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piedrasyletras

Viajera desconocida

Sólo te imploro un racimo

de delicados besos

con los que hollar tu rostro

de henchida belleza,

aquel que se esconde

tras esos ojos anónimos.

Así lo deseo cuando me asomo

al andén de la vida,

y sueño que estás ahí para plasmar

una instantánea de tu imagen

con la que decorar el archivo de mis sueños,

aunque sufra el martirio

de unos ojos desagradecidos.



Del libro "Mujeres, Muxeres" (2004)null

La fantasía vuela

Dime ávido mercader:

¿dónde está ella?

muéstrame el camino

que apacigua mi piel.

-Sigue la senda de los sueños

Y cuando domeñes al dragón de fuego

Que embota el espíritu,

Gozarás de su aura femenina.

-¿Entonces será mía?

-No, simplemente seréis.

Del libro "Mujeres, Muxeres" (2004)

Coral o Eros redivivo

Galopantes deseos reclaman
a la meretriz de Eros,
Coral no tiene moral
pero tiene magia.

Vive de noche,
sueña de día.
Coral no tiene fe
pero tiene duende.

Cada clímax,
vuelvo a oír su voz de madera.
Coral no siente,
tan solo presiente.

Ayer no fui a su encuentro,
y hoy, me siento triste.
A pesar que ella no siente,
creo que me entiende.

"Lady Chantelle I"

Ciertamente, no soy ya una joven a la que se le escapen fácilmente los puntos donde late la vida. Me encuentro en plenitud física e intelectual, mi sexo gime y me siento viva. Cada día que amanece es una aventura, no hay dos iguales Siempre fui consciente que el dinero que me dejaron mis padres no iba a durar eternamente. Estaba sola frente al mundo y siempre quise tener una librería, no sería mal negocio en el que invertir mi patrimonio. Pero me dije, que mejor librería que la biblioteca de mi propia casa, donde me sumergía en mis paraísos después de cada agotadora jornada. Opté por montar una tienda de lencería, para ganarme la vida y dar salida a mi capital. Era algo que me atraía sobremanera, no en vano, era junto a los libros, mi otra pasión. Debía de ser algo especial, nada al uso. Cómo transmitir mi gusto por la ropa interior a mis futuros clientes quedaba de mi mano. Puse los cinco sentidos en “Placeres” , así se llamaba mi tienda de lencería. Convertí mi escaparate en un espejo de sofisticada lujuria, desde mi embriaguez fetichista decoré aquel ambiente pensando en los sentidos. Los colores, las formas de mis prendas fueron una invitación para los ojos. Maniquíes de espaldas embutidos en braguitas de blonda, columnas de mármol sosteniendo corpiños, percheros con formas antropomorfas de los que colgaban sujetadores y ligas al alcance de la mano de los viandantes. Tras “Placeres” hubo un “Placeres II”, e incluso un “Placeres III”, pero ahora mi negocio no lo canalizo yo, el chulo de Enrique ha tomado las riendas amparándose en su gran verga, por la que suspiro cada mañana cuando abro mi tienda........(CONTINUARÁ)

"Mujeres, muxeres"

Decía Alejandra Pizarnik: una mujer tiene que ser hermosa, aunque escriba como Tolstoi, Joyce y Homero juntos. ¿Es más exigente la sociedad con las féminas?, pero, acaso no lo son ellas consigo mismo. En cualquier caso, deberíamos aprender, ya lo creo. No tengo dudas, la fluidez de mi comunicación con las mujeres se debe a mi acentuado lado femenino, sueño que las entiendo...Sin ir más lejos, recién hize el amor con un fantasma, llamado Annette: Annette, comerciante de sueños, etéreo gozo.. Cuando la noche nace perfumada evoco los vaivenes de tu música, interludio de cascabeles que resuenan en mi memoria erótica. Y siento el refugio de tu cuerpo, a veces ninfa, otras mariposa, como un artilugio de la razón fingida, premio a la creación en manos del deseo. Siempre he creído que hay amores necesarios, a los que uno siempre regresa y amores contingentes, fuente de la locura y la ensoñación. Pero......son tantas las veces que la locura me aborda. Mi sexo gime con demasiada frecuencia.