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Sabor a chocolate

Volver a empezar...

Atrás quedan las terrazas que nos refugiaban del calor en la época estival, las tardes de piscina o playa, los paseos nocturnos, las fiestas…Todo por volver a la vida rutinaria, la vida es así y las vacaciones estivales, para los que más suerte tienen, duran poco más de dos meses.
Y todo vuelve. Los niños y jóvenes de vuelta al colegio o al instituto, habrá quien vaya a la escuela o a la guardería por primera vez y su vida, a partir de ahora, no volverá a ser la misma; otros al trabajo; habrá quién seguirá buscando trabajo; y, que siga trabajando por no haber tenido vacaciones. En la tele, una vez más los anuncios del Corte Inglés y en los informativos nos bombardean con el gasto que supondrá la vuelta al cole. A la vez, vuelve Gran Hermano junto a nuevos reality shows intentando atraer la atención de los telespectadores. Los quioscos vuelven a estar repletos de fascículos de nuevas colecciones. Y el otoño, cada vez, se aproxima más. El verano queda atrás y nunca volverá a ser igual.

¿Y a eso se le llama Sábado?

El Sábado por la mañana tenía pensado ir a la playa y, por la tarde, ir a ver “La mala educación”, el último film de Pedro Almódovar y, después, la obra de teatro “Psicoanálisis para después de un afeitado”; pero, una vez más, debido a la huelga de transporte que realizará Euskotren mis planes se han ido a pique. Lo que ocurrirá en vez de pasar un buen Sábado yendo por la mañana a la playa, por la tarde al teatro y por la noche al cine, será que me voy a aburrir más que nunca. ¿Y a esto se le puede llamar fin de semana? Vamos que no me queda más remedio que quedarme en casa o salir por el municipio. Un pueblo donde no hay absolutamente nada que hacer durante el fin de semana.

¿Quién ha negado nada?

Por fin. Llegaron esas vacaciones que esperaba con tanto entusiasmo. El único problema de un día como hoy han sido las huelgas de Euskotren que nos han limitado el horario de trenes y, frente al escaso servicio que ha habido, he decidido no salir del municipio. Por lo que me he quedado con ganas de ir a la playa. Tampoco me hubiera importado ir de compras a Bilbao que, por mucho que hablo de consumismo y de que todos parecemos carteles publicitarios, acepto que soy un consumidor empedernido. Y es que luego me mandan e-mail diciendo que hablo mucho, pero que es todo de boquilla. Pero si yo nunca he negado ser consumista, si yo lo acepto. A la persona que me dijo que voy presumiendo de llevar unas gafas de 40.000 pesetas he de decirle que se equivoca que ni presumo, ni me han costado 40.000 pesetas, me han costado casi 400 euros, que son más de 40.000 pesetas, pero, vamos, que es algo que no le incumbe a nadie. Y, nada, que esa persona tenía que ver el nuevo móvil que me he comprado. Pero yo no presumo, al igual que acepto que soy un consumidor empedernido, si lo digo en mi presentación también. Lo que pasa es que en este país cada vez hay más vagos y el problema que tienen estos es que leen las cosas por encima, sin profundizar en ello.

Angustia cinematográfica

Últimamente tengo la web un poco descuidada por lo que al levantarme me he propuesto escribir uno de mis artículos. Lo primero que he hecho ha sido salir a comprar “el País” y leer la columna de Elvira Lindo. Lo que después he hecho ha sido ver “Angustia de Bigas Luna en DVD. La verdad es que me ha llamado mucho la atención el modo en el que logra crear ese sentimiento de angustia al público. Es un film muy pesado y muy logrado. En mi opinión, deberíamos de tener más en consideración a nuestros directores cinematográficos ya que no nos damos cuenta de lo que tenemos.

¡¡ADVERTENCIA: SE TE ESTÁ APAGANDO LA MENTE!!

Últimamente no sé que me pasa, pero tengo la mente demasiado apagada. Esta mañana he estado en la playa aprovechando el buen tiempo para ponerme algo moreno. En el tren, iba leyendo “Ventanas de Manhattan” de Antonio Muñoz Molina. La verdad que nada de lo que hago me inspira en algo para escribir. Ahora me encuentro escuchando música de Javi Cantero después de haber estado hablando con algunos amigos en el “MSN” y antes de salir a pasear al perro

Esta noche no me emborracho

Esta noche me voy de fiesta. La tarde está soleada y hace calor. Pero he decidido no salir a ningún sitio porque no tardaré en irme fuera a cenar y, a continuación, de fiesta. La verdad es que las vacaciones me impulsan a ir de marcha, más que el resto del año, aunque no tenga nada que hacer algún fin de semana. Por ello, hoy aprovecharé. Eso sí, sin beber ni una gota de alcohol porque no creo que sea necesario beber ni fumar para divertirse. Además, no soporto bailar rodeado de gente borracha. Tampoco me agrada en absoluto que alguien se ponga al lado mío bailando con el cigarro en la mano, sobre todo, desde aquella vez en que una joven me quemó con el cigarro en una herida que dos días antes me había hecho en la piscina.

Las bicicletas son para el verano

Ya es 1 de junio y el verano, cada vez, está más cerca. Eso es lo que me ayuda a estar feliz. El saber que pronto veré a esos amigos que solamente puedo ver en vacaciones de verano, las fiestas, las calles salmantinas, los helados de Ciudad Rodrigo y el Martes Mayor de dicha ciudad, los conciertos veraniegos, ver las estrellas tumbado en la yerba, tiempo libre para dedicarlo a la lectura, paseos diarios, la piscina, ver a los niños corriendo las calles en sus bicis recordando la infancia, más recuerdos del pasado, las procesiones de Santiago, las corridas de toros… me inunda de una felicidad inaudita. ¡Qué tiempos aquéllos! Una vez más, reviviremos las épocas pasadas con una ligera nostalgia e intentaremos hacer de esta época del año un nuevo recuerdo del futuro.

Tristeza acuática

Hoy el día se ha levantado gris. Por lo que me ha contagiado su melancolía y su tristeza. No es por nada especial, pero la lluvia siempre me afecta con cierto aplatanamiento. Nunca he estado en Sevilla, pero no creo que allí la lluvia sea diferente y, menos aún, una maravilla. Sino que se lo digan a los rocieros si quieren que llueva. Para combatir mi estado anímico he bajado al kiosco a comprara “el País”, al menos, para intentar alegrarme un poco el día con la columna de Elvira Lindo y, después, nada mejor como un buen helado de chocolate. Esta tarde no sé que haré, supongo que refugiarme del tiempo en casa hablando con los amigos en internet, viendo algún DVD, escuchando algo de música, leyendo un poco y comiendo todas mis reservas de la cocina.

Esclavos del siglo XXI

Anoche me quedé leyendo hasta la 1.45 a.m. Quería terminar de leer “El año que trafiqué con mujeres” de Antonio Salas y no me acosté hasta finalizar la lectura. Este artículo se lo quiero dedicar a él, a ese intrépido periodista que ha visto peligrar su vida a cambio de ayudar a otras personas y de informarnos sobre la esclavitud existente en el siglo XXI. Hace unos meses, leía un artículo en la revista “National Geographic” que mostraba que en el siglo XXI aún existía la esclavitud y que millones de personas la sufren en el planeta. Por eso este artículo va dedicado a todos ellos a los que sufren y a los que aportan su granito de arena para ayudar a estas personas y se conozca esa realidad existente. A todos vosotros abriros los ojos para que no deis la espalda esta realidad intolerable, que sepáis que estos escalofriantes hechos ocurren en nuestra actualidad. Hoy os quiero recomendar la lectura de “El año que trafiqué con mujeres”, os aseguro vuestra vida va a cambiar tras leer lo que el autor nos relata.

Consumistas empedernidos

Voy por la calle y comienzo a dudar de si somos seres humanos o vallas publicitarias andantes. La ropa, el calzado, bolsos, carpetas… todos nuestros accesorios llevan escrito el nombre de alguna marca comercial. Las paredes de los edificios, los periódicos, los largos minutos de la televisión… la publicidad nos está atacando masivamente. Todo esto no es más que otro medio de impulsar el consumismo en nuestra sociedad, algo que se está logrando sin ninguna dificultad. He de admitir que yo soy un consumista empedernido, pero, al menos, lo reconozco.

Relaxing day

Por fin, un día tope relax. Hoy he decidido dedicar el día a mí. Una ducha, un poco de incienso de canela, televisión y un buen libro. Hacía tiempo que no dedicaba un día ha hacer esto. Si hubiera hecho buen tiempo como en días anteriores, seguramente, hubiera ido a la playa. También me he planteado ir de compras a Bilbao, pero, finalmente, he decidido quedarme en casa. Me he levantado un poco tarde y, después de darme una ducha, he seguido con la lectura de “El año que trafiqué con mujeres” de Antonio Salas. Después, he decidido hacer un poco de descanso y escuchar un poco de música, por lo que he puesto un rato a María del Monte. Después de comer, he decidido leer un poco de la novela “Chocolate” de Joanne Harris, que había aparcado un poco su lectura y he decidido terminar hoy el libro. Tras esto, he encendido la tele y me he dispuesto a ver “La sopa boba”, la nueva serie de sobremesa que protagoniza Lolita. La verdad, es que luego me ha dado un poco de pereza ponerme a escribir, pero al final me he decidido. Tampoco tengo nada interesante que contar ni nada sobre lo que opinar ya que me he aislado un poco de la civilización por un día y ni siquiera he abierto el periódico ni he visto ningún telediario.

Días magazínicos

Esta mañana, como no tenía clase, he aprovechado para dormir un poco más de lo habitual en mí. Después de levantarme, he encendido la tele y he visto lo mismo en tres canales diferentes. Como me aburría, comencé a hacer zapping viendo las mismas imágenes y escuchando comentarios similares en “Como la vida”, “Día a día” y “Por la mañana”. Pero tampoco tenía la mañana para marujeos, Por lo que terminé practicando inglés, que me parecía bastante más productivo. La verdad, es que tanto por las mañanas como por las tardes no hay mucho que elegir en televisión: ves un magazine o ves un magazine. Solamente cambian los presentadores, porque, en algunos programas, no cambian ni los contertulios. Yo no tengo nada en contra de los magazines, al contrario, a mí personalmente me gustan. Pero si un día me apetece ver alguna otra cosa, la única opción que tengo es o ver tele de pago o los Lunis. No sé, creo que debería de variar un poco los contenidos de un programa a otro para no ser tan repetitivos al menos.

Malo

Semana de relax. Después de los exámenes, nos han dado una semana de relax, por lo que no tengo clase normal. Por lo tanto, estoy disfrutando del cálido ambiente soleado, aunque me quede con ganas de ir a la playa. La verdad es que, si no voy, no es porque no pueda sino por vagancia. Quiero aprovechar estos días para alimentar mi cerebro. Por ello, he comenzado a leer “El año que trafiqué con mujeres” de Antonio Salas. Había creado una imagen errónea sobre el best-seller, pero la curiosidad me invadía, por lo que decidí comprarlo. El autor es un auténtico héroe que ha arriesgado su vida en cantidad de ocasiones para seguir sus investigaciones. Estoy bastante enganchado al libro, pero he querido tomar un pequeño descanso para escribir en el blog, de este modo, podréis seguir leyéndome. O quizás no. Mientras escribo, estoy escuchando “Malo” de Bebe en MTV por el televisor que tengo encendido en la habitación donde dedico tanto tiempo a escribir. Esta es una canción más, que denuncia el trato que sufren millones de mujeres en el mundo. Creo que Antonio Salas, Bebe, Andy & Lucas y todos los que luchan por la causa se merecen un huequito en nuestro corazón y todo nuestro apoyo. Dentro de nuestras posibilidades, deberíamos de luchar contra las injusticias al igual que ellos lo hacen.

Y después del enlace, más boda

Después de pasarme toda la mañana viendo el enlace, no me apetecía seguir viendo la tele, por lo que, a la tarde, mi hermano y yo nos fuimos a dar una vuelta. Y, como sabíamos que por la noche todos los programas iban a ser sobre la boda, decidimos alquilarnos un DVD. Nos decidimos por “Pegado a ti”, la típica comedia americana. A mí me apetecía ver “Te doy mis ojos” o cualquier otro film español, pero sabía que mi hermano se aburriría como una ostra, por lo que dejé que decidiera él. La verdad es que me pareció bastante entretenida, este tipo de películas, aunque son todas muy parecidas, me entretienen. Pero, siempre que me apetece ver algo bueno, normalmente escojo algo europeo (normalmente español) o latino, no quiero decir que los americanos no hagan buen cine; pero yo me decanto por otro tipo de films. Sin ir más lejos, el viernes vi uno muy bueno protagonizado por Lolita, “Rencor”. He de decir que tiene una muy buena banda sonora interpretada por la propia actriz.

Campanas reales

A las 8 a.m. a sonado el despertador. Ya sé que es Sábado, pero por eso mismo, porque no quería perder ni un solo detalle del gran acontecimiento: la Boda Real. Ha sido una gran pena que haya llovido, pero en Italia dicen que trae buena suerte que llueva en las bodas.
Se ha comentado mucho sobre la presencia del príncipe Charles, de quien dicen que asiste a pocos enlaces. También ha sido motivo de crítica el vestido de Agatha Ruíz de la Prada que asistió al evento vestida de un diseño propio. Esto a ocasionado todo tipo de comentarios habiendo personas a las que no les a parecido apropiado el vestuario de la diseñadora para la ocasión. Quien ha salido victorioso ha sido Pertegaz debido al buen trabajo que ha realizado con el vestido de dña. Letizia.
Desde aquí querría dar mis más sincera enhorabuena a los príncipes deseándoles felicidad. ¡Un fuerte abrazo!

Mente en "OFF"

Estoy en "OFF". Vamos, quiero decir que tengo la mente apagada. Últimamente no sé dónde encontrar la inspiración. Ni siquiera la boda real consigue encender una pequeña chispa en mi cerebro que me ayude a escribir sobre algo. Al menos, he terminado hoy los exámenes, eso si es que he aprobado todo, sino ya me veo estudiando hasta junio. Estos últimos días no he tenido ganas de nada, pero, si hay algo que me ayuda a seguir escribiendo, soys vosotros, los que me leeis a diario y a quienes no quiero defraudar. Por eso, el artículo de hoy va dedicado a todos mis lectores.
¡Un fuerte abrazo!

Un rayo de luz

Esta mañana me he levantado lleno de entusiasmo. Hacía tanto tiempo que no comenzaba el día con este sentimiento que ya no lo recordaba. Los primeros rayos de luz traspasaban la persiana de mi habitación chocando contra mi cara. Noté como el sol calentaba mis mejillas. Por otro lado, me entristecía tener que abandonar mi lecho para acudir al colegio. Pero esto no me importó lo suficiente porque el sol resplandecía en el cielo.
El día está siendo tranquilo. El cielo está despejado y los pájaros sobrevuelan la ciudad. Los niños juegan en el parque, las madres dan de merendar a sus hijos, los ancianos pasean… un día perfecto. Por ello, aprovecharé el día disfrutando al máximo posible, sin abrir el periódico ni encender la tele porque no hay nada mejor que eso para entristecerle a uno el día con las desgracias con las que nos vienen informando.

Our father

Un día más la misma monotonía rutinaria de todos los días. El fin de semana voló dejando señales de recuerdo. Hoy comienza una nueva semana, una vida nueva, porque cada día, por muy rutinaria que nos parezca, podemos aprender algo nuevo, Hoy, sin ir más lejos, he aprendido a rezar el padre nuestro en inglés. Tenía ganas de aprender a rezar en la lengua anglosajona y le he pedido al profe de religión que me dicte la oración. Opino que cualquier momento es bueno para aprender algo nuevo, intentar cumplir nuestros propósitos y crear nuevas metas. Debemos de luchar para hacer realidad nuestros sueños, sino no lo lograremos.

Adicción al baile

Ayer estuve en una competición europea de break dance en el Palacio Euskalduna de Bilbao. La verdad es que no me apetecía mucho ir; pero, tras la insistencia de mi hermano, cedí. La victoria la lograron los suizos “Deep trip”. La brillante actuación de los franceses “Pockemon” logró el segundo puesto, lo que trajo diversos comentarios por parte de los asistentes al evento. Se hablaba de un posible “tongo” al no haber sido ellos quienes lograran la victoria. Por otro lado, los barceloneses “Adicctos” consiguieron el tercer puesto.
El ambiente que se vivía en los alrededores del palacio fue muy intenso, donde muchos de los asistentes mostraban sus habilidades en el baile.

Consumistas anónimos

Estamos siendo invadidos por la cultura americana que promueve el consumismo. Y admito que yo soy uno de esos a los que, en cierto modo, podría decirse que han sido aducidos. A las 14.05 he salido de clase y he cogido el tren a casa. Después de comer un buen plato de pasta, he decidido hacer uso de ese método usual “yanqui” para relajarme y liberar tensiones. En primer lugar he entrado en un centro comercial donde he comprado unas zapatillas marca “Strike”. Y después, nada mejor como un sandwich acompañado de un batido de chocolate. Como estaba muy cansado por el ajetreo de la vida escolar, después, he ido de tiendas. Solamente he comprado una camiseta de Brazil, pero, al menos, estoy relajado.
Esto es algo que todos hacemos usualmente, pero no deja de ser un acto más de consumismo promovido por esa cultura “yanqui” que no admitimos. Pero que, sin darnos cuenta, usualmente utilizamos. Por ello, creo que deberíamos reflexionar un poco más antes de vaciar nuestras tarjetas de crédito. Porque lo que estamos haciendo no es más que realizar aquellos actos que frecuentemente criticamos.