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UNIDAD

EL FRENTISMO: LA MEJOR OPCION ESTRATEGICA.

La Causa de los patriotas españoles puede considerarse, y hablo en términos de mercadotecnia y no militares, como una guerrilla en oposición a un inmenso ejército. Esa guerrilla se encuentra, hasta la fecha, dividida en facciones, de fuerza más o menos similar, dispersas, enfrentadas entre sí y en competencia mutua. Esta situación debilita a esas facciones y debilita a esa guerrilla más de lo que ya lo son de por sí. Por lo tanto, la guerrilla carece de fuerza. Evidentemente, las facciones también.
La mercadotecnia nos enseña varios extremos: el principio de fuerza, es decir, toda estrategia requiere poner en ella el máximo de fuerza que se sea capaz de generar. Nos enseña además lo que literalmente llama estrategia de guerrilla. Por lo tanto, buscar las fórmulas que eliminen la causa endémica de nuestra debilidad y aplicar, posteriormente, la estrategia de guerrilla durante todo el tiempo que nos lleve pasar a poder considerarnos un ejército es lo que, obviamente, parece que tenemos que hacer.
Pues bien, como única solución razonable al problema de la competencia mutua, que debilita nuestra guerrilla y todas y cada una de nuestras facciones, surge el proyecto frentista. ¿Cuál es la solución que se propone para eliminar esa competencia mutua? En primer lugar, la toma de conciencia de lo imprescindible de eliminar ese factor como paso previo que nos permita avanzar. En segundo lugar, la toma de conciencia de que solucionar ese problema es prioritario a cualquier otro, es decir, la unidad está por encima de cualquier otra consideración. La toma de conciencia de este extremo supone que ninguna otra estrategia por brillante que parezca, por conforme que esté con los planteamientos que cada cual tenemos y deseamos, si no es una estrategia que sume toda la fuerza posible y elimine el problema de la competencia mutua, no será una estrategia acertada.
¿Cómo se articula el frentismo? Estructuralmente como una organización de organizaciones. Es decir, como una superestructura que coordina, dirige, ensambla el trabajo de distintos grupos respetando, sin embargo, su autonomía, su identidad, su propia personalidad. Desde el punto de vista ideológico y programático como la defensa de un terreno común a todas sus partes. No se trata de buscar una ideología común, ni de un programa común a todos. Se trata de entresacar de la ideología y los programas de cada cual los espacios comunes a todos respetando íntegramente las diferencias entre unos y otros. De ese espacio común sólo hay que extraer aquellos puntos en los que centrar la propaganda: las ideas-fuerza. Por eso, el frentismo permite a sus integrantes defender tanto el terreno común en conjunto y conforme lo acordado entre todos, como aquellos matices particulares de grupo que el Frente no asume con la única limitación de no defender aquello que pueda ir contra los principios de alguno o del resto de miembros del Frente. Y esta forma de funcionamiento genera una profunda sinergia que permite captar para el Frente todos las tendencias del sector de mercado de nuestra Causa, es decir, nos permite dotarnos de toda la fuerza que somos capaces de generar y que está ahí, entre el pueblo español, esperando que sepamos ponerla en funcionamiento. Y sentada la superestrategia frentista, el frentismo habrá de determinar su pequeña estrategia mediante el consenso y sabiendo llevar al Frente, también en este terreno, a todos los sectores de nuestro campo político: estrategias duras, estrategias renovadoras, estrategias pragmáticas, estrategias idealistas están condenadas a saber

convivir o al fracaso constante porque también aquí debemos aprender a ser frentistas y saber algo que ya hemos dicho antes y que merece la pena repetir aquí: ninguna de las estrategias citadas por sí misma y en solitario tiene posibilidad de éxito por cuanto nunca generará la fuerza mínima suficiente para poder obtenerlo.
Muy concretamente La Falange propone esta vía basada en la defensa de seis ideas-fuerza revisables y negociables: unidad nacional, soberanía nacional, justicia social, oposición al aborto, oposición a la inmigración y oposición al sistema. Muy concretamente La Falange propone que el Frente se estructure mediante órganos colegiados de Gobierno con tantos Portavoces como grupos se integren en el mismo, con un Consejo Nacional decisorio y con un Comité Ejecutivo nacional formado por los mejores gestores que cada organización pueda aportar. Muy concretamente La Falange propone una estrategia de consenso que consiste en dotar al Frente, como tal, de una imagen tan moderna como se quiera admitiendo la compatibilidad de dicha imagen con la de cada una de las organizaciones integradas. Ello supone, más concretamente aún, que lo único que pide La Falange en esta materia es que el nombre de todas las organizaciones con su emblema aparezca en la propaganda del Frente y que nuestra bandera, junto con la de los demás, presida los actos dando preferencia, por supuesto, a la bandera de España y a la del propio Frente y que se tenga manga ancha para que los simpatizantes acudan a nuestros actos con los emblemas que estimen oportuno con la excepción de la svástica. No pedimos ni que todo el Frente se uniforme, ni que levante el brazo, ni que cante el Cara al Sol. Es más, no solo no lo pedimos sino que no nos gustaría por que el Frente no es La Falange.
En estos o parecidos términos, La Falange está abierta a entablar negociaciones y establecer acuerdos, siempre que sean firmes, serios y duraderos, con cualquier organización falangista o patriota.

E. Arias

FE/LA FALANGE Y LA UNIDAD FALANGISTA Y PATRIOTA.

Madrid, 12 de Julio de 2004

El 11 de Octubre de 2003 La Falange eligió nueva jefatura nacional y junta nacional. Dicha junta nacional se marcó un gran objetivo: luchar por la unidad de los falangistas y de los patriotas.

Durante muchos años La Falange no se planteaba la posibilidad de establecer una estrategia frentista, sin embargo tras el congreso de 1998 tomó conciencia de la necesidad de establecer vínculos con otras organizaciones falangistas y patriotas, recogiendo de esta manera la voluntad de unidad de miles de militantes y simpatizantes.

Esta apertura al diálogo, a la búsqueda de entendimiento ha traído el ingreso de varias organizaciones: FENS, Patria Libre, Legión de la Juventud y recientemente el Frente Juvenil Revolucionario.

La actual junta nacional de La Falange entiende que la unidad debe primar por encima de intereses personales y de organizaciones, abogando por un frente de organizaciones que sirva de herramienta para hacer crecer y consolidarse de una manera eficaz una única alternativa nacional y social que pueda ser respaldada en la calle por miles de españoles.

Por todo ello, en los últimos meses La Falange ha transmitido ese mensaje de unidad por todos los medios disponibles, incluso en los propios espacios electorales, teniendo reuniones con varias organizaciones al efecto de llegar a un entendimiento y poder establecer los cauces necesarios para establecer una única plataforma.

En primer lugar se establecieron contactos con el grupo falangista dirigido por Diego Márquez Horrillo, ofreciendo a través de su Secretario General, la posibilidad de presentar una única candidatura falangista en las elecciones generales; La Falange obró con absoluta generosidad, no discutiendo que Diego Márquez fuera el cabeza de lista, sin embargo la respuesta por parte de este señor fue no querer tener siquiera una reunión y presentar una demanda contra FE-La Falange.

Recientemente La Falange ha asistido a varias reuniones de la denominada "Mesa del Diálogo" junto a DN, ES2000 y MSR. La Falange desde el primer momento ha insistido en que su voluntad era la de crear una organización de organizaciones, que esta no debía ser al estilo de la propia Falange y que por tanto en los posibles actos no se debía cantar el cara al sol o vestir camisa azul. En esa mesa de diálogo se explicaron también las posturas de las otras tres organizaciones a través de sus representantes: el MSR dejó claro que a día de hoy no va a buscar ningún entendimiento con el resto de organizaciones que componían la mesa de diálogo, produciéndose un choque importante con nuestra organización, al argumentar que el MSR entiende hoy positiva la libertad de los pueblos europeos frente al concepto de unidad nacional de España y de Europa de las Patrias del que habla La Falange.

DN mostró su oposición a cualquier iniciativa frentista, abogando por una posible formación de un nuevo partido democrático y dentro del sistema al estilo del que ellos forman en la actualidad, pero sin presencia de ningún símbolo (yugos, célticas, etc.). Por último ES2000 dejaba la puerta abierta a un frente pero no como organización de organizaciones, sino sin la presencia de ninguna de las organizaciones que lo componen o al menos ocultando la presencia falangista.

La Falange ha dejado claro en todo momento que está abierta a la unidad y que entiende que esta es necesaria para que se puedan contrarrestar con mayor rapidez todos los problemas que padece España; entendemos así mismo que ese frente debe dar cabida e independencia a todas las organizaciones, que debe estar basado en la tolerancia y en el respeto, que al igual que otros frentes que han tenido éxito, léase el Frente Nacional Francés, este no está marcado por la obsesión de renunciar a ningún antecedente histórico y que sólo con la presencia de las distintas organizaciones se puede acaparar y unir a todas las familias del patriotismo español; por el contrario, la creación de un nuevo partido o un "frente" que asuma al 100% la estrategia lisista no es mas que la puesta en marcha de una nueva sigla democrática y populista pro sistema que se sume a las ya existentes en la actualidad. Entendemos así mismo que los numerosos partidos populistas y democráticos existentes hasta la fecha han fracasado en su estrategia y han fallado precisamente por renunciar a la unidad y por tanto a gran parte de sus simpatizantes con distintas sensibilidades, todo ello para convencer a otros ciudadanos a los que no han logrado llegar.

La Falange ha asumido de forma responsable su papel, ha llevado a cabo todo lo que ha estado en su mano para llevar al entendimiento las diferentes posturas y organizaciones, pero entendemos que a día de hoy no se da el respeto, tolerancia, responsabilidad y generosidad necesaria para la creación de una única plataforma.

Por tanto, nuestra organización decide aparcar su estrategia frentista hasta que llegue ese momento en el que se den las circunstancias propicias para la unidad, volcándose en el crecimiento de la estructura y militancia de nuestra organización y con varios actos públicos de gran importancia ya programados por parte de la junta nacional. La Falange es hoy una organización en continuo crecimiento en actividad, delegaciones y estructura, por lo que hoy somos el referente en defensa de nuestra identidad como pueblo y en defensa por los derechos de los españoles.

Cuando reine el espíritu de unidad, responsabilidad y de entendimiento quien quiera contar con nosotros no tiene más que llamarnos.

José Fernando Cantalapiedra Vilar

Jefe Nacional de LA FALANGE.