Blogia

Pienso, luego existo

Mi minifanfic

Hace mucho que no escribo por aquí y la verdad es que no estoy nada inspirada últimamente, así que lo que voy a hacer es copiar el minific que escribí para un concurso de unos dvds de Buffy, que por cierto no gané, jajaja.

SPIKE

El pálido vampirito daba vueltas por su cripta, las mismas q daban sus ideas en su cabeza, que chocaban una y otra vez contra ese estúpido chip q le habían implantado en el cerebro. Se repetía hasta la saciedad que lo que le ocurría no era verdad, era todo una alucinación que le perseguía sin darle tregua.

¿Amor? ¿Quién inventó esa palabra? Esa pequeña pero a la vez tan compleja palabra, ese sentimiento que te lo puede dar todo y a la vez quitártelo de la forma más dolorosa, ese veneno que te recorre de arriba abajo y que se extiende por cada parte de tu cuerpo. Todo esto le había acompañado desde los principios de su existencia, siendo más poderoso incluso que su fuerza sobrenatural de vampiro. Amor a su madre, siempre el niño de mamá, siempre protegido por esa representación maternal que le apartaba del mundo y le hacía ver todo de otra forma, de la forma equivocada. Amor humano, nunca correspondido, por el que sufrió, lloró y lo dio todo, hasta tal punto que su desesperación le llevó a dar lo más preciado que tenía, su vida. Amor oscuro, ese amor hacia su creadora, su eterna madre. La cabeza de ella no estaba bien, pero él la amaba con toda su alma, sí alma, a pesar de no tenerla siempre dio muestras de sentimientos tan humanos como el amor. Quería proteger a Dru, siempre caprichosa, pero él siempre la consentía. Amor a la muerte, la muerte de humanos, esos indefensos seres que le parecían inaguantables y los veía como simples marionetas. Él era libre en una cárcel de amor, pero no se daba cuenta. Y ahora ella, sus ansias por matarla se habían convertido en ansias por tenerla y quererla.

¿Podía caer más bajo? El gran William “El sangriento” incapaz de matar a la nueva cazadora y para colmo enamorado de ella. Su sarcasmo, hasta el momento, daba resultados para ocultar esos deseos de besarla y decirle lo que sentía, pero no podía aguantar más. Esto era más doloroso q cualquier descarga que pudiese recibir de su compañero de cerebro. Él era un vampiro..., vale, Ángel también, pero éste venía con alma en el pack de inmortalidad, y él sólo tenía un chip. Si es q sonaba hasta ridículo: “tengo un chip”..., odioso, comparado con: “tengo alma”..., deprimente. Sabía que Buffy no podría verle de otra forma, aunque se sentía bien sabiendo que ella nunca le clavaría una estaca, por lo menos de momento, al final le sacaba una ventaja al chip: “Ángel, jódete”.

Cogió su abrigo negro y salió a fumarse un cigarro mientras daba un paseo por el cementerio. Se puso a silbar, luego tarareaba una canción y... le apetecía ¿cantar? Sí, definitivamente era el chip el que tenía la culpa de todo, sin lugar a dudas.

Se apoyó en una lápida y contempló el cielo, oscuridad, siempre oscuridad. Estaba condenado a esa palabra. Cada vez se daba más cuenta de que los vampiros no eran libres. Cuando sales de tu tumba te sientes poderoso, crees que tienes el dominio de todo, hasta q llega Buffy... ¿Buffy? “Mierda, ya viene con su risa absurda y su asqueroso pelo”.

Buffy: ¿Qué tal Spike, disfrutando de la compañía de los muertos?- soltó una pequeña risilla.

Cómo era posible que la odiase tanto y a la vez la amase sin límites.

Spike: Sí, ellos por lo menos no pueden incordiarme con comentarios absurdos.

Tiró la colilla del cigarro y se dispuso a seguir a Buffy. ¿Por qué demonios no podía dejar de mirarla?

Iban los dos andando con pasos largos y lentos, acompañados por la presencia del otro, pero no hablaban. Entre ellos las conversaciones no eran muy habituales, así que simplemente se oían y se sentían seguros teniéndose al lado.

En ese mismo momento, un vampiro salió de su tumba y Buffy sin casi mirarle, le clavó su estaca.

Buffy: Cazar vampiros ya no es lo que era.

Spike: Beber sangre tampoco, antes podía servirme directamente del envase, pero ahora me conformo con las sobras de una sangre de segunda.

Seguían caminando por el cementerio, la niebla lo volvía todo más misterioso. A Spike le hubiese gustado llevar a cabo uno de sus múltiples sueños con la Cazadora. Cogerla fuertemente de la cintura y besarla hasta agotar sus fuerzas.

Buffy: ¿Tramando algún estúpido plan?

Spike: ¿Decías algo, amor?

Buffy: Lo que faltaba, ahora me llamas amor. Pues ya puedes dejar de llamarme así si no quieres tener un accidente con este bonito trozo de madera.

No aguantaba más. Se dio la vuelta y se marchó a su cripta.

Estados de ánimo

Tiemblo observando las estrellas. Parpadeo con ellas. No sé a dónde quiero llegar, pero me congelo pensando en ello. No miro atrás, sólo miro hacia delante. Intento ver un futuro cercano pero seguro, un futuro que me haga feliz. Quiero de alguna forma organizarlo, aunque luego todo sea espontaneidad. Consigo ver algo, pero está borroso y mis ojos no alcanzan a ver más allá.

Me siento, encojo las piernas y mi boca no esboza una sonrisa. En parte quiero perderla para siempre, me siento triste. Mis lágrimas ya no consiguen aliviar mi dolor. De mi cabeza sólo salen ideas confusas, ideas tristes, ideas grises, ideas...

No pido mucho, alguien que me comprenda no es mucho, incluyéndome a mí. Pero es imposible, ni yo misma llego a saber qué es lo que realmente me pasa y por qué me siento así. Sé que es una racha, que cuando llegue el viernes estaré gritando y mi adrenalina querrá incluso salirse por cada poro de mi piel, haciendo que mi estado de ánimo se agite y me sienta eufórica y radiante. Pero hoy es domingo, domingo mas visita de dolor físico y espiritual.

Dama oscura

Me quemo dentro de esta oscuridad. Se está apoderando de mí. Lucho, pero no puedo. Vuelvo atrás. La soledad acompañada de esa terrible penumbra. Es como un túnel, camino a través de él, mis paradas son forzosas, necesito respirar un poco, pero quiero continuar, sigo y sigo, pero no hay luz, no hay salida. Túnel de una sola salida y yo voy en dirección opuesta. Consigo desequilibrarme, caigo, pero tampoco se está tan mal.

Miro en mi interior. Ahora simplemente quiero hablar conmigo, sin interrupciones. Flores del mal, flores violetas, flores negras. Poesía oscura. Las noches son mi alivio, es ahora cuando lo q realmente me quema es la luz. Estoy dentro, sin escapatoria. Vida vampírica, lo q conlleva soledad y oscuridad. Mis ojos se acostumbran, mi corazón sigue bombeando mi sangre, pero más granate que nunca. Si mi respiración no me recordase q sigo viva, pensaría q estoy muerta.

Inmortalidad, sí, al menos quiero creerlo, pero ahora mismo no me imagino nubecitas rodeándome ni pajaritos cantando. Veo palidez, niebla, días de 24 horas de noche, ropas largas, frío, lentitud, tristeza...

Algo se me acerca. Puedo oír perfectamente mis latidos, pero no puedo oír los de la persona q se acerca. Su rostro es sombrío, sus ojos negros me miran con agresividad, su boca es una mueca desgastada por el tiempo y la asombrosa palidez de su cara hace que un escalofrío me recorra de arriba abajo. Mis pies clavados en la fría roca no tienen la intención de moverse. Un grito ahogado sale de mi garganta, pero nadie puede oírme. La altitud de mi oponente me intimida, pero su olor cercano me relaja a la vez q me altera. Ya no intento correr, sólo mantengo su mirada e intento ver belleza en toda esta oscuridad.

Estoy seguro

Cuatro paredes, sólo una luz, artificial. Mi corazón dejó de latir hace muchos años atrás. No respiro, pero siento que me ahogo. El polvo me acompaña, ese polvo que algún día seré, cuando el contacto de la madera bien afilada, me traspase. Mis músculos se contraerán y estallaré en millones de partículas, abandonando esta, si se puede llamar así, oscura “vida”.

Espero con ansiedad tu llegada. Contigo me traes el olor a sol, a luz, a claridad. Quiero ver tu pelo castaño con mil matices obra de los rayos que van a dar a ti, quiero ver tu piel tostada. Tus ojos me darán esa luz que no puedo ver, tus grandes y hermosos ojos verdes, que me miran siempre con curiosidad.

Hoy va a ser el día. Hoy te lo voy a decir. Se me ha clavado en el pecho como una estaca, y quiero morir si no soy capaz de decírtelo. Hoy te diré lo mucho que te amo, lo mucho que te admiro y lo mucho que te deseo.

Oigo pasos, si mi corazón latiera ahora intentaría salirse de mi pecho. Estás todavía lejos, pero tu olor llega a mí, ese olor a rocío que siempre me traes, a nuevo día, a amanecer...

Te detienes detrás de la puerta y susurras mi nombre. Ahí estás. Abro y me dejo inundar de tu presencia. Sonríes, me sonríes, esa sonrisa es sólo mía, me pertenece. Me traes mi “comida”, pero ahora no, no hay tiempo de comer, después. Te invito a que te sientes y me notas extraño. Lo estoy. No sé cómo vas a reaccionar: “Eres lo mejor que me ha pasado en mi vida y no-vida, he conocido a mucha gente, pero nadie que me llene como tú y sólo sé una cosa de mí que es segura y es que estoy enamorado de ti, te amo”.

Estás helada, pero oigo tu respiración, tus latidos y la sangre corriendo por tus venas. De repente tu expresión cambia y te acercas. Me coges la mano y sin hablar, pero diciéndome todo con la mirada, me besas. Siento crecer algo en mí, algo despierta en mi oscuro corazón muerto. Me abandono a ti, a tus labios, a tu boca y a tu lengua.

Estoy seguro de ti.

Camino

Camino por el sendero que me lleva a ti. No es fácil, las dificultades se suceden, una detrás de otra, sin dar tregua. Las piedras se me clavan en mis pies desnudos, pero este dolor se refleja en mi corazón. Simplemente por el hecho de no poder verte todavía, por no llegar al final de este camino de pruebas. Los mosquitos son atraídos a mi piel sudorosa. Chupan mi sangre una y otra vez, como queriendo dejar mis venas secas. Intento no hacer caso de sus picaduras, aunque sé que en cualquier momento mi cuerpo se verá lleno de pequeños y rabiosos bultitos. Sigo caminando. Cualquier cosa es poca comparada con lo que encontraré al final de mi trayecto. Otro enemigo se me cruza. La sed, una sed que me ahoga. El sol, completamente alejado de la idea de ser tapado por alguna nube, me mira desde lo alto brillando con más fuerza que ningún día, riéndose de mí. Sus rayos me queman. A veces creo desfallecer. Necesito agua. Mis labios deshidratados piden a gritos el contacto de humedad, pues mi lengua hace mucho que dejó de satisfacerlos. Hago una parada. Miro hacia adelante y no veo el final. Intento no desanimarme y pienso en ese premio que me espera una vez haya completado mi ruta. Retomo mi andadura. Esta vez con pasos decididos y rápidos, desafiando al sol, a las piedras, a los mosquitos... Y sin darme cuenta, todo desaparece. Bajo mis pies veo un camino liso y agradable al contacto con él. La brisa me refresca y los rayos del despiadado sol son incapaces de penetrar las hojas y ramas de los árboles que me rodean. Siento que estoy cerca. Mi corazón comienza a palpitar muy deprisa, sabiendo lo que se acerca. No pestañeo, quiero verlo todo, sigo andando...

¡Sí! Lo conseguí. Ahí te veo. Con la sonrisa en la boca y los brazos abiertos para recibirme. Corro hacia ti con lágrimas en los ojos. Todo ha merecido la pena, por ti, sólo por ti. Me abrazas y tu olor me inunda. Mi alma está en paz, está serena. Te doy la mano, asientes con la cabeza contestando a mi pregunta callada. Miramos al frente y... caminamos juntos.

Desvaríos varios

Siento un gran vacío dentro de mí. Cojo aire, pero no llega a mis pulmones. Esa sonrisa, que siempre consigue sacarme mi mejor amigo, no aparece. Poco a poco este ambiente me come. No tiene ningún interés para mí. Necesito volver a mi rutina, con mis cosas y mi gente. Quiero volver a sentirme llena de cariño, quiero volver a sentirme querida y rodeada de buena gente, como son mis amigos. Los echo mucho de menos.

También necesito estar con “él”. No tiene nombre, aún no le he puesto nombre, ni cara, ni ojos, ni cuerpo... No quiero enamorarme, pero echo en falta la compañía de un chico, sus besos, sus abrazos, su mirada... Y siempre hay alguna que dice: “Yo puedo vivir sin hombres”. Y lo dice orgullosa por mentirse a sí misma, porque es lo único que hace: mentirse. Creo que hombres y mujeres se necesitan mutuamente. Aunque no haya amor de por medio, sólo compañía.

Cuando vuelva de mis “vacaciones” (no creo que a estar sufriendo en casa de tus abuelos y en un pueblo perdido del norte de España, se le puedan llamar vacaciones, pero bueno), voy a montar una buena. Saldré, me reiré, beberé, bailaré y todo lo que pueda ser divertido y acabe en –ré

Espero con impaciencia el paso de estos tres días que me parecen años.

Instante

Me pierdo en tus ojos azules, pequeños, pero grandes para mi corazón. Rasgos marcados, belleza pálida. ¡Abrázame! Tus grandes y musculosos brazos me rodean. El sol nos descubre sentados en la arena. La brisa siente celos, quiere separarnos. Nos despeina el pelo, pero no consigue más.

Me acaricias la mejilla. Cierro los ojos y me dejo llevar. El ruido del mar habla por nosotros. Dulce melodía que nos acompaña. Intenso olor a sal. Humedad que nos envuelve.

El sol quiere darnos intimidad. Se pierde en el horizonte. Me susurras algo al oído. Sonrío. Nunca me había sentido mejor en mi vida. No hay problemas, no hay dolor, no hay penas. Solos tú y yo.

Giras mi cara, buscas mis labios. Besos, sin prisa, el tiempo no nos vigila, a nosotros no, somos privilegiados. Tanto que decirnos y sin embargo no hablamos. Nuestros sentidos llevan la conversación más allá de las palabras. Nos sentimos, nos olemos, nos respiramos, nos miramos, escuchamos nuestro silencio.

¿Habrá algo más bonito que este instante? Creo que sí, si tú estás a mi lado podremos crear miles de momentos como este y cuando la pasión se vaya, el recuerdo nos mantendrá vivos.

Identidad

Me tratan como a una niña, y no lo soy. 19 años casi. Es mucho. Muchas vivencias, muchas alegrías, muchas penas, muchas metas conseguidas y otras muchas por conseguir. Sólo quiero espacio, independencia dentro de una casa y unos padres que me mantienen. Si no lo consigo me pondré a trabajar. Si no quieren seguir pagándome la carrera debido a mi rebeldía, yo me la pagaré. Pero estaré en casa, eso si que lo tengo claro. De pequeña puedes decir que te vas de casa y esas cosas, pero sabes que no es verdad, que no puedes mantenerte.

Tengo claro lo que quiero conseguir. Sacarme mi carrera y trabajar en lo q me gusta. Viajar. Compartir en un futuro, lejano, mi vida con alguien especial. Tener dos hijos. ¿Casarme? ¿Se me ha olvidado? No, pero creo que no es importante. Quién me vería hace un año y quién me ve ahora y no me conoce. Era la chica calladita, que sacaba buenas notas, caía bien pero tenía sus propias ideas y un carácter que sólo sacaba si merecía la pena. No salía, no ligaba, no bebía, no hacía locuras. Niña buena.

Y ahora ha madurado esa niña. Se siente segura de sí misma, de lo que hace, de lo que siente y de lo que quiere. Es fuerte y si recae, por alguna cosa en especial, tiene a sus amigos, esos q no la defraudan y siempre estarán ahí. Por lo menos es lo que cree de ellos. Si alguno fallase, no pasa nada, significaría que no merece la pena y cuanto antes se de cuenta mejor. La chica utiliza a los chicos, o es lo que cree la gente. Pero no es verdad. Los utiliza y la utilizan. Es mala, pero ellos van detrás. Chica mala.

Prueba

Prueba

Imagen

¿Problemas?

Esto no estaba preparado. Mi mejor amigo dice que está mal. Quedo para hablar con él. Después de darle muchos rodeos me dice que necesita enamorarse otra vez. ¿Cómo le ayudo? Imposible. Lo más raro de todo es que al final son los tíos los que quieren enamorarse y no las tías.

Él me dice que en mi relación con mi “deseo”, soy yo el chico y él la chica. Él quiere algo más y yo le voy matando para luego tenerle, hacer lo quiera con él. ¿Seré mala?

¿Y si le busco novia a mi amigo? No, tiene que ser él el que la encuentre, algo especial, necesita amar, lo veo, me lo dice, quiere “ver sonreír a esa persona y sentirse el hombre más importante del mundo por ser el receptor de esa sonrisa”, “poder estar pensando todo el día en poder ver a esa persona”...

¡Qué bonito! A veces las chicas no creemos que los tíos puedan tener este tipo de problemas. ¡Y yo queriendo ser libre! Fuera ataduras, nada serio. Ya tendré tiempo de enamorarme y dejarme “pillar”.

El amor es imprevisible de todas formas, yo tampoco me cierro a nada. Sólo dejo que pasen las cosas, si tienen que pasar, pasarán.

Deseo

¿Qué sucede? ¿Dónde vamos a llegar? No lo sé. Pero te necesito. Necesito tus labios, tu boca, tu lengua; necesito tus ojos, tus mejillas, tu barbilla; necesito tu pelo negro; necesito tu cuello, tus manos, tu pecho; necesito tus brazos, tus hombros, tu espalda...

Te necesito.

Estoy contigo. Cierro los ojos. Te espero. Me llevas. No quiero que este instante termine, quiero que sea eterno. Un beso infinito.

¿Por qué no puedo dejar de besarte? Nunca tengo suficiente. No me sacio. Eres mi deseo insaciable.

Me abrazas. Te siento como parte de mí. Me das un beso. Suave. Cálido. Inocente. Pero los dos conseguimos envenenarlo.

¿Pero mi corazón te siente? ¿Has tocado mi corazón? Puede que ahora sea impenetrable. ¿Serás un capricho simplemente?

Deseo. Te deseo. Creo que a veces demasiado. Te grito con el silencio.

Cuando intentas seducirme, algo dentro de mí te echa, te empuja, no quiere verte. Pero acabo rindiéndome a ti, a tus besos, a tus caricias, a tus palabras.

¿Me harás daño? Puede que sí. Yo lo hice a otros y otros me lo hicieron a mí. Alguien saldrá herido. Dolerá. No queremos vernos realmente. Amor esporádico. Mente en blanco cuando nos separamos. Pero acabamos en el mismo punto. Siempre. Algo nos llama. Nos llamamos mutuamente. El deseo. Maldito deseo. Culpable de todo lo que pase. Culpable de todo lo que no pase. Deseo. Simplemente el deseo. ¡Apágate! ¡Déjanos en paz! ¡No nos contamines!

Oscuridad

¿Qué es lo q siento? ¿Qué sentimiento está anclado en mi pecho?
Me lo pregunto.
No hay respuesta.

Me apetecería cometer una locura, ahora, en la oscuridad, sin que nadie me viese, sin que nadie lo supiese. Sólo él. ¿Dónde está él?

Lo quiero. Sólo para mí. Tengo ganas de verle ahí, sonriendo, quieto, mirándome, sus ojos sólo para mí, para verme. Sí, soy egoísta, siento celos de las cosas en las que clava sus preciosos ojos, sí, sólo lo quiero para mí.

Esta noche le extraño. Le busco. Hago un esfuerzo por dejar de pensar en él. Pero no puedo. Quiero ver su torso, ancho, musculoso. Sus brazos fuertes me querrán coger, pero huyo, aunque en vez de huir me acerco más a él. Le abrazo, siento su corazón latir.

Calor.
Vida.
Deseo.

¿Está aquí? ¿O es sólo mi imaginación? Más preguntas. Sin respuesta, como siempre.

Le quiero, da igual donde esté. En mi mente y en mi corazón siempre va. No consigo echarle, ni siquiera un segundo.

Me paro. Pienso. Sí, oscuridad, sólo oscuridad.

¿Una luz? ¡No puede ser!

¡Sí! ¡Ya lo sé! ¡Lo entendí! Ahora estoy mejor.

Él está pensando en mí. Me devuelve el pensamiento. Ya puedo dormir. Él me vela toda la noche. Primero con su recuerdo, luego con sus sueños.

Necesidad

Son las 12 de la noche. Dentro de 8 horas y media tengo un examen, el último examen de junio. Y aquí estoy, me siento impotente delante de los apuntes. No quiero mirarlos y lo malo es q poco los he mirado hasta ahora.
De todas formas las cosas se cruzan. Mi cabeza no puede más. Mal con una de mis mejores amigas (hace un mes q no nos hablamos), mal con mi padre (acabamos de discutir y lo más gracioso es q si tengo suerte le veo 5 minutos al día) y mal con mi corazón (q x su culpa alguien va a salir dañado).
Poca gente me comprende. Puede q no me comprenda ni yo. Ahora mismo siento ganas de gritar. Puede q al hacerlo, dentro de este pozo q en estos momentos se ve tan profundo, consiga obtener una respuesta, un eco. Eso me dirá q todavía hay esperanza, tengo q agarrarme a eso.
De todas formas mañana será un buen día. Justo cuando el examen temine. Me haré fotos con mis amigos, beberemos para celebrar q no vamos a sufrir hasta dentro de 2 semanas (justo cuando comencemos a estudiar para los exámenes de septiembre), puede q ese chico (llamémosle Deseo, xq ahora sólo le deseo) venga a buscarme para hacer una escapada y todo el mundo nos mire. Q ingénuos! Nos vemos y nadie lo sabe. Puede q eso lo haga más interesante.
Nada más, sólo tenía la necesidad de escribir.

Etapa

No sé qué es lo que me pasa. Me siento cansada. Cansada de todo. La vida es difícil, pero yo soy fuerte, por lo menos lo intento. Quiero luchar.

Una cosa tengo clara: quiero ser libre, me siento libre. Que nadie pregunte por qué hago esto o dejo de hacer aquello. Mi vida es mía, mis actos son reflejos de lo que siento, ¿para qué preguntar?

A veces me gustaría irme lejos, donde nadie me conociese, donde pudiese convertirme en otra persona por algún tiempo, comportarme de forma totalmente distinta y que todos a mi alrededor pensasen que soy así. Sí, estaría bien, una forma de vida distinta. Es que no entiendo por qué queremos llevar una vida normal, sólo tenemos una, habrá que vivirla intensamente, sin mirar atrás. ¿Por qué nos duele lo que piense la gente que tenemos cerca? Sólo vivimos una vez, alguien nos recordará. La gente normal como yo, como tú, no seremos recordados más allá de nuestros nietos. Por lo que, ¿qué nos importa lo que pase en nuestra vida, única vida terrenal?

Nadie nos recordará. La gente que queremos estará pronto con nosotros, cuando muramos, cuando nuestro cuerpo se marchite, la vida sólo es una etapa más. Un siglo como mucho en este sitio, luego nada podremos tocar de este mundo. Vendrá otro mejor, lo sé, todo será paz, todos seremos nosotros mismos, sin caretas, sin disfraz, sin exterior..., nuestro interior saldrá fuera, se verá tal y como es, sin intentar engañar. Algún día llegará.

Ahora olvidemos eso. Pregúntate lo siguiente: ¿Qué quiero hacer en mi vida?

Hazlo.
Ya.
No esperes.

¿Qué más da que salga mal? Nadie lo recordará. Todo se lo lleva el viento. Bueno, todo lo que hacemos, los sentimientos siguen ahí. Sobre todo el más poderoso.

El amor

Eso debemos hacer en esta vida: amar. Nos lo llevaremos con nosotros, no quedará en este mundo. Nada ni nadie sabrá dentro de unos años a quién amaste, será un secreto que te llevarás, que no lo podrán retener. Ama, siente, se feliz. Siempre hay alguien a quién amar, a quién sentir, a quién hacer feliz.

Por eso vive y no mires atrás. Sé libre.

Simplemente

Mi primer escrito en un blog. Lo reconozco, me ha costado hacerme a la idea q lo q escriba aquí estará a la vista de cualquiera, de todas aquellas personas q quieran leer algo ajeno, pero allá voy.
Simplemente quería decir q iré escribiendo todo aquello q se me ocurra, a veces en forma de diario, otras veces serán pensamientos, sentimientos, aquello q me apetezca escribir. Lo q más miedo me da es q la gente lea lo q siento, ¿seré un bicho raro x lo q pienso y opino? Eso lo diréis vosotros. Me gustaría q todo aquel q lea alguno de mis escritos, haga algún comentario, aunq sea para decirme q no le gusta lo q he escrito.
Intentaré escribir todos los días, o casi todos.
Nos leemos!!