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Vanguardia de Cristo

Por qué mantenerse en la fe

¿POR QUÉ CREEMOS?
Porque el mundo no nos da satisfacción plena.
Porque nos enfrentamos cada día a grandes tribulaciones.

¿EN QUIÉN CREEMOS?
En un Ser superior, que nos brinde:
Esperanza.
Protección.
Satisfacción.

¿QUÉ ES LA ESPERANZA?
Es la expectativa, el deseo, que se tiene porque suceda algo.

¿Cómo manifestamos la esperanza?
Con el ánimo en la esperanza, pero con el trajín en otra parte.

¿QUÉ ES LA FE?
Es la certeza de que se sucederán o se darán las cosas.

¿CÓMO MANIFESTAMOS LA FE?
Trabajando en las cosas que se han prometido, porque se tiene la
certeza de que es un hecho.

¿POR QUÉ OBRAMOS DE ESTA MANERA?
Por la esperanza convertida en fe, no por agradar al otro, sino por
agradarme a mí. Es decir, la fortaleza de la esperanza se encuentra
en el mantenimiento de esa misma esperanza, pero la fe viene a
concluir la esperanza, porque la fe es la esperanza cumplida antes
de su exacto cumplimiento: es decir, que la esperanza es
incertidumbre, pero al fe es una certeza. De esta manera, la fe es
mayor que la esperanza. Así, los gentiles ya no esperamos en
Jesucristo salvación y redención, desde luego que ya la tenemos, no
se ve, pero la palabra es cierta. Benditos los que sin ver creyeron,
dice la escritura. No acudo con un profesor con la esperanza de que
mi hijo adquiera los conocimientos básicos, sino con la certeza de
que los tendrá. No acudo al Redentor para ver si me redime, sino me
acercó porque sé que me redimirá. Revisar el caso del Centurión. Es
decir, que cabe la duda en la esperanza, mas no en la fe.

¿Por qué mantenernos en la fe?
Porque quien duda, aun lo que tiene le será quitado, pues la
esperanza no se ha convertido en fe, sino que sigue siendo esperanza.
El camino no ha cambiado, sino que ha pasado de largo, sin tomar en
cuenta el sacrificio del Cordero de Dios.
La esperanza seguirá siendo esperanza, pero sólo ese será su fruto.
Mas la fe trae consigo frutos inmediatos, benévolos para quienes la
ejercen. Pese a las grandes calamidades que le azotaron, Job
persistió en su fe sobre la bondad y benevolencia de Dios. Y Dios le
multiplicó grandemente lo que Satanás le quitó. Al joven rico se le
hizo difícil dejar lo que tenía y seguir a Jesús, porque estaba
acostumbrado a la riqueza, a la certidumbre de tener lo que quisiera
por el dinero, más cuando el Cristo le dijo la condición, dudó de si
tendría con Él aquello a que estaba acostumbrado tener, aún cuando
más de las cosas que tenía pudo haber tenido; el joven tenía
esperanza, pero no tuvo fe. Pedro mismo, al caminar sobre el agua se
hundió, tenía la vista fija en el Maestro, pero cuando la apartó de
Él, se hundió, se perdió en la esperanza, porque le faltó fe.

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo
que no se ve. (Hebreos 11:1) Si permanecéis en mí, y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Juan 15:7.
----OJO --- Cuando Pedro quitó la vista del Salvador, se hundió.
Recordad lo que Dios dice: Miradme y seréis salvos todos los términos
de la tierra. (Miradme, Pedro quitó su vista de Él y se hundió).

PRESTOS A LA BATALLA

Jueces 6: LA BATALLA DE GEDEÓN.

Este capítulo del Libro de los Jueces es un ejemplo más de cómo el Dios Altísimo llama a quienes le sirven para llevar adelante sus propósitos.

Podemos resumir la batalla de Gedeón, con él mismo y con los madianitas:

 Jehová lo llama.
 Gedeón ve su condición y duda. ¿Quién soy yo?
 Jehová le honra con su presencia.
 Gedeón pide señal para ratificar el respaldo de la presencia de Jehová.
 Jehová reafirma su presencia con él.
 Gedeón pide nueva señal para fortalecerse.
 Jehová la da.
 Jehová prueba a los hombres que combatirán y escoge a quienes estén prestos a la batalla.
 Jehová enseña y está con el escogido.
 Se cumple lo que Jehová procura. La batalla es para las huestes del Altísimo.

Cuántos de nosotros hemos dicho ¿Quién soy yo? y dudamos para presentar batalla, porque la lucha no es contra carne ni sangre, sino contra espíritus que tienen poder sobre los hombres, pero chillan y huyen ante Jehová Dios. Dudamos, porque aunque asistimos al Templo con asiduidad, no creemos que hemos sido llamados por el Dios Altísimo para presentar la batalla para que el Mundo sepa que Dios es Fuerte y Poderoso, Creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo que se ve y lo que no se ve, Señor de la Vida y Señor de la Muerte. Pero el Señor tiene su plan para cada cual, no despreciemos la corona que nos ofrece. Predicad con firmeza el evangelio. Mas si tenemos duda del llamado de Dios, no dudemos en pedir señal, que será pronta y efectiva. Dios no llama de balde. Decidámonos a dar la batalla, que Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, y si Él es el creador de todas las cosas, ¿quien podrá estar por encima de su Gloria?

Si vamos en el nombre del Dios Altísimo ¿quién podrá contra su nombre? Recordemos la batalla del joven David contra el soldado Goliat.

Prediquemos en evangelio en toda la tierra. Amén.

ESTRATEGIAS DE SATANÁS

Dios es movimiento y vida.
Por eso Jesucristo fue clavado en la Cruz (inmovilizado en el madero, símbolo del árbol de la vida).

Dios es amor.
Por eso fue traspasado el costado de Jesús, para que no retuviera más el amor por la Humanidad.

Dios es Sabiduría.
Por eso cercaron de espinas la cabeza de Jesús.

Dios es Justicia.
Por eso echaron en suertes el manto de una sola pieza de Jesús.

Dios es Santidad.
Por eso le dieron a Jesucristo la muerte del más vil de los delincuentes.

Dios es comunión.
Por eso clavaron a Jesucristo en una cruz solitaria.

Dios es vida eterna.
Por es mataron a Jesús.

Pero Jesucristo resucitó y es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Amén.

La Verdad nos hace libres

Conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libres. (Juan 8:32).

¿Qué es la verdad? Preguntó Poncio Pilatos y es la pregunta de muchos. El diccionario nos dice que es: Lo que es cierto, lo que no se puede poner en duda. Dios es la única verdad. Fuera de Él no hay nada cierto. No se puede asegurar lo que es mentira, desde luego que tarde o temprano surgirá la verdad. Jesús en sus declaraciones dice: De cierto, de cierto... porque Él es el camino, la verdad y la vida (Juan 4:16). Los seres humanos no podemos decirlo de esta manera, si el espíritu de Dios no está en nosotros, porque todo hombre es mentiroso (Romanos 3:4).

De que nos liberta la Verdad:

1.- De Satanás, el diablo, porque él es el padre de la mentira. (Juan 8:44).
2.- De la muerte, paga del pecado. Porque el pecado entró al mundo por seguir o hacer caso de una mentira. Dice Eva después de comer del árbol prohibido: La serpiente me engañó. (Génesis 3:13).
3.- De nosotros mismos, porque amamos la mentira (Salmo 62:4) y hacemos de ella nuestro refugio (Isaías 28:15). Y todos los mentirosos tendrán su pago en la muerte segunda (Apocalipsis 21:8). Pero Dios nos compró con el sacrificio de su Hijo, para Él, no para ser esclavos de los hombres (1Corintios 7:23).

¿Cómo conocemos que somos de la verdad? En 1ª de Juan capítulo 3, se nos aclara. Seamos cristianos de Verdad y de Justicia.

Amemos a Dios y a nuestros hermanos. Amén.

Jehová es mi pastor ...

Analizando este primer verso del salmo 23, que es el fundamento de todo lo demás, podemos encontrar varias cosas muy interesantes:

 La aceptación de la superioridad de Dios.
 El conocimiento del amor de Dios.
 La entrega sin reservas a Jehová.
 La confianza plena de su cuidado.
 La certeza de una buena vida.

Siendo David rey, reconoce la superioridad de Jehová, que es Dios fuerte y poderoso, creador de los cielos y de la tierra, pues comprende sus obras, sabe de su inmenso poder, pero también sabe del infinito amor que tiene hacia el hombre.

Cuando tenemos la certeza de que nuestra vida tiene tranquilidad, caminamos al progreso, a la victoria, sin recelo. Nuestro paso es firme, nuestra frente alta, aunque no altiva, y hay paz, gozo y misericordia en el corazón.

La grandeza del ser humano está en su humildad. Reconociendo a Jehová como pastor, dejamos las cargas tan pesadas que llevamos en las manos de quien nos dio la vida. Decimos a nuestros hijos en la adversidad: No te pasa nada, yo estoy contigo. Dios ofrece lo mismo, pero con sabiduría y poder infinitos. Señor, Tú eres mi Pastor y nada me faltará. Amén.

Jehová es mi pastor

¿A qué llevamos a nuestros hijos al parque?

Mucho me he y me han cuestionado sobre el por qué de nuestra existencia en este mundo de dolor, de intriga, de envidia, de deseos malsanos, de mala voluntad hacia nuestro prójimo. Y reprochamos que si Dios es tan bueno, porque nos trae a sufrir a este mundo. Debe no ser un padre preocupado por el bienestar de sus hijos, desde luego que nos trae a sufrir. Y yo me he preguntado, ¿cuál es el motivo de que los padres llevemos a nuestros hijos al parque? ¿Los llevamos acaso a que se hieran las rodillas con las piedrecillas? ¿Los llevamos acaso a que sufran de caídas y se lastimen con las espinas? ¿Los llevamos acaso para que sufran algún golpe con los columpios? ¿Los llevamos acaso para que hieran con algún vidrio o algún otro material? ¿Los llevamos acaso para que sufran porque no pueden disfrutar de algún juego porque éste está ocupado por otros niños que también fueron ese día al parque? ¿Los llevamos para señalar la vida y errores de los demás? ¿A qué los llevamos?
Los llevamos a que disfruten y sean felices, a que gocen de las cosas que ahí existen y son para ellos. Para fortalecerles el espíritu de lucha y la seguridad en sí mismos, al momento de tomar la decisión de si puedo o no puedo cruzar el pasamanos, de qué tan alto puedo subir en el columpio y la confianza de resbalarme por el resbaladero. A desarrollar las habilidades trepadoras y ver que cualquier obstáculo, si se desea, es escalable.
Esto es lo mismo que hace el Padre con nosotros. Este mundo es el parque de los seres humanos, infantes, jóvenes, adultos y ancianos. ¿Por qué no nos gozamos en las cosas bellas que nunca vemos por tener fija nuestra vista en cosas menos importantes y más enojosas, y aprendemos de ellas?
Disfrutemos la vuelta al parque, porque Dios nos ama profundamente.
A Dios gracias. Amén.
Francisco Ibarra Meza.

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