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Valparaíso Cultural

Apasionadamente...sin título. TERTULIAS LITERARIAS CENTRO CULTURAL PLAYA ANCHA

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En el hilo de la memoria, el Centro Cultural Playa Ancha ocupa un lugar importante en el universo de Valparaíso, como territorio privilegiado de tertulias literarias. En ocho años de existencia, nuestro espacio ha alojado a una amplia y extensa diversidad de creadores de todas las ramas artísticas, dando a la literatura un realce efectivo, y entregando una instancia de encuentro, reflexión y goce de artistas tanto emergentes como consagrados de nivel nacional e internacional.

Para el 2004, hemos querido implementar un programa anual de tertulias literarias titulado Apasionadamente… Sin Título, en que invitamos a destacadas figuras de la poesía, la narrativa y la dramaturgia nacional y regional a emprender un diálogo y a dar muestras de su labor; coronando cada jornada el lanzamiento de libros de jóvenes poetas emergentes de nuestra región. Creemos que actividades como ésta son absolutamente necesarias.

Absolutamente necesarias, pues percibimos la urgencia de asumir la crisis por la que pasa la literatura chilena. Y aunque ésta se haya hecho cargo de la crisis del lenguaje, viviendo la des construcción de éste en sí misma, parece en trance de agotarse, quedando huérfana de contextos que le brinden verdadera vigencia y necesidad. Así, entendemos estas tertulias literarias, como una oportunidad de abrir ampliamente los debates, en un concepto de cultura que abarque todos los contextos de la vida social, sin esquivar las áreas silenciadas en el sistema actual, que pueden dar justamente indicaciones importantes sobre la presente conmoción de los discursos.

Nos hemos planteado como objetivo el hacer que tanto los invitados como el público presente, pueda al fin de cada jornada, tener una visión del actual quehacer literario chileno y regional que supere la estrecha y estéril mirada que impera en nuestro sistema cultural.

Para dirigir los esfuerzos hacia la extensión y concreción de debates más amplios, abiertos e informados, nos hemos propuesto la edición de una antología, que en dos entregas anuales pueda dejar un registro asequible de la actividad. No menos importante es la implementación de un registro audiovisual, que dará testimonio y presencia en vistas a instalar en forma amplia y democrática la práctica del debate literario-cultural en medios de comunicación de diverso alcance.

PROGRAMA

15 de Abril: A. Bresky, Naín Nómez, Alejandro Pérez, Guillermo Rivera.

13 de Mayo: Carmen Berenguer, Carolina Lorca, Tito Valenzuela.

10 de Junio: Tomás Harris, Paula Pascual, Verónica Zondek, Juan Cameron.

15 de Julio: Teresa Calderón, Soledad Fariña, Cristián Vila, Virgilio Rodríguez.

12 de Agosto: Damaris Calderón, Jordi Lloret, Nadia Prado, Ximena Rivera.

9 de Septiembre: Claudio Faúndez, Fernando Jerez, Víctor Rojas.

14 de Octubre: Pía Barros, Jorge Díaz, Juan Radrigán.

11 de Noviembre: Patricio Manns, Eduardo Parra, Raúl Zurita.

Agradeciendo su atención y buena disposición

Coordinadores generales del programa.

Centro Cultural Playa Ancha,
Pedro León Gallo 404, 349576.
ccpavalpo@yahoo.es

Coordinadores:
Karem Jorquera
0-94727015
karem_j@hotmail.com

Carlos Henrickson,
wawain@hotmail.com
carlos_henrickson@latinmail.com

Schwenke y Nilo en Valparaíso

Schwenke y Nilo en Valparaíso

El dúo se presentará el próximo sábado 8 de Mayo a las 21:00 horas en el Club Orompello (Calle Barros Arana 275. Cerro Esperanza), dónde también compatirá escenario con varios artistas de quinta la regíón.
La activida es en beneficio del preso político en Brasil, Mauricio Hernández Norambuena y la entrada tiene un valor de $2000, lo cual incluye una empanada y un vaso de vino.

Con disco tributo: Bandas rinden homenaje a Congreso

Fuente: Musica.cl

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En la producción, en la que participarán solo bandas de la quinta región, estarán presentes grupos como Ocho Bolas, La Floripondio, Azules Encontrados y Huechuche.
La larga trayectoria artística de la agrupación será homenajeada con un álbum que será editado por el sello Rosa de los Vientos, dependiente de la Universidad de Valparaíso.

Un homenaje a los más de treinta años de vida artística del grupo Congreso, realizarán distintas bandas y agrupaciones de música locales, las que grabarán un disco tributo con parte del repertorio de este legendario conjunto.

Nombres como los de Ocho Bolas y La Floripondio, dos de los más conocidos exponentes del rock regional, se sumarán a grupos como Azules Encontrados, Huechunche, Arenal y Vimrinso, para reversionar distintos temas de Congreso, cada uno en su propio estilo.

De esta manera, el disco abarcará desde el punk rock de Ocho Bolas y La Floripondio, hasta el jazz de 3 x Luka Jazz Band (el único grupo que no es de la V Región) y el blues de la banda del Troleblues y Último Sacrificio Blusero. Además, participarán bandas emergentes de rock, fusión y vanguardia, como Arenal, Huechunche, Vimrinso y Lombriz Solitaria, y el pop de los porteños Azules Encontrados.

También estarán en el disco tributo la banda Aduana Night Club y el Ensamble de Percusiones de la Escuela Popular de Música de Achupallas, así como los músicos de Templeman.

Aunque aún no tiene fecha de salida, se sabe que el disco será editado bajo el sello Rosa de los Vientos, dependiente de la Universidad de Valparaíso.

Ismael Serrano: "No soy un hit radial"

El cantautor español habla del concierto que ofrecerá el 14 de mayo en Valparaíso.
Fuente: Mercurio Valparaiso

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Cinco. Esa cantidad de veces debió volver al escenario Ismael Serrano durante su presentación en abril del año pasado en el Municipal de Valparaíso, oportunidad en que repletó el recinto. El cantautor español no es un estrella en Chile, pero cuenta con fieles seguidores. Y él tiene una explicación para ello: "Mi carrera no se basa en un hit radial o en una estrategia de marketing, sino que en un trabajo continuado, que además ha ido generando una deuda afectiva muy fuerte con Chile. Lo más emocionante es encontrar gente que comparte mi forma de entender el mundo y expresarme musicalmente".

Serrano volverá el 14 de mayo al Municipal porteño presentando su quinto álbum, "Principio de incertidumbre", un registro en vivo de dos conciertos realizados en septiembre del año pasado en Madrid, que además incluye seis temas nuevos.

-¿Crees que tu éxito confirma que hay espacio para la canción con compromiso social?
"Demuestra la vigencia de un género como la canción de autor, que responde a la demanda de gente joven que apuesta por la música que tiende a la palabra y la poesía. La trova no es el género más difundido en los medios de comunicación, aunque sí merece la atención de muchas personas".

-En tu último disco buscas demostrar que cada concierto puede sonar distinto
"Sí, mi música pertenece a un territorio de incertidumbre donde el público tiene mucho que decir y su forma de participar es determinante en el desarrollo de cada concierto".

-¿Y con qué se va a encontrar el público que asista a tu concierto en Valparaíso?
"Un repaso a siete años de carrera y seis temas nuevos, que dan una visión del mundo en que uno vive. En estos tiempos tan difíciles, en que se declaran guerras absurdas, es más necesaria una música que nos enseña que otro mundo es posible".

-La tragedia del 11 de marzo en Madrid te ha inspirado creativamente
"Todo lo que te emociona te inspira y todo lo que te sobrecoge te lleva a componer. Y he escrito un tema sobre esta tragedia, titulado 'Fragilidad', que habla de lo frágil que es en estos días la vida de un ser humano".

-Desde tus inicios se te ha comparado con Serrat, ¿te has desmarcado de eso?
"Creo que con el tiempo uno va encontrando una voz propia. Lo que es inevitable es reconocer las deudas que uno tiene y yo crecí escuchando la música de Joan Manuel Serrat. Sin embargo, de ahí a ser heredero de Serrat, me queda mucho por demostrar, más aún cuando a él le quedan tantas cosas por decir y hacer".

Comentario Literario: "La vida privada de Emile Dubois" de Patricio Manns

Por Alejandro Lavquen.
Fuente: Página Web del Autor

portada libro patricio manns

Bajo el sello de Editorial Alfaguara, Patricio Manns nos entrega su novela "La vida privada de Emile Dubois", que narra los crímenes del inmigrante francés cometidos en Valparaíso a principios del siglo XX. Dubois, con el paso de los años, se ha convertido en una leyenda, incluso en un personaje de devoción popular. Hasta su tumba, ubicada en el cementerio de Playa Ancha, llegan cientos de personas para solicitar favores o agradecer los favores cumplidos. Allí se puede observar una glorieta llena de placas que manifiestan el testimonio de sus devotos.

En la novela, Manns nos presenta a un Emile Dubois que transita entre el criminal y una especie de justiciero social. Parte de su sicología es la de un artista (de hecho a su manera lo es) que padece delirios de figuración y posee una vitalidad sexual exuberante que distribuye entre sus amantes. El lugar elegido para sus asesinatos es Valparaíso, donde los crímenes que planifica serán su más trascendental actuación. Dubois –entre otros oficios- es actor, se considera el mejor actor del mundo y lo expresa en estas palabras: "Yo no huyo ni me oculto. Soy un actor, un gran actor, el mejor actor del mundo y estoy frente a mi público. (...) Ése es el teatro, el viejo teatro del mundo. Pero en lugar de una pequeña escena miserable, escogí como escenario todo el puerto de Valparaíso, como si se tratara de un retablo mágico, gigantesco, expresivo y potente para mi más importante representación trágica". El mundo es una tragedia, matizada, de vez en cuando, por destellos de felicidad, quién lo duda, y personajes como Dubois, Jack o Landru, surgen de las catacumbas sociales de esa tragedia. Como aquéllos, Dubois es un asesino selectivo, él sólo mata usureros, todos extranjeros, nunca asesina niños ni mujeres, tampoco chilenos. El protagonista no se oculta, sino que vive sin temores ni remordimientos, asiste a los funerales de sus víctimas, se escabulle y no se escabulle, siempre con aires de grandilocuencia, desafiando a la policía que sigue sus pasos, aunque la novela no detalla las pesquisas de ésta. Dubois es tierno y, en ocasiones, violento con alguna de sus mujeres, también comprensivo y sueña con la tranquilidad de un hogar definitivo, posee un humor extraño, indefinido, a veces cerca de lo cruel. Pero es un idealista, defiende a los desposeídos, participa en una huelga y protesta junto al pueblo, al que increpa por su indecisión para responder a la violencia de las autoridades. Incluso ajusticia a un comisario de la policía, que resulta ser un inmigrante italiano nacionalizado. Cuando es capturado niega todos sus crímenes hasta el final, pero como dice haberse informado por la prensa de los sucesos, los defiende y justifica con vehemencia y fundamentos que muestran sus conocimientos e inteligencia, aunque nada de eso lo salvará de la muerte, que en el fondo es la última actuación de este autodenominado mejor actor del mundo, incluso podemos percibir que posiblemente él mismo buscaba una manera "heroica" de morir: el fusilamiento en este caso. Este acto final se puede entender (tal vez) como el triunfo -¿pasajero?- de los inseguros, los opresores, los temerosos, los ordinarios, ante el héroe, el mito, la leyenda popular, el transgresor. Digo esto un poco tomando el punto de vista de Raskolnikov, el personaje de Dostoievski, cuando plantea su teoría de los hombres que nacen destinados a romper los convencionalismos de todo tipo e incluso pueden pasar por sobre la vida de otros. Dubois tiene bastante de ese perfil sicológico.

Manns construye una novela muy bien estructurada y escrita, documentada, entretenida, con una gama de personajes de todas las estirpes: el servicial Mercuriano Apronte; La Metro Ochenta, regenta de un lupanar y que adora la poesía, sobre todo la de Pushkin; Gioconda; Francisca Ascárraga, la compulsiva amante adinerada; Léa la fiel enamorada; Joseph Hofmannsthal al que Dubois niega la muerte que le solicita; Hermógenes, un chico acostumbrado a vivir de lo que se le ofrezca con tal de subsistir en los bajos fondos y la cárcel. Toda una galería de personajes delineados con destreza. Los lugares son descritos con propiedad y humor, Manns sabe de humor cuando denominada sus personajes y locaciones: un prostíbulo llamado "El Dedo sin Uña" y una iglesia denominada "La Santa Sed" lo confirman. Entre líneas nos encontramos también con alusiones a personajes siniestros de nuestra historia reciente. Llaman la atención tres pasajes –de gran factura- donde el protagonista se topa con el poeta Carlos Pezoa Véliz, que fue contemporáneo de Dubois, un homenaje generoso y merecido que le rinde Manns al autor de "Tarde en el hospital". Esta mezcla de ficción y realidad resulta todo un acierto literario, que corrobora al autor en su faceta de escritor. "La vida privada de Emile Dubois" es una novela que no debería pasar inadvertida, pues reúne todos los elementos que la colocan entre las mejores que se han publicado en el último tiempo en Chile.

ALEJANDRO LAVQUEN

Buenos días ¿puedo pasar? soy Pablo Neruda (el escondite)

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Es el búnker que lo vio escribir parte del Canto
General en tiempos que fue perseguido por la Ley Maldita. Neruda, clandestino
y barbón, se paraba en una escalera de aquel subterráneo y conseguía ver el
puerto que tanto amó. Esta es la historia de ese lugar que durante largo tiempo
guardó entre sus paredes parte de un hermoso testimonio de vida y poesía.



Por: Sergio Benavides
Fuente: PrimeraLínea

El pequeño cerro que se aparea con el famoso Barón se llama Los Lecheros, ambos de Valparaíso. Al bajar del funicular y doblar a la derecha, se puede ver una casa que muestra una placa dorada donde se lee algo como: “Aquí se escribió parte del Canto General”. Habíamos llegado correctamente al lugar ubicado en calle Cervantes 18 que creíamos inédito y, sin embargo, tenía esas letras que parecían puestas por alguna institución. Nuestras presunciones no estaban lejos de la realidad. La Fundación Neruda junto con la dueña de la casa, María Teresa Aguilar, hace un par de años que instalaron la inscripción. Fue para la celebración de los 50 años del mencionado libro.

Pero ese es el seudo final de una historia que comienza muchos años atrás, cuando la banda presidencial la llevaba Gabriel González Videla.

Aquel mandatario promulgó la Ley de Defensa de la Democracia en 1947, a la que se le llamó Ley Maldita. Prohibió la existencia del Partido Comunista e instó a la persecución de los partidarios de este. El hecho le costó el desafuero al poeta Pablo Neruda en 1948. Pero eso fue el mal menor ya que por el mismo decreto, el Nobel chileno se mantuvo clandestino en el país hasta 1949. Durante ese tiempo escribiría la mayor parte del Canto General. Luego partiría al exilio y la venganza hacia González Videla llegaría con los inmortales versos que más tarde le dedicó.

Pero antes, Neruda tuvo que correr y rápido. Así llegó al cerro Los Lecheros. En la época, la casa que lo cobijó pertenecía a un marino mercante cuyo hijo era militante comunista. Al parecer fue él quién lo llevo hasta el refugio. Allí estuvo entre seis a ocho meses. Una de las que lo visitó fue La Hormiguita, quién era la pareja del vate.

Caminando Caminando

La casa tiene varios niveles que miran al mar. María Teresa nos invita a pasar amablemente, aunque primero se cercioró de que realmente fuéramos periodistas. “Muchos vienen aquí buscando botellitas y esas cosas, pero aquí sólo hay un testimonio de vida. Esta lugar tiene un valor intrínseco, él estuvo refugiado y se inspiró aquí”, dice y una sonrisa ilumina su cara. Sí, la anfitriona está feliz de conversar esta casa y jura que ni a patadas lograrán que se vaya (aunque nadie se lo ha pedido).

Paredes de luminosidad tenue que, sin embargo, se aclaran cuando durante la tarde absorben la luz del sol. Hablamos del sótano, precisamente el lugar en que el poeta se escondía y lograba mirar por una ventana que todavía conserva los barrotes de los años cuarenta, desde ahí se acercaba a la bohemia porteña que tanto le gustó. Para ingresar había una entrada secreta. Ésta conduce a una pequeña escalera que paradójicamente se parece a esas de caracol que le gustaban al autor de Los Versos del Capitán. Un disimulado interruptor hacía de timbre que le avisaba cuando algún extraño merodeaba la casa. Era perseguido por diversos organismos y cualquier error le costaría muy caro. La familia tomó las precauciones necesarias y lo alojó.

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En concreto, el texto que Neruda escribió corresponde a El Fugitivo, donde cuenta las penurias que debió pasar. “Fui el fugitivo de la policía: y en la hora de cristal, en la espesura de estrellas solitarias, crucé ciudades, bosques, chacarerías, puertos, de la puerta de un ser humano a otro, de la mano de un ser a otro ser, a otro ser. Grave es la noche, pero el hombre ha dispuesto sus signos fraternales, y a ciegas por caminos y por sombras llegué a la puerta iluminada, al pequeño punto de estrella que era mío, al fragmento de pan que en el bosque los lobos no habían devorado”, dice en un fragmento del poema.

En 1970 es el mágico encuentro que María Teresa atesora en lo más profundos de los altos muros de la casa. “Buenas tardes, puedo pasar, soy Pablo Neruda”, fueron las imborrables palabras que para siempre se instalaron en su memoria. Entre otros, llegó con Raúl Zurita, Hugo Arévalo y los infaltables medios comunicación de la época. En ese momento, la pequeña (y hoy dueña) de la casa supo la historia, una que conservó en secreto durante años. “Lo sentí como algo de mi familia, por eso no nos aprovechamos de la situación”, dice.

Hasta hoy, y colgado de una de las paredes, María Teresa conserva una dedicatoria (ver foto) que el poeta le escribió. El refugio permanece intacto, aunque la parte de arriba de la casa ha sufrido algunas modificaciones. Desde la ventana de la cocina, en el segundo piso, Neruda se tomó una fotografía que recorrió el mundo.

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Por el lugar han pasado varios notables. El escritor y hoy premio nacional de literatura llamado Volodia, también Sara Vial, la misma que en 1996 ayudó a la realización una película sobre Neruda que hoy está perdida entre los archivos de un salón de eventos del muelle Prat. Algo de melancolía tiene ese subterráneo que quizá algún día se convertirá en un rincón donde los jóvenes amantes del arte puedan compartir. Las cuatro paredes que infranqueablemente atesoraron la vida de uno de los grandes de nuestro país guardan todavía el testimonio de uno de los períodos más negros de aquella lejana década, cuando un hombre de amor al verso no podía expresarse, sino que debió escapar de sus pares sin cometer otro delito que la fidelidad por una idea.

Hace un par de años, (dato que no es menor) nuestra anfitriona pidió a la Municipalidad de Valparaíso que la ayudaran con la mano de obra para pintar el lugar. Ella se haría cargo de las pinturas. Pese al compromiso de las autoridades, nada de esto ha sucedido. Todavía tiene guardado los tarros de colores que otro aire le darían a la fachada de aquel rincón de calle Cervantes. Situación claramente Made in Chile.

Nuevo Impulso: Cine Arte se la juega

Desde ayer los socios fundadores se hicieron cargo de la sala y anuncian plan para asegurar su permanencia.

Fuente: Mercurio Valparaíso

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El día primero de mayo se convirtió en una fecha doblemente simbólica para el Cine Arte de Viña del Mar. Tras 22 años de administración, Filmoarte (Normandie) regresó ayer la administración de la sala a sus fundadores vivos, Guillermo Aguayo y Hugo Castelletto, quienes retomaron la aventura iniciada en 1967, cuando junto a Aldo Francia y José Pellerano posicionaron al recinto como una alternativa a la oferta comercial de filmes. Así se transformó en un espacio para la difusión de la creación latinoamericana, se creó la Escuela de Cine junto a la Universidad de Chile, se realizaron los primeros festivales internacionales de la Ciudad Jardín y se afianzó como punto de encuentro de cinéfilos, jóvenes e intelectuales.

Asegurar su permanencia es una tarea compleja que exigirá, precisamente, grandes cuotas de trabajo, energía y creatividad para revertir los balances en rojo y la merma sostenida de público, debido a la competencia frente a las cadenas de multisalas. "Entramos para ganar", afirma entusiasmado Guillermo Aguayo, espantando los fantasmas del cierre definitivo del cine, único en su línea a nivel regional. Sin embargo, reconoce que las condiciones cambiaron: "No será fácil, pero creemos que vamos a levantar el cine y para eso necesitamos que toda la gente que comparte estos intereses nos ayude, porque partimos con la corriente en contra".

Las estrategias para esta nueva etapa ya están claras y pasan por una inversión en el remozamiento de la sala, cambios en la programación de películas, la apertura a toda clase de eventos relacionados con el arte y la integración del segmento infantil. Medidas que, como explica Hugo Castelletto, ya han sido aplicadas por sus pares en otras partes del mundo.

"Resucitar el cine arte no es algo nuevo. En Europa la gente que se retiró de los cines tradicionales y se volcó a las grandes multisalas está volviendo. Estamos en el momento preciso para hacer lo mismo, reencantar a las personas con determinadas cosas que los hacen sentirse gratos, porque eso de que coman palomitas de maíz a tu lado o que los niños corran en la sala, te distrae. Si quieres concentrarte en una película y sentirte partícipe de ella, como pasa con la lectura, debes hacerlo en una sala tradicional".

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A cargo de la programación está su hijo, Fabio Castelletto; mientras que como nuevo administrador asumió Pablo Garretón, quien asumirá las tareas que por más de dos décadas desempeñó Edgar Doll.

"Partimos ordenando la casa y en general lo logramos. Ahora debemos salir a vender toda clase de espectáculos, como musicales, poesía, exposiciones, teatro, lanzamiento de libros, etc.", explica Garretóno. La misión, agrega, "es integrarnos a la ciudad fuertemente. El principal problema es que no tenemos estacionamientos, lo que ahuyenta a nuestro público objetivo; así que debemos buscar ofertas para que la gente se venga incluso caminando, que sean cosas interesantes, diferentes y entretenidas, siempre manteniendo la calidad".

Ya comenzaron las negociaciones y contactos con instituciones de Valparaíso y Viña del Mar para la realización de los eventos que se sumarán a la cartelera cinematográfica y con algunas empresas que puedan aportar con publicidad. Entre las actividades destaca un ciclo de filmes que contará con un panel de destacados psicoanalistas (21 de mayo), las matinés del fin de semana dedicadas al mundo infantil (teatro y cine), un espectáculo en vivo la noche del sábado, seminarios de apreciación del cine y la música a partir de cintas relacionadas con el tema, y una cartelera que echará mano a los clásicos y novedades del cine arte mundial, como "Las invasiones bárbaras", alabado filme de Denys Arcand que ganó el Oscar a la "Mejor película extranjera" e inaugura esta nueva etapa.

PROGRAMACION MAYO CINE ARTE
-"Las invasiones bárbaras": lunes 3 al jueves 5.

-"París, Texas": jueves 6 al domingo 9.

-"Delicatessen": lunes 10 al miércoles 12.

-"Tiempo de gitanos": jueves 13 al domingo 16.

"El precio de la ambición": lunes 17 al miércoles 19.

-"Fitzcarraldo": jueves 20 al domingo 23.

-"El rey de la comedia": lunes 24 al miércoles 26.

-"El honor de Los Prizzi": jueves 27 al domingo 30.

-"Ponette": lunes 31 al miércoles 2 de junio

Rescate del Patrimonio

La Upla editará DVD del proyecto Fondart "El imaginario sonoro de Valparaíso del 1900", que incluye música y danza.

Fuente: Mercurio Valparaíso

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"El patrimonio cultural de Valparaíso es una cosa viva, que no sólo se circunscribe al casco histórico o la arquitectura", asegura la académica de la Universidad de Playa Ancha, María Teresa Devia, quien junto a un grupo de colaboradores desarrolló el proyecto Fondart "El imaginario sonoro de Valparaíso del 1900", que reconstruye los sonidos y bailes del Puerto desde 1890 hasta 1950, apoyado con imágenes de los personajes e hitos de la ciudad durante ese período.

Este trabajo, con el apoyo de la Upla, se transformará en un DVD que registra la presentación en vivo de esta iniciativa, realizada en el Club Alemán de Valparaíso, la cual contó con la participación de músicos y conjuntos de bailes que recrean ritmos como el vals porteño, la cueca picaresca, el charleston, el tango y el bolero.

Sobre la génesis de este proyecto, María Teresa Devia comenta que "estamos preocupados hace mucho tiempo por la recuperación del intangible de Valparaíso, porque el patrimonio se mantiene vivo en la medida que la gente vuelva a resignificar los lugares donde vive. Entonces nace la idea de recuperar lo que era el cotidiano de esta ciudad, pues se recuerda parte importante de la vida a través de la música. Por eso lo del imaginario: de qué manera podemos resignificar los lugares de Valparaíso, pensando que existieron cierto tipos de música y bailes, que fueron paralelos al desarrollo cultural, económico y político de esta urbe, los cuales no se pueden perder".

"La meta principal aquí -agrega la académica- es reconstruir el imaginario sonoro que se escuchaba en Valparaíso antes y después del canal de Panamá. Las ciudades puertos concentran gran afluencia de población flotante, que recorre y se relaciona estechamente con las personas y los lugares. Estas vinculaciones van conformando formas muy particulares que inciden en los procesos y pertenencias, producto de los préstamos y apropiaciones culturales que se van dando espontáneamente como consecuencia de las más diversas formas de articulación entre habitantes y visitantes".

Durante la época que considera esta investigación llegaban a nuestro puerto barcos que traían músicos que venían trabajando en labores de carga y descarga. Ellos se mezclaban con los habitantes de Valparaíso, por lo cual muchos instrumentos y estilos musicales extranjeros se van reproducciendo aquí. De esta forma, en las casa de canto de fines del 1800 y principios de 1900 se van mezclando valses de Strauss con valses tradicionales de Valparaíso o cuecas picarescas, como aquella en que los bailarines se van sacando sus prendas hasta quedar en ropa interior.

Más adelante aparecen el ragtime y el charleston en los locos años 20, el jazz y, por supuesto, el tango, que coincide con la masificación de la radio, con varios programas al aire dedicados a este género, y el establecimiento en Valparaíso de numerosos músicos e intérpretes del ritmo arrabalero.

TERRITORIO MULTICULTURAL

"Valparaíso es, desde sus comienzos, un territorio multicultural -explica María Teresa Devia- donde se ha mezclado siempre lo culto con lo popular, lo propio con lo ajeno, reinventando la realidad y viviendo la fantasía en cada uno de sus rincones. La expresión musical de Puerto, por la forma en que fue diseminada en todos los lugares, es una hermosa mezcla que funde las estética de la música europea con las expresiones americanas, tras la Primera Guerra Mundial, y en forma especial de nuestra música tradicional, lo que sin duda ha ido constituyendo parte del patrimonio intangible de Valparaíso".

Sacar adelante el proyecto "El imaginario sonoro de Valparaíso del 1900" llevó dos años, período en el cual los investigadores revisaron material de otros recopiladores de este patrimonio musical, como Margot Loyola, al tiempo que entrevistaron a los músicos sobrevivientes de la bohemia porteña, muchos de los cual partieron tocando en la década del 30.

Los cines de Valparaíso

Fuente: Revista Racontto
www.racontto.cl

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La leyenda habla de que el cine nació en Valparaíso. Una vieja película que muestra unas mujeres bailando cueca en Playa Ancha y un aviso de una panadería - el que sería el primer comercial de la historia de nuestro cine- dan cuenta viva de este testimonio. Luego hay un ejercicio de los bomberos - otra institución demasiado porteña-.

Quizás, la cantidad de películas filmadas en Valparaíso sea innumerable. En todo porteño habita un cineasta en potencia. Sólo algunos- curiosamente los no porteños- logran tal cometido. Joris Ivens, Aldo Francia, Raúl Ruiz, Valeria Sarmiento, Gonzalo Justiniano, Silvio Caiozzi, además de aficionados y amateurs que entrenan su ojo en los recovecos espejeantes de unos paisajes a punto de caerse.
Hubo una época que Valparaíso tenía muchos cines. Los había empotrados en los cerros. El cine Barón, El Roxy en Placeres, El Esmeralda (homenaje a Prat) en el Cordillera, El Iris (metáfora del ojo) y el Odeón (Francés aussi) en Playa Ancha, el Mauri (¿) , el Chile ( la Patria, siempre la Patria) en el pasaje Quillota, el Avenida( composición de lugar) en la misma avenida Argentina, la que sufría los embates de los acontecimientos con nuestros vecinos. Una vez hasta llegó a llamarse Avenida Teniente Merino Correa, en memoria de aquel teniente fallecido en el Sur en un enfrentamiento con gendarmes argentinos.
Estaba el Rivoli ( Paris toujours Paris), con pretensiones afrancesadas y arquitectura eiffeliana, ahí se podían ver buenísimos programas dobles o triples.
El Cine Victoria ( otra de nuestras citas bélicas), y a su lado el Colón (descubridor frustrado de Cipango), el Metro ( Goldwyn Mayer), inaugurado con escuela de Sirenas con la espectacular actuación de Esther Williams.
Allí recuerdo haber visto con mi madre Ben Hur y El Mago de Oz, en unas funciones repletas e inolvidables con cantidades de gente que no quería perderse la carrera de cuadrigas de Charlton Heston ni el baile de los zapatos rojos de lentejuelas de Judy Garland.
Más allá, sobrevivía el Real (el anhelo porteño), una sola vez pude ver a Ludwig desplegando su locura en esa platea, esa película jamás pude verla en ningún otro cine, ni siquiera en video.
Mi recuerdo de esa película queda ligada a ese cine y a ese nombre que tan bien le iba tan bien a mi añoranza.
Al frente estaba el Brasilia (arquitectura de Niemayer), cine que se transformaría en lugar de culto de amantes de ovnis, ufólogos y de otras cuestiones de esa especie. Yo era el único que reía cuando Woody Allen lanzaba chistes de su calidad de judío salvado del holocausto en Stardust Memories.
Y al lado de la plaza Victoria, dos cines el Condell (otra composición de lugar), medio metido en un pasaje, al que se podía ir a ver películas para mayores, sumamente cortadas.
Se tejían leyendas de ese cine, como la del espectador fallecido en medio de una función semi pornográfica y que de pronto, en la oscuridad de cualquier película se sentaba al lado de uno haciéndole comentarios sobre lo que se estaba viendo. Creo que solamente me acompaña el recuerdo de un Lelouch que no pude ver en otra parte.

Más allá el Central (la antinomia, el más escondido de los cines), definitivamente picaresco, semiporno y hasta triple xxx. Un cine que era también un Grill y en el que bastaba ver los afiches para enterarse de todo lo que iban a exhibir.
En el barrio del Puerto estaba el Pacífico (homenaje al mar que nos baña apenas), cuya especialidad eran las películas mexicanas.
Hay que recordar que el auge de estas películas se debía a que muchas personas aún no sabían leer y esa era la mejor manera de enterarse de las tramas que siempre era una y la misma, aunque de eso uno se diera cuenta muchísimo más tarde. De ahí el tremendo auge de la música ranchera en el pueblo chileno.
Y también estaba el Lux (asiático lujo de cartón piedra), lugar heterogéneo y disímil donde podían perfectamente exhibir en funciones cuádruples Maciste contra los vampiros, Sissi en apuros, Viruta y Capulina y La perversas noches de una colegiala virgen.
Alguien, después del desmantelamiento de este cine habría encontrado ahí en una bodega una copia de la Pasión de Zecca, en relativas condiciones. Nunca más hubo noticias de esa copia.
Muchos de esos templos del espejo hoy son bodegas, iglesias de diverso tipo, guaridas de ratones, ferias persas, vacíos o en el mejor de los casos multicines, desodorizados e insípidos que nada tienen que ver con los frisos y dibujos del mejor cine, el Valparaíso, el mismísimo Valparaíso que relataba la historia del mundo a través de las imágenes de las paredes.
Un Zeppelin, una orquesta de Jazz, unas mujeres bailando, unos soldados medio romanos medio griegos y la fascinación de un niño pequeño que se pierde por siempre en esos espejos.

(este escrito es un pequeño capítulo de un libro actualmente en construcción,)

Eduardo Correa Olmos.
Académico Facultad de Arte, Universidad de Playa Ancha

Juan Cámeron, Poeta: EL EXILIADO IMPOSIBLE

La pasión que este escritor de 55 años siente por la literatura, lo llevó en varias ocasiones a plasmar sus versos en cualquier lugar, "con esa letra tan bonita que tenía escribía en todos lados, puertas, ventanas, donde fuera", asegura una de sus vecinas de Pedegua.

Por Catheryn Cárcamo

juan cameron

Es de noche y los bares de Valparaíso están en silencio, la belleza de las ruinas retroceden y unos rostros de conmoción observan el vacío. En él se zambullen imágenes y sensaciones que retuercen el pasado. Las palabras nadan en el aire, y se escuchan como la mejor música de fondo. Es la melodía perfecta, esa que se desplaza desde la sutileza misma, al más violento de los llamados.

Es la magia de la poesía, esa palabra que un buen día un loco le gritó a Valparaíso en el oído, el resplandor de una frase que inundó de forma irreversible los cerros de la ciudad.
Desde un balcón que juega a esconderse entre los repliegues del cerro Jiménez, hay un hombre que observa el espectáculo en silencio. Cierra los ojos y se da tiempo para imaginar como sería la vida "si los poetas gobernaran el mundo".

Es Juan Cameron, y aunque su figura pasa desapercibida por la calle, su nombre guarda a una de las personalidades literarias más reconocidas de la región.

Recientemente - a fines del 2002 - reeditó su libro "Ascensores Porteños", un poemario visual publicado por primera vez en 1999 que intenta transportar a los lectores, a la historia e imagen de los característicos elevadores de la ciudad.

Sin embargo, el escritor no se identifica con el cúmulo de artistas que usualmente utilizan a Valparaíso para llenarse de la materia prima necesaria para crear y colmar, según el propio autor "al puerto de estereotipos que muchas veces llegan a rozar lo caricaturesco".

Su relación con la ciudad otra, así lo entiende uno de sus compañeros de poesía Sergio Madrid, "sus escritos en general no transportan a ningún lugar determinado y si bien su poesía es urbana, no encontramos en ella un sello explícito para decir que se trata de una localidad a la cual podamos nombrar".

Posiblemente, esto se deba a las constantes estadías de Cameron fuera del país; Vivo está en su memoria ese improvisado último discurso de Allende por las ondas de Radio Magallanes. Las palabras que le hicieron saltar de la cama y pensar en lo peor: "me asusté. Aunque no era militante, tenía una relación muy cercana con la Jota y eso era sabido".

EL AUTO-EXILIO DEL POETA

Así las cosas, a comienzos del 74' partió a Argentina junto a su primera esposa e hijo "pensando que allá nada podía ser tan malo". La profecía se hizo realidad cuando se adjudicó el Premio Casa de las Américas, luego de enviar a Cuba su libro "Fe de Ratas".

Sin embargo, una insostenible situación política y social le hizo decidir tres años mas tarde el regreso a Chile para instalarse con su familia en Pedegua, localidad rural de la Quinta Región, desde donde obtuvo el certamen de Viña del Mar, triunfo con el cual regresaría al circuito literario de la región.

Es precisamente por esos años, a comienzos de la década de los 80's, cuando se reencontró con sus compañeros de letras, y su nueva casa de Valparaíso se convirtió en el lugar de reunión para personajes como Raúl Zurita, Juan Luis Martínez, Sergio Badilla y Tomás Moro.

Sin embargo esas largas jornadas en el hogar del poeta se truncaron con la llegada del año 1987, cuando en un confuso episodio en el bar "La Unión Chica" Juan es acusado de encubrir a un par de universitarios que habían robado el arma a un efectivo policial.

Enrique Moro, actual dueño del restaurant "Emile Dubois" quien también estaba presente esa noche recuerda que ambos "fuimos amenazados de muerte y el Cameron se asustó tanto, que debió esconderse en la Vicaria de la Solidaridad". La historia siguió escribiéndose con el auto-exilio en Suecia, país donde Juan trabajó redactando artículos para el semanario "Liberación".

Después de 10 años, el poeta regresó a Chile con varios premios y reconocimientos sobre sus hombros, entre ellos el de la Revista de Libros del Mercurio y el Municipal de Valparaíso, ambos ganados en el año 1996 desde su residencia en Europa.

EL POETA INSTITUCIONAL

A pesar de vivir lejos de Valparaíso en varias ocasiones, la relación de Juan Cameron con el puerto cada día se estrecha más, y continuas son sus participaciones en la promoción de eventos destinados al desarrollo de la actividad artística en la zona. Sus visitas a la Municipalidad y a la Intendencia son cada vez más frecuentes, a estos lugares lleva sus proyectos y trabaja periódicamente en la edición de libros donde los intelectuales de la región publican sus obras.

Por esta razón, Madrid lo define como "un escritor institucional, se asume como un profesional. Por eso se responsabiliza de lo que sucede con el quehacer literario de Valparaíso".

A pasar de llevar una ocupada vida entre sus frecuentes visitas al Departamento de Cultura del municipio porteño y la realización de talleres, Cameron se da el tiempo necesario para escribir poesía y observar a Valparaíso desde el balcón de su casa. Ahí lleva una vida tranquila, tal como lo señala entre risas su compañero de letras, "era bohemio y mujeriego. Ahora se transformó en un viejo cuico, que se acuesta a las 10 de la noche".

Algunas PUBLICACIONES

-Las manos enlazadas, Edeval, Valparaíso, 1971.
-Una vieja joven muerte, Del Café, Valparaíso, 1972.
-Perro de circo, Edición del Premio Rudyard Kipling, Santiago, 1979.
-Escrito en Valparaíso, Gráfica Marginal, Santiago, 1982
-Cámara oscura, Editorial Manieristas, Santiago, 1985.
-Registro curricular, Cuadernillo, Editorial del Café, Valparaíso, 1997.
-Ascensores porteños/ Guía práctica, Altazor-FONDART, Santiago, 1999
-Jugar con la palabra, (antología 1971-2000), Editorial LOM Santiago, 2000.

Algunos PREMIOS

-Federación de Estudiantes de Chile (FECH) 1972
-Gabriela Mistral, I. Municipalidad de Santiago, 1982
-Premio Revista Liberación, Malmö, Suecia, 1987
-Premio Revista de Libros, El Mercurio, Santiago, 1996
-Premio Municipal de Literatura, Valparaíso, 1996
-Premio Villanueva de la Cañada, Madrid, España, 1997
-Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, en Poesía, 1999

En Viña del Mar y Valparaíso: LA MOVIDA AGENDA MUSICAL

Luis Alberto Spinetta, Ismael Serrano y Pedro Aznar son algunas de las figuras que actuarán en la zona

Fuente: Mercurio Valparaiso

ismael serrano

Variada. Así es la agenda de conciertos que durante las próximas semanas traerá a Valparaíso y Viña del Mar una importante oferta de artistas internacionales: la leyenda del rock argentino Luis Alberto Spinetta; el exponente de la trova española Ismael Serrano; el virtuoso guitarrista de jazz Stanley Jordan; la famosa agrupación Harlem Gospel Choir; y Pedro Aznar, otro legendario músico trasandino. A continuación, un repaso a este movido panorama musical.

¿Te "acordás" del "Flaco" Spinetta?:
Hace un año Luis Alberto Spinetta canceló una gira por Chile, que lo traería a Viña. Sin embargo, el músico argentino saldará su deuda con sus seguidores locales este sábado 1 de mayo, con un show electroacústico en el Municipal de la Ciudad Jardín. El ex integrante Pescado Rabioso viene a presentar los temas de su elogiado último álbum "Para los árboles" (2003), pero aseguró que no dejará afuera algunos clásicos. Spinetta promete un espectáculo íntimo, donde sólo se hará acompañar en los teclados por Claudio Cardone, de su ex banda Los socios del desierto. Las entradas van desde $5.000 a $15.000.

Guitarra virtuosa:
El guitarrista Stanley Jordan es considerado un maestro de las seis cuerdas, que llevó la técnica del tapping a dos manos hasta niveles de complejidad orquestales equivalentes a los del piano. Basándose en esta técnica, es capaz de producir el sonido de dos o tres guitarristas al mismo tiempo, creando una manera totalmente nueva de tocar la guitarra. Jordan estará el 12 de mayo (20.30 horas) en el Municipal de Valparaíso. Entradas: $ 9.000 (platea) $ 7.000 (balcón) y $ 5.000 (galería).

La nueva trova española:
En Chile, el español Ismael Serrano no es sinónimo de hits radiales. Sin embargo, tiene una legión de fieles seguidores y el 14 de mayo arribará al Municipal porteño, con su mezcla de romanticismo y crítica social que le ha valido el título de heredero de Serrat, presentando su álbum recopilatorio "El principio de incertidumbre", que incluye temas de sus discos "Atrapados en azul", "La memoria de los peces", "Los paraísos desiertos" y "La traición de Wendy", junto a seis composiciones nuevas. Entradas: $ 9.000 (platea), $ 7.000 (balcón) y $ 5.000 (galería).

Un mensaje de paz:
Han compartido escenarios con U2, Paul McCartney y Diana Ross, y su mensaje es paz, amor y tolerancia. ¿Su nombre? Harlem Gospel Choir, grupo formado por una docena de cantantes y músicos que cultivan el soul y el negro spiritual. Bautizados por Bono como "Los ángeles del Harlem", los integrantes de esta agrupación se presentaron con gran éxito el año pasado en Viña del Mar y ahora vuelven a esta ciudad con un concierto en el Casino, programado para el 22 de mayo. Precios de las entradas van de $10.000 a $ 15.000.

Músico de culto:
Un imperdible de esta cartelera musical en la zona es el músico argentino Pedro Aznar, quien el viernes 4 de junio llegará al Municipal de Valparaíso para presentar su más reciente producción, titulada "Mudras-canciones de a dos", que irá mezclando con clásicos de su discografía: "A cada hombre, cada mujer", "Déjame entrar" y " Si me das tu amor". Entradas: $ 8.000 (platea), $ 6.000 (balcón) y $ 4.000 (galería).