Embarazos adolescentes: la mayoría son no deseados
Embarazos adolescentes: la mayoría son no deseados
ESTADÍSTICAS. En el Hospital San Roque, el 32,25 % de las adolescentes
madres está comprendido en el rubro de adolescencia temprana y media
(10 a
17 años).
La conclusión surge de una investigación de la Facultad de Trabajo
Social,
que encuentra que en general estas chicas no han podido acceder a los
servicios de salud y quedaron fuera de la escuela. M.O.
Investigadoras de la Facultad de Trabajo Social (UNER) estudiaron la
maternidad adolescente en Paraná sobre la base del análisis
cuantitativo de
fichas de internación del Hospital Materno Infantil San Roque -que
atiende
en general a mujeres en situación de pobreza- y de entrevistas con
adolescentes.
El trabajo -realizado por las investigadoras Alicia Genolet, Carmen
Lera,
Cristina Gelsi, Zunilda Schoenfeld, Silvana Musso, María Mulone y María
Schmunk-, muestra cómo juegan la historia familiar y el estar dentro o
fuera
de la escuela en las experiencias de las adolescentes que son mamás.
Indaga además en biografías familiares, sexualidad y anticoncepción;
maternidad y proyectos de vida, y concluye que es el Estado el que debe
restituir los derechos a la salud y a la educación de las chicas que se
encuentran en sectores de pobreza y en situaciones de vulnerabilidad.
Triple
vulnerabilidad: por ser mujeres, pobres y adolescentes.
VULNERABLES. Las chicas del estudio son vulnerables no sólo por sus
condiciones físicas, sino también por complejos factores culturales
-sobre
todo los que reproducen estereotipos de género- y económicos.
Las mamás adolescentes tienen más posibilidades de sufrir
complicaciones en
su embarazo y parto, y hay más riesgos para la salud de sus bebés: bajo
peso
(menos de 2,500 kilos), muerte durante el embarazo y parto y los
primeros
meses y años de vida. Además, señalan las investigadoras, en un momento
de
cambio importante en sus vidas, los adolescentes son desprotegidos por
la
sociedad: en la Argentina, más de un millón de jóvenes no estudia ni
trabaja
y, entonces, la posibilidad de delinquir es casi compulsiva para los
varones; y para las mujeres, la opción es la invisibilización en el
mundo
doméstico. Pues, por su historia familiar y su acceso limitado a la
escuela,
ellas no pueden ver otros proyectos de vida más allá de la maternidad y
el
trabajo no remunerado dentro del hogar.
MUJER=MADRE. Lo que encontraron las investigadoras, en el trabajo con
entrevistas, es que las adolescentes con hijos tienden a repetir la
historia
de sus madres o hermanas mayores. "Es más probable que una mujer que
fue
madre tempranamente sea hija de una mujer que también fue madre
adolescente.
Por eso, si el embarazo adolescente se origina principalmente en
situaciones
de pobreza y tiene consecuencias económicas y sociales, la repetición
intergeneracional del embarazo adolescente puede ser un mecanismo
intermediario en la reproducción intergeneracional de la pobreza",
infieren.
Los marcos de socialización de género transmiten estereotipos de
mujer=madre, y las chicas reproducen sin mayores complicaciones lo que
se
espera de ellas.
Las situaciones de pobreza acentúan la diferenciación de los roles
tradicionales de varón y mujer, y las mujeres tienen escasas
posibilidades
de opciones diferentes a la maternidad, que es vivida como el modo en
que se
define la identidad femenina. "Hay para ellas un abandonarse a ser como
las
madres, sin plantearse otros modos de inscribirse socialmente. (...) La
maternidad es una tarea que asumen las mujeres -deseada o no- y que se
encuentra connotada con los valores y funciones propios del sistema
patriarcal que ha asignado a las mujeres roles predeterminados", se lee
en
el texto que resume el trabajo de investigación.
SIN ESCUELA. En general, estas adolescentes madres, por diferentes
motivos,
no ven garantizado su derecho a la educación. El acceso limitado a la
escuela hace que las chicas no piensen otros proyectos de vida, otros
caminos de construcción identitaria que no impliquen la maternidad. Las
investigadoras subrayan que de las adolescentes entrevistadas "gran
parte ya
habían interrumpido su escolaridad con anterioridad al embarazo". Se
trata
por eso de "una población disminuida en sus posibilidades de acceso a
un
nivel de capacitación suficiente para ingresar en mejores condiciones
al
mundo del trabajo. Y de lograrlo, es probable que lo hagan en tareas
poco
calificadas y remuneradas, que les impedirán acceder a otra situación
para
ellas y sus hijos".
¿ELECCIÓN O DESTINO?. "Para la mayoría, el embarazo sucedió como algo
ineludible, sin que mediara en ellas ni conciencia ni medios reales
para
poder evitarlo", afirman las investigadoras en las conclusiones del
trabajo.
"Si bien tienen a mano centros de salud donde si recurrieran serían
asesoradas sobre métodos anticonceptivos, lo cierto es que no cuentan
con
las herramientas necesarias como para optar por esta instancia ni con
el
acompañamiento familiar para priorizar otros proyectos por sobre el
embarazo".
No existen tampoco políticas de salud que contemplen a la mujer
adolescente
por dentro y por fuera de la maternidad ni se ha puesto en marcha aún
un
proyecto de educación más integral que contemple a varones y mujeres.
"La responsabilidad que debe asumir el Estado a través de políticas
públicas
se torna prioritaria, ya que en estos momentos observamos que se niegan
o
cercenan derechos para que las mujeres logren conocer sobre la salud
sexual
y reproductiva, y no se garantiza el acceso a los servicios adecuados
para
que ellas puedan elegir o no ser madres", concluyen las investigadoras
de la
Facultad de Trabajo Social.
El dato
42 POR CIENTO
Ese es el porcentaje de madres adolescentes que son solteras o no
tienen
pareja estable. Por ese motivo, se considera que asumen la maternidad
desde
un lugar de total desprotección.
Para destacar
Números: Los datos que trabajaron las investigadoras fueron extraídos
de la
división de Estadística del Hospital San Roque, y corresponden a los
años
1997, 1998 y 1999 .
Adolescentes: El 23 % del total de los partos en el Hospital San Roque
en el
periodo estudiado son de mujeres menores de 19 años (la Organización
Mundial
de la Salud establece que la adolescencia va de los 10 a los 19 años).
Precoces: El 32,25 % de las adolescentes madres está comprendido en el
rubro
de adolescencia temprana y media (10 a 17 años), lo que plantea
preguntas
acerca de las herramientas emocionales, cognitivas, familiares y
sociales
que tienen estas adolescentes para el ejercicio de la maternidad.
Educación: El 61,2 % de las madres adolescentes finalizó el nivel
primario,
el 33 % no ha completado la primaria, y el 6 % son analfabetas.