hundía.



Abandoné el barco en la orilla.