Blogia

Palabras Cruzadas

Ternura

Mira Albert, has escrito una palabra al final de tu post que he decidido adoptar para el mío, la palabra ternura, porque es una palabra que parece en desuso y en ocasiones en que siento el frío de una mirada de hielo, y siento la falta del calor que me proteja, necesito arroparme por sus letras.

Pero a veces se encuentra en algún rincón de la existencia de las personas con las que coexisto y no lo encuentro, por eso a mí verdaderamente me gusta derrochar ternura, porque aunque solo sea a nivel egoísta sé que la ternura como la sonrisa es contagiosa, hoy tu me has contagiado a mí y quizás yo contagie a otros, es posible que suene cursi, pero la pregunta es...¿Y que?. La calidez de un abrazo hace que te olvides de la etiqueta de una palabra.

Así hoy te dejo un abrazo, y un deseo “Que tu vida se llene de ternura”

Senda

El poder de la escritura

Perdona Senda, porque he estado unos días como abducido por la escritura de un relato y he tenido abandonado este rinconcito íntimo. Hoy he venido con el trapo y el bote de "limpia-todo" a quitar las telarañas.

Te doy la razón en que tenemos un espía que nos vigila lo que pensamos, pero ahí no nos puede dominar, y lo que escribimos. Como tú dices el ser consciente de ello es el primer paso para vencerlo. Quizás ese espía esté ahí porque es consciente del enorme poder que tiene la escritura. Estos días que he estado, un poco, arrastrado compulsivamente por ella me he dado cuenta. La escritura es una forma de expresión privilegiada y los aficionados a ella creo que debemos considerarnos afortunados, porque en el océano de las formas de comunicación, ésta es una forma original y única. Porque ¿te imaginas que habláramos como escribimos? Sería impensable y de hacerlo probablemente seríamos tachados de cursiles y rebuscados, por muy acertadas que fueran nuestras palabras. Por eso debemos, ya que hemos tenido esa suerte, el cuidar y hacer fructificar esta afición.

Como te decía ayer terminé el relato en el que llevaba sumergido varias semanas. Es un relato escrito en dos partes muy diferentes, una más erótica y luego un final. Escribí dos finales uno trágico y otro menos trágico. Al final la idea fue evolucionando en la cabeza y el menos trágico se convirtió en feliz e, incluso giró, hacia la ternura. Es lo bueno que tiene el ser el autor de tus palabras escritas, puedes manipularlas y sacar de ellas lo que tu ánimo te dicte. Y ayer cuando terminé mi ánimo necesitaba ternura, mucha ternura.

Un espía en mi vida

Pensaba que el primer paso para cambiar algo que no nos gusta de nosotros es darnos cuenta de ello. Quizás por eso ya empiezas a percibir, que algo en ti empieza a cambiar.

El libro de Natalie Goldberg, me lo recomendó un amigo, y probablemente me anime a leerlo porque creo que los consejos que da, son buenos, y sus comparaciones comprensibles.

Mira Albert, yo creo que para que la escritura exprese realmente lo que sentimos, incluso lo que sienten otros, la única manera que entiendo de hacerlo es a través del corazón, el corazón aunque muchos no lo crean así. también está dotado de razón, el corazón también piensa, siente, es un poco como un ser dentro de otro ser, lo contiene todo, hasta la belleza. Por eso no tengas miedo, no tengas miedo de dejar que guíe tus palabras, tus actos, y en definitiva tu vida.

La presión que ejerce la sociedad en que vivimos, en la forma en que nos manifestamos es fuerte, por eso no te puedo decir, porque no sería verdad, que yo no me encuentro inmersa en un mar de dudas, entre como deseo vivir, expresarme, hablar, escribir, amar, y como a veces por esa presión invisible pero presente, como un espía a quien no siempre identifico, acabo como tú haciendo o diciendo lo que se considera políticamente correcto. Pero sin duda si ese espía se sabe descubierto quien sabe, igual acaba abandonando su lugar y nos deja libres de las cadenas que nos oprimen.

Senda

Dejar que el corazón escriba

Al leer tu post he recordado unos consejos que leí en un libro de Natalie Goldberg, cuando empecé a animarme a escribir. Decía que las reglas para escribir servían también para el sexo y entre otras enumeraba:

1-Mantener la mano en movimiento.
2-Ser concreto.
3-Perder el control.
4-No pensar
....

Y reconozco que eso es lo que más me cuesta a la hora de escribir. El dejar que mi mano no pare y pierda el control. Me gustaría que estuviera dirigida más por mi corazón que por mi cabeza. Sé que eso supone para mí un duro esfuerzo y que no puedo dejar de estar vigilante, pero me anima el descubrir que hay veces, que al leer lo escrito, noto que he tenido pequeños logros. ¿Qué es lo que detiene la mano y no la deja expresarse? Tal vez sea que transporto a la escritura esa presión de lo políticamente correcto que adorna mi vida cotidiana. Me gustaría, en ocasiones, mostrar lo que oculto sin importarme que se lea, dejar de parecer tan correcto y aflorar esas pasiones que sin duda vivo y me llenan por dentro. Ojalá aquí lo pudiera ir consiguiendo y hacerte a tí partícipe de ellas.

¿Razón o corazón?

Vaya me sabe mal lo del post, pero en realidad, creo que éste te ha quedado genial. Ha sido bonito redecorar esa playa.....con imágenes nuevas y sugerentes.

Pero creo que por encima de todas esas palabras vertidas de forma tan refrescante en nuestro blog, por encima de todo eso, de la belleza soñada de un momento compartido, hay un mensaje, que desborda lo racional, y es que paradójicamente la mayoría de nosotros ni siquiera dejamos volar la imaginación, cuanto menos dejamos volar los sentimientos por encima de la razón.

Y es que creo que la cruda realidad, aunque parece que a pasos aún tímidos va cambiando, es que en esta sociedad en que vivimos y que nos cobija o nos secuestra, prima y siempre se ha dado más valor a la inteligencia donde predomina la acumulación de conocimientos, el aprendizaje de conceptos, en lugar de potenciar el desarrollo de una inteligencia emocional, que por otra parte ahora comienza a empezar a ser valorada. Prima la razón en lugar de primar el corazón.

Y fíjate que tú afortunadamente y aunque haya sido arrastrándote tras unas palabras, tras una imagen, tras una ilusión, has conseguido entender que no hay nada mejor que dejar que los sentimientos fluyan en lugar de que la razón los oprima. Aunque solo sea por eso creo que ha merecido la pena aventurarse tras una palabra tan controvertida.

Senda

Me encanta gustar

Me va a costar más escribir este post, no por la dificultad de responder, sino porque es la segunda vez que lo hago. Ayer por la noche lo escribí y cuando lo voy a publicar, falla el servidor de blogia y todo lo escrito se va al garete. Ahora me quedará siempre la duda, que si lo que escribiré ahora es lo mismo o distinto de lo de ayer.

Efectivamente eres observadora al decir que la última vez que me sedujeron no fue hace unos años, sino cuando leí tu post. Lo que pasa es que la palabra seducción es muy amplia y le caben muchos significados. La seducción esa de hace unos años fue un tanto especial, por eso la destacaba. Me hizo despertar, revivir, y comprender que hay sentimientos que nunca son enterrados del todo por muy ocultos que nos aparezcan. Es como montar en bicicleta, que ejemplo más tonto, que aunque te pases años sin montar vuelves a pedalear sin problemas. Ese encuentro fue reencontrarme con una bicicleta.

Pero también tus palabras me sedujeron, a veces la seducción es un esfuerzo doble por parte del que la realiza y por el que se deja seducir. Y a mi me apetecía seguirte en tu encuentro con el mar y dejar que la caricia del sol llegue hasta el último rincón de nuestra piel, en una playa desierta, solos los dos...sólo sintiendo. Me encantaría por una vez, dejar esa cabeza tan bien amueblada, por la que destaco y dejar que mis sentimientos volaran, enloquecieran y bailaran.

Claro que me encanta gustar. Estoy más acostumbrado a piropear que a que me piropeen, y sobre todo me costaría aceptar un piropo, cosas de la falsa modestia. Pero hoy nada ni falsa modestia, ni cosa similar, me gustaría dejar que mi corazón por un rato se independizara, que ya está harto de que lo controlen.

¿Te gusta gustar?

Creo que no te has dado cuenta de una cosa mientras escribías el post, ¿Te habrá traicionado tu subconsciente? Verás ahora si alguien te pregunta cuando fue la última vez que te sedujeron, ya no podrías contestar que fue bajo unos naranjos, acariciando una mirada. Ahora no tendrías más remedio que responder...que fuiste seducido por unas letras que te llevaron, perdón te arrastraron (¿contra tú voluntad? tal vez...) a una playa y...bueno sé que dices que no estas seguro de que seducir sea la palabra, pero quien está seguro de algo, esa palabra como tantas otras dispone de un margen de ambigüedad.... y leí en algún sitio que dudar es crecer, aunque la frase no se si realmente tiene relación con lo anterior pero a quien le importa.

Verás yo creo que decir “hace unos años” es mucho tiempo, sí te gusta esa palabra, en realidad, como tú dices hay muchas formas de seducir y dejarse seducir, creo que no nos debemos limitar únicamente a una de sus manifestaciones, es como el gustar.

Creo que haré una lista de las cosas y de las personas que me gustan, lo he visto incluso publicado con algún otro bitacorero, para recordarlo y disfrutarlo mientras lo recuerdo y mientras lo recuerdo disfrutar de lo que me gusta, y recordar lo hermoso que es gustar y que te gusten.

Bueno igual me he liado un poco pero cuando gustas, y te gustas es más fácil jugar a seducir y dejarte seducir, y la vida es la gran seductora y en la vida entramos todos.

Senda

Seducido

Uy me gusta mucho la palabra seducir y aún más lo que significa. Porque ¿a quién no le gusta ser deducido por alguna cosa o por alguien? A mi hay muchas cosas que me seducen: un paseo junto al mar, una música tranquila, el final de un dibujo que me ha costado mucho esfuerzo, una bocanada de aire fresco,....

Y como comprenderás también hay muchas personas o actos personales que me seducen. Como tú dice los primeros encuentros, sin duda, son fundamentales para "descubrir" a una persona, pero también es verdad que un mayor conocimiento te hace descubrir o atisbar características seductoras que nunca imaginabas. A parte de las palabras escritas que a veces me arrastran y me penetran, sin duda un encuentro personal puede ser fundamental en una seducción. La última vez que me Sedujeron, te lo cuento en la intimidad de comunicación de nuestro blog, fue hace unos años, bajo unos naranjos, envueltos por el aroma del azahar, y tomándonos unas cocas colas. No creo que fuese consecuencia de la cola, más bien de los ojos luminosos, que nunca olvidaré, que me estaban acariciando con la mirada. Aquello despertó en mí sensaciones que, debido a la fuerza de la costumbre, creí para siempre enterradas.

El otoño también me seduce ¡y mucho! y, por último al leer las palabras de tu blog, no se si seducir es la palabra...pero me han arrastrado hasta esa playa soleada...me he visto a tu lado y me he sentido a gusto dejándome seducir por el sol y las olas...en tu compañía.

Seducir... ¿Es cosa de letras?

Perdona el retraso en publicar, he estado un tanto ocupada estos días y me ha sido difícil concentrarme en escribir, eso me ha llevado a preguntarme, si de alguna manera has podido pensar en la posibilidad de que dejará de escribir, de que no volviera a entrar, aunque es obvio de que no es esa mí intención, en estos momentos, me ha intrigado recurrir a esa posibilidad, si tú amiga sin nombre, ni teléfono dejará de entrar algún día, no podrías volver a contactarla, creo que por muy enriquecedora que sea una relación como la que tenéis establecida, me costaría aceptarla.

Verás para mí hay poca diferencia, simplemente varía el medio por el que estableces el contacto, y ello puede llegar a convertirse en una simple anécdota, lo importante es lo que surge a partir de ese primer contacto, da igual si lo estableces en la calle, en un bar, en una discoteca, en el supermercado u en internet, pese a lo que realmente tengo claro es que a una relación así, no se le puede poner nombre, no existe una etiqueta preestablecida para llamarla, y supongo que eso por sí mismo la hace diferente y probablemente mas deseada para ti. Quien sabe cuanto tiempo pasará hasta que tú y yo dejemos de ser anónimos o quizás la historia se repita..... y deberé replantearme lo que he escrito hoy, en este día recién estrenado de otoño.

Hoy hace un bonito sol que descubro tras de mi ventana, he pensado que aunque ya estamos en otoño, sería divertido disfrutar de un día de playa, y eso me ha llevado a pensar en que mi cuerpo ya no está tan bronceado por el sol. Que mi piel clara desea entrar en contacto con el mar y dejarse seducir por sus olas, seducir... hermosa palabra, eso me ha llevado a la siguiente pregunta ¿Por qué cosas y personas te dejas seducir? e incluso he pensado, como me gustaría que me sedujeras con tus palabras y me regalarás una respuesta sorpresa.

Senda

Un trozo de papel

El tema que me propones, Senda, podría dar para muchísimo, tanto como gente diferente he conocido por aquí. He conseguido alguna que otra amiga a través de la net, pero si me explayara mucho al respecto tendría grandes posibilidades de escribir algo demasiado prolijo y tampoco tengo mucho tiempo para ello.

Así que he preferido escribir este post con la historia concreta de una amiga. Es un caso especial, más que una amiga especial, dentro del mundillo de internet y creo que lo que te voy a contar bien vale un post.

En un canal de IRC, hará casi cuatro años, coincidí con un grupo de 7 u 8 personas que entrábamos habitualmente y charlábamos de cosas varias. No sé por qué aquello acabó como el rosario de la aurora, empezó a haber diferentes piques y aquello explotó hasta que todo el mundo acabó disolviéndose. De aquellas charlas colectivas en aquel canal hubo una mujer, la llamaré R. que me llamó la atención. Era una mujer con una tremenda ironía, la noté muy inteligente y con gran capacidad de diálogo, no había forma de dejarla callada. Aquello me gustó e intenté conocerla un poco mejor, pero casi todos mis intentos caían en saco roto. Solía decirme que no le gustaba hablar en privado, que prefería hablar en el general. Pero yo era muy insistente y ya un día empezamos a hablar. En seguida me di cuenta, lo que te decía que R. era muy especial. Algo me dijo desde el principio,y que habitualmente ha cumplido, y es que no le gustaba dar datos personales. A mí era algo que me rebelaba por dentro, no tanto por el morbo de saber cosas de ella, sino porque me gusta conocer un poco y situar a la persona con la que hablo. Pero a pesar de mi insistencia y algún que otro enfado gordo, por mi parte, nunca claudicó. Te daré un detalle, aún hoy tras casi cuatro años de conocernos no sé su nombre, no sé su estado civil (aunque me lo suponga), no he visto su foto, no sé en que trabaja y no sé su teléfono, esto último influirá decisivamente en lo que viene después.

Me dirás que podía haberla mandado a freir monas, efectivamente, pero si algo tiene R. es su sinceridad. Nunca me ha engañado, cuando yo insistí en hablar con ella accedió pero me advirtió que no me daría datos. Luego,con el tiempo, se estableció una cierta amistad y hablábamos de muchas cosas, dándome algunos datos mínimos pero ya está.

En una ocasión, hace un par de años, ella que vive a varios cientos de km de aquí, me dijo que venía de visita un puente a mi tierra y que nos podríamos conocer. Como puedes imaginar yo estaba encantado con la idea. Pues bien, yo esperando, esperando,esperando...y ella no apareció. A los pocos días la veo por internet y me explica lo que pasó. Hubo una tarde que tenía libre y me llamó por la mañana al trabajo. Un compañero mío lo cogió y le dijo que estaba en una reunión. Ella entendió que la reunión se alargaría y ya no me llamó más...además yo no tenía su teléfono para poder localizarla. ¡Para colmo estuvo comiendo en un bar a cinco minutos de mi casa! Me dijo que en aquella tarde aburrida, paseando por la playa, se le había ocurrido escribirme una nota en un trozo de papel y que lo había dejado en la escalera de bajada a la playa, en una playa cercana. Cogí el coche y me dirigí en ese mismo momento a la playa, fui a la escalera de madera, y en un pequeño hueco estaba su nota. Eran sólo unas breves líneas, pero para mí era la constancia de que efectivamente existía. Ese trozo de papel lo llevo en la cartera, esperando a devolvérselo, por fin, el día en que nos conozcamos.

Cuéntame

Me gusta sentir que vamos sintonizando, a veces me leo entre tus letras y eso me gusta, supongo que también nosotros aquí, estamos dando nuestros primeros pasos, más bien tímidamente, algo cohibidos, pues a mí a veces cuando acabo de publicar un post, también me queda esa sensación de no haber explicado todo lo que deseaba decir, pero supongo que así nacen todas las historias, incluidas las de amistad y de compartir por internet.

Verás Albert, como tú bien dices, lo que realmente saca lo mejor de nosotros mismos al comunicarnos, lo que hace que una comunicación sea de calidad, no es esencialmente el medio desde mi punto de vista, aunque lógicamente cada uno nos expresamos mejor en un medio que en otro, pero para mí lo que realmente me permite tener una comunicación rica, es sentir que sintonizo con mi interlocutor, es sentir esa química, que hace que te puedas expresar sin limitaciones, que hace que con algunas personas casi nada más conocerlas puedes compartir y hablar de cualquier cosa, porque sabes que no te enjuiciaran, que existe esa sintonía de la que te hablaba antes.

De todas formas espero que cuando nos conozcamos un poco más, puedas regalarme una de esas cartas en las que dices que te expresas tan bien, que puedes decir todo lo que deseas, porque intuyo que encontrarnos en persona y podernos mirar a los ojos, de momento va a ser difícil. Sin embargo comparto ese punto contigo, para mí también esa es la mejor comunicación la que se da cuando además de transmitir, puedes mirar a los ojos, acompañar con un gesto, una caricia, un abrazo, a ese amigo-a con quien te comunicas, la comunicación es más rica, porque dispones de otros elementos, que te ayudan a expresarte.

Por cierto, ¿en que te basas, para decidir si te apetece o no relacionarte con una persona a través de internet? ¿Tienes muchos contactos en internet me refiero muchos amigos-as internautas?, ¿Como son?, ¿se parecen entre sí?, ¿Me lo cuentas?

Senda

El curso

Ya empezó el curso escolar, y aunque yo hace tiempo que no voy al colegio, bueno esta mañana a llevar a mis hijas, influye en el tiempo libre. De todas formas entro ahora a escribir unas líneas antes de meterme a cocinar un poco.

Senda, me alegra que hayas tenido esa experiencia positiva de tu conversación telefónica y que te decidieras a llamar. No me extraña que en esa primera conversación estuvieras algo cohibida. Es muy distinto leer que escuchar. Son métodos de comunicación muy diferente. Yo personalmente el telefóno es donde más me cuesta comunicarme, siempre tengo la sensación tras una conversación que no dije todo lo que quería o no lo dije con el tono que tenía que haberlo dicho. Eso con una carta no me pasa, no dejo de escribir hasta que considero haber dicho todo lo que quería. He conocido gente del net por teléfono y me ha costado hablar, cosa que en absoluto me ha ocurrido cuando les he tenido enfrente delante de mis ojos. En mi opinión, la costumbre y el modo de comunicación influyen mucho en la calidad de la comunicación.

Continuando

Al fin y pensando lo que podía perder si no lo hacía me he dejado llevar por un impulso, y he llamado a mí amigo. Me apetecía explicarte que su voz se adaptaba totalmente a la imagen que me había hecho de mi amigo, por lo que hemos compartido hasta ahora.
Es fácil hablar con él, su voz es cálida, abierta, simpática, natural. En definitiva estoy contenta de que mi amigo tenga esa voz, porque yo creo que la voz es el sonido del alma, y aunque hoy la conversación no ha estado muy dotada de contenido, yo me sentía algo cortada, estoy segura que si nos vamos comunicando también vía móvil, será fácil y agradable.

Por cierto Albert, ¿has tenido alguna experiencia similar? ¿Me la cuentas....?

Senda

1+1 =2

Cuando estudiaba las distintas ciencias, siempre tuve un especial cariño por las Matemáticas. Un profesor mío decía que no engañaban, que al principio y al final siempre 1+1=2, cosa que en otras ciencias experimentales o sociales no siempre era asi. Pues sí creo que 1+1=2 y eso se da en la vida cotidiana. Una persona y otra persona son dos independiente de su sexo, cuando salen tres...es otro tema diferente al que estamos hablando.

Quiero con esto decirte que yo entiendo que para una amistad sólo son necesarias dos personas. ¿Qué más da que tengan diferente sexo o sea el mismo? El corazón, la sonrisa, la afinidad...no tienen que ver, pienso yo, con el hecho de que esas personas se afeiten o se depilen. Es más yo, concretamente, te puedo decir que tengo más amigas que amigos. Tal vez porque noto en la mujer una especial sensibilidad que me acerca más a ella. En el fondo los dos sexos se complementan y no sólo en el nivel meramente físico.

En cuanto a ese amigo nuevo que has hecho por internet, ten cuidado. Ya sabes que en internet hay de todo. Pero estoy seguro que no tendrás problemas como decías en el post del otro día tienes habilidad para conocer a las personas. Y eso es una gran ventaja, especialmente en este medio. Y si vas conociendo a ese amigo, estoy seguro de que si se ha creado esa amistad entre vosotros, en absoluto le hubiera importado que le hubieras llamado. Es más estoy seguro de que se hubiera alegrado. A veces no damos un paso por miedo o respeto humano, sin darnos cuenta todo lo que podemos perder por ello.

Amistad entre sexos

Precioso eso que escribes Albert, acerca de las cartas, ahora entiendo ese concepto de ternura que expresabas, debe resultar un placer recibir una carta tuya bajo esas premisas. No obstante yo a veces hago eso mismo con los mails que envío o recibo, siempre los escribo con cariño y leo las respuestas igual.

Hoy te quería comentar algo, verás en ocasiones hay preguntas implícitas que no hago directamente, son iguales que esas sutiles peticiones que tampoco hago pero que con un poco de suerte mi interlocutor adivinará y me ofrecerá, lo sé y empiezo a dudar de si ese riesgo a no ser entendida merece la pena.

Lo mismo me sucede con el cuerpo a cuerpo con esa falta de espontaneidad que se refleja en el momento de personalizar, sin embargo el primer paso que se da para camibar algo de ti que no te gusta es reconocerlo, así que a partir de ahora espero que será más fácil para mí.

Ya que hemos tocado el tema de la amistad aprovecho un poco este medio, para saber que opinas. Tengo un amigo es un “amigo nuevo” aunque lo siento muy cercano, creo que se ha establecido una conexión especial de amistad entre nosotros, y nos hemos hecho amigos vía internet. Si fuera una amiga no habría dudado en llamarle por teléfono, me habría parecido natural y no habría temido ningún rechazo o mala interpretación, me apetece escuchar como habla y saber que voz tiene. Sin embargo pese a la sintonía que tenemos, al ser un amigo me da miedo que piense que soy atrevida y que no le parezca bien. Así que me limito a enviarle un mensajito cortito del tipo “Que tal? Feliz Lunes”

Dime que opinas sobre eso, como entiendes la amistad entre un hombre y una mujer, ¿debe haber distinciones? ¿Hay que establecer distintos límites? ¿Es diferente a una relación entre personas del mismo sexo?

Senda

Escribir sin miedos

Al final de tu post dices que no haces ninguna pregunta, pero al principio has dicho que no entiendes eso que hablo de diferencia de ternura entre un mail y una carta. Te intentaré aclarar mi opinión al respecto. Pero antes me gustaría decirte que percibo en tu forma de escribir como dos maneras de expresarse distintas. Una, espontánea, cuando tratas un tema más generalizado; y otra más encorsetada cuando hablas de escribir a alguien. Es, como dices en tu post, como si midieras tus palabras para no ocasionar "daño" a la otra persona e intentar ser políticamente correcta. Yo pienso, que debes liberar eso, sentirte libre y espontánea al escribir, sabiendo que la persona que te lee está en una cierta sintonía que le hará leer lo que le pongas, siempre buscando el lado positivo de lo que digas. No te lo digo como experto en eso, todo lo contrario, también reconozco que me cuesta soltar y expresar lo que me gustaría decir, pero veo que es algo que debería intentar conseguir: dejar que la mano fluya, sin que la cabeza la atenace.

Ahora te cuento esa diferencia de "ternura" entre el correo electrónico y la carta. Que conste, te lo digo de entrada, que no me refiero a las palabras, éstas pueden ser y expresar lo mismo en un medio como en otro. Me refiero más bien a todo lo que rodea a cada forma de comunicación. También puede que sea fruto de mi propia experiencia. Yo he vivido en muchos sitios diferentes y he ido dejando amig@s por distintos lugares de la geografía. Y el único medio, asequible entonces a mi economía, de mantener las amistades eran las cartas. Yo he escrito montones de cartas y todavía, a pesar de internet, sigo escribiendo algunas. Como te digo en las dos puedes expresar lo mismo, el mail es sencillo de enviar, sólo darle a una tecla. En cambio, la carta para mí es todo un rito. Primero coger el papel, preferiblemente un A4 blanco. Luego coger un bolígrafo o rotulador negro(desde hace 30 años nunca escribo en azul). Me retiro a un sitio solitario y tranquilo, esto con el pc es más complicado. Y me dispongo a "compartir" una o dos horas con esa persona. Es como si esa persona estuviera al otro lado de mi mesa y lo que me gustaría decirle lo voy trazando sobre el papel. Luego me despido, la firmo, pego y relleno el sobre. A veces, acompaño en el sobre un dibujito que hago en unas tarjetas que tengo de 10X15. Le pongo el sello y salgo a la calle hasta la oficina de correos y entonces siento como si parte de mi, se deslizaran muy despacio a lo largo del buzón y esa parte de mí llegará hasta la otra persona.

Es igual que cuando recibo una carta, allí están, aunque no se vean, las huellas dactilares de la persona; a veces, incluso al abrir el sobre puedes percibir el olor conocido y que te trae recuerdos de esa persona. Y luego al leerla sus expresiones y sentimientos. Un correo te obliga a leerse en el pc. Yo para leer una carta, a pesar de mi impaciencia por abrirla, suelo esperar el momento sosegado. A lo mejor junto a la orilla mientras me acompasan las olas con su sonido o quizás bajo la sombra agradecida de un árbol sentado en un parque solitario. Sí tal vez sea un poco utópico en todo esto, pero así es como lo vivo. También te digo que no todas esas cartas tienen respuesta, algunas se las escribo a gentes incapaces de coger un bolígrafo, pero aunque no sea lo que me gustaría, al menos me siento feliz de haberle comunicado a esa persona lo que yo pensaba en este momento...como ahora lo he hecho contigo en este post. Aunque sospecho que, de éste, sí tendré respuesta.

Albert

Amigos internautas

Bien, igual me he excedido un poco, deben ser esas ganas de saber, que se presentan sin avisar, cuando intentas descubrir a otra persona, esa ligera impaciencia que a veces se muestra inoportuna. Sin embargo creo que te has sabido salir bastante bien, pero me ha quedado alguna duda...., no entiendo porque en un correo electrónico se expresa menos ternura que en una carta.

Creo que la calidez de las palabras puede ser la misma, lo que le puede dar un grado u otro de ternura, es el conocimiento y la confianza de que tus palabras no van a molestar a su receptor. A veces cuando envío un mail dudo entre expresarme con espontaneidad y demostrar el cariño que siento por mí interlocutor, o escribir según los cánones establecidos, como políticamente correctos. Cuando soy yo misma, suelen salir correos llenos de ternura, porqué la mayoría de las personas con las que los intercambio de una u otra forma tienen mi cariño.

El tema de la amistad lo tocas ligeramente en las posibilidades del chateo, hablas de poder iniciar una cierta relación y a la larga una amistad, verás Albert, es cierto que como en cualquier relación de la vida cotidiana, previamente a la amistad, hay una especie de preámbulo para el conocimiento mutuo, pero a mí no hay demasiadas diferencias, cuando conozco a una amig@ nuev@ y no me preguntes en que me baso, casi en las primeras fases de nuestra relación, sé si esa persona va a formar parte de mi proceso o no, hay una cierta afinidad en esos casos que soy capaz de oler, de mirar, de sentir, y de tocar independientemente de la distancia en que nos encontremos y hasta ahora ese olfato en tres dimensiones siempre me ha funcionado.

Entiendo que igual opino así, porqué mi proceso ha sido distinto, no he entrado nunca en un chat (bueno alguna vez en segundo plano, es decir otra persona estaba y yo he estado presente y bueno he podido hacer alguna sugerencia), con las personas que he contactado a través de internet, de alguna manera ya partía de una afinidad y ha sido como una continuación, como un profundizar, como cuando conoces a alguien por primera vez, pero es amigo de un amigo. Aunque entiendo que a veces puede ser divertido hablar por hablar, y quien sabe igual detrás de esas palabras puede haber un futuro amigo.
Verás, en realidad a mí me es fácil no juzgar, quizás porque hay muchas cosas de mí misma que a pesar de la edad, van modificándose, están en evolución. Hay pocas cuestiones, quizás los valores que marcan mis cimientos, que son más difíciles de mover, pero a su alrededor muchas de mis creencias se van modificando y evolucionando a mi mismo ritmo.

Hoy para compensar no te voy a hacer ninguna pregunta, así que decide tú ¿De que te gustaría que hablaramos?

Senda

Chateo

Uy Senda, haces demasiadas preguntas que si se contestaran todas juntas, darían más que para un post, para escribir un libro. Intentaré centrarme. Llevo con internet hace unos seis años. Siempre ha sido un mundo que me ha apasionado y que, a pesar de todos estos años,me sigue sorprendiendo. Eso de tener una comunicación instantánea por el correo electrónico, con todas sus posibilidades, sin la lentitud de una carta (aunque con menos ternura) y sin la interferencia estridente, de una llamada telefónica, es una gran ventaja.

Otra de las posibilidades que descubrí en internet, desde el principio, fue la de chatear. La de encontrar, al azar, a alguien en medio de todos los millones de persona que pueblan este peculiar universo y el poder iniciar con algun@s una cierta relación y a la larga una amistad. Aquí las relaciones se establecen de manera más simple que en la vida cotidiana, aunque también es verdad que se pueden complicar, tanto o incluso más. Pero a mi en la vida cotidiana no se me ocurre acercarme a una mujer y decirle: "Hola ¿a qué te dedicas?". Cosa que en el chateo es algo de lo más normal.

Lo que ocurre es que, a lo mejor, de cada 20 personas con las que contactas alguna vez o intercambias unas palabras, sólo una queda como contacto, más o menos habitual, y puedes estrechar más lazos, descubriendo que a pesar de la distancia o circunstancias diferentes muchas cosas te unen a esa persona. No es extraño que esa persona "extraña" sepa de ti mucho más que compañeros de trabajo con los que compartes muchas horas diarias. Yo aquí me he encontrado de todo, desde gente muy extraña y especial, alguna te pregunta:"¿Eres casado?" y cuando le dices que sí, rápidamente cortan. Hasta personas que lo han estado pasando muy mal, porque sus circunstancias personales no las podían compartir con las personas cercanas y me usaban de confidente.

Yo sobre todo he aprendido a compartir por escrito, pero también a escuchar y a darme cuenta que todos vivamos donde vivamos, tenemos necesidad de transmitir de alguna forma, lo que vivimos y me ha ayudado a comprender situaciones de personas que quizás hace unos años habría juzgado. Nunca sabemos hasta donde unas determinadas circunstancias pueden imponer un vuelco a cosas que teníamos, tal vez, "demasiado" claras.

Experiencia compartida

Me asomo a tus palabras con una mezcla de timidez y atrevimiento. Hoy leyéndote, he recordado como descubren los niños en su más tierna edad, la vida y como aprenden a desarrollar habilidades a través del juego, he pensado que en una comunicación que se precie, debe existir también un poco de ritmo, un baile entre las letras, un guiño en forma de pregunta, una sonrisa que exprese movimiento, y una necesidad de conocimiento hacía el otro, donde como tú bien dices, en una relación sana debe estar presidida por la confianza y el sentido del humor.

Así que voy a hacerte una confesión, hasta ahora, las preguntas directas más bien me intimidaban un poco. Ciertamente con tus palabras, me has dado una nueva visión, creo que ahora me costaría menos responder preguntas, incluso a alguna reciente hecha por algún amigo, porque seguramente percibiré que simplemente se interesa por conocerme mejor y que es, si no la amistad, entre otras cosas se basa también en el conocimiento mutuo.

Albert, queda claro que si existe esa raza rara, yo también me incluyo en el grupo.

Hoy esperando conocerte un poco más y ya que has sacado el tema del chat, relativamente nuevo para mí, me gustaría que comentarás alguna de tus experiencias en el chat, alguna que quieras compartir (por supuesto no se necesitan datos) y que creas que de forma especial es o puede llegar a formar parte de ese circulo de amigos especiales, que caminan a tú lado por la senda de la vida. Háblame de la amistad. ¿Qué significa para tí la palabra amigo-a?

Senda

Comunicarse

Difícil pregunta haces, Senda, sobre la comunicación. A mí me parece que la necesidad de comunicación va intrínseca al ser humano: comunicación consigo mismo, comunicación con un Ser superior o comunicación con los demás. Centrándome en esta última, y con esto contesto a tu pregunta, creo que la comunicación entre dos personas solo tiene como límite aquel que se le quiera imponer. Yo llevo unos años chateando y algo siempre he tenido claro: las preguntas que me han hecho o he hecho nunca las he considerados indiscretas o fuera de lugar, porque pienso que, en una relación sana, nacen de intentar conocer algo más de la otra persona. Bucear en su interior y saber que es lo que le gusta o le conmueve. Lo que sí tengo también claro que toda comunicación debe estar presidida por el sentido del humor y la confianza, para cuando queramos o tengamos que poner un límite seamos capaces de ponerlo sin suceptibilidades de ningún tipo.

En nuestra vida cotidiana nos estamos comunicando continuamente, pero, quizás, pocas veces podemos decir que esa comunicación nos enriquece. Tal vez porque nos movemos con personas cuyas interioridades, sin ser mejor o peor que la nuestra, son diferentes y eso hace que la sintonía no sea mucha. Nos pasa, a veces, que en medio de una reunión nos notamos extrañamente silenciosos porque nuestra mente o corazón están muy lejos de ahí. ¿Esto tiene solución? ¿Le pasa a todo el mundo? ¿O es que hay una extraña raza de gente rara a la que nos pasa esto?

Albert